España pierde en veinte años un tercio de sus seminaristas

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Cuando se acerca la Festividad de San José, 19 de marzo, la Conferencia Episcopal ha publicado los datos sobre los seminarios españoles del curso 2019-2020, que muestran una alarmante caída en el número de seminaristas. Hay exactamente 1.128 en toda España. En unas dos décadas ha ‘desaparecido’ un tercio de los varones que se preparaban para el sacerdocio.

Cuando empezó el siglo, ese ‘Tertio Millennio Adveniente’ en el que tantas esperanzas ponía el Papa de entonces, Juan Pablo II, había en España 1.736. Era ya una cifra bajísima en perspectiva histórica, y que no había dejado de descender con pausas desde hace al menos medio siglo. Pero desde ahí fue el derrumbe.

Aún carecemos de los datos del presente curso, pero no es improbable, vista la tendencia, que queden en una cifra de tres dígitos. No habrá muchos curas en un futuro próximo en España. Y uno de cada cinco no se forma en los seminarios diocesanos, sino en los promovidos por el Camino Neocatecumenal, Redemptoris Mater.

La Conferencia Episcopal Española ha puesto en marcha el Plan de formación sacerdotal -Formar pastores misioneros-, con el que la Comisión Episcopal para el Clero y Seminarios quiere hacer una profunda renovación formativa en los seminarios. Pero es difícil dar con soluciones si no se examinan con sinceridad las causas, algo que no se va a hacer.

Se habla, claro, de la pandemia, que lo mismo vale para un cosido que para un fregado. Pero eso, desde luego, no explicaría la sequía de larga duración que está sufriendo la formación sacerdotal en los últimos años, una caída tan prolongada que ya hay quien se solaza poniéndole fecha al último cura español.

Y la principal causa es que seguimos llamando ‘primavera eclesial’ a lo que ha sido y sigue siendo un invierno sin final a la vista. Nadie en la jerarquía se atreve a sumar dos más dos y vincular la crisis postconciliar al Concilio -o su ‘espíritu’, si lo prefieren-, pese a la llamativa coincidencia de las fechas. Los dos Papas anteriores amagaron un parcheo de la situación que apenas ralentizó la decadencia, y el actual Pontífice ha redoblado la apuesta conciliar, con resultados numéricamente obvios.

No es, por tanto, una crisis que afecte solo a la Iglesia española, sino a toda la Iglesia universal o, al menos, la de Occidente, aunque haya distinciones de matiz de una nación a otra. Por lo demás, si la crisis del clero es alarmante, la que afecta a la vida religiosa puede calificarse sin exageración de terminal.

La pregunta es por qué, y la respuesta, me temo, es ¿por qué no? La vida del sacerdote es una vida de entrega y renuncia construida sobre la fe. ¿Qué sentido tiene cuando oye desde sus propios prelados, desde el mismo Papa, que cualquier religión es un camino válido para la Salvación? ¿Por qué habría un joven renunciar al éxito mundano y a formar una familia si, al final, todos vamos a salvarnos? ¿Por ‘convertir la verdad en un ídolo’?

Las propias estructuras clericales hacen mucho más hincapié en la labor social de los sacerdotes que en los aspectos sobrenaturales, y se desanima activamente a recalcar que los católicos tenemos la plenitud de la verdad. Una cosa es vivir a contrapelo del mundo con el respaldo de los pastores, y otra muy distinta es vivir a contrapelo de esos mismos pastores.

Porque la labor social, la ayuda a los más necesitados, no requiere en absoluto el celibato ni el encuadrarse en una estructura eclesial, ni siquiera la fe. Si la Iglesia se obstina en convertirse en una gigantesca ONG o en la depositaria de una vaga espiritualidad al servicio de un proyecto mundano, por noble que sea, entonces no se necesitan curas.

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Comentarios
24 comentarios en “España pierde en veinte años un tercio de sus seminaristas
  1. De cuando yo era seminarista a ahora (han pasado 30 años), en mi diócesis el número de seminaristas ha caído un 66% aprox.
    Pero además hay que tener en cuenta que la población ha aumentado, con lo que este descenso de seminaristas porcentualmente es muy superior.

  2. El modelo progre de cura preocupado por temas sociales, está muy bien visto, pero no anima a nadie al sacerdocio. Un seglar puede muy bien cuidarse es estos temas.
    El modelo cura progre modernista, de que todo el mundo se salva, o que lo importante es la solidaridad, que desacraliza los sacramentos, o enseña a ser buenistas, o una teología descafeinada o centrada en el hombre en vez de Dios, tampoco anima a nadie al sacerdocio.
    El modelo cura u obispo funcionario, que solo cumple con el expediente, y le preocupa la salud material, y no la espiritual, tampoco anima a nadie al sacerdocio.
    El único modelo que anima a los jóvenes al sacerdocio es un cura santo, con recta doctrina, y preocupado por acercar la gente a Dios.

  3. Nuestra Señora ya profetiza desde hace cien años, en Fátima, la falta de vocaciones, debido al secularismo en la Iglésia, por falta de oración.

