El Papa arremete contra los que se presentan como «custodios de la verdad»

Papa custodios verdad El Papa con 'spiderman' (L'Osservatore Romano)
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Francisco dedico unas palabras a los ‘rígidos’ en la audiencia general de esta mañana, que tuvo lugar en el Patio de San Dámaso del Palacio Apostólico vaticano. El Papa ha iniciado un nuevo ciclo de catequesis, hablando esta vez de la Carta a los Gálatas del apóstol san Pablo. Como anécdota, la foto que ilustra el artículo: Francisco recibió a ‘spiderman’, un hombre que actúa ante los niños ingresados de los hospitales de Liguria.

Durante la catequesis el Pontífice se refirió a los “predicadores” que hoy, “sobre todo a través de los nuevos medios de comunicación”, pueden “enturbiar” las comunidades. “No se presentan en primer lugar para anunciar el Evangelio de Dios”, sino “para reiterar con insistencia, como auténticos “custodios de la verdad” —así se llaman ellos— cuál es la mejor manera de ser cristianos”. “¿Pero, cómo podemos reconocer a esta gente? Por ejemplo, uno de los rasgos de la forma de proceder es la rigidez”, señaló.

El Santo Padre comenzó la catequesis diciendo que esta carta del Apóstol de los gentiles es “muy importante”, “decisiva”, “para considerar algunos argumentos que él afronta en profundidad, mostrando la belleza del Evangelio”.

En la carta, san Pablo afronta “algunas temáticas muy importantes para la fe, como las de la libertad, de la gracia y de la forma de vivir cristiana”, que son “extremadamente actuales” porque “tocan muchos aspectos de la vida de la Iglesia de nuestros días”. Esta es una escrito muy actual, dijo, “parece escrita para nuestra época”.

Francisco señaló que, algo que indica esta carta, es que “el camino de la evangelización no depende siempre de nuestra voluntad y de nuestros proyectos, sino que requiere la disponibilidad para dejarse moldear y seguir otros recorridos que no estaban previstos”.

San Pablo, cuando llegaba a una ciudad, “no hacía enseguida una catedral”, hacía “las pequeñas comunidades que son la levadura de nuestra cultura cristiana de hoy”. “También hoy este método pastoral se hace en cada región misionera”, indicó Su Santidad.

Pablo, después de haber fundado estas Iglesias, “se da cuenta de un gran peligro”, comentó el Papa. “De hecho, se habían infiltrado algunos cristianos venidos del judaísmo, los cuales con astucia empezaron a sembrar teorías contrarias a la enseñanza del Apóstol, llegando incluso a denigrar su persona”, añadió.

“Empiezan con la doctrina “esta no, esta sí”, después denigran al Apóstol. Es el camino de siempre: quitar la autoridad al Apóstol. Como se ve, esta es una práctica antigua, presentarse en algunas ocasiones como los únicos poseedores de la verdad —los puros— y pretender rebajar también con la calumnia el trabajo realizado por los otros”, explicó el Santo Padre.

Estos adversarios de Pablo, recordó Francisco, sostenían que también los paganos debían ser sometidos a la circuncisión y vivir según las reglas de la ley mosaica. “Vuelven atrás a las observancias de antes, las cosas que han quedado traspasadas por el Evangelio”, dijo. “Por tanto, los Gálatas, habrían tenido que renunciar a su identidad cultural para someterse a normas, a prescripciones y costumbres típicas de los judíos”, afirmó el Pontífice.

“Esos adversarios sostenían que Pablo no era un verdadero apóstol y por tanto no tenía ninguna autoridad para predicar el Evangelio. Y muchas veces nosotros vemos esto. Pensemos en alguna comunidad cristiana o en alguna diócesis: empiezan las historias y después se termina por desacreditar al párroco, al obispo. Es precisamente el camino del maligno, de esta gente que divide, que no sabe construir”, alertó el Papa.

