En una entrevista concedida al italiano «Il Mattino», el cardenal Stanisław Dziwisz, arzobispo emérito de Cracovia y secretario privado del papa Juan Pablo II durante décadas, ofrece una ominosa visión sobre el presente de Europa mientras prosigue la invasión rusa de Ucrania.
“Vivo con dolor y angustia por las numerosas víctimas, los heridos, la destrucción de ciudades y pueblos de esta guerra que el Papa Francisco ha definido con razón como repugnante”, lamenta el primado emérito polaco.
Dsizwisz subraya el contraste de estos días aciagos con las esperanzas que suscitó la caída del Muro de Berlín, en buena medida auspiciada por San Juan Pablo II. “Cuando pienso en la visión de paz que propuso para Europa el primer Papa eslavo de la historia no puedo dejar de lamentar cómo se ha desperdiciado esta enorme oportunidad histórica”, señala, haciendo referencia a un escenario que nos pone al borde de la tercera guerra mundial.
“El comunismo se derrumbó porque fue un error, fue el Espíritu quien ganó”, insiste el prelado. Pero no bastaba con eso, y de hecho Europa ha ido poco a poco perdiendo sus raíces cristianas y el cardenal recuerda cómo Wojtyla también supo ver los peligros del capitalismo desenfrenado e ilusorio del bienestar europeo.
Para el cardenal polaco, «tras la caída del muro de Berlín, no hemos sido capaces de construir un nuevo sistema de convivencia entre las naciones que fuera más allá de la conveniencia económica». Y concluye: “Tras la caída del Muro de Berlín, Europa ha perdido el rumbo”.
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