  4. Es penoso. Los seminarios son un fiel reflejo de lo que hay en las familias y en la sociedad. Sólo Dios puede hacer que esta «norma sociológica» cambie drásticamente. No hay otra. «pedid que el Dueño de las mies envíe operarios a sus mies»…

  5. Es increíble como mienten parece que la Iglesia tuvo enormes ingresos en el 2020 según dice un artículo de Info y sólo perdió el 20 por ciento de los seminaristas en 20 años, o sea, en 2020 en donde todos estuvieron mal y en donde no se hicieron misas y casi no tuvieron ingresos por turismo ellos tuvieron mayores ingresos y un años espectacular salvo que señalan que disminuyeron los contribuyentes entonces los ingresos de dónde vinieron por no hacer nada con la eutanasia vinieron. Por qué no publican cosas serias como el artículo sobre el Gran Inicio y sobre lo que ha afirmado el arzobispo de Cracovia el artículo trata de que el arzobispo alerta sobre el Gran Resert en Infocatólica. Esperemos que los genios no me pongan el comentario en pendiente de moderación porque algún sacerdote o buenista se les ocurre que están haciendo las cosas bien pero les sale todo mal.

  6. Se han cargado los seminarios de San Rafael y de Ciudad del Este. Seminarios de éxito porque eran ortodoxos y eso llama a los jóvenes, a los de hoy, claro. Aparte está el problema de la propia gestión de los seminarios. Busquen en google: «Seminarios hoy: mataderos de vocaciones»

    1. Muy cierto, Inaki: algunos de los seminarios son verdaderos mataderos de vocaciones, otros son apenas pobres semilleros de política y hay un resto que son institutos de perversión se xual…Puedo dar pruebas y nombres, para que ningún/a sacristán/a se escandalice ni se me censure.

  7. ¿Y nadie tiene el valor de plantear que es en los propios seminarios donde en numerosísimas ocasiones se da al traste con las vocaciones?
    En muchos casos sugiriendo a los candidatos que estudien antes carreras civiles para que «maduren». Y, claro, la «madurez» se salda en el agostamiento de una vocación no alimentada.
    Y mientras, los grupos propedéuticos acogen candidatos que, en no pocas ocasiones, más bien deberían asistir a catequesis básica.
    Eso sin entrar en otros detalles, como cuando el tiempo de televisión supera con creces al de oración.
    Así las cosas, lo sorprendente no es la caída de vocaciones, sino que todavía las haya.

  8. A mi lo que me preocupa es que de las pocas vocaciones que hay se sigan, en muchos seminarios, malogrando haciendo que salgan sacerdotes o progres o medio-progres.

  9. Cuando los curas se mezclan en el entremés político se ven arrastrados por la decadencia y evanescencia a la que todos los partidos se ven abocados. Allí donde la Iglesia se mantiene al margen, y por encima, de las luchas políticas permanece fiel al mensaje cristiano. Los curas nacionalistas, los socialistas o los progresistas son los responsables de la actual crisis. Si hay pocas familias cristianas habrá pocos sacerdotes, pero eso es normal. Lo anormal sería que hubiese muchos curas y pocas familias o viceversa porque, o no serían verdaderos sacerdotes, o no serían verdaderas familias cristianas.

  10. Deberíamos preguntarnos (sin querer tener exactas respuestas) cómo será la Iglesia en el 2070, (apenas cincuenta años), cuando TODOS los obispos y cardenales actuales hayan rendido sus cuentas ante el Altísimo…y también lo hagamos hecho nosotros, humildes lectores y foristas de INFOVATICANA…

  11. Dios no va a llamar a nadie para que lo adoctrinen en una fe modernista que no es la católica en instituciones que son más bien colegios mayores de universitarios donde ni hay libertad para entrar ni libertad para salir, y mucho menos libertad para pensar de forma tradicional, en donde a una gente pre seleccionada con criterios laborales se les enseña un oficio de oficinista, de animador social y conseguidor de financiación cuyo único fin es ahorrar servicios sociales al Estado y propagar la idea de que todos se salvan y que la Iglesia era muy mala porque restringía la salvación. A Iglesia falsificada, el propio demonio ya se encarga de regarla con abundantes vocaciones falsas con celibato a base de pastillas.

  12. ¿Y en qué se han convertido las vocaciones de Dios? Pues en un puesto de trabajo que ellos mismos otorgan tras un casting de favoritos y sobrinos. Un Gran Hermano donde nadie conoce la fe verdadera ni le preocupa lo más mínimo pues lo único importante es la simpatía, el buen teatro y los fichajes estrella. Ni se sabe lo que se juzga, ni se conoce lo que se está juzgando, ni se sabe en qué consiste el juicio, ni se sabe de lo que se está acusando. ¿Pero quien se va a meter en un sitio varios años donde unos saben que se van a ordenar desde el principio y otros no lo saben hasta el día de antes?. Han convertido las ordenaciones en una segunda primera comunión: en la primera dejan de ir a misa al día siguiente, y en la segunda abandonan de media a los cinco años. Moraleja: de Dios no se rie nadie.

  13. Es que me encanta cuando sacan los datos para que veamos cómo toda esta chapuza supuestamente se va recuperando del caos post conciliar. Se les llena la boca de números, de datos inflados y de fotos que lo ilustran. Pero nunca jamás te dirán el número real de los que abandonan tras ser ordenados, eso más bien queda en la nebulosa niebla de todo este fracaso. Pero si los estais ordenando contra Trento: en vez de ser clérigos que se ordenan, son laicos ordenados, porque tonsura tenerla, no la tienen¿por qué Dios les tendría que dar celibato?

  14. Pues sí, no se necesitan sacerdotes. Estamos en el siglo XXI, lo sobrenatural ya es un tema superado desde hace un buen rato

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