En el rezo del Ángelus del domingo, el Santo Padre recordó a los fieles presentes en la plaza de San Pedro que nos encontramos a mitad del periodo cuaresmal.
«Hemos de estar atentos: cuando el mal nos oprime, corremos el riesgo de perder lucidez, y para encontrar una respuesta fácil a cuanto no logramos explicarnos, terminamos por echarle la culpa a Dios. Y muchas veces la costumbre fea y mala de las blasfemias viene de ahí», dijo el Papa.
Francisco exclamó: «¡Cuántas veces le atribuimos nuestras desgracias y las desventuras del mundo a Él que, en cambio, nos deja siempre libres y, por tanto, no interviene nunca imponiéndose, tan solo proponiéndose; a Él, que nunca usa la violencia, sino que, por el contrario, ¡sufre por nosotros y con nosotros!»
El Papa respondió que «de Dios no puede venir nunca el mal, porque Él «no nos trata según nuestros pecados» (Sal 103,10), sino conforme a su misericordia. Es el estilo de Dios. No puede tratarnos de otro modo. Siempre nos trata con misericordia».
El Pontífice invitó a «en vez de culpar a Dios, tenemos que mirar nuestro interior: es el pecado el que produce la muerte; son nuestros egoísmos los que laceran las relaciones; son nuestras decisiones equivocadas y violentas las que desencadenan el mal». Franciscó aseguró que «en este punto, el Señor ofrece la verdadera solución. ¿Cuál es? La conversión: «Si no os convertís -dice- pereceréis todos del mismo modo» (Lc 13,5). Se trata de una invitación apremiante, especialmente en este tiempo de Cuaresma. Acojámosla con el corazón abierto. Convirtámonos del mal, renunciemos a aquel pecado que nos seduce, abrámonos a la lógica del Evangelio: ¡porque donde reinan el amor y la fraternidad, el mal ya no tiene poder!».
«Jesús sabe que muchas veces volvemos a caer en los mismos errores y en los mismos pecados; que nos desanimamos y, quizá, nos parece que nuestro esfuerzo por el bien es inútil en un mundo donde el mal parece reinar. Y entonces, después de su llamado, nos anima con una parábola que ilustra la paciencia que Dios. Debemos pensar en la paciencia de Dios, la paciencia que Dios tiene con nosotros», subrayó el Papa.
Hablando de la misericordia, Francisco expresó que «el Señor no nos aleja de su amor, no se desanima, no se cansa de darnos confianza con ternura. Hermanos y hermanas, ¡Dios cree en nosotros! Dios se fía de nosotros y nos acompaña con paciencia, la paciencia de Dios con nosotros. No se desanima, sino que pone siempre esperanza en nosotros».
Además, también destacó que «Dios es Padre y te mira como un padre: como el mejor de los papás, no ve los resultados que aún no has alcanzado, sino los frutos que puedes dar; no lleva la cuenta de tus faltas, sino que realza tus posibilidades; no se detiene en tu pasado, sino que apuesta con confianza por tu futuro. Porque Dios está cerca, está a nuestro lado. Es el estilo de Dios, no lo olvidemos: cercanía; Él está cerca con misericordia y ternura. Así nos acompaña Dios, es cercano, misericordioso y tierno». Por último, el Papa concluyó animando a los fieles a pedir a la Virgen María que «nos infunda esperanza y valor, y que encienda en nosotros el deseo de conversión».
Francisco calificó la guerra en Ucrania de «crueldad inhumana y sacrílega»
Al acabar el Ángelus, Francisco se dirigió a los asistentes para volver a pedir el cese de la violencia en Ucrania. «No se detiene, lamentablemente, la violenta agresión contra Ucrania, una masacre insensata en la que todos los días se repiten estragos y atrocidades. ¡No existe justificación para esto! Suplico a todos los actores de la comunidad internacional que se esfuercen de verdad para hacer que cese esta guerra repugnante», dijo el Papa desde la ventana.
