Han establecido normas para celebrar otra Semana Santa marcada por la pandemia.
La Conferencia Episcopal Española, a la luz de las directrices dictadas en Roma por el ya ex prefecto de la Congregación del Culto Divino -el cardenal Sarah-, ha emitido unas guías para las celebraciones de esta Semana Santa.
El año pasado, los españoles no pudimos celebrar los sacramentos durante la semana más importante del año. Este año, a pesar de que la pandemia sigue estando presente, sí podremos asistir a estas destacadas celebraciones; eso sí, con medidas y restricciones.
Los obispos españoles han dado a conocer una serie de normas para vivir esos días respetando la situación sanitaria, y recomendando, entre otras cosas, asistir presencialmente. También han aconsejado que se cuide y fomente el Sacramento de la Penitencia. «Se ruega a los sacerdotes una mayor disponibilidad para que los fieles puedan celebrar este Sacramento, con todas las medidas de precaución, distancia social y discreción», escriben.
Las principales directrices son las siguientes:
- Siempre que sea posible, desde un discernimiento responsable que ha de hacer cada fiel, se recomienda la participación presencial en la celebración, formando parte activa de la asamblea.
- Aquellos fieles que, por razón de edad, enfermedad, o de prudencia sanitaria, no puedan participar presencialmente en las celebraciones, síganlas por los medios de comunicación.
- En todas las celebraciones se deberán respetar las normas emanadas de las autoridades sanitarias en la lucha contra el virus: el aforo de los templos, las recomendaciones sanitarias e higiénicas para hacer de los lugares de culto espacios sanos y seguros, el uso de la mascarilla, disponibilidad de gel hidroalcohólico, distancia social, ventilación de los espacios, etc.
- Prepárense con sumo cuidado las celebraciones, eligiendo bien las alternativas que propone la Liturgia y acogiendo de buen grado las indicaciones para adaptarlas a este tiempo de pandemia.
- En las distintas celebraciones se ha de reducir al mínimo necesario el número de ministros que intervienen –acólitos, lectores, etc.–, sin que ello desdiga de la dignidad de la celebración.
- El canto no está prohibido, siempre y cuando no exista alguna indicación expresa de las autoritarias sanitarias y se haga con las medidas de precaución adecuadas –uso de mascarilla en todo momento y distancia de seguridad entre las personas–. No es aconsejable el canto o la música grabados.
- Evítese la distribución de subsidios para el canto en soporte de papel, o cualquier tipo de folleto explicativo de la celebración, por el riesgo que conllevan ante un posible contagio.
- Instrúyase a los fieles para recibir la comunión de manera segura y ordenada, atendiendo a las disposiciones del Obispo diocesano, procurando que este gesto central de la celebración se haga de la mejor manera posible.
- Para el bien de los fieles, en el caso de que los aforos permitidos en las iglesias sean un grave problema para la participación, el Obispo diocesano puede autorizar a que se hagan varias celebraciones en el mismo templo en horas sucesivas, siempre y cuando esto se haga verdaderamente para utilidad de los fieles y en circunstancias de real necesidad.
- De cara a que los enfermos y las personas en confinamiento o de alto riesgo puedan seguir las celebraciones desde sus casas, se anima a que sean retransmitidas las presididas por el Obispo en la catedral, como signo de unidad de la diócesis. Procúrese que estas celebraciones sean verdaderamente ejemplares en su preparación y desarrollo. Se excluyen, en cualquier caso, las grabaciones en diferido de las mismas.
- Cuando no se puedan realizar las celebraciones con participación del pueblo, ofrézcase a los fieles la posibilidad de celebrar la Liturgia de las Horas, especialmente las Laudes y las Vísperas de cada día y el Oficio de Lectura. A tal efecto el subsidio La Hora de Jesús, que contiene los textos de las celebraciones de la Semana Santa y que incluye también la Liturgia de las Horas para estos días, puede ser un instrumento muy útil. También se recuerda que se puede hacer uso de la aplicación oficial de la Liturgia de las Horas para dispositivos móviles, recientemente publicada por la Conferencia Episcopal.
- Los sacerdotes que estén afectados por el virus y estén confinados procuren también celebrar los distintos ritos, en la medida de lo posible y si su salud se lo permite.
- Se recomienda vivamente que se cuide y fomente el Sacramento de la Penitencia. Se ruega a los sacerdotes una mayor disponibilidad para que los fieles puedan celebrar este Sacramento, con todas las medidas de precaución, distancia social y discreción.
También han establecido medidas concretas para cada celebración del triduo pascual. Pueden verlo aquí.
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¿Por qué piden mayor disponibilidad a los sacerdotes para confesar?
¿Es que no la hay?
Que lo demuestren. Yo sí que pediría mayor disponibilidad para confesar a los señores obispos. Porque a ellos nunca les he visto confesar.
Estos obispos son los mismos que hace unos meses, a los sacerdotes, nos prohibían bautizar y confesar por miedo mundano a una enfermedad.
Exacto.
Lo de los obispos y su miedo a la muerte es para echarles de comer a parte. Más allá de que los sacerdotes deben mantener y fomentar la ocasión de confesarse, falta formación hacia los fieles. Si en una misa cualquiera de domingo, los fieles supieran todas las posibilidades de faltar al 5to mandamiento (que no es solamente matar físicamente a una persona) más de la mitad de las personas que comulgan, no lo harían (o al menos, no lo deberían hacer) Es notable la realidad de la ausencia de la conciencia de pecado.
Cierto. Obispo y curas desaparecieron en la epidemia y ahora todos corriendo al confesionario, que ahora no contagia…
Pediría que los obispos también se pongan a confesar en sus catedrales… prediquen y den su trigo…
«Evítese la distribución de subsidios para el canto en soporte de papel…»
Ha se ha visto que no se traduce tanto por contacto, y el uso de papel moneda no está propagando la crisis.
En cuanto a las celebraciones más específicas de la Semana Santa, como los Oficios, Vía Crucis, no son de precepto, por tanto, no entiendo bien que se diga «se recomienda la participación presencial en la celebración, formando parte activa de la asamblea», eso lo entiendo para la misa de precepto, o para cuando pase la pandemia