El documento firmado por el Cardenal Parolin sigue a la anterior Ordenanza del Presidente de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano del pasado 18 de septiembre, cuya entrada en vigor está prevista para el 1 de octubre de 2021. El decreto señala en varios puntos las normas que deben observarse para entrar en el Vaticano con el fin de evitar posibles contagios de Covid-19, informa VaticanNews.
Todos los empleados de la Curia Romana y de las Instituciones relacionadas con ella están obligados a poseer los documentos indicados en la ordenanza, es decir, un certificado de vacunación, el llamado “pase verde” (Green pass), o un certificado de negatividad al virus Sars-Cov-2, expedido en Italia tras una prueba molecular o antigénica rápida, con la frecuencia indicada por la Dirección de Sanidad e Higiene de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano. Los costes de la prueba no corren a cargo de la Institución. La medida se extiende a los colaboradores externos y a quienes, por cualquier otro motivo, trabajan para la Institución, al personal de empresas externas y a todos los visitantes y usuarios.
También se prescribe que, fuera de los controles realizados por la Gendarmería, cada Entidad debe verificar el cumplimiento de las disposiciones, estableciendo los procedimientos operativos para organizar dichos controles e identificando a las personas encargadas de constatar e impugnar los incumplimientos.
La consecuencia del incumplimiento de estas normas para el personal que no cuente con las certificaciones necesarias es la prohibición de entrar en el lugar de trabajo. En este caso, se considerará que el trabajador está ausente de forma injustificada, sin remuneración, sin perjuicio de las retenciones de la seguridad social y la asistencia social y de la ayuda familiar.
Por último, está previsto que la posible exención de estas obligaciones documentales sea evaluada por la Secretaría de Estado del Vaticano sobre la base del dictamen de la Dirección de Sanidad e Higiene. Las autoridades sanitarias competentes del Vaticano pueden considerar necesarias otras restricciones para las personas procedentes de países con alto riesgo de contagio.
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«Roma perderá la Fé y se convertirá en la,Sede del Anticristo.»
«La consecuencia del incumplimiento de estas normas […] es la prohibición de entrar en el lugar de trabajo […] se considerará que el trabajador está ausente de forma injustificada, sin remuneración…».
¿Ausencia injustificada del trabajo? ¡Pero si no le dejan trabajar! A eso se le llama chantaje. Además, menuda incoherencia: en el actual pontificado se promociona la inmigración ilegal masiva (a otros países, claro, no al Vaticano). No les he oído decir que los inmigrantes que quieran entran en otros países deban contar con el certificado de vacunación (Green pass) o un certificado de negatividad al virus Sars-Cov-2. De nuevo, la ley del embudo.
Pero bueno, al menos se ahorran los salarios, ahora que ha desaparecido casi totalmente lo aportado por los fieles en el cepillo, ¿verdad?
No pagar el salario al trabajador es uno de los pecados que claman al Cielo,junto con la sodomía.,solo les falta el asesinato…ahhh no,eso ya lo hacen obligando a la gente a inyectarse una cosa experimental probada en bebés asesinados,sangre que también clama al Cielo.Han cantado Bingo.
Lo dicho,Roma,la Sede del Anticristo.
Es de no creer. Pagarán por esto.
Obligan a los trabajadores del Vaticano a inyectarse un veneno de muerte.
La Iglesia en salida con Pase Verde. Guauu.
Una buena noticia… ojalá los antivacunas se den cuenta que pueden matar a gente por su irresponsabilidad manifiesta. Es anticristiano y atenta contra la dignidad del prójimo y de su persona… aún queda reciente el ingreso en UCI del Cardenal
ultra y Negacionista …no aprenden.
El que no aprendes, eres tu. Las vacunas han causado bastantes muertes. Son poco fiables.
Una imposición de este tipo, atenta contra los derechos fundamentales de la persona.
Es de idiotas vacunarse y pensar que los no vacunados son un peligro ¿entonces para que te has vacunado? Pura histeria.
No diga disparates: anticristiano e inmoral es obligar a vacunarse con vacunas que han usado líneas celulares procedentes de abortos provocados, violentando la conciencia de la gente. ¿O niega que se hayan usado? (en tal caso, sería usted el negacionista). Y en cuanto a «matar a gente», si usted pilla la gripe o cualquier otra enfermedad sin estar vacunado (vacunas que sólo ponen a personas de riesgo, no a toda la población, dicho sea de paso), ¿está matando a alguien? Sofismas los justos, que somos adultos.
Usted, como buen zurdo, es el negacionista: niega el derecho de toda persona a vacunarse o no hacerlo. Usted sí que no aprende.
Esta es una norma de las que hacen «últimos muertos de la guerra».
La pandemia toca a su fin y no por las vacunas, inefectivas, sino por remisión espontánea de la morbilidad como ha pasado en otras pandemias. Son las «vacunas» las que pusieron en el mercado a toda prisa para hacer coincidirsu administrat con dicho previsible fin espontáneo y que se les atribuyera el mérito… allí donde hubieran llegado a administrarse en porcentajes significativos, que coincide con los países donde los medios controlan a la opinión pública incluso mundial.
No era tan difícil de ver, había algún síntoma incluso antes de la aplicación significativa de la vacuna en estos países también.
Pero cuando se cree en las farmacéuticas, las principales de las cuales ya tienen historial de corrupción, no se cree en otras cosas
Ánimo, la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo, no perecerá, el vaticano sólo es un estado,