La carta enviada por una sesentena de obispos norteamericanos para que no se debata la ‘coherencia eucarística’ -la conveniencia de negar las comunión a políticos abortistas- es un verdadero ‘Who is Who’ del modernismo eclesial norteamericano.
¿Quién teme hablar claro de la Sagrada Eucaristía en Estados Unidos? ¿Quién preferiría no tener que pronunciarse colegiadamente sobre la obediencia al Código de Derecho Canónico, que obliga a negar la Comunión a quienes activamente procuran o contribuyen al aborto? ¿Quién, sobre todo, teme indisponerse con el presidente de Estados Unidos, Joe el Devoto, y disgustar a los políticos demócratas?
Para empezar, cinco cardenales y seis arzobispos, entre la sesentena de firmantes de la carta dirigida a la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, reunida en asamblea virtual, para que no se redacte ningún comunicado en este sentido. Y estamos seguros de que cualquiera que tenga alguna idea de quién es quién en la Iglesia estadounidense podrá adivinar fácilmente los nombres.
La carta, nos informa The Pillar, se envió al presidente del episcopado, José Gómez, arzobispo de Los Ángeles (y, misteriosamente, no cardenal) con el membrete de la Archidiócesis de Washington.
Washington, archidiócesis capitalina, parece gafada. Fue la sede desde la que ‘reinó’ incontestado el ex cardenal Theodore McCarrick y que utilizó para hacer y deshacer en nombramientos y decisiones. Le sucedió Donald Wuerl, que tuvo que renunciar por viejas alegaciones de encubrimiento de abusos sexuales clericales, y el Papa entonces nombró y vistió de colorado a Wilton Gregory, de la ‘escudería’ McCarrick y conocido por sus posturas abiertamente ‘progresistas’ y por sus simpatías hacia los grupos LGTBI.
Y, claro, Gregory es no solo uno de los firmantes, sino probablemente uno de los coautores de la carta, aunque The Pillar apunta a otro protegido de McCarrick, igualmente elevado por Francisco, como autor principal: Blase Cupich, arzobispo de Chicago. Los siete obispos auxiliares de su archidiócesis, eso es lealtad, también son firmantes de la carta, como lo son los auxiliares de Gregory, faltaría más..
La carta alega que la cuestión es demasiado delicada como para tratarla en una asamblea episcopal, que imagino sirve para tratar cuestiones indelicadas, y que es potencialmente divisiva para la iglesia norteamericana, por no hablar de las acusaciones de injerencia política que podría suscitar. La idea de que el no pronunciamiento episcopal sobre cuestiones críticas pueda ser divisiva, e incluso desanimante para los feligreses, no parece contemplarse.
Si no es ahora mismo, es improbable que surja otra ocasión de que los fieles norteamericanos sepan a qué atenerse sobre el particular hasta, por lo menos, finales de año o comienzos del que viene, en el mejor de los casos.
En fin, esta es la lista de los obispos titulares (dejamos fuera los auxiliares), cortesía de The Pillar. El cardenal Timothy Dolan, muy en su línea, firmó inicialmente la carta y después retiró su firma:
Cardenal Blase Cupich de Chicago
Cardenal Timothy Dolan de Nueva York
Cardenal Wilton Gregory de Washington
Cardenal Sean O’Malley, OFM Cap., de Boston
Cardenal Joseph Tobin, de Newark
Arzobispo Andrew Bellisario, de Anchorage-Juneau
Arzobispo Paul Etienne de Seattle
Arzobispo Gustavo Garcia-Siller, de San Antonio
Arzobispo Mitchell Rozanski de St. Louis
Arzobispo Dennis Schnurr de Cincinnati
Arzobispo John Wester de Santa Fe
Obispo Joseph Bambera de Scranton
Obispo Mark Bartchak de Altoona-Johnstown
Obispo Steven Biegler de Cheyenne
Obispo John Michael Botean de St. George
Obispo Frank Caggiano de Bridgeport
Obispo Randolph Calvo de Reno
Obispo Brendan Cahill de Victoria
Obispo Robert Coerver de Lubbock
Obispo Christopher Coyne de Burlington
Obispo Nicholas DiMarzio de Brooklyn
Obispo Timothy Doherty de Lafayette, IN
Obispo Ronald Hicks de Joliet
Obispo William Joensen de Des Moines
Obispo Donald Kettler de St. Cloud
Obispo Joseph Kopacz de Jackson
Obispo Robert McElroy de San Diego
Obispo Michael McGovern de Belleville
Obispo Shawn McKnight de Jefferson City
Obispo William Medley de Ownesboro
Obispo Michael Mulvey de Corpus Christi
Obispo David O’Connell, de Trenton
Obispo Richard Pates, Administrador Apostólico de Crookston
Obispo Lawrence Persico de Erie
Obispo Mark Seitz de El Paso
Obispo Michael Sis de San Angelo
Obispo John Stowe, OFM Conv., de Lexington
Obispo Anthony Taylor de Little Rock
Obispo David Toups de Beaumont
Obispo Geroge Thomas de Las Vegas
Obispo Louis Tylka, Coadjutor Obispo de Peoria
Obispo Joseph Tyson de Yakima
Obispo Joe Vasquez de Austin
Obispo Michael Warfel de Great Falls-Billings
Obispo Edward Weisenburger de Tucson
Obispo Thomas Zinkula de Davenport
Obispo Patrick Zurek de Amarillo
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Hay mucho traidor entre las filas del episcopado norteamericano. Claro que en el Vaticano tienen mucho ejemplo de cobardía.