El Papa relató que «esta semana, misiles y bombas se han abatido sobre civiles, ancianos, niños y madres embarazadas. He ido a visitar a los niños heridos que están aquí en Roma: a uno le falta un brazo, otro está herido en la cabeza… Niños inocentes. Pienso en los millones de refugiados ucranios que deben huir dejando atrás todo, y siento un gran dolor por cuantos no tienen ni siquiera la posibilidad de escapar».
El sucesor de Pedro lamentó que «muchos abuelos, enfermos y pobres, separados de sus familiares, tantos niños y personas frágiles deben quedarse y morir bajo las bombas sin poder recibir ayuda y sin encontrar seguridad ni siquiera en los refugios antiaéreos. ¡Todo esto es inhumano! Aún más, ¡es también sacrílego, porque va contra la sacralidad de la vida humana, sobre todo contra la vida humana indefensa, que ha de ser respetada y protegida, no eliminada, y que está por encima de cualquier estrategia! No lo olvidemos: ¡es una crueldad inhumana y sacrílega! Oremos en silencio por todos los que sufren».
Francisco dijo sentirse consolado de saber que «a la población que se ha quedado bajo las bombas no le falta la cercanía de los Pastores, que en estos días trágicos están viviendo el Evangelio de la caridad y de la fraternidad. Estos días he hablado por teléfono con algunos de ellos: ¡qué cerca están del pueblo de Dios! ¡Gracias, queridos hermanos, queridas hermanas, por este testimonio y por la ayuda concreta que estáis ofreciendo con valentía a tanta gente desesperada! Pienso en el Nuncio Apostólico, recién nombrado, Mons. Visvaldas Kulbokas, que desde el inicio de la guerra se ha quedado en Kiev junto con sus colaboradores, y que con su presencia cada día me hace estar cerca del martirizado pueblo ucranio».
El Santo Padre pidió estar unidos al pueblo ucraniano mediante «el compromiso concreto y con la oración». También pidió que «no nos acostumbremos a la guerra y a la violencia y no cansarnos de acoger con generosidad, como ya se está haciendo: no solo ahora, en la emergencia, sino también en las semanas y los meses que vendrán».
Por último, el Papa invitó «a todas las comunidades y a todos los fieles a que se unan a mí el viernes 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación, en un solemne Acto de consagración de la humanidad, especialmente de Rusia y Ucrania, al Corazón Inmaculado de María, para que ella, la Reina de la Paz, obtenga la paz para el mundo».
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
En este discurso aparecen diversos errores del Papa. Es cierto que «de Dios no puede venir nunca el mal», si lo entendemos en el sentido de mal moral, pero Francisco debería matizar que Dios envía tribulaciones para corregirnos y purificarnos, porque como dice San Agustín: «Dios del mal saca el bien.»
Decir que el Señor «no se desanima» es una perogrullada, pues Dios es inmutable y por eso no puede desanimarse.
Decir que «Dios cree en nosotros» es un disparate, ya que es el hombre el que debe creer en Dios. Dios no hace actos de fe, porque Él tiene visión inmediata de la realidad que Él mismo ha creado. Y Dios no debe confiar en el hombre pues sabe que somos pecadores y en su omnisciencia conoce los que se salvarán y los que no.
Pero también según Bergoglio, Dios tiene su estilo.
¿Nos está tomando el pelo? No cree en la divinidad de Dios.
Decir que Dios «no lleva la cuenta de tus faltas» es errático, pues en el juicio tendrá presente lo que hicimos bien y lo que hicimos mal (Cfr. Mt 25,31-46).
Sacerdote mariano, creo que aquí el papa se está refiriendo al salmo 129, que significa que Dios no lleva cuenta de los delitos de aquellos que se arrepienten y son perdonados. Por lo menos así lo veo y entiendo yo, no creo que esto se le pueda achacar como error al papa. Se refiere a este párrafo del salmo en concreto y al significado del salmo en general:
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
Y en cuanto a lo que dice el Papa sobre la operación militar rusa en Ucrania, su afirmación sobre lo de que «esta semana misiles y bombas se han abatido sobre civiles», propaga el relato falseado de la mayoría de medios de comunicación, pues esas acciones no son deliberadas contra la población, sino que constituyen daños colaterales que se dan en toda guerra, incluidas las guerras justas. Y además,, antes de la reacción de Putin, Ucrania ya había causado unas 14.000 víctimas (muchos de ellos civiles), en su lucha en Donetsk y Lugansk, lo que había provocado que cerca de dos millones de ucranianos huyeran a Rusia para sentirse seguros, y de esto ni Francisco ni los medios globalistas nunca hablan, con lo que dan a entender erróneamente que solo hubiera víctimas en un lado del conflicto.
