La sorprendente renuncia romana a la objeción de conciencia

Reacciones salud Papa El Papa Francisco con mascarilla
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Como en la batalla provida, durante décadas la Iglesia Católica y sus pastores han estado en la vanguardia de la defensa de la objeción de conciencia. Los católicos han figurado con honores en el combate para que los poderes públicos reconozcan el derecho de todo individuo a abstenerse de hacer lo que su conciencia le impele a evitar, con independencia de que el poder político considere su postura irracional o perniciosa.

Por eso llama poderosamente la atención que sea el propio vértice de la jerarquía eclesial, la propia Curia romana, la que prohíba la objeción de conciencia ante la obligación de vacunarse contra el covid, a pesar no solo de las dudas razonables sobre su seguridad y su naturaleza hasta cierto punto experimental -comparado con el proceso habitual de aprobación de vacunas-, sino de la documentada sospecha de que se han utilizado para su elaboración células de fetos abortados deliberadamente.

Por eso recibimos con alivio la noticia recién aparecida según la cual la oficina del cardenal Bertello ha emitido una declaración en la que rectifica, asegurando que se encontrarán “soluciones alternativas” para aquellos empleados vaticanos que no quieran recibir la vacuna por cualquier razón, y que no perderán su empleo como se amenazaba en el decreto original.

La sorprendente decisión inicial de las autoridades vaticanas, que obviamente pone en peligro todo el edificio jurídico y doctrinal de defensa de la objeción de conciencia en otros campos, contrasta, además, con la decisión de una institución tan poco sospechosa de estrechas miras y tan amada por la línea oficial vaticana de los últimos años como es el Consejo de Europa, cuya Asamblea Parlamentaria acaba de aprobar (27 de enero) una importante resolución en torno a la aplicación de las vacunas contra el Covid19 que dice expresamente que los gobiernos deben asegurarse de que los ciudadanos estén informados de que la vacunación NO es obligatoria y de que nadie es presionado política, social o de otro modo para que se vacune, si no lo desea; deben además velar por que nadie sea discriminado por no haber sido vacunado, por posibles riesgos para la salud o por no querer ser vacunado.

Incluso en el seno de la jerarquía episcopal, especialmente la de Estados Unidos, han surgido voces defendiendo, no ya la libertad que deben tener los ciudadanos para aceptar o rechazar la vacunación, sino directamente la ilicitud de esas mismas vacunas.

Entre estas figuras destaca el obispo de la diócesis texana de Tyler, Joseph Strickland, que no es la primera vez que se pronuncia a la contra del consenso de sus hermanos en el episcopado. En esta ocasión, Strickland ha hecho propaganda activa contra el uso de las vacunas contra el covid, argumentando que aceptar una vacuna desarrollada o probada con células de niños abortados podría constituir una complicidad moral con el crimen del aborto. Ya el pasado mes de junio, Strickland anunció que rechazaría toda vacuna producida usando tejidos de niños abortados.

Por su parte, el Santo Padre señaló hace un mes que no conseguía explicarse el “negacionismo suicida” de quienes se negaban a la vacunación, añadiendo que “desde el punto de vista ético todo el mundo debe vacunarse, porque no solamente pones en peligro tu salud, tu vida, sino también las de los otros”.

Pero si el principio moral que plantea el Papa es difícilmente discutible en abstracto, la resistencia al uso de una vacuna concreta en una situación específica escapa a las competencias del Santo Padre. Incluso dejando de lado -y es mucho dejar- la ilicitud grave de su forma de producción o testeo, es perfectamente lícito cuestionar la idoneidad, eficacia y efectos secundarios de una vacuna desarrollada y probada en un tiempo absolutamente récord -el tiempo normal suele ser de entre 8 y 10 años- y para la que los laboratorios -empresas comerciales con ánimo de lucro y un comprobable historial de prácticas cuestionables- ensayan una tecnología nunca antes empleada, más aún cuando dichas firmas han obligado a los gobiernos a firmar un acuerdo que las hace inimputables en caso de que algo salga mal. Se trata, en fin, de discusiones científicas sobre las que el Vaticano no tiene competencias, y ante las que cualquiera esperaría que guardase un prudente respeto a la libertad individual.

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Comentarios
25 comentarios en “La sorprendente renuncia romana a la objeción de conciencia
  1. Amigo Belzunegui y demás amigos de Infovaticana: la Iglesia austriaca se abre al “ayuno” ecologista. Los obispos austriacos proponen que durante la Cuaresma no hagamos uso del coche como penitencia cuaresmal. El “ayuno” propuesto por la “comisión de medio ambiente” (¡sic!) de la Iglesia austriaca y la comunidad protestante es dejar el coche en el garaje y recorrerlo a pie, en bicicleta o en transporte público.

    1. Es que es muy fuerte: si tienes miedo insuperable a la reacción de la vacuna… puedes ir a la calle. Pero semejante despotismo por las modas mediáticas, ¿se puede consentir más en este hombre?

  2. Un pontífice de recta doctrina moral, estaría exigiendo a las empresas que no fabriquen ni prueben vacunas sirviéndose de líneas celulares procedentes de abortos; estaría exhortando a los fieles a que presionen para ser vacunados sólo con vacunas éticamente aceptables; estaría defendiendo la objeción de conciencia para quienes no consideren correcto vacunarse. Pero eso lo haría un buen Papa, no lo que tenemos ahora, que hace justo lo contrario.

  3. No hay que hacer caso al Papa Francisco en este tema. Lo que está diciendo sobre las vacunas no es doctrina católica, sino su ideología, y en eso no debemos secundarlo.

