Obispo norteamericano prohíbe celebrar la Misa “ad orientum” (sic)

obispo prohibe ad orientem Traditionis Custodes Frank J. Dewane
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El obispo de Venice, en Florida, ha anunciado la prohibición de la Misa celebrada de cara al altar, aunque se siga el rito Novus Ordo que Traditionis custodes ha definido como “única lex orandi de la Iglesia”.

La aplicación del motu proprio papal Traditionis custodes sigue su tortuosa marcha de aplicación en cada una de las diócesis del mundo, sorprendiendo el número de obispos que hacen juegos malabares para acatarla y salvar al mismo tiempo la Misa Tradicional, pero más aún los prelados de quienes se puede afirmar que se comportan como “más papistas que el Papa”.

Es el caso de Frank J. Dewane, obispo de Venice, en Florida, que ha redactado un decreto por el que prohíbe la celebración de la Misa, incluso cuando se atiene a las prescripciones del Misal de San Pablo VI, pero de espaldas al pueblo.

El decreto ha causado, además de la comprensible indignación por una saña renovadora extrema, cierta hilaridad en las redes sociales porque el texto se refiere a la postura reverencial hacia Dios del sacerdote como “ad orientum”, cuando no hace falta una excesiva profundidad eclesial o un extenso conocimiento de latín para saber que es “ad orientem”.

Que no se trata meramente de una errata lo confirma el hecho de que la expresión incorrecta aparece las dos veces en que es citada. Uno puede entender que el latín haya dejado de usarse ampliamente en las esferas eclesiásticas sin dejar de lamentar que ni siquiera los pastores exhiban una pasable familiaridad con las expresiones más habituales en él. Se ve que la Iglesia Universal debe aceptar como idioma oficioso del Vaticano, al menos, el italiano, una lengua sin duda maravillosa pero no excesivamente difundida por el orbe.

Dewane sostiene que la Instrucción general del Misal Romano prevé que el sacerdote presida de cara al pueblo y añade que cualquier otra interpretación de las normas es “errónea”. Pero lo erróneo es su interpretación de la Instrucción General que cita y que Dewane se refiere a la arquitectura. No solo no prohíbe la celebración ad orientem, sino que indica al sacerdote cuándo debe volverse hacia el pueblo.

Siguiendo su interpretación y elección privadas, ordena a sus sacerdotes que presidan la Eucaristía “de cara al pueblo y no imponer sus propias elecciones privadas”. En forma legalista insiste en que “ningún sacerdote puede celebrar una Misa pública ad orientum [sic] sin el permiso escrito del ‘Ordinario’”.

Quiso la casualidad que se hiciera viral un vídeo extraído de una Misa de esa misma diócesis en la que el celebrante sustituye el Rito Penitencial por tres inspiraciones (no del Espíritu Santo, sino pulmonares). Se ve que uno puede “imponer sus propias elecciones privadas” con tal de que no resulten sospechosamente, ¿cómo es la palabra? Ah, sí: ‘rígidas’.

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Comentarios
32 comentarios en “Obispo norteamericano prohíbe celebrar la Misa “ad orientum” (sic)
  1. Ese obispo no tiene autoridad para semejante prohibición. Los sacerdotes de su diócesis no deben obediencia a semejante disparate.
    Yo mismo celebro novus ordo de cara al altar, cuando se da una festividad de los santos de las capillas laterales que no tienen los altares separados. Y hay otros hermanos sacerdotes que hacen lo mismo. Su Santidad Benedicto XVI también lo hace. Somos muchos los que así celebramos.

    1. Y tanto que se hace, por aquí también cuando hay esos inconvenientes que citas. Eso no está prohibido que yo sepa. ¡¡Qué obispo más ignorante!!

      1. Si estuviera en su diócesis, ¿se iba a chivar usted? «¡Seño, seño, que Sacerdote mariano no quiere dar el culo al sagrario!». Menudo troll más infantil. Cada día resultan más patéticas sus deposiciones.

  2. Se extralimitan en sus funciones contra el rebaño fiel, y son dóciles y sumisos ante las «estructuras de pecado » institucionalizado como los politicos abortistas y eutanásicos a quienes no se excomulga.

  3. ¿No se suponía que el Novus Ordo estaba lleno de todos los elementos de la Misa Tridentina y que cuando Traditionis Custodes terminase de hacer su efecto los fieles de aquella no íbamos a echar ninguno en falta?
    En fin, escribir es gratis. Es de esperar que los sacerdotes que celebren en esa diócesis la Misa Novus Ordo Ad Orientemse sujeten a esta orden con una intensidad proporcional a su validez: nula.