Los Gálatas, delante de las críticas de nuevos predicadores, comentó Francisco, “se sentían perdidos y se sentían inciertos sobre cómo comportarse: “¿Pero, quién tiene razón? ¿Este Pablo, o esta gente que viene ahora enseñando otras cosas? ¿A quién debo hacer caso? En resumen, ¡había mucho en juego!”, exclamó.

El Papa dedicó entonces unas duras palabras a los nuevos predicadores. “No faltan tampoco hoy, de hecho, predicadores que, sobre todo a través de los nuevos medios de comunicación, pueden enturbiar las comunidades. No se presentan en primer lugar para anunciar el Evangelio de Dios que ama al hombre en Jesús Crucificado y Resucitado, sino para reiterar con insistencia, como auténticos “custodios de la verdad” —así se llaman ellos— cuál es la mejor manera de ser cristianos”.

Con fuerza afirman, alertó el Papa, “que el cristiano verdadero es al que ellos están vinculados, a menudo identificado con ciertas formas del pasado, y que la solución a las crisis actuales es volver atrás para no perder la genuinidad de la fe”.

“También hoy, como entonces, está la tentación de encerrarse en algunas certezas adquiridas en tradiciones pasadas. ¿Pero cómo podemos reconocer a esta gente? Por ejemplo, uno de los rasgos de la forma de proceder es la rigidez. Ante la predicación del Evangelio que nos hace libres, nos hace alegres, estos son los rígidos”, señaló Francisco. “Siempre con la rigidez: se debe hacer esto, se debe hacer esto otro… La rigidez es propia de esta gente. Seguir la enseñanza del Apóstol Pablo en la Carta a los Gálatas nos hará bien para comprender qué camino seguir”, dijo.

“Los nuevos predicadores no conocen qué es la humildad, qué es la fraternidad; es el camino de la confianza mansa y obediente, los nuevos predicadores no conocen la mansedumbre ni la obediencia”, explicó.

Les ofrecemos la catequesis del Papa Francisco, publicada en español por la Oficina Prensa de la Santa Sede:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Después de un largo itinerario dedicado a la oración, hoy comenzamos un nuevo ciclo de catequesis. Espero que con este itinerario de la oración, hayamos conseguido rezar un poco mejor, rezar un poco más. Hoy deseo reflexionar sobre algunos temas que el apóstol Pablo propone en su Carta a los Gálatas. Es una Carta muy importante, diría incluso decisiva, no solo para conocer mejor al Apóstol, sino sobre todo para considerar algunos argumentos que él afronta en profundidad, mostrando la belleza del Evangelio. En esta Carta, Pablo cita varias referencias biográficas, que nos permiten conocer su conversión y la decisión de poner su vida al servicio de Jesucristo. Él afronta, además, algunas temáticas muy importantes para la fe, como las de la libertad, de la gracia y de la forma de vivir cristiana, que son extremadamente actuales porque tocan muchos aspectos de la vida de la Iglesia de nuestros días. Esta es una Carta muy actual. Parece escrita para nuestra época.

