(Archimadrid)- «La denuncia ayuda», «un solo de caso de abusos ya son demasiados», «el dolor de las víctimas no prescribe»… Estos son algunos de los recordatorios que lanza el Proyecto Repara en un vídeo hecho público este lunes, 14 de febrero, para desmentir falsas creencias sobre los abusos y sus consecuencias.
Apenas tres semanas después de informar de que en 2021 atendió a 103 víctimas y mantuvo su apuesta por la formación, el proyecto del Arzobispado de Madrid recoge algunas de las afirmaciones más escuchadas al abordar el drama de los abusos y las confronta con lo que su equipo detecta en el día a día. «Los prejuicios de la sociedad y la estigmatización de las víctimas obstaculizan las actuaciones que son necesarias y urgentes –subraya–. Para dejar atrás las falsas creencias se requiere una información veraz, comunicación y transparencia».
«En la Iglesia, más grave y más escandaloso»
A aquellos que sostienen que la denuncia daña a la Iglesia, Repara les recuerda que, «en realidad, las denuncias por posibles abusos ayudan a afrontar y prevenir que se produzcan este tipo de situaciones», y lamenta que «lo que realmente le perjudica es el silenciamiento y la desconfianza respecto de las víctimas». «La denuncia ayuda», asevera.
Además, frente a quienes defienden que en la actualidad ya no hay casos de abusos en la Iglesia, reconoce que el hecho de «que no haya denuncias no significa que no haya casos» y remarca que «los casos del pasado son casos del presente, sobre todo cuando la herida de las víctima sigue abierta y aunque quien abusó haya fallecido». «Es necesario denunciar los posibles casos de abusos», abunda.
El proyecto de la diócesis de Madrid rehúye de las justificaciones de que los abusos se dan en otros entornos y de que en la Iglesia «el porcentaje es mínimo». Según detalla, es cierto que «los abusos se producen mayoritariamente en el seno familiar», pero «no exclusivamente», y «cuando se dan en la Iglesia es todavía más grave y más escandaloso porque contrasta con su autoridad moral y su credibilidad ética». «Un único caso de abusos ya son demasiados», añade, aludiendo a varios pronunciamientos del Papa y del propio arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro.
«No creer a las víctimas implica doble dolor»
Fruto del trabajo diario con víctimas, Repara desmiente que estas busquen dañar a la Iglesia y destaca que lo que necesitan es «sanar sus heridas», tan profundas que muchas veces «incluso se resisten a dar el nombre de quien abusó de ellas» o no se atreven a «nombrar lo que han sufrido» hasta «30 o 40 años después». «El paso del tiempo no cura las heridas. El dolor no prescribe», insiste.
En esta línea, asegura que no hay denuncias falsas, sino que «son fundadas» porque «quien se declara víctima de abuso y denuncia tiene poco que ganar y mucho que perder». Y muestra especial preocupación por «el dolor» que se causa al no creer a menores, que ciertamente «pocas veces inventan historias relacionadas con su intimidad» y que «no pueden fantasear detalles de una actividad sexual cuyo conocimiento es absolutamente inapropiado para su edad». «No creer a las víctimas –prosigue– implica doble dolor».
Precisamente en relación con la edad de las víctimas, el proyecto incide en que «no se pueden descargar en el niño conductas seductoras con fines sexuales ni hablar de consentimiento», al tiempo que advierte de que «no hay edad mínima ni máxima para las víctimas» porque «en una relación asimétrica basada en el abuso de poder, y que acaba en abuso sexual, no hay consentimiento», dado que «la libertad de la víctima ha quedado comprometida por el tipo de relación que tiene con quien abusa de ella».
«En el abuso se vulnera la dignidad de la víctima –enfatiza Repara en otro punto–. La vulnerabilidad no es algo que tiene la víctima, como si se tratase de un defecto, sino algo que provoca quien abusa. Es la relación de abuso la que conduce a la persona a una situación de vulnerabilidad».
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Y si no hay, inventan, que la Iglesia está como costal de boxeador. Recibiendo golpes por todos lados.
Iba a decir lo mismo cuando he visto el titular, y si no hay casos se inventan. Vaya tipejo, el Osoros este
Una vergüenza, juega en el equipo contrario. Todos los días la misma historia, pero de Dios nadie se ríe. Los abusos vienen de los miles de homosexuales infiltrados por la secta para devastar a la Iglesia, pero la cooperación desde adentro es lo más triste que podemos ver.
Por cierto, los sinvergüenzas silencian la inocencia dictada por los tribunales respecto el caso romano de granada. Todo mentira, todo ridículo y rapapolvos del juez al cretino » acusador». Le montaron una avería a escala mundial y luego al quedar demostrado el montaje …silencio absoluto. Esto clama al Cielo.
Romanones
Sí, ayuda muchísimo a que sigáis admitiendo, con el homosexualista Bergoglio a la cabeza, a homosexuales activísimos a los seminarios y al sacerdocio, a pesar de las disposiciones vigentes, que os las pasáis por el arco del triunfo, pues hasta promocionáis al clero homosexual, causante del 80% de los abusos, a las cotas más altas de incompetencia abusiva, hasta el episcopado y cardenalato, pletóricos de homosexuales y homosexualistas.
Una pregunta…
antes de extrapolar un estudio poco fiable sobre la homosexualidad en en vaticano ¿ has preguntado a los 16.960 sacerdotes españoles su inclinación sexual?
El “Proyecto Repara” podría llamarse “Proyecto Destruye”.