  4. Prohiben todo lo que les suena, les huele, aunque sea remotamente a católico.En compensación fomentan todo lo heterodoxo, el error, la herejía, la mentira, el mal, el maligno, la fealdad, para recibir los aplausos de la dictadura del pensamiento único anti católico, que no los de Dios, que los juzgará muy severamente, sin misericorditis bergo liante, más falsa que Judas.

    1. Pero pases, vacunas y mascarillas sí son obligatorias, porque parece que eso es más importante que la celebración correcta de una misa.
      ¡Viva el respeto humano!

  5. Los que permitís que se prohíba la Misa Tradicional, ¿la habéis celebrado alguna vez? Los que desde lo alto de vuestras cátedras de liturgia dictáis amargas sentencias sobre la Misa de antes, ¿habéis meditado alguna vez en sus oraciones, sus ritos y sus sagrados gestos ancestrales? Me lo he preguntado muchas veces en estos últimos años. Porque yo mismo, que he conocido esa Misa desde pequeño, que cuando todavía llevaba pantalón corto aprendí a acolitarla, prácticamente la tenía olvidada y perdida. Introibo ad altare Dei. Me arrodillaba en invierno sobre las gradas heladas del presbiterio antes de ir al colegio. Sudaba bajo la ropa de monaguillo en algunos días de canícula. Me había olvidado de esta Misa, que fue precisamente aquella con la que me ordené sacerdote el 24 de marzo de 1968, en una época en la que ya se oteaban en el horizonte los primeros indicios de aquella revolución

      1. Con lo impío, zafio e indecente que es usted, no sorprende. Ya lo pagará algún día (de Dios nadie se ríe). Sólo un endemoniado como usted puede decir que se va a reír del Santo Sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo. Ría ahora mientras pueda, que ya llorará.

  6. Que en poco tiempo despojaría a la Iglesia de su más valioso tesoro para imponer en su lugar un rito adulterado.

    Pues bien, aquella Misa que las reformas conciliares suprimieron y prohibieron en mis primeros años de sacerdocio permanecía como un lejano recuerdo, como la sonrisa de una persona querida lejana, la mirada de un pariente difunto y el amable tañido de las campanas en los domingos. Era algo relacionado con la nostalgia, la juventud, el entusiasmo de una época en que las obligaciones eclesiásticas aún estaban por venir, en la que todos creíamos que el mundo podía recuperarse de la posguerra y del peligro del comunismo con un renacimiento espiritual. Queríamos creer que el bienestar económico vendría acompañado de un renacimiento moral y religioso de nuestro país. A pesar del 68, las huelgas, el terrorismo, las Brigadas Rojas y la crisis de Oriente Próximo.

  7. Entre mil y un comtidos eclesiásticos, se consolidó en mi memoria el recuerdo de algo que en realidad había quedado sin resolver y que por el momento se había dejado de lado durante años. Algo que esperaba pacientemente, con la paciencia que sólo Dios tiene con nosotros.

    Mi decisión de denunciar los escándalos de los prelados estadounidenses y la Curia Romana me brindó la oportunidad de ver desde otra perspectiva no sólo mi misión como arzobispo y nuncio apostólico, sino también el alma de aquel sacerdocio que mi servicio, primero en el Vaticano y más tarde en Estados Unidos, había dejado incompleto; más para mi sacerdocio que para el ministerio. Lo que hasta aquel momento no había entendido me resultó diáfano debido a una circunstancia inesperada, cuando mi seguridad personal pareció peligrar y, de mala gana, me vi obligado a vivir prácticamente en la clandestinidad, lejos de los palacios de la Curia. CM Viganó.

      1. «Era imposible que alguien con estudios escribiera…»

        «Dime de qué presumes y te diré de lo que careces». Es obvio que usted escribe sus naderías porque carece de estudios; por eso es incapaz de juntar más de cinco líneas (y que resulten coherentes). Si además de ignaro es sectario como usted, el resultado es lamentable, de vergüenza ajena.

  8. Hasta el Papa Francisco celebra ad orientem en ciertas ocasiones.
    Y la OGMR lo permite cuando el altar donde se celebra está adosado a la pared y no permite otra forma de celebrar
    De hecho hasta queda bien regulado como celebrar ad orientem en el caso de celebrar así….

    Un obispo ignorante que no tiene ni idea de liturgia y prohíbe lo que no puede prohibir

    Cuándo prohibirá los abusos litúrgicos, que esos sí que se pueden prohibir. Bueno, tampoco se pueden prohibir porque ya están prohibidos y lo que ya está prohibido por más alta autoridad no se puede prohibir…
    Pero hay que hacer valer esa prohibición de abusos litúrgicos.