Si tan valite eres por qué no tomas el camino de otros y presentas batalla a cara descubierta en vez de esconderte en un foro?
Eso te gustaría a ti, para que la Jerarquía Apostata, sancione a los curas fieles a Cristo.
Pues que no exija lo que no está dispuesto a cumplir
Pienso como San Pablo, el afán de dinero es la causa de todos los males. Y presiento que se trata en el fondo de seguir recibiendo ayudas, para hacer obras (ay, Marta, Marta, te afanas por muchas cosas, pero son importantes, pocas, más bien, una sola, María ha elegido la parte mejor, la que no le será quitada). Muy probablemente, tantos obispos firmantes, ven peligrar obras asistenciales que se benefician de dineros públicos, y muestran poca fe en el Dios providente.
Miguel: sacerdote mariano no exige, denuncia. ¿Captas la diferencia, o crees que son sinónimos?
Vergonzoso y traicionero a Dios! No tiene nombre! Van atener que rendirle cuentas a Dios, cuánto Obispo falso esparciendo tinieblas, llevando ls ovejas al despeñadero, trabajando abiertamente para el enemigo! lo peor; con la anuencia vaticana!
Terriblemente cierto.
Pediría a Infovaticana que eliminara varios nombres de esa lista. Si consulta la noticia actualizada en The Pillar verá que algunos de los firmantes se han desvinculado de esa carta y a Schurr por ejemplo le incluyeron sin su consentimiento.
Es increible ver como lonque sucede en Alemania podria acontecer en USA. Desconozco cuantos obispos haya en Estados Unidos, ojala los que estan a favor de la congruencia se manifiesten y no se acobarden dejando a los otros hacer todo el ruido
Por algo será, por algo será que esos obispos no quieren incomodar a Biden….
¿Política? ¿Favores? Prebendas? ¿Dólares?
O tal vez porque algunos tienen miedo de que se les eche públicamente en cara su mariconería activa y militante. Ahí está lo más granado de la escudería McCarrick y seguramente más de uno de ellos, si no todos, tienen mucho que ocultar.
Típico de la escudería del Papa porteño. Elude su obligación de prohibir y sancionar la comunión a indignos. Lo delega a las conferencias episcopales, lo que rompe el principio de unidad eucarística universal. Luego, sus obispos afines y Ladaria hacen pinza para postergar sine die todo debate, deliberación y decisión. Mientras, el indigno Biden comulga para escándalo de la Iglesia. Si esto es un Papa…
«Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres.»
(Evangelio de San Mateo, cap.5, v.13)
Y los hombres les pisarán
Interesante lista.
El próximo Papa que de verdad tenga celo por la Iglesia ya sabe por donde tiene que empezar
¡Cuánta razón tiene Telémaco!
Hasta que llegue ese momento -recemos para que se abrevie el tiempo- estos malvados hacen y / o defienden / promueven lo que prohíbe el evangelio: «no déis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas a los los puercos…» (Mt 7, 6).
¡Cuánto sacrilegio se comete contra el cuerpo, la sangre, el alma y la Divinidad de Nuestro Señor!
Es absurdo decir que todos los firmantes son de la línea McCarrick o que pertenecen a un supuesto sector progresista o liberal. Es obvio que no pocos sí lo son pero sesenta obispos son demasiados para que supongamos que todos formen parte de un sector próximo a Francisco. Decir que Schurr es berg ogliano es como decir que Viganò es luterano.
Hay una sutil diferencia entre «que no se debata» y «que no se emita ningún comunicado» sobre ese tema.
Leyendo con detenimiento los tres documentos, a) el de Gómez, b) el pedido de los sesenta ( «Sesenta son las reinas, ochenta las concubinas, (e innumerables las doncellas). (Cantar 6, 8)» y c) el pedido de Ladaria, en el de los 60 y el de Ladaria lo que se hace es tratar de obviar tener que expedirse y mantener el silencio para evitar la conducta práctica de la comunión de algunos. Esconder la lámpara no la va a apagar, dejar librado a que cada uno en su diócesis haga lo que quiera tampoco. Ya se produjo un tironeo con la Misa de Santa Marta y Roma cerró la puerta. Ahora frente a esa realidad global de dar o no dar alguien se atreverá a hacerlo en público ?. No va a alcanzar con el silencio frente a una actuación concreta.