Arzobispo de EE UU sugiere licuar los cadáveres para favorecer el medio ambiente

Arzobispo de EE UU sugiere licuar los cadáveres para favorecer el medio ambiente

Michael Jackels, arzobispo de Dubuque, en el estado de Iowa, insta a sus feligreses en una nota a rechazar los “métodos tradicionales de enterramiento” en favor de la licuación del cadáver.

Esto se nos va de las manos. Con toda la machacona insistencia en la ‘conversión ecológica’ y el cuidado de ‘nuestra casa común’ que llega de Roma, algunos prelados están perdiendo el ‘oremus’ por agradar a la cúpula y llegan a extremos que contradicen la práctica cristiana de milenios.

Como el arzobispo de Dubuque. Uno recuerda que una de las obras de misericordia es enterrar a los muertos, y la Iglesia siempre ha desanimado prácticas como la cremación, pero Jackels, n una carta pastoral datada el 20 de octubre, encuentra que es menos ‘ofensivo’ con el medio ambiente licuar el cadáver. En concreto, el proceso se denonima hidrólisis alcalina, en el que que se combina “agua caliente, lejía, presión de aire y circulación” para licuar el cadáver en cuestión de horas, “que luego puede ser vertido en forma segura en la tierra”.

Para el arzobispo, eso de enterrar piadosamente a nuestros difuntos constituye “un importante problema medioambiental”, y si no abandera la causa de la cremación, no es por ser práctica de dudosa piedad, sino porque cada cremación “utiliza unos 30 galones de combustible, y tanto la quema como el propio cuerpo liberan contaminantes en el aire”.

Lo que parece licuarse es, más bien, la fe de nuestros pastores.

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