(Agencias/InfoCatólica) La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha tomado la palabra en representación del Gobierno para asegurar que con la legalización de la eutanasia se avanza en el reconocimiento de los derechos y de «una sociedad más justa y decente». Una sociedad que, en palabras de la titular de Sanidad, se «preocupa por evitar el sufrimiento de todos sus miembros» gracias a una ley «equilibrada» y «garantista» que atienda a las deman.
El diputado del PPJosé Ignacio Echániz ha calificado a la eutanasia como un acto «antimédico» y ha alertado de un efecto llamada que provocará en las personas más vulnerables. En su opinión, a estas se le «empujará» a la eutanasia o el suicidio asistido: «Los más frágiles de la sociedad tienen motivos para el desasosiego y el miedo».
Por su parte Vox, que ha anunciado que recurrirá la ley ante el Tribunal Constitucional y solicitará que se paralice la norma hasta que haya una sentencia, ha lamentado que «el Gobierno opte por la muerte en lugar de por los cuidados» en un día que pasará a la historia, ha dicho, «de la ignominia» por implantar «la cultura del descarte y la muerte». «Más pronto que tarde les ganaremos y construiremos todo lo que han destruido y les daremos esperanza a quienes la hayan perdido».
Ciudadanos ha calificado el día como «histórico» para España y ha lamentado de que no cuente la nueva ley con el apoyo unánime de la Cámara. «Ustedes siempre han estado en contra del avance de derechos porque no quieren libertad de decidir», ha recriminado al PP y Vox la diputada Sara Giménez (CS), quien ha recordado también a la derecha cómo se opuso en su momento a la ley del divorcio, del matrimonio homosexual y del aborto.
Enfermos terminales, crónicos y con gran sufrimiento psíquico
Si el paciente cumple los requisitos fijados en la ley, podrá recibir la eutanasia unas cinco semanas después de solicitarla, tras un proceso en el que será informado de las distintas alternativas y de los cuidados paliativos disponibles.
El primer requisito es ser mayor de edad y sufrir «una enfermedad grave e incurable» o un «padecimiento grave, crónico e imposibilitante» que afecte a la autonomía y que genere un «sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable».
Hay que tener la nacionalidad española, residencia legal en España o certificado de empadronamiento que acredite un tiempo de permanencia en territorio español superior a doce meses.
En el caso de que el paciente no se encuentre en pleno uso de sus facultades ni pueda prestar su conformidad libre, voluntaria y consciente, debe haber suscrito con anterioridad un documento de instrucciones previas, testamento vital, voluntades anticipadas o documentos equivalentes legalmente reconocidos.
Procedimiento
El paciente debe formular dos solicitudes de manera voluntaria y por escrito, dejando una separación de al menos quince días entre ambas, aunque el médico puede acortar ese plazo si cree que existe un riesgo «inminente» de «pérdida de la capacidad» del enfermo para otorgar el consentimiento informado.
El solicitante de la prestación de ayuda para morir podrá revocar su solicitud en cualquier momento o pedir su aplazamiento.
Una vez recibida la primera solicitud, el médico responsable realizará con el paciente un «proceso deliberativo» sobre su diagnóstico, posibilidades terapéuticas y resultados esperables, así como sobre posibles cuidados paliativos, análisis que se repetirá tras la segunda solicitud.
Después se volverá a preguntar a la persona si desea desistir o continuar. Si mantiene la solicitud, el médico responsable deberá consultar el caso con un «médico consultor», que tendrá un plazo de diez días para corroborar el cumplimiento de las condiciones.
Comisión de garantía y evaluación
En cada comunidad autónoma deberá crearse en el plazo de tres meses una ‘Comisión de Garantía y Evaluación’ compuesta por personal médico, de enfermería y juristas y responsable en última instancia de autorizar cada proceso de eutanasia.
Tras ser informado por el médico de una petición, el presidente de la comisión designará a dos miembros que tendrán siete días para verificar que se cumplen los requisitos previstos en la ley.
Las resoluciones desfavorables de la Comisión podrán ser recurridas ante la jurisdicción contencioso-administrativa.
Se da la circunstancia de que las compentencias de sanidad están transferidas a las comunidades autónomas y dos de ellas, Andalucía y Castilla y León, están en manos de un gobierno de coalición del PP, contrario a la ley, y Ciudadanos, favorable.
Está por ver si el PP intentará impedir la creación de esas comisiones allá donde gobierna.
Realización de la eutanasia
El paciente tiene derecho a elegir cómo quiere recibir la ayuda para morir: que el personal médico le administre directamente una sustancia, o que le prescriba o le facilite la sustancia, de modo que se la pueda «auto administrar» para causar su propia muerte.
En el primer caso, la ley establece que el equipo sanitario asistirá al paciente hasta el momento de la muerte. En el segundo, que «mantendrá la debida tarea de observación y apoyo a este hasta el momento de su fallecimiento».
El proceso podrá realizarse en centros sanitarios -públicos, privados o concertados- o en el domicilio del enfermo.
Una vez realizada la eutanasia, el médico responsable tendrá que remitir a la Comisión de Garantía y Evaluación toda la documentación del caso.
De acuerdo con esta ley, la muerte como consecuencia de la prestación de ayuda para morir tendrá la consideración legal de muerte natural, a pesar de que no tiene nada de natural quitarse la vida.
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Histórico para España va a ser el día que desaparezca del mapa toda la izquierda laicista y demás partidos que están de acuerdo con esta Ley.
Las palabras de la ministro de Sanidad son una provocación.
La eutanasia es un asesinato del que son cómplices todos los españoles que han votado a los partidos que la han aprobado.
Mi aplauso a PP, Vox, UPN y Foro Asturias, por ser los partidos que han votado en contra de ese crimen. Y mi pública reprobación a todos los demás partidos que han favorecido la eutanasia. Recuerden que un día comparecerán ante el tribunal de Dios, y si no se han arrepentido de su grave pecado, se condenarán eternamente.
La eutanasia atenta contra el quinto mandamiento de la Ley de Dios, y su iniquidad es extrema. Todos los hombres de buena voluntad deben deplorar la aprobación de esta ley.
Dia tristisimo e ignominioso para España. Con esta ley y la del aborto, España avanza (¡¡¡orgullosa y satisfecha!!!) en la vileza de dar muerte a los más débiles.
Cada día me duele más España. Señor, ¡ten piedad de nosotros!
No es de extrañar que tantos pacientes reclamen la eutanasia si desde hace ya 50 años no se predica la Justi cia Di vina, ni el in fier no, ni del pur gatori o. La pena más ligera del Pur ga to rio es infinitamente más dolorosa y espantosa que toda una vida de sufrimientos en la tierra. Lo peor es que se omite voluntariamente que es un pecado mortal, una ofensa grave a Dios.
Muchos prelados, castigan a sus subordinados si se atreven a hablar de estos temas en las homilías. Llevamos sufriendo de un empacho de misericorditis tantísimo tiempo que ya la gente no cree en nada ni en el valor reparador de los pecados cometidos.
Pronto los médicos no van a poder alegar la objeción de conciencia y se les podrá encarcelar o retirarles el poder ejercer.
Esto es un modo de dar culto al dia blo encubierto de piedad
¿No será que más ancianos matan más impuestos de sucesiones acumula el estado y de paso van a llenar los bolsillos de los chiringuitos?