Eligen un nuevo prior para la comunidad de Bose tras la defenestración de Bianchi

Enzo Bianchi Comunidad Bose Sabino Chialà
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La comunidad de Bose, prototipo modelo del ‘espíritu del concilio’, tiene un nuevo prior después de que su fundador, Enzo Bianchi, fuera defenestrado en un rocambolesco episodio de injerencia romana. Pero lo va a tener muy difícil para restaurar algo parecido a la paz en la comunidad, herida de muerte.

La expulsión de Bianchi fue un bombazo, que llegó excepcionalmente mediante un decreto de la Secretaría de Estado, con la firma del Papa, por razones oscuras aún no aclaradas. Bianchi cedió humildemente en el primer momento, para en seguida desafiar la orden, creando un lío fenomenal en la curiosa comunidad monástica, con aspectos de mala gestión financiera que aún colean.

La consigna ahora es poner orden en semejante caos, y lo primero para lograrlo es la elección de un nuevo prior, que se enfrenta a un reto condenadamente peliagudo.

Los monjes han votado por Sabino Chialà, teólogo y biblista que vive en el monasterio fundado por Bianchi desde 1989, especializado en los estudios de hebreo y siríaco. Autor de numerosos ensayos y libros sobre la figura de Isaac de Nínive. Lo que se espera de él en Roma es poco menos que obrar un milagro.

Las guerras internas estallaron con toda evidencia en 2020 cuando el padre Bianchi, una de las figuras más conocidas del catolicismo contemporáneo en Europa, tuvo que hacer las maletas de la noche a la mañana y abandonar el monasterio piamontés que fundó en 1965. En el decreto vaticano (aprobado por el pontífice) Se le pidió a Bianchi que se exiliara y se retirara a un pequeño pueblo en la Toscana con algunos de sus leales. Las supuestas acusaciones de autoritarismo nunca han sido probadas y hasta la fecha nunca se ha escrito cuál era el problema real. Mientras tanto, el Papa incluso le ha escrito una carta en la que le expresa cariño, cercanía y estima, añadiendo incluso que se siente su hijo espiritual.

El Padre Enzo Bianchi en este año de exilio no se desanimó y nunca dejó de escribir artículos, dar conferencias, conocer gente. Hace unos meses, sin embargo, se desahogó en Twitter para enfatizar su nivel de soledad: «Queridos amigos, soy viejo y me cuesta visitarlos. Vivo exiliado en Turín, solo, pero mi vocación es de comunidad, no de ermitaño. Entonces ven y para el almuerzo encontrarás platos sabrosos y hablaremos en paz. Hoy chiles dulces rellenos de carne y aromas». Agregó que para los ancianos cambiar de hábitos y migrar fue un desgarro “impensable también porque nos estamos preparando para el éxodo final, para no cambiar de casa y de tierra”. Mientras tanto, los enfrentamientos y los venenos entre las células de la comunidad monástica en el área de Biella no cesaron. Ahora le tocará a la nueva previa devolver la serenidad aunque, en estos días,

La esperanza del Papa es que Chialà pueda obrar un milagro y sacar del pantano esta realidad monástica profundamente desgarrada, quitando las castañas del fuego al Vaticano y restaurando la paz.

Ultimátum del Vaticano al fundador de la Comunidad de Bose

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Comentarios
2 comentarios en “Eligen un nuevo prior para la comunidad de Bose tras la defenestración de Bianchi
  1. Sigo sin entender el pitoste armado por el Vaticano. No veo nada probado, luego todo se mueve entre sospechas y suspicacias, lo contrario del derecho y la caridad, según se presume.

    Muy expresivo Enzo Bianchi: «Queridos amigos, soy viejo y me cuesta visitarlos. Vivo exiliado en Turín, solo, pero mi vocación es de comunidad, no de ermitaño. Entonces ven y para el almuerzo encontrarás platos sabrosos y hablaremos en paz. Hoy chiles dulces rellenos de carne y aromas»…

    Dan ganas de ir…

  2. La Comunidad de Bose es la mejor encarnación del llamado «Espíritu del Concilio». Ecumenismo en estado puro. Personas de distintas confesiones y sexos conviviendo juntos y haciendo ver que son monjes. Semejante experimento, no necesariamente realizado con gaseosa, ha contado con el beneplácito de todos los papas conciliares, cuya principal obsesión era perseguir a la misa de siempre y lo demás, desde la teología de la «liberación», la concelebración con obispesas, los abusos litúrgicos de todo tipo y la colocación de ídolos sobre los altares, era lo más progresista del mundo y un gran avance para la Iglesia. Eso sí, sobre todo, no hacer proselitismo; aunque no hay peligro en aumentar el número de fieles, porque la tendencia de la Iglesia conciliar ha sido la de espantar fieles a espuertas. ¿El experimento acabará mal?. No va bien, desde luego y la Iglesia conciliar tampoco.

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