Es lo que yo digo,, Dios Nuestro Señor, Creador del cielo y de la Tierra, de todo lo visible y lo invisible, Él, ¡ nos ha hecho libres,! Él, que por ser hechura de sus manos, podría con todo derecho hacer uso de nosotros;
!Nos hizo libres! LIBRES.
Nos deja sin dejarnos, nos cuida y nos ama, pero deja que al ser humano actuar como debe de hacerlo, le permite escoger entre el bien y el mal.
¿ Porqué entonces habremos de poner dentro de muestra sangre una sustancia que NO queremos?
Forzados por gente amoral.
¿Porqué?
Esa conversión a Dios la deben de tener los poderoso que nos hacen sufrir.
Es preciosa la entrada, se respira caridad cristiana, amor, se siente el dolor de las víctimas, los sollozos de madres q han perdido a sus hijos, familias rotas, huyendo sin destino, sin saber donde caerán…esos niñitos, sin brazo, heridos, asustados…y esos jóvenes, obligados a matar, a sufrir, a tocar la guerra con sus manos.Cuanto dolor…tantas lágrimas…y por otro lado, ver al maligno robarle almas a Dios,infundiendo el odio en el corazón de las víctimas…
El maligno siempre juega sus cartas de 2 en 2. Hace q uno ataque y q ese ataque infunda odio en el otro. Jesús no odió en su cruz y así hizo de dique ante el mal. Se cargó la baza del maligno.Las dos cartas. La 1a. Pq Jesús no nos odió. La 2a. Pq nos perdonó.
Pido a Dios q de paz a esos corazones heridos y les infunda su amor para q el odio no les domine y no den así trofeos al maligno.🙏🙏🙏
La espiral de violencia ha creado víctimas por ambos bandos y eso nos duele a las personas de bien. Nos duelen todas las víctimas. Pero el problema es que la propaganda de los medios de comunicación sólo se acuerda de las víctimas de un bando,y es triste que Francisco caiga en este engaño.
Sacerdote mariano,
Yo sólo rezo y me duelo por las víctimas q sufren,lo demás Dios lo sabe.
La guerra de Ucrania responde a los manejos del NOM (como bien dijo el Patriarca Cirilo), y no se debe atribuir sin más a Rusia, que es una nación que tiene derecho a defenderse.
Devuélvenos la misa tradicional. Pide perdón a España por tus insultos hacia ella. Agradace la evangeliazación de América. Quién eres tu para pedir perdón por los pecados de los demás? Responde la dubia. Retira amoris laetitia. Impide la comunión en la mano por sacrílega. No te metas con los obispos fieles. Llama al orden a los herejes alemanes. Retira la comunión a los abortistas. Lucha contra el comunismo, condena esta ideología. Convierte a los musulmanes como hizo San Francisco Javier. Te acuerdas quién era San Pelayo? Arrodillate en la consagración, di a los sacerdotes que abran las Iglesias todos los días, y expongan el Santísimo Sacramente del Altar. Todas estas acciones ayudarían a la conversión.
Muy bien Francisco. Pero eso es pedir peras al olmo, no hay visos de que la iglesia vaya a cambiar, siempre seremos una minoría marginada hasta que nos echen o nos vayamos. El modernismo lleva clavando sus colmillos y sus zarpas en la iglesia desde hace mas de 50 años y no los va a desenclavar por las buenas. Así que por las malas. Se admiten propuestas para fumigar aquello……
Quise decir Narciso, cómo están las cabezas.
en vez de yamar a la comversion yama a la amistad para mi una amistad sincera es una conversion,
para ser joseico solo hace falta amistad.
Y el tipo poniendo cara y ademanes del Beato Juan XXIII para caer sim´pático al mundo. Menudo sinvergüenza.