¿Existe una crisis vocacional mundial? Una mirada a las cifras

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(Brendan Hodge /The Pillar) Mientras que las ordenaciones sacerdotales diocesanas están aumentando en algunas partes del mundo, también están disminuyendo rápidamente en algunos países tradicionalmente católicos.

Y aunque la «crisis de vocaciones» es un tema que preocupa más en Occidente, donde una parte cada vez mayor de los sacerdotes diocesanos están jubilados, el panorama mundial de las ordenaciones sacerdotales diocesanas apunta a tendencias y dinámicas cambiantes en la Iglesia católica.

El número de sacerdotes en todo el mundo se mantiene estable, pero la población católica está creciendo, lo que sugiere una necesidad de más sacerdotes.

Analicemos las cifras.

Panorama general

Desde 1970, el Vaticano compila un manual anual de estadísticas de la Iglesia que registra las ordenaciones de sacerdotes diocesanos.

El mayor número de ordenaciones al sacerdocio diocesano en la Iglesia mundial desde 1970 se produjo en la década entre 2000 y 2010, cuando la Iglesia ordenó a unos 6.800 hombres anualmente como sacerdotes diocesanos.

Entre 1970 y 2019, el reparto regional de las ordenaciones sacerdotales diocesanas ha cambiado drásticamente.

En 1970, Europa representaba el 55% de todas las ordenaciones sacerdotales diocesanas de la Iglesia. En 2019, el número absoluto de hombres ordenados en Europa había descendido casi un 50%, y los europeos representaban solo el 23% de todas las ordenaciones: las ordenaciones sacerdotales diocesanas europeas eran superadas por los africanos, que representan el 28%.

El número de sacerdotes diocesanos ordenados en Norteamérica descendió un 50% entre 1970 y 2000, pero desde entonces se ha estabilizado.

En América Central y del Sur, así como en Asia, el número de ordenaciones sacerdotales diocesanas aumentó fuertemente entre 1970 y 2010, pero desde entonces ha comenzado a disminuir.

La Iglesia en Europa

Dentro de Europa, en particular, hay una gran variación entre países.

Italia experimentó un descenso del 50% en las ordenaciones sacerdotales diocesanas entre 1970 y 1980, algunos aumentos en la década de 1990, y luego un nuevo período de descenso.

Polonia experimentó un rápido aumento de las ordenaciones diocesanas durante las décadas de 1970 y 1980, alcanzando un máximo en torno a 1990, cuando el país se liberó del comunismo.

Pero el número de ordenaciones sacerdotales diocesanas en Polonia ha caído en los últimos 30 años. En 2019 hubo 298 ordenados sacerdotes, menos de la mitad de los 741 que se ordenaron en 1990.

En 1970, Francia y Alemania tenían casi 300 ordenados como sacerdotes diocesanos.

Desde entonces, las ordenaciones en ambos países han disminuido, aunque Alemania vio un aumento en las ordenaciones durante los últimos años del régimen comunista en la parte del Este, alcanzando su punto máximo en 1989 y 1990, cuando cayó el Muro de Berlín y Alemania se reunificó.

En 2019, Francia ordenó a 94 nuevos sacerdotes diocesanos, mientras que Alemania ordenó a 55.

Las Américas

Estados Unidos ha experimentado una tendencia de ordenaciones diferente a la que la Iglesia Católica ha tenido en los países de América Central y del Sur.

Las ordenaciones sacerdotales diocesanas en EE.UU. disminuyeron en casi un 50% entre 1970 y 1990, pero desde entonces han tenido un promedio de 428 por año, a pesar de algunas variaciones de un año a otro.

En México, el número de ordenaciones sacerdotales diocesanas alcanzó su máximo entre 1995 y 2005. Aunque el número de sacerdotes diocesanos ordenados cada año ha disminuido desde ese pico, sigue estando muy por encima del nivel de 1970.

En Brasil, el número de ordenaciones sacerdotales diocesanas anuales aumentó de forma constante entre 1970 y 2010, pero desde entonces ha disminuido, y ahora está en el nivel que se vio por última vez en 1995.

Aunque tanto México como Brasil han tenido más sacerdotes diocesanos ordenados en los últimos años que en la década de 1970, el número de católicos en esos países ha crecido a un ritmo aún más rápido, presentando una crisis inminente para proporcionar sacerdotes a todos los católicos de esas naciones.

En 2019, Brasil tenía más de 11.000 católicos por cada sacerdote diocesano y México tenía más de 8.000.

En comparación, Estados Unidos tiene menos de 3.000 católicos por sacerdote diocesano. Ese número crecerá en los próximos años, ya que las ordenaciones sacerdotales en Estados Unidos disminuirán durante varias décadas antes de estabilizarse, basándose en la tasa actual de vocaciones.

Asia y África

En Asia y África se han producido algunos de los aumentos más espectaculares de las vocaciones sacerdotales desde la década de 1970.