El primer rasgo que se desprende de esta Carta es la gran obra de evangelización realizada por el Apóstol, que al menos dos veces había visitado las comunidades de la Galacia durante sus viajes misioneros. Pablo se dirige a los cristianos de ese territorio. No sabemos exactamente a qué zona geográfica se refiere, ni podemos afirmar con certeza la fecha en la que escribe esta Carta. Sabemos que los Gálatas eran una antigua población celta que, a través de muchas peripecias, se habían asentado en esa extensa región de Anatolia que tenía su capital en la ciudad de Ancyra, hoy Ankara, la capital de Turquía. Pablo dice solo que, a causa de una enfermedad, se vio obligado a pararse en esa región (cfr. Gal 4,13). San Lucas, en los Hechos de los Apóstoles, encuentra sin embargo una motivación más espiritual. Dice que «atravesaron Frigia y la región de Galacia, pues el Espíritu Santo les había impedido predicar la Palabra en Asia» (16,6). Los dos hechos no son contradictorios: indican más bien que el camino de la evangelización no depende siempre de nuestra voluntad y de nuestros proyectos, sino que requiere la disponibilidad para dejarse moldear y seguir otros recorridos que no estaban previstos. Entre vosotros hay una familia que me ha saludado: dicen que tienen que aprender el letón, y no sé qué otra lengua, porque irán de misioneros a esas tierras. El Espíritu lleva también hoy muchos misioneros que dejan la patria y van a otra tierra a hacer la misión. Lo que verificamos, sin embargo, es que en su incansable obra evangelizadora el Apóstol había conseguido fundar varias pequeñas comunidades, dispersas en la región de la Galacia. Pablo, cuando llegaba a una ciudad, a una región, no hacía enseguida una catedral, no. Hacía las pequeñas comunidades que son la levadura de nuestra cultura cristiana de hoy. Empezaba haciendo pequeñas comunidades. Y estas pequeñas comunidades crecían, crecían e iban adelante. También hoy este método pastoral se hace en cada región misionera. La semana pasada recibí una carta de un misionero de Papúa Nueva Guinea, me decía que está predicando el Evangelio en la selva, a la gente que no sabe ni siquiera quién era Jesucristo. ¡Es bonito! Se empiezan a hacer pequeñas comunidades. También hoy este método es el método evangelizador de la primera evangelización.

Lo que nosotros debemos notar es la preocupación pastoral de Pablo que es todo fuego. Él, después de haber fundado estas Iglesias, se da cuenta de un gran peligro —el pastor es como el padre o la madre que en seguida se dan cuenta de los peligros para sus hijos— que corren para su crecimiento en la fe. Crecen y vienen los peligros. Como decía uno: “Vienen los buitres a masacrar la comunidad”. De hecho, se habían infiltrado algunos cristianos venidos del judaísmo, los cuales con astucia empezaron a sembrar teorías contrarias a la enseñanza del Apóstol, llegando incluso a denigrar su persona. Empiezan con la doctrina “esta no, esta sí”, después denigran al Apóstol. Es el camino de siempre: quitar la autoridad al Apóstol. Como se ve, esta es una práctica antigua, presentarse en algunas ocasiones como los únicos poseedores de la verdad —los puros— y pretender rebajar también con la calumnia el trabajo realizado por los otros. Esos adversarios de Pablo sostenían que también los paganos debían ser sometidos a la circuncisión y vivir según las reglas de la ley mosaica. Vuelven atrás a las observancias de antes, las cosas que han quedado traspasadas por el Evangelio. Por tanto, los Gálatas, habrían tenido que renunciar a su identidad cultural para someterse a normas, a prescripciones y costumbres típicas de los judíos. Y no solo eso. Esos adversarios sostenían que Pablo no era un verdadero apóstol y por tanto no tenía ninguna autoridad para predicar el Evangelio. Y muchas veces nosotros vemos esto. Pensemos en alguna comunidad cristiana o en alguna diócesis: empiezan las historias y después se termina por desacreditar al párroco, al obispo. Es precisamente el camino del maligno, de esta gente que divide, que no sabe construir. Y en esta Carta a los Gálatas vemos este procedimiento.

Los Gálatas se encontraban en una situación de crisis. ¿Qué tenían que hacer? ¿Escuchar y seguir lo que Pablo les había predicado, o escuchar a los nuevos predicadores que le acusaban? Es fácil imaginar el estado de incertidumbre que animaba sus corazones. Para ellos, haber conocido a Jesús y creído en la obra de salvación realizada con su muerte y resurrección, era realmente el inicio de una vida nueva, de una vida de libertad. Habían emprendido un recorrido que les permitía ser finalmente libres, no obstante su historia fuera tejida por muchas formas de violenta esclavitud, no menos importante la que les sometía al emperador de Roma. Por tanto, delante de las críticas de nuevos predicadores, se sentían perdidos y se sentían inciertos sobre cómo comportarse: “¿Pero quién tiene razón? ¿Este Pablo, o esta gente que viene ahora enseñando otras cosas? ¿A quién debo hacer caso? En resumen, ¡había mucho en juego!

