Un sacerdote dominico, Joseph Tran Ngoc Thanh, fue asesinado el sábado en Dak Mot, en el centro del país.
La Orden de Predicadores publicó un comunicado en su página web en el que informaba sobre la muerte de Ngoc Thanh, de 40 años, diciendo que había sido asesinado apuñaladas “mientras administraba el sacramento de la reconciliación”.
El ataque se produjo el 29 de enero, poco antes de la celebración de la misa de vísperas del sábado. El padre Joseph Tran Ngoc Thanh estaba en el confesionario cuando fue atacado con un cuchillo por un hombre mentalmente inestable. Otro religioso dominico, que acudió al lugar de los hechos, resultó herido con un cuchillo mientras intentaba detener al agresor. Las personas presentes en la iglesia, que presenciaron el ataque, estaban en estado de shock. El padre Tran, tras ser herido, recibió tratamiento pero no consiguió superarlo y falleció a las 23:30 horas (hora local) del mismo día, según cuanto declarado a la Agencia Fides el periodista católico local The Tran.
Joseph Tran Ngoc Thanh, nacido el 10 de agosto de 1981 en Saigón, fue enviado a la misión de Dak Mot, en el centro de Vietnam, tras su ordenación sacerdotal en agosto de 2018. “Sirvió a esta parroquia y pastoreó lealmente el rebaño de Dios a su cargo”, indican los Dominicos en el comunicado.
“La Orden de Predicadores reconoce que se trata de la muerte más grave desde la guerra”, se lee en el escrito de la orden religiosa.
Su funeral ha tenido lugar esta mañana en la capilla de San Martín, en la ciudad de Bien Hoa, a las afueras de Ho Chi Minh, al sur del país.
“Encomendamos a nuestro hermano a la misericordia del Señor y a sus oraciones”, concluye el comunicado.
Requiem aeternam dona ei Domine.
Et lux perpetua luceat ei.
Requiescat in pace.
A young Dominican friar was stabbed to death in Vietnam hearing Confessions in his Church.
We ask you to pray for the peaceful repose of our brother, Fr. Joseph Tran Ngoc Thanh, OP pic.twitter.com/0jkBG4FGD5
— Br. Dominick Jean, OP (@dominickjeanOP) January 30, 2022
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Un buen hijo de la Iglesia a quien Dios premiará su dedicación.
Es lamentable que estas noticias no salen en los medios generalistas.
Lo que no está claro es si fue asesinado por odio contra la fe, o por la delincuencia común. Si es el primer caso, entonces es un mártir.
¿ Y de verdad sería un loco?
El demonio no quiere más santos,, si los mata por odio a Dios , los santifica,, y bien puede meterse en la cabeza de un hombre que no reza para insinuarle pensamientos homicidas.
¿Un loco mató a un sacerdote?
Qué fácil. Una muerte más y ya.
Deben seguir la vida de ése criminal, a ver qué tan loco está.
¿Y cómo saben que es un desequilibrado el asesino? ¿Lo conocían ya? ¿Tenía antecedentes?
Yo apuesto, mientras no se demuestre lo contrario, que estamos ante un asesinato por odio a la Fe y la víctima es un mártir de la Fe y, especialmente, del sacramento de la reconciliación y la penitencia, tan olvidado.
Algo nos quiere decir el Señor con este asesinato en el confesionario, que tantos sacerdotes todavía no han estrenado o dedican muy poco tiempo, como si fuera una pérdida de tiempo, cuando el santo cura de Ars, Juan María Vianney, había días que le dedicaba hasta 12 horas y acudían penitentes de toda Francia.
?Fue un loco, el que asesino al sacerdote? ¿Cómo lo sabían?…Casi siempre que ocurren hechos lamentables en la Iglesia, se dice que fue perpetrado por un enajenado mental. Dado ha como están las cosas en el mundo y en la Iglesia, ya no es posible creer de buenas y a primeras que esto es así, ya no. Durante años se creyó todo lo que se decía en los púlpitos y en los medios de comunicación. Ahora se sabe que la mayoría de las veces por no decir todo las veces, la información está manejada, que se posee un doble discurso, una cosa es, lo que se dice al público, y otra es lo que se dice en privado. Lo que si se ve, y se sabe, que los buenos sacerdotes están siendo perseguidos y en muchos casos asesinados y parece que eso es lo que pasó con este sacerdote. Dios le tenga en su Santa Gloria, descanse en paz.
Que el Padre Celestial le haya recibido en sus amorosos brazos. ¡¡Otro mártir para nuestra iglesia!!
Al cura de mi pueblo lo podrán asesinar pero en el confesionario imposible.