Con 1.380 millones de habitantes, la India es el segundo país más poblado del mundo, y probablemente superará a China en los próximos años.

Pero la población católica de la India, de 22,5 millones de personas -que se reparten entre la Iglesia católica latina y otras dos Iglesias católicas sui iuis– es menor que el número de católicos de Estados Unidos o incluso de Alemania.

La India ha tenido un número creciente de vocaciones sacerdotales durante la mayor parte de los últimos 50 años, alcanzando un máximo en 2010 con 553 sacerdotes católicos latinos diocesanos ordenados – más ordenaciones ese año que los Estados Unidos, que tiene tres veces más en número de católicos bautizados.

En 2019, tanto la India como Estados Unidos ordenaron a 415 nuevos sacerdotes diocesanos.

Filipinas tiene una población más pequeña, pero es un país mayoritariamente católico. Su tendencia en ordenaciones es similar a la de México, aumentando de 1970 a 1995, pero disminuyendo desde ese pico.

Nigeria es la estrella del boom vocacional en África. Con 31,5 millones de católicos en 2019 (menos de la mitad que en Estados Unidos), Nigeria ha aumentado de forma constante las vocaciones desde 1970, y en 2019 solo ordenó a cinco nuevos sacerdotes menos que los Estados Unidos, a pesar de las diferencias en la población católica.

La República Democrática del Congo tiene una población católica en un poco más del 50%, lo que le significa más católicos en total que Nigeria. Pero el número de vocaciones sacerdotales del país es menor.

De 1970 a 2010 el número de ordenaciones sacerdotales aumentó en la RDC más de ocho veces, hasta 216.

Pero el número de 2019 fue algo menor, 133.

Echando las redes

Por supuesto, este análisis se centra en los sacerdotes diocesanos, que constituyen la mayoría de los sacerdotes que ejercen su ministerio en las parroquias de todo el mundo.

Pero para examinar el impacto de las vocaciones en el número total de sacerdotes católicos diocesanos, es necesario considerar el número de ordenaciones frente al número de sacerdotes que mueren o son laicizados.

En los años setenta y ochenta, el balance neto de sacerdotes fue negativo, debido al gran número de sacerdotes que solicitaron la laicización en los años setenta, y a la drástica disminución del número de ordenaciones en Europa y Norteamérica en los años posteriores al Vaticano II.

En las décadas de 1990 y 2000, el balance neto en el número de sacerdotes se volvió positivo, ya que el número de laicizaciones disminuyó y el número de ordenaciones en África y Asia aumentó.

Pero en los últimos años el balance neto en el número de sacerdotes se ha equilibrado en torno a cero, debido a la desaceleración de las ordenaciones sacerdotales diocesanas en el mundo en desarrollo, y a la muerte de sacerdotes ordenados en los años 60 y principios de los 70.

Pero mientras el número de sacerdotes diocesanos en el mundo se mantiene estable, el número de católicos en el mundo sigue aumentando.

En Europa y América del Norte el número de sacerdotes diocesanos disminuye cada año, mientras que los países de muchas partes del mundo en desarrollo registran un cambio neto positivo cada año.

Las cifras de Europa responden a la tendencia en los países con una población tradicionalmente católica, que han sufrido una creciente secularización.

Alemania es un ejemplo clave de esa tendencia: 321 sacerdotes alemanes murieron en 2019 y 14 fueron laicizados, mientras que solo 55 fueron ordenados. Por cada seis sacerdotes diocesanos perdidos, solo se ordenó un nuevo sacerdote diocesano.

Italia y Polonia han tenido un número comparativamente alto de vocaciones sacerdotales diocesanas incluso después del Vaticano II. Pero ambos países han tenido un balance negativo en el número de sacerdotes diocesanos en los últimos años; el número de ordenaciones sacerdotales ha disminuido y la generación de sacerdotes de la posguerra ha comenzado a morir.

Los Estados Unidos ha experimentado balances netos negativos en el número de sacerdotes diocesanos cada año desde 1970. Pero el número constante de ordenaciones en los últimos 30 años sugiere que el número de sacerdotes diocesanos en Estados Unidos podría estabilizarse en los próximos años, si se mantienen las tendencias actuales.

En países como Brasil y la India -donde el número de ordenaciones sacerdotales diocesanas en los últimos años ha sido muy superior al de hace 50 años- el balance neto en el número de sacerdotes sigue siendo positivo, pero el número de ordenaciones ha disminuido un poco en los últimos años.

Y en países como Nigeria, donde el número de ordenaciones sacerdotales diocesanas por año aumenta constantemente, el balance neto anual de sacerdotes diocesanos sigue al alza.

Las cifras y los gráficos son interesantes por sí mismos.

Pero para los obispos diocesanos de todo el mundo, pueden servir como barómetro de la salud de sus diócesis: las vocaciones sacerdotales diocesanas suelen indicar una cultura eclesial saludable tanto en las familias como en las parroquias. Por supuesto, hay excepciones a esta generalización.