Esta condición no está lejos de la experiencia que diversos cristianos viven en nuestros días. No faltan tampoco hoy, de hecho, predicadores que, sobre todo a través de los nuevos medios de comunicación, pueden enturbiar las comunidades. No se presentan en primer lugar para anunciar el Evangelio de Dios que ama al hombre en Jesús Crucificado y Resucitado, sino para reiterar con insistencia, como auténticos “custodios de la verdad” —así se llaman ellos— cuál es la mejor manera de ser cristianos. Y con fuerza afirman que el cristiano verdadero es al que ellos están vinculados, a menudo identificado con ciertas formas del pasado, y que la solución a las crisis actuales es volver atrás para no perder la genuinidad de la fe. También hoy, como entonces, está la tentación de encerrarse en algunas certezas adquiridas en tradiciones pasadas. ¿Pero cómo podemos reconocer a esta gente? Por ejemplo, uno de los rasgos de la forma de proceder es la rigidez. Ante la predicación del Evangelio que nos hace libres, nos hace alegres, estos son los rígidos. Siempre con la rigidez: se debe hacer esto, se debe hacer esto otro… La rigidez es propia de esta gente. Seguir la enseñanza del Apóstol Pablo en la Carta a los Gálatas nos hará bien para comprender qué camino seguir. El indicado por el Apóstol es el camino liberador y siempre nuevo de Jesús Crucificado y Resucitado; es el camino del anuncio, que se realiza a través de la humildad y la fraternidad; los nuevos predicadores no conocen qué es la humildad, qué es la fraternidad; es el camino de la confianza mansa y obediente, los nuevos predicadores no conocen la mansedumbre ni la obediencia. Y este camino manso y obediente va adelante en la certeza de que el Espíritu Santo obra en todos los tiempos de la Iglesia. En definitiva, la fe en el Espíritu Santo presente en la Iglesia, nos lleva adelante y nos salvará.

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Comentarios
65 comentarios en “El Papa arremete contra los que se presentan como «custodios de la verdad»
    1. Pienso que es la misma metodología de la teoría crítica de la raza, que están tratando de aplicar en EEUU desde la muerte de Floyd, hacer que los blancos se sientan culpables de ser blancos, algo parecido, está buscando francis, que los católicos que defienden las verdades eternas se sientan culpables de defenderlas. Esperemos que ninguno se dé por aludido, en todo caso habrá que mirar el dedo.

      1. Muy de acuerdo con usted, doña Carmen. La intención de su santidad es doble: «Los que defienden la Escritura y la Tradición» son denigradores del Apóstol en realidad. Pero lo peor, es lo que se deduce del propio encabezamiento del artículo «Hay quien se cree custodio de la Verdad». ¿Qué quiere decir eso?, ¿Que cualquiera que le muestre la Verdad del Evangelio está descalificado?. o tal vez, y peor aún, ¿»Nadie puede erigirse en custodio de la Verdad» ?. Porque esa afirmación es Relativismo puro y duro. No hay Verdad y nadie la tiene. No es así, el cristianismo no es relativista, es absoluto y afirma que Jesús es la Verdad, que su doctrina es la Verdad y al que custodia la fe se le debe decir si lo que escribe o predica se atiene a la Verdad. ¡Y pobres de nosotros si no lo hiciéramos!. Pues si callamos, Jesús mismo nos hará culpables de no haber dicho «La Verdad no es lo que dice usted, la Verdad es lo que dice Jesús».

  1. Seguramente Su Santidad està hablando de los sacerdotes, obispos y cardenales alemanes, holandeses, suizos y de otros paìses, que estàn tratando de imponer a la Iglesia sus novedades herèticas y sus rebeldìas contra los dictàmenes de Roma en cuestiones de disciplina y doctrina…

  2. El Papa es quien tiene la obligación de custodiar el Depósito de la Fe. Si no lo hace, lo harán los obispos, sacerdotes y laicos fieles a Jesucristo, Camino, Verdad y Vida del alma.

    1. En realidad, según el artículo 84 del Catecismo de la Iglesia Católica, el Depósito de la Fe ha sido confiado por los apóstoles a la totalidad de la Iglesia, no sólo a quien ocupa el cargo de Sumo Pontífice.

