Las restricciones impuestas contra la pandemia han hecho aguzar el ingenio a los sacerdotes más llenos de celo. Así, allí donde tenían que cerrar los templos, se extendió la práctica entre algunos de anunciar su presencia en determinado punto al aire libre donde podrían acudir penitentes a confesarse. Ahora, las autoridades irlandesas han convertido esa práctica en un delito.
La ley recién aprobada en Irlanda sobre reuniones de carácter religioso hace ilegal -y punible- incluso las confesiones en espacios abiertos, una práctica que se ha extendido en varios países debido al cierre de los templos, protagonizada espontáneamente por sacerdotes preocupados por el alma de los fieles.
Esa es al menos la opinión de Oran Doyle, profesor de la Facultad de Derecho del Trinity College de Dublín, en declaraciones al diario The Irish Catholic. Doyle hace notar que el articulado de la nueva norma aplica las restricciones tanto a las actividades en interiores como al aire libre, algo que la hace diferente a la aplicada a otras ocupaciones restringidas.
Para Doyle, esa criminalización de este último recurso para impartir un sacramento esencial para un cristiano prueba de forma innegable que el gobierno de Michéal Martin miente cuando asegura que su gabinete no está movido por un ánimo “antirreligioso en ningún sentido”.
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¡Hala obispos, a obedecer!
Obedecen y mantienen el cargo, que es lo que más les interesa en el mundo.
¿ningún obispo irlandés levantó la voz? Merecen el repudio de su grey.. Ya bastante teníamos con la jerarquia irlandesa cómplice de abusos…
¿ningún obispo irlandés levantó la voz? Merecen el repudio de su grey.. Ya bastante teníamos con la jerarquia irlandesa cómplice de abusos por décadas.
Un país que ha caído en manos de los masones. El primero, el Michael Martín ese, el primer ministro.
Querrán confesiones por videoconferencia hackeables.
Esto también demuestra quien estaba detrás de la campaña sobre la pederastia en la Iglesia hace muchas décadas
Sacapuntas: haces honor a tu apodo. «Esto también demuestra quién estaba detrás de la campaña sobre la pederastia en la Iglesia hace muchas décadas.» ¡Sí, señor! Excelente observación.
Un contra sentido total. ¿No quieren purificar el mundo de tanta corrupción y contaminación? Pues, ¡que mejor medio que la confesión! «Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Eso es lo que contamina al hombre». (Mateo 15,19-20)
«No temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna.» (Mateo 10,28)
Que Dios nos coja a todos confesados, aunque tenga que hacerse la confesión al aire libre.
Hombre, hay que tener el colmillo muy retorcido para considerar una confesión «una reunión»