    1. Es que realmente la misa como se celebra actualmente es una anomalía en la historia litúrgica de la Iglesia que, sinceramente, disminuye el sentido sacrificios en favor de una «cena»

  9. Pues los sacerdotes que celebran ad orientem lo tienen muy fácil: pueden seguir haciéndolo porque no lo hacen “ad orientum”. Ya está.

  10. Lo que va quedando bien claro es que un concilio dogmático de rango superior puede ser abolido por un concilio pastoral de rango inferior incluso no diciendo absolutamente nada al respecto.
    Porque el cvii nada dice sobre abolir lo que Trento establece a perpetuidad sobre la misa.
    Como no razonan, pues que siga el show, a ver si les revienta.

      1. Como siempre, el troll demostrando que no sabe de lo que habla, como siempre. No hay nada peor que un ignorante dando lecciones. Haría mejor en irse a escardar cebollinos o estudiar un poquito, que en deponer sus ridículas sentencias sacadas de la manga y que no se cree ni usted. Pero como no tiene ningún sentido del ridículo, aunque lo haga, es incapaz de contenerse y no entretenernos con alguna de sus bufonadas.

      2. Y gracias a Dios, tú jamás serás perpetuo y eterno.
        ¡Vete ya y no molestes más!
        Y si no tienes vida, pide a alguien que te la regale, o cómpratela tú si tienes dinero.

    1. Ha sido un golpe de estado del modernismo en toda regla. Todos sus actos son nulos de pleno derecho. Ya se acerca la hora en que muchos rindan cuentas de sus desmanes eclesiales. Muchos prelados de los que le hacen la pelota al déspota, gritaran su inocencia diciendo que ellos ya lo habían denunciado, mentira. Aquí salvo los cuatro conocidos, no lo ha denunciado nadie con cargo en la jerarquía, solo el pueblo en clamor suplica por que liberen a la iglesia secuestrada. LIBERTAD PARA LA IGLESIA DE CRISTO. CASTIGO A LOS CULPABLES

  11. ¿Prohibido oficiar misa «ad orientum» (sic)? Me parece que entre la clerecía hay mucho «papanatum» que ni siquiera se ha leído el misal de Pablo VI, rúbricas incluidas, donde la orientación del sacerdote es precisamente «ad orientum» (pueden comprobarlo). Y «Traditiones custodes» no prohíbe tal cosa tampoco. Estos que se pasan la vida invocando el CVII y la reforma litúrgica son los primeros desobedientes a lo uno y a lo otro. Todo sea para que no se les note la incompetencia (ya se ve el nivel de latín, sin ir más lejos) y puedan seguir improvisando y metiendo morcillas en cada celebración.

    1. Usted sí que va «de cullum» y cuesta arriba. No sé para qué insiste en seguir deponiendo sus habituales idioteces, si ya tiene el título de bufón oficial de esta página por méritos propios, a años luz del posible siguiente candidato. Descanse un poco, hombre, que nadie se lo va a arrebatar.

  12. ¿Alguien notó que el moto episcopal de monseñor Dewane es “Iusticia, Pax, Gladium”, en donde ‘gladium’, ‘espada’, está mal escrita, concretamente sin la letra ‘l’ y significa una cosa totalmente diferente, o sea, ‘gozo’? Porque estoy casi convencido que lo allí quisieron escribir no era ‘gozo’ sino ‘espada’, como la que intenta ahora levantar contra las ovejas y sacerdotes en su jurisdicción.

    1. Lector esporádico:

      Con los conocimientos de latín que tiene este obispo (mejor dicho, sus evidentes carencias), a saber qué quería decir. En cualquier caso, lo que dice su ‘moto’ se lo pasa por el forro, sobre todo la ‘Justicia’: cuando aún era coadjutor y no titular, tuvo el cuajo de declarar que él estaba contra la pena de muerte, al tiempo que apoyaba a los políticos proabortistas, a quienes decía que no había que negarles la Comunión, palabras que recogió en 2006 el Sarasota Herald-Tribune. Mayor hipocresía no se puede: no tiene ningún problema en dar la Comunión, sacrílegamente y causando escándalo, a quienes aplican la pena de muerte a los niños no nacidos; pero que no se oficie siguiendo las rúbricas del misal de Pablo VI (que mandan hacerlo «ad orientum», como él dice), yendo más lejos que el propio Francisco, que en ningún momento ha prohibido tal cosa.

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