      A la totalidad de la Iglesia.
      Eso quiere decir, también a todos los fieles, rígidos o fláccidos.

  3. Está claro: hay un antiguo testamento, luego un nuevo testamento, y finalmente un segundo pentecostés: el Vaticano II, que es como un tercer testamento. Los que se han quedado en el nuevo, se han quedado en el pasado. Los de la libertad religiosa la otorgan a los del antiguo testamento pero se la niegan a los del nuevo, pues son rígidos. El primer rígido que se autoproclamaba poseedor de la verdad fue uno que dijo yo soy el camino, yo soy la verdad y la vida. ¿Quiénes son los que desacreditar la autoridad de los p4p4s preconciliares por condenar esa falsa libertad religiosa que se otorga a todas las religiones excepto para los que quieran seguir con la Tradición de la iglesia?

    1. Antes consagran un obispo moro o budista que uno católico tradicional, en nombre de la libertad religiosa y la no rigidez, claro está. Llevan consagrados un total de 0 obispos para comunidades tradicionales, pues sus señorías no dan permiso. Eso sí, marxistas, ratitos y masones, a montones. Rígidos ya no los quieren. No contaban con el efecto Viganó: mi arma, que me se rigidizan.

        1. Pero qué dices de testamentos? Si según tu carecen de fiabilidad pues son del siglo IV y no son fiables y no importa nada antes ni después del concilio Trento.
          Eso deja sin validez cualquier documento eclesiástico que quieras citar salvo Trento claro.
          Me remito a tus comentarios.

          1. Lo que es fiable es muy sencillo de encontrar: se llama Catecismo y el Papa debería ser el primer custodio de la fe que allí se recoge

          2. Y sobre que se basa ese catecismo si niegas la verdad revelada en las escrituras diciendo que no es fiable?
            No lo digo yo lo dice uno en otras entradas.

  4. Es normal que Francisco arremeta contra los que custodiamos la verdad, porque él no la defiende y por eso le molesta que nosotros sí la defendamos.
    Pero diga lo que diga el Papa, Jesucristo dijo : «Yo soy la verdad» (Jn 14,6), y por eso los buenos católicos queremos ser custodios de la verdad.

    1. Francisco está obsesionado con lo que él llama «rigidez», desde un concepto equivocado de la realidad.
      Y él, que habla de los infiltrados del judaísmo, debería revisar su ideología, que contiene elementos propios del contubernio judeomasónico

    2. Francisco está obsesionado con lo que él llama «rigidez», desde un concepto equivocado de la realidad.
      Y él, que habla de los infiltrados del judaísmo, debería revisar su ideología, que contiene elementos propios del contubernio judeomasónico.

    3. El Apóstol San Pablo se enfrentó al Papa para corregirle de su error. Y eso mismo debemos hacer los católicos, defender la verdad frente a los errores de Francisco.

      1. Pero no sé escondió en un seudónimo en un libro.
        Fue y dió la cara.
        Cuando vas a seguir su ejemplo en vez de presionar para que otros te hagan el trabajo sucio?

        1. Pero, cómo, ¿no diferencias? San Pablo, era como San Pedro, apóstol, a quien compete la corrección es a uno de entre los cardenales. No a sacerdote mariano. No cabe duda que eres uno de los enviados de O y O (tú lo sabes); los «hombres del papa» en España, que trata de ganar puntos ante los gerifaltes.

          1. El Papa Francisco dijo, recièn asumido su pontificado, que èl querìa ser criticado… que no temìa a las crìticas de buena fe… tambièn dijo «hagan lìo…»… tambièn promueve la sinodalidad, o sea, la discusiòn de los temas…

    4. Francisco debe obedecer a sus predecesores en la doctrina que definieron, y no puede venir ahora a cambiarnos las cosas, como si la Iglesia hubiera estado equivocada hasta la llegada de Francisco.

