El Vaticano ha confirmado en una carta enviada a la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) el castigo que la diócesis de Bilbao impuso al párroco de Lemona, Mikel Azpeitia, tras sus polémicas declaraciones en las que justificaba el terrorismo de ETA, informa Vox Pópuli.
El nuncio de Su Santidad en España, el filipino Bernardito Auza, remitió una carta a APROGC el pasado jueves en la que señalaba que la Secretaría de Estado del Vaticano traslada a la presidente de esta asociación, Begoña Uña, «la cercanía y oración del Santo Padre por todas las víctimas» de la banda terrorista.
El Vaticano recuerda que la diócesis tiene la competencia «en primera instancia» para valorar «cualquier infracción por parte de un clérigo», como se ha hecho en el caso del sacerdote de Lemona, quien puede recurrir la decisión «en el modo que prevé el derecho» canónico.
Azpeitia provocó un enorme revuelo en noviembre cuando defendió en una entrevista que el terrorismo de ETA fue una respuesta a la «represión» existente en los territorios vascos. «Que un pueblo oprimido al que quieren conquistar responda con violencia, no sé hasta qué punto es terrorismo», señaló.
Algunos grupos de religiosos vascos progresistas apoyaron al sacerdote. Esto llevo a que APROGC escribiera una carta al Papa Francisco en la que le recordaban «el daño que nos siguen causando comportamientos ofensivos hacía nuestros asesinados» y le pedían que tomase «medidas correctoras».
En febrero hubo una reunión en Madrid entre el nuncio del Vaticano y la presidenta de APROGC. Un encuentro “muy satisfactorio”, en opinión de la segunda. “Queremos mostrar nuestro agradecimiento al Nuncio de Su Santidad en España por la cordialidad en la que ha transcurrido esta reunión y la cercanía mostrada hacia esta Asociación, agradeciendo especialmente la preocupación mostrada por la Guardia Civil y sus inquietudes hacia la institución”, recoge Vox Pópuli.
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