Maureen Mullarkey acaba de entrevistar al estudioso del Islam William Kilpatrick, profesor durante muchos años en el Boston College y autor de varios libros sobre temas culturales y religiosos, el último de los cuales se titula What Catholics Need to Know About Islam.
En la extensa entrevista, publicada por The Federalist, se aborda la cuestión de la visión sobre el matrimonio y la familia en el Islam y en el cristianismo:
MM: Usted escribe que los cristianos asumen ingenuamente que los musulmanes son sus aliados contra el secularismo y que los valores familiares islámicos y los valores familiares cristianos son similares. Los musulmanes, por ejemplo, se oponen a la permisividad sexual. Defienden la modestia, la castidad y la piedad. ¿Cómo explicar la diferencia en estas cuestiones entre cristianos y musulmanes?
Kilpatrick: Los valores familiares cristianos no tienen un equivalente sustancial en la cultura islámica tradicional. Las normas sexuales cristianas y el énfasis cristiano en la fidelidad matrimonial fomentan el respeto a la mujer. En cambio, la ética sexual islámica devalúa a la mujer. Y esta devaluación explica la alta incidencia de la violencia doméstica en los hogares musulmanes tradicionales.
El primero de los «valores familiares» en el Islam es el honor masculino, un honor que depende en gran medida de la capacidad del hombre para controlar a las mujeres con las que convive. Una esposa o una hija que pueda poner en peligro el honor del marido, del padre o del hermano, se arriesga a un severo castigo, incluso a la muerte.
El control del hombre musulmán sobre las mujeres va más allá de los asesinatos por honor y llega hasta la mutilación genital femenina, una crueldad diseñada para deprimir la libido y salvaguardar la virginidad. Otras prácticas: el matrimonio forzado, el matrimonio infantil, el matrimonio temporal, la poligamia, el maltrato a la mujer y el divorcio fácil (para los hombres) forman parte de la urdimbre de la sociedad islámica. La prevalencia de estas prácticas desmiente la idea de que los cristianos y los musulmanes comparten valores familiares similares.
MM: En 2017, el Parlamento alemán votó a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo. Los seis miembros musulmanes del Bundestag también votaron a favor del «matrimonio homosexual». ¿No demuestra esto que los musulmanes pueden asimilarse a la cultura occidental y adaptarse a sus ideas de igualdad?
Kilpatrick: No, no lo demuestra. No si se considera el voto musulmán como una medida táctica. El voto a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo abre una puerta a la poligamia al desmantelar la concepción tradicional judeocristiana del matrimonio como un vínculo entre un hombre y una mujer.
El voto de los parlamentarios musulmanes puede verse como un paso hacia la legitimación de la sharia y, simultáneamente, como el debilitamiento de una institución cultural clave. Al igual que el matrimonio entre personas del mismo sexo, la poligamia es una fuerza desestabilizadora en la sociedad occidental. Y la desestabilización de la estructura familiar es un arma en una guerra cultural progresiva. Sirve a los objetivos de la yihad al debilitar la cultura occidental desde dentro.
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¿Conocéis la última? El cardenal Schönborn ha dicho que no le parece bien la negativa de Doctrina de la Fe a bendecir parejas homosexuales porque la bendición no se puede negar a nadie. No es equivalente al sacramento del matrimonio y la bendición se puede dar a todos si se hace de forma honesta. Establece la comparación con la madre católica que bendice a su hijo antes de que se marche de casa y la madre es la Iglesia. Esta persona es cardenal arzobispo de Viena.
Se puede bendecir a los homosexuales como personas, pero no como pareja, no su unión. Que se dejen ya de intentar confundir y enredar. Los cardenales no están para confundir ni para ser príncipes. Los cardenales visten de rojo por los mártires, y lo principal que deberían hacer es custodiar y promover la integridad de la fe. Solo unos pocos lo hacen. El resto se lavan las manos, mientras otro grupito dinamita o confunde la doctrina. Para qué queremos a esos cardenales que sólo dicen lo que diga el papa de turno para no perder su puesto? Necesitamos cardenales testigos de la fé, no veletas que se mueven con el viente según les conviene.
Así es.
Ni más, ni menos.