Con toda la difamación que está cayendo contra la Iglesia, resulta inadmisible que venga ahora una entidad del arzobispado de Madrid a fomentar las denuncias, a animar a acusar a fallecidos que no pueden defenderse, a negar que haya denuncias falsas cuando se ha demostrado que muchas eran mentira, a decir que no hay edad mínima ni máxima para las víctimas, a desestimar que en la Iglesia el porcentaje de casos es mínimo en comparación con el de otros entornos, etc.
Esta gente se tira piedras contra su propio tejado.
La actitud de esta gentuza de la Conferencia Episcopal Española de Bergoglio es injustificable. O lo hacen por odio a la Iglesia Católica, o si ese no es el motivo, lo hacen para eludir las responsabilidades de los que realmente hayan sido abusadores o encubridores. Es ahora con la «Causa General» o el «Proyecto Repara» con las que los verdaderos delincuentes van a salir impunes.
Primero denunciar el trato que reciben algunos excelentes sacerdotes como De. Manuel González, que si no le han llevado al disparate, se debe a la fuerza espiritual de su sacerdocio. Ha tenido que fallar dos veces el Vaticano como el cardenal arzobispo de Madrid para poner las cosas en su sitio. ¿Se ha restituido a ese sacerdotcen los puestos y cargos que tenía y ejercía! ¿Se le ha pedido perdón públicamente? ¿Se ha humillado la jerarquía ante el debil pisoteado?
Sobre lo d los casos de abusos, se corre un gravísimo peligro de entregar a la horca a inocentes y colaborar con delincuentes pagados para difamar a la Iglesia.
¿Existe vigilancia en los llamados al sacerdocio? Conocí un caso en el que el sujeto negaba la autoridad de Papá.npues le hicieron sacerdote. Paz y Bien
Si alguien se quiere vengar de un sacerdote ya sabe lo fácil que es
Osoro ¿tonto o culpable? Para mí las dos
Que poca vergüenza…
¿ como se atreve a cuidar de su rebaño en vez de proteger a los malos pastores?
«No admitas acusaciones contra un presbítero, a menos que estén avaladas por dos o tres testigos. A los que incurran en pecado, repréndelos públicamente, para que sirva de escarmiento a los demás. Delante de Dios, de Jesucristo y de sus ángeles elegidos, te ordeno que observes estas indicaciones, sin prejuicios y procediendo con imparcialidad. No te apresures a imponer las manos a nadie, y no te hagas cómplice de pecados ajenos» (1 Tim 5, 19-22). Si esto se hubiese hecho así, en vez de encubrir a los abusadores, no se hubiera llegado a lo que se ha llegado.
Por otra parte, hay que dejar claro que, aunque es cierto que los abusos se producen mayoritariamente en el ámbito familiar, el porcentaje de abusadores en el ámbito eclesial es mucho mayor que en el familiar, debido a que este es muchísimo más numeroso que el eclesial. Es vergonzoso que los menores, especialmente los varones, estén mucho menos seguros entre gente consagrada que entre su familia.
Sancho, ¿qué pasa, que repites tu misma perorata en todos los portales que te dejan? Lo que dices estadísticamente es falso. También en términos porcentuales es menor el número de menores abusados en el entorno de los hijos de la Iglesia que en los otros ámbitos. No «se» ha encubierto, se ha protegido la presunción de inocencia de las personas consagradas, que es muy diferente. Como he dicho antes, es ahora con la «Causa General» del gobierno socialcomunista y el «Proyecto Repara» de sus perritos falderos de la CEE cuando sí se va a encubrir a los presuntos abusadores. La mayoría de los casos son de hace varias décadas cuando ni tan siquiera se trataba de delitos tipificados y aún así la Iglesia llevaba el tema a los tribunales, que lo que hacían era reirse de Ella diciendo que no fuera tan «estrecha y rígida»
Lo que digo es cierto, y no se refiere a hace muchos años, que supongo que sería peor, dada la falta de medidas para evitarlo, sino a los últimos diez años. Esa estadística, presentada por la Fundación Anar, la ha reconocido la propia Iglesia, y es la que ha estado circulando por aquí y por otros portales católicos. En ella se dice que el 0,2% de los abusos son cometidos por sacerdotes, porcentaje que se multiplica por cuatro, hasta el 0,8%, cuando las vítimas son varones. Teniendo en cuenta la enorme diferencia entre el número de sacerdotes y el de familiares, el porcentaje de abusadores es mucho mayor entre los sacerdotes. A estos habría que añadir, además, los religiosos y laicos que tambi´en han cometido abusos en el ámbito eclesial.
Y no me vengas con eso de que no se ha encubierto sino protegido la presunción de inocencia, porque se han conocido instrucciones desde la más alta jerarquía para encubrir y evitar el escándalo público.
Al igual que otros muchos vídeos elaborados para diferentes campañas, éste también ha echado mano de imágenes sacadas de algún «almacén» (ignoro como se llama ésto en la jerga de los técnicos de imagen y sonido).
¿Nadie se ha dado cuenta de que en el vídeo (entre los segundos 33 y 37) sale una mujer «sacerdote»?
Y que nadie responda que es una especie de chal dorado encima de una camisa negra: se ve claramente que lo dorado es una estola y que tiene una cruz bordada rematando el extremo.
Ya solo por este detalle he de decir que el vídeo me parece una pifia.
Es evidente que esa imagen no corresponde a la tipología de los templos españoles. Deduzco que se trate de algún templo protestante. La lámpara que cuelga del techo es típica de los templos en EEUU