La Ciudad de la Misericordia era uno de los grandes proyectos que preparaba la archidiócesis de Madrid. El proyecto, elaborado por la Fundación Santísima Virgen y San Celedonio, pretendía albergar un Centro Sociosanitario de media y larga estancia y de Atención Residencial a la Salud Mental, a la Discapacidad Intelectual y para Mayores.
Todo parecía atado y hablado entre las fundaciones Fusara, Fundación Santísima Virgen y San Celedonio (FSVSC), ayuntamiento de Madrid y la Comunidad. El ayuntamiento iba a ceder gratuitamente una parcela situada cerca de Vicálvaro. La Comunidad de Madrid se comprometía a enviar clientes y serían estas dos fundaciones, dada su experiencia en estos temas, las encargadas de la gestión de las residencias.
Fusara y Fundación SVSC encargadas de la gestión
Este proyecto iba a tener, por un lado, un carácter socio-sanitario y por otro lado una labor socio-educativa. El peso de la gestión sanitaria iba a recaer en la Fundación Santísima Virgen y San Celedonio. Estaba previsto montar un hospital dedicado a los cuidados paliativos, una residencia de mayores y una unidad para sacerdotes, entre otras cosas.
Fusara iba a ser la fundación encargada del área educativa. Estaba previsto la construcción de un colegio, algo ya demandado por los vecinos de este barrio, y de un museo con obras de arte en propiedad de Fusara, ya que cuentan con un rico patrimonio artístico. Según apuntan fuentes conocedoras del proyecto, iba a ser algo “puntero a nivel europeo”.
Otro de los proyectos que estaba previsto llevar a cabo era hacer una residencia de mayores con guardería, de modo que uno de los ancianos actuase como tutor de uno de los niños. Este modelo ya ha sido implantado en algunos lugares de Galicia por parte de la Fundación de Amancio Ortega. Allí se les conoce como “Centros intergeneracionales”. Es el caso del centro intergeneracional de Ourense, que alberga en un mismo edificio la escuela infantil y un centro de día para mayores “para la promoción de la autonomía personal y la prevención de la dependencia». De igual modo, el centro de Arteixo, “consta de escuela infantil y de residencia para mayores con centro de día”.
Al frente de este proyecto educativo, querían poner al frente al sacerdote Gabriel García Serrano, párroco de San Ignacio de Loyola, de la colonia de Torrelodones y que también dirige el colegio diocesano que lleva el mismo nombre y que él mismo impulsó y goza de buena fama y prestigio entre sus iguales.
El proyecto del Centro Sociosanitario
Infovaticana ha tenido acceso al estudio de viabilidad del proyecto del centro sociosanitario de media y larga estancia y de atención residencial a la salud mental, a la discapacidad intelectual y para mayores adaptado a las necesidades del mercado de Madrid y a la misión de la Fundación SVSC elaborado por la consultora Grant Thornton. En ese estudio se planteaba que el centro iba a estar compuesto por un total de 465 plazas para los 8 módulos que ofertara y que se encontrarán distribuidos en aproximadamente unos 27.950 m², sobre una superficie total de la parcela de 55.000 m2. Del total de plazas geriátricas, 25 estaban previstas para el propio personal de la iglesia.

La inversión inicial prevista alcanza los 34.272.500 €, de los cuales un 89,43% corresponde a infraestructuras y un 10,57% a dotación, con el mayor volumen de inversión asociado a la residencia geriátrica, con un 32,6% del total. Según el estudio, el importe total de la amortización promedio anual durante los 10 primeros años sería de 1.115.500 €, durante los cuales se incluye tanto la amortización correspondiente a la dotación como a la infraestructura.
La intención inicial, era que este complejo hospitalario estuviese en funcionamiento en 2021, tal y como demuestran las tablas de precios sugeridos por la consultora en su informe elaborado en 2019.