    5. Está claro que el Papa no cree que exista la Verdad; a la Verdad le llama rigidez… O es que no se explica, como es frecuente en él.
      Pero ya ha dado demasiadas pruebas de su relativismo, no me fío. Demasiado peligroso hacerle caso.

  5. Hay que leer bien a San Pablo, TODO, sin «recortes», sí que es actual, y un guías seguro. Pero hay que leerlo detenidamente, sobre todo en las partes en las que avisa sobre los que quieren deformar la saludable doctrina de Cristo. Y con humildad, se pone como ejemplo.
    Ahora bien: quiénes deben ser los «custodios de la verdad»? Los obispos de aquí o los de allá o los que se enfrentan o los que acusan sin saber a quién?

      1. El Santo Padre tiene razón, por eso he decidido aceptar su autoridad sin rigidez, ya que el papado visto como autoridad habitual no deja de ser una forma del pasado. Por eso me tomo sus enseñanzas con flexibilidad, sin rigideces. Hay que reconocerlo como Papa, pero sin exageraciones, que eso es rigidez. Mensaje recibido

        1. Esto me da mucha paz, porque él mismo me ha dado permiso para ser flexible con sus enseñanzas, con ir más bien al espīritu de la cosa, sin exagerar, o sea, eso.

        2. Excelente comentario, muy buen punto de vista!
          Como católico que soy, (rígido) atenderé las enseñanzas de JBerg de la rigidez, aplicandolas a sus enseñanzas y autoridad.

  6. Hoy es un día muy especial para amar aún más las piedras de todas las catedrales. Si estuviera cerca de una me arrodillaria a besar una de ellas, porque si es triste ver que cada vez más los enemigos externos las intentan quemar y destruir, ahora se suman en la demolición aquellos que deberían ser piedras vivas de esas catedrales

  7. Y otra cosa más, Berg: no somos custodios de la verdad porque no podemos ser custodios de Dios: somos servidores y esclavos de la verdad.

  8. El Papa climático, migracionista y gay-friendly, quien se supone tendría que custodiar las verdades reveladas, verdades eternas e inmutables, se escandaliza con los “rígidos”. Nuevo término acuñado en su mensaje simplón para los que se resisten a dejarse arrastrar por el mundo de hoy. Da pena ver como la figura mas importante del Reino de Dios en la tierra, se esta convirtiendo en un pequeño bufón de los poderes de este mundo.

  9. Está bien que comente Gálatas. ¡A ver qué dice cuando llegue a este punto!

    Gálatas 1, 8-9: «Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.»

    Luego podría seguir por la segunda carta a Timoteo:

    2 Timoteo 4, 3-4: «Porque vendrán tiempos en que no se soportará la auténtica enseñanza, sino que, para halagar el oído, quienes escuchan se rodearán de maestros a la medida de sus propios antojos, se apartarán de la verdad y darán crédito a los mitos.»

    ¡Mantengámonos a la espera!

  10. Luz de Gas (Gaslight, 1944, dirigida por George Cukor)
    El maltrato psicológico luz de gas debe su nombre a la película «Gaslight», de George Cukor, y consiste en hacer creer a la víctima que la realidad que vive es falsa, que lo que afirma no es verdad y que esa distorsión puede ser debida a errores propios, fallos en la memoria o alteraciones mentales.
    Un problema muy sutil, difícil de detectar, tanto por parte de quien la sufre como por su entorno cercano. Es un proceso continuo con graves consecuencias para la persona maltratada.

  11. Creo q la mejor manera de custodiar la verdad es viviendo en ella pero sobre todo dejando q ella viva en nosotros porque la verdad es Cristo mismo y si Él vive en nosotros llegará a los demás a través de nosotros.

    Somos vasijas de barro, si en nosotros vive Cristo lo estamos custodiando.Pero para eso tenemos q menguar hasta dejar de ser nosotros quienes vivimos para dejar q sea Cristo quien viva en nosotros.

    1. La Verdad no se custodia con la espada contra los demás sino contra nosotros mismos para poder hacernos pequeños y q sea Cristo quien reine en nosotros. Esa es la Gloria q Dios quiere.