  4. Así mismo. Además qué más prueba de desconcienciado o enajenado por la Bestia que el humano que niega a otros humanos su derecho a la objeción de conciencia. A estas alturas de la historia «Romano 13» es inadmisible para un ser humano, cristiano o no, que tenga conciencia y atienda más a los dictados de ésta que a los dictados de la «autoridad» farmamedica, política, eclesiástica o del dorado mundano con que se revista.

  5. Muchos lo han dicho antes, y les han llamado conspiranoicos, pero todo hace pensar que el virus del PCCH, ha sido creado en laboratorio hace 5 años, y ya tienen el antídoto, como revela la vacunación en Perú, de la élite, a fines del mes de octubre de 2020. Si no tuvieran el antídoto ya listo, ¿cómo podrían colocarlo a la élite peruana? Las vacunas que empezaron en diciembre en el mundo, son el gran experimento transgénico que con la excusa de la pandemia las farmafiosas, están llevando a cabo. No se sabe qué daños causará al genoma humano. Y no debe sorprender que pronto nos enteremos que a las élites del mundo ya les fue inoculado el antídoto y van a dejar que experimenten en las personas. Dios nos libre

    1. Cada vez son más los científicos que lo afirman. Y dicen también que un virus artificial no puede mutar, sino que desaparece poco a poco. Estas cepas que han surgido ahora son modificaciones artificiales del virus primigenio, y las sueltan cuando a los políticos les conviene que haya una nueva «ola». Esto lo afirma Montagner, el premio Nobel que descubrió el virus del SIDA. Y otros, todos censurados en internet; hay que buscarlos en Telegram y sitios sin censura.

  6. Mostraron la hilacha. Hay algunos jerarcas desesperados por complacer a la élite vacunocrática y a tal fin se cargarán todo principio moral, incluido el de la objeción de conciencia.

  7. Virus o pandemia, el verdadero problema está en un mundo pecador donde la cabeza está absolutamente podrida! Y por cabeza no es sólo la parte socio política o medicinal, es sobretodo el Sanedrín organizado en la ciudad eterna.
    Lo que a un niño no nacido le arrebatan que es el derecho de nacer, a un viejo no productivo le quita la eutanasia, a un joven en formación le inoculan como forma de “educación” como única opción lo lgtb, a una nación la condicionan con el epíteto del nuevo orden mundial, a un mundo de adúlteros, ladrones y falsos pastores, la doctrina sinedrita, falta sólo la parodia de matar a la Iglesia como lo hicieron con Su Fundador en la Cruz.
    Cerca está su derrota, y no habrá compasión, faltan los Profetas que lo proclamen! O tal vez ya hay algunas voces que los preceden?.

  8. El consejo de Europa dijo que debería ser voluntaria la vacunación, pero luego al tiempo, dirá lo contrario, o no se le hará caso. Son bandas de esbirros criminales cuya táctica consiste en dar dos pasos hacia delante y uno para atrás. Todo un teatro y el proyecto es meter tal ruina y presion para llevar a cabo el verdadero objetivo del plan: vacunación obligatoria.

  9. Bergoglio tiene la fea costumbre de opinar de todo lo que no entiende. Y como está «a partir un piñón» con la patulea de Soros y sus mariachis, les obedece ciegamente. ¿Es posible que no se dé cuenta de los canallas que son? No lo puedo entender. O Bergoglio es muy ingenuo, o es tan malo como ellos.

  10. Solo agradecer al autor del artículo, pues ayuda a delimitar el alcance de la opinión del Papa sobre un tema que no le compete, y resalta la libertad individual de poder discernir delante de Dios y con responsabilidad si hay o no que vacunarse.

    Gracias x ayudarnos a formar criterios claros, que hoy en día es un artículo de lujo en una Iglesia que sufre una confusión generalizada y que ha dejado de ser un faro o guia hacia la verdad

  11. Los que se vacunen no deben temer nada de los que no se quieran vacunar pues se supone que aquellos, al estar vacunados, serán inmunes al virus.
    Aunque por otra parte parece que la mayoría de las vacunas son, al parecer, poco eficaces ante las nuevas variantes del virus, especialmente la sudafricana, pero eso no es responsabilidad de los que no se quieran vacunar sino que por el contrario refuerza su postura.
    Los que no se quieran vacunar, porque desconfían de la eficacia de las vacunas o bien de sus efectos a medio y largo plazo, podrán infectar (en el caso de que las vacunas sean eficaces) solo a otros que como ellos no se quieran vacunar por lo que su responsabilidad no me parece grave.

  12. 2243 La resistencia a la opresión de quienes gobiernan no podrá recurrir legítimamente a las armas sino cuando se reúnan las condiciones siguientes: 1) en caso de violaciones ciertas, graves y prolongadas de los derechos fundamentales; 2) después de haber agotado todos los otros recursos; 3) sin provocar desórdenes peores; 4) que haya esperanza fundada de éxito; 5) si es imposible prever razonablemente soluciones mejores.

    La jerarquía vaticana está censurando la Doctrina Católica.
    Non Nobis…

  13. Lo que me parece increíble es cómo Satanás ha conseguido centrar toda la atención en la aberrante línea celular de esa persona asesinada hace casi medio siglo. ¿Por qué lo digo? Porque se encuentran ahí “vacíos” legales/morales donde discutir. Pero no veo a nadie discutir de que esas vacunas modifican, (¡¡aunque sea ínfimamente!!) el ADN. Esa es la identidad de cada persona, antiguamente se definía como la firma de Dios en cada uno. No se habla de la manipulación genética?! Es eugenesia, condenada por la doctrina y el magisterio!! Me parece increíble cómo Satanás ha conseguido tapar esto a ojos de la Iglesia… se acercan tiempos muy difíciles…

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