Cómo aprender a predicar mejor la palabra de Dios

curso lectores de misa
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Ángel Manuel Pérez es periodista y locutor profesional además de “católico comprometido y profesor de lectura en Misa”, como se define él. Todo empezó, nos cuenta Ángel Manuel, hace seis años al asistir a Misa. “Me di cuenta de que a los lectores no se les oía ni entendía bien, por lo que decidí poner en marcha cursos para lectores en misa y contacté con parroquias, seminarios, Hermandades e instituciones de la Iglesia”.

“La Santa Misa se divide en las liturgia de la Palabra y de la Eucaristía. Por ello, las lecturas que propone la Iglesia en cada una de estas celebraciones suponen una parte fundamental. Es necesario proclamarlas con respeto, dignidad y de la mejor manera posible. No hay que olvidar que lo que se lee es Palabra de Dios. Soy muy consciente de la importancia de la voz para llegar al receptor y como católico la importancia de que la Palabra de Dios sea comprendida por los fieles”. asegura el creador de este curso.

Son ya numerosas parroquias y católicos los que han pasado por estos cursos para formar a los lectores de las misas. “Lo que pretendo es algo tan sencillo como ayudar a La Iglesia y a mis hermanos en la Fe” cuenta Ángel Manuel. Nos cuenta alguna de las anécdotas que le han ocurrido durante estos cursos, como la de Teresa alumna de 90 años en la Milagrosa. “Ya tenía muy poquita voz y yo no la forzaba, pero es una de las personas que me he encontrado que mejor leía. Entonaba magníficamente bien, hacía las pausas debidas, respetaba los signos de puntuación. Todo esto se debía a que de joven y niña practicaba con su familia lectura en voz alta, y hacía teatro.

Recuerda otro caso, el de un sacerdote indio que llevaba cuatro años en España y que no avanzaba con el español. “Fundamentalmente tenía problema con las acentuaciones, por ejemplo: no decía Apóstoles sino ‘Apostóles’. Comencé a impartirle clases y ahora se siente más seguro. Pero el motivo por el que no avanzaba era porque se pasa seis horas diarias preparando su tesis en Inglés. Es una persona tímida y no habla con mucha gente. Sigo todas las semanas impartiéndole una hora de clase y avanza. Ya procura hablar con todo el que pilla en la Parroquia”, narra Ángel Manuel.

Algo especialmente alentador en estos años en los cursos es la participación de gente joven. «Tengo que reconocer que no son muchos, pero los que han participado, aunque un poco tímidos poco a poco lo van consiguiendo. Es muy divertido cuando salen al ambón, por ver las posturas tan poco convenientes que adoptan, como si estuvieran en su ambiente, pero al final del curso mantiene las formas” asegura el profesor y periodista que imparte el curso.

Algunos lugares donde ya ha impartido estos cursos son en la Catedral de la Almudena, parroquia de Nuestra Señora del buen suceso, con el Padre Daniel Escobar delegado de Liturgia de la Diócesis de Madrid, Real Oratorio Caballero de Gracia, Basílica de la Milagrosa o en la parroquia Santa Teresa y Santa Isabel de Madrid.

Estos cursos para lectores en Misa se están extendiendo a otras Diócesis españolas, como en Toledo y en estos próximos meses prepara su desembarco en la Archidiócesis de Sevilla. En concreto en su Seminario, parroquias de la ciudad y provincia y en algunas de las Hermandades de la ciudad.

 

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Comentarios
6 comentarios en “Cómo aprender a predicar mejor la palabra de Dios
  1. Uno de los problemas al que nos enfrentamos en este campo es cómo apartar a personas que llevan muchos años leyendo en Misa y haciéndolo rematadamente mal. No se dan cuenta de lo mal que lo hacen. Por caridad nadie les dice nada. Y cuando finalmente el párroco, con la mayor delicadeza posible les indican que deben dejar paso a nuevos lectores, muchas veces se resisten y piensan que les estamos echando de la parroquia.
    Se agarran a ese ministerio como si fuese una propiedad personal y no como un servicio a la Palabra y al Pueblo de Dios.

  2. El presbiterio es para los presbíteros y en su caso diáconos, no para que la bea-turra de turno vaya a lucir piedad impostada y vana, algún trapito caro y encima, leyendo mal. La misa Novus Ordo y su mundanidad de «banquete del Señor», fabricada para espantar fe y piedad.

    1. Al desastre de la forma de leer que llegó a ser insoportable, ahora hay que añadir que lo hacen con la máscara o bozal puesto cuando la persona más cercada está a diez metros. Esto ya es insufrible. Si no hay devoción a la Eucaristía estamos perdidos.

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