      1. ACS, cierto, pero mucho cuidado con entender que uno toma una espada ofensiva simplemente por anunciar la Verdad, que eso no es ofensa ni ataque sino la más básica de las manifestaciones de la caridad cristiana. Al prójimo lo primero que se le debe es la Verdad.

        1. Cuando es Cristo quien anuncia desde nosotros no hay espada. Eso se sabe porque se hace desde los frutos del Espíritu Santo : gal 5

          Si no se hace desde ,y con, esos frutos, quien anuncia es nuestro » yo».

          1. ACS, de los frutos provee Dios, nosotros debemos anunciar la Verdad siempre y en todo lugar. No siempre anunciar la Buena Nueva es algo que de fruto, a menudo el profeta es incomprendido, vilipendiado, perseguido y martirizado.

            Anunciamos nuestro «yo» cuando ponemos nuestros apetitos y caprichos por encima de Dios, no cuando afirmamos que debemos amar a Dios por encima de todo.

          2. Creo que todo depende de la intención que pongamos hacia los demás y hacia nosotros mismos. A veces, podemos creer custodiar la verdad del Señor (y así lo manifestamos ante los demás) cuando, en realidad, nuestra intención (oculta) es afirmar nuestro yo y anonadar al otro con citas contundentes que nos libren de crítica y nos «hagan» más buenos. Ésto, a mí, me ha pasado. Querer custodiar a Dios (o a su Palabra) requiere la conversión al Señor, dejarse llevar por Él en el amor y en la buena intención hacia el otro. Mas, sin embargo, aún cuando así actuemos, no podemos descartar que las palabras que, en nosotros, transparenten la Palabra de Dios puedan herir al otro como espada de filo: al fin, la luz que uno puede reflejar de la Luz, termina por dañar al que está en oscuridad: tal es el poder de la Luz verdadera.
            No creo que querer ser custodio de las enseñanzas del Señor sea nada malo si al hacerlo, no osamos otra cosa que transparentarle sencillamente a Él

          1. Miguel, Cristo no se anuncia con espadas, eso es propio de otros credos, como el Islam, o el credo progresista globalista, armado de espadas legales que amenazan al disidente.

            Aunque ciertamente, la figura de la «espada» tiene presencia en el discurso de Jesucristo, no en sentido literal de armamento, sino como expresión simbólica de división entre hermanos.

          2. Hidaspes

            Y de violencia verbal: acusaciones, desprecios, juicios gratuitos etc. Nada q ver con los frutos del Esp. Santo.

  12. !Que obsesión la de este señor de perseguir a los católicos!. No le basta con haberse apropiado de la sede de Pedro.
    Probablemente esta es su señal para que sus secuaces intensifiquen la persecución. Recemos por esas pobres almas

  13. Esas homilías aparentemente ortodoxas pero llenas de gotas de veneno, son todo lo que los fieles normales ven del Bergoglio en 13 TV y la COPE. Esos fieles muchos de los cuales no van a misa desde el COVID y quieren una fe a la carta, no se enteran de sus maniobras destructivas por debajo de la mesa y los están lanzando en contra de los católicos fieles y en contra de la fe católica realmente.

  14. Este hombre no se da cuenta que el que, en muchas ocasiones, distorsiona el mensaje del Evangelio es él. Y su falta de rigidez hace que, a veces, raye con la permisividad en cosas condenadas de hace siglos como la pachamama en los jardines, por ejemplo.
    Tenemos que rezar mucho para que se haga la voluntad de Dios.

  15. La Palabra de Dios, en el capítulo 1 de la Carta a los Gálatas, advierte a los cristianos de todos los tiempos a que se cuiden de las nuevas doctrinas predicadas, y no de los nuevos predicadores.

  16. Mejor que un grupo interdisciplinario de sicólogos, siquiatras, neurólogos y geriatras evalúen a este señor. Ya esto no es una discución teológica… Es ya un tema personal de él. ¿Que pasa si un Sumo Pontífice deja de estar en sus cabales?

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