Respecto a la viabilidad del centro a 10 años, la previsión era comenzar el 2021 con unos ingresos cercanos a los 11.098.020 millones de euros, que en 2031 debían convertirse en 15.531.731 millones de euros en ingresos.
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Se de primera mano que estáis errados en el nombre de este sacerdote, pese a ser cierto que goza de fama en el presbiterio de Madrid y del gozo del arzobispo.
Si que se manejaba la posibilidad de uno de grandes colaboradores del sacerdote fuera el gerente.
Pero todo ha quedado en «un sueño»… Un «deseo del corazón» y no en actos… Por eso destierro de mi vida esas palabras tan vacías que acaban quedando en en palabrería vacía sin sentido y sin concreción. Encima con un juicio y serios problemas que han acabado con la reputación del arzobispo.
Pensaban Francisco y su camarilla que con repartir birretas a mediocres y los aduladores bastaba para inventar la «misericordia» y llevarse de calle al mundo del espectáculo…
*a mediocres y aduladores
El gran proyecto tendría que ser evangelizar de verdad y dejar de hacer el idiota. El problema tremendo es que que una gran parte de eclesiásticos, con Bergoglio a la cabeza, ya no creen en el Dios Católico, sino en su dios, ni en los Novísimos, ni en la Presencia Real de Jesucristo en la Eucaristía, ni en el Sacrificio Redentor. De ahí su odio a la Santa Misa, la de todos los tiempos.
LA CIUDAD DE LA MISERICORDIA? MÁS ALMAS VAN AL INFIERNO POR LA MISERICORDIA QUE POR LA JUSTICIA DE DIOS
Pero —dirás— Dios es la misma misericordia. He aquí el tercer engaño, tan común en los pecadores, y que tantos conduce al infierno. Escribe un docto autor que la misericordia de Dios precipita más almas en el infierno que su justicia; porque los pecadores, fiados temerariamente de la misericordia, no dejan de pecar y se condenan.
Que Dios sea todo misericordia ¿quién lo niega? Esto no obstante, ¡a cuántos arroja cada día en el infierno! Es misericordioso, pero también es justo, y su justicia le obliga a castigar al que le ofende. El Señor usa de su misericordia, pero ¿con quiénes? Con los que le temen. “Se levanta su bondad sobre los que lo temen”, dice David; y añade: “Siente el Señor ternura por los que lo temen” (Sal 103 [102], 11-13).
Pero los que le menosprecian y abusan de su misericordia, para más ofenderle, estos tales que esperen el golpe de su justicia. Y con razón; Dios perdona el pecado, pero no puede perdonar la voluntad de pecar.
El que comete el pecado con el pensamiento puesto en que se ha de arrepentir después de haber pecado, este —dice San Agustín— “no es penitente, sino escarnecedor de Dios”. Y de Dios nadie se burla impunemente. “No os engañéis —dice el Apóstol— de Dios nadie se burla” (Gál 6, 7). Y sería burlarse de Dios el ofenderle cuando y como se nos antoja y luego pretender ir al paraíso. ♦
San Alfonso María de Ligorio, Preparación para la Muerte,
Totalmente de acuerdo con tus comentarios, Belzunegui.
La verdad que el proyecto se parece mucho un complejo para meter a «misericordiados» en barracones. Y así «reeducar» su salud mental.
Más evangelizar (hacer prosélitos a tiempo y a destiempo) y menos inversiones inmobiliarias, encima perdiendo.
DIOS ES MISERICORDIOSO, Y TIENE MISERICORDIA CON QUIEN LA PRACTICA DÍA A DIA. DIOS HACE JUESTICIA. AMEN
Siempre lo mismo. Ni siquiera se mencionó la construcción de templos.
¡Ah, esa misericordia!
Exacto, el proyecto carece de templo visible…
La verdad es que Jesús está dejando que todo se destruya. Ya se cansó.
Este es el cuento de la lechera del escándalo de San Jorge («Fundación Santísima Virgen y San Celedonio» más la parroquia pujante como bonus de regalo)