Pero cuando los obispos, y los católicos de a pie, piensan en el futuro de la Iglesia, las tendencias de las ordenaciones sacerdotales diocesanas son una pieza importante del rompecabezas.

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Comentarios
17 comentarios en “¿Existe una crisis vocacional mundial? Una mirada a las cifras
  1. En la mayoria de países hay una clara crisis vocacional que es consecuencia de la pérdida de la fe.
    Y eso se resuelve haciendo proselitismo.

  2. Es una evidencia palmaria que no necesita datos ni porcentajes, que en la Primavera de Francisco nadie cree ni profesa nada. Y que Francisco y sus primaveras seguirán profundizando en el proceso de destrucción de la Iglesia, la fe y la cohesión de la sociedad excristiana hasta su último y bien pagado aliento.

  3. Vamos a ver. El artículo habla de crisis vocacional, pero se centra en la presbiteral. Ciertamente es importante, insustituible, pero se olvidan otras vocaciones muy importantes en la Iglesia: matrimonios, laicos, diáconos y religiosos. Todos formamos Iglesia. Y algunos, como los diáconos, cuando nos dejan, vamos creciendo desd hace años.

    Tal vez debemos pensar con esta crisis generalizada, no sé, que la Iglesia debe caminar por otros caminos en donde la figura principal del «hombre de Iglesia», donde ha provocado toda la vida eclesial debe ir trasladándose al laico, que debe ir adquiriendo protagonismo. No quiero decir con ello que el presbítero deje de ser pastor, sino que debe dejar aquellas cuestiones que no son propias del sacramento del Orden y que pueden desarrollar perfectamente los laicos.

      1. Por ejemplo, vocación de limpiar la capilla y poner flores, vocación a cantar en el coro, vocación a chismosa de parroquia… Cada uno la suya.

        1. Creo que en otros foros tipo Sálvame de Luxe será ud. bien acogido y podrá desarrollar, entre iguales en discapacidad intelectual, todo su potencial para impertinencias. Aquí se viene a hablar de cosas serias.

          1. Muy serio no parece lo de la «vocación» de laico, la verdad. Todos nacemos laicos sin recibir «llamada» alguna ni decidir nada. Y así nos quedamos si no tenemos una vocación religiosa específica, aunque cambie nuestro estado, que sí se elige, por ejemplo, contrayendo matrimonio; pero se sigue siendo laico.

            Y un pelín desproporcionado lo de la «discapacidad intelectual», ¿no cree?

    1. El sacerdote es insustituible en todo lo que hace como tal, en virtud de su carácter sacramental privativo y, particularmente, por sus gracias de estado. Un seglar no es quien para «reemplazar» al sacerdote en nada. La Iglesia es eminentemente jerárquica y sacerdotal. En ella es el sacerdocio el que manda y todos los aspectos de la vida cristiana deben estar transidos por el sacerdocio ministerial, porque es la participación de la vocación eminente de Cristo, Sumo Sacerdote por esencia.

  4. Perdón por mi comentario.
    Pero un santo sacerdote dice , entre otras cosas en su homilía.
    ¡Mujeres,, cúbranse, cuándo menos al venir a misa. Se les ve, desde el Océano Índico hasta el Atlántico! !Respeten la Casa de Dios.!
    ¿No acaso la mujer de ahora, (que no todas, gracias a Dios) tiene mucho qué ver.
    Si la mujer ha perdido el temor de Dios, difícilmente un joven se ve libre de su acoso.
    Las tentaciones son muy fuertes, más, creo yo que en cualquier época.
    Y se se junta lo que dicen con la poca moral actual, pues menos trabajadores para la Viña del Señor.
    Si digo barbaridades, me perdonarán, 😁. Espero.

  5. Entre los éxitos mas rotundos del concilio, entre los que se encuentran el pisoteo de la liturgia y de la Eucaristía, de lo que sin duda pueden estar mas satisfechos en el modernismo eclesial, es el haber casi aniquilado al sacerdote, al representante de Dios en la tierra que era el objetivo numero uno del maligno y ellos han llevado a cabo su obra. Enhorabuena. Empezaron por cosas aparentemente simbólicas, y les quitaron la sotana, esto es, los despojaron de Cristo. Después llegó la tonsura, había que aniquilar todos los signos externos de su ministerio bajo al escusa de los tiempos modernos. Después les metieron filosofías extrañas, marginaron a los buenos formadores, cerraron los seminarios mas florecientes, y al final los amariconaron, y los que no se sometieron a todo ello salieron corriendo para no volver.

  6. La crisis de las vocaciones religiosas ya ha sido profetizada, en Fátima, por la Virgen, a causa del LAICISMO, en la Iglesia…

  7. Una prueba evidente de la acción directa de Dios es que aún existen vocaciones

    Con Berg y el 99 % de lo Cardenales y Obispos dedicados a lo que se dedican es un milagro que existan aún vocaciones

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