Una buena Madre es nuestra iglesia; pero hay no buenos hijos, que la ultrajan. He ahí al 1mp05t0r qué llegó al vértice, y que 3ntr0⁰ por la puerta de atrás, la de San Gallo.
Pues si. Si a un sacerdote se le presente un fiel, y le dice «Padrecito, su bendición», creo que el sacerdote está obligado a bendecirlo. ¿Que era un sicario, y su intención es que Dios le ayude a matar bien al objetivo y que no lo maten a él? Problema de su conciencia.
Pero si a un sacerdote se le presenta una persona, con una pistola y le dice: «Padrecito, su bendición, que soy un sicario, y quiero que Dios me bendiga para hacer bien mi trabajo y que no me maten», pues no lo puede bendecir. La Iglesia no bendice el asesinato, por que no bendice el pecado.
Idem con las personas que practican la homosexualidad (llamada tradicionalmente por la Iglesia sodomía). Las personas son bendecidas, el pecado exterminado.
A ver: cuando vamos a misa a alguna iglesia diferente a la que solemos ir, casi siempre mi esposa y yo nos acercamos al sacerdote y le pedimos la bendición, como esposos. Eso es muy diferente a qué dos personas del mismo sexo pidan al sacerdote la bendición como pareja. No se puede bendecir el pecado. O que tal que la mujer, o el hombre con su amante pidieran la bendición ?
Dicho de otra manera: los enemigos de mis enemigos son mis amigos.
El «matrimonio homosexual» es enemigo de la civilización occidental inspirada en el cristianismo. Luego los musulmanes votan favor.
La noticia completa está en el medio orf.at. No puedo pasar el enlace pero sale en diversos medios en google noticias si pones kardinal schönborn o schönborn.
Sorprende, que deshonre sus años pasándose al mundo.
Esto se explica porque el islam es algo diabólico.
Esto es una barbaridad, que ofende tanto a la caridad como a la verdad.
Si. El Islam ofende tanto a la caridad como a la verdad. Exactamente.
El islam es DEMONÍACO.
Si fuera el mismo Dios el del islam y el de la Iglesia Católica, cómo se explica usted que en una,el islam, Dios mande CORTARLE LA MANO al que ROBA y en la Iglesia Católica lo perdona.
DIOS NO PUEDE DECIR ,SI FUERA EL MISMO EN AMBAS,EN UNA RELIGIÓN BLANCO Y EN LA OTRA NEGRO.
Por favor..use el cerebro que Dios le dió para pensar.
Puede que los que se vayan al infierno sean los fariseos, «que se ponen delante de la puerta del Reino de los Cielos y ni entran ni dejan entrar a los demás»
Los fariseos ponían 1000 condicionantes absurdos para ir al Cielo que nadie podoa cumplir, por eso el negocio de la compra de animales en el Templo como sacrificio en la condición de víctimas propiciatorias por los pecados graves ridículos (no pagar el diezmo del comino) iba viento en popa…
“la concepción tradicional judeocristiana del matrimonio como un vínculo entre un hombre y una mujer.” Increíble embuste, porque la religión judía permite la poligamia.
El islam persigue a los cristianos, se expande con violencia e invasiones, maltrata a sus mujeres, y ahora apoya a los homosexuales. Desde luego esa religión no viene de Dios.
Ni más ni menos…
Belzunegui, recuerde: Una manzana podrida, pudre a las demás. Este desmadre va como pandemia.
Ven pronto Señor!
No es verdad, la religión judía no permite la poligamia.
De todas formas hay que leer más el evangelio, por ejemplo cuando Jesucristo dice poco más o menos: » No he venido a derogar la ley sino a perfeccionarla» y que Dios había consentido algunas cosas por la dureza de su corazón pero lo perfecto era el matrimonio hombre mujer para siempre…
Por otra parte está clarisimo por qué los musulmanes apoyan a los partidos degenerados en occidente, entre otras cosas porque así se restan rápidamente las poblaciones occidentales y ellos se multiplican más. No, si tontos no son. Los tontos somos algunos de nosotros. Y además de tontos , malos.
¿Se ha «enterao» ese despistado que desentona por aquí?
Todos los demás comentaristas aportan verdades como puños.
En general, la natalidad va bajando también en los países islámicos y de manera dramática en Irán, también en Turquía y Tunicia, no tanto en el resto de los países islámicos, pero sigue la tendencia.