Se acaba de anunciar la restauración de la estatua centenaria del Sagrado Corazón de Jesús que fuera casi destruida el pasado mes de septiembre. La conmoción por este acto vandálico movilizó a cientos de donantes de todo el país que se unieron para rezar en desagravio y conseguir los fondos para su restauración.
La Diócesis de El Paso, Texas, acaba de hacer público un comunicado anunciando el regreso de la estatua a la catedral en el que se lee lo siguiente:
“Un gran dolor se produjo cuando la estatua del Sagrado Corazón de la Catedral de San Patricio fue vandalizada el pasado otoño. La conmoción y la tristeza reunieron a donantes de todo el país que se sintieron movidos a rezar y a realizar donativos para su restauración. Hoy la estatua está restaurada y vuelve a la catedral de San Patricio.
El vandalismo perpetrado contra la estatua de 2 metros del Sagrado Corazón de Jesús en la histórica Catedral de San Patricio el pasado 15 de septiembre de 2020 dejó a muchos preocupados por la posibilidad de que la estatua no pudiera ser reparada. Muchos fieles habían puesto sus miradas en el Sagrado Corazón, con sus brazos abiertos en señal de bienvenida, a lo largo de más de 100 años, tanto en momentos alegres como difíciles de sus vidas, y la idea de su destrucción era difícil de aceptar. La estatua ha estado en la Catedral casi desde la ceremonia de su dedicación que tuvo lugar el día de Acción de Gracias, el 29 de noviembre de 1917.
El Sagrado Corazón fue enviado a los estudios Daprato Rigali de Chicago para su reparación el 8 de octubre de 2020. Fueron precisamente los Hermanos Daprato, hoy Estudios Daprato Rigali, fundados en 1860, quienes hicieron la estatua original. La misma empresa restauró la estatua con mucho cariño y ahora se está preparando para enviarla de vuelta a El Paso.
(…)
Elizabeth (Lisa) Rigali, directora de arte y diseño de los Estudios Daprato Rigali, que pertenece a la cuarta generación de propietarios de los Estudios Daprato Rigali, declaró que fue un gran placer y un honor restaurar la estatua del Sagrado Corazón de Jesús. Explicó en detalle también el minucioso proceso de restauración diciendo que primero tuvieron que reforzar el cuerpo y la cabeza, además de esculpir una nueva mano, un brazo y un rostro nuevos”.
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De nada sirvio al obispo de El Paso hincar la rodilla en apoyo del BLM. Con la izquierda no es posible congraciarse. Su postura anticristiana no encuentra tregua.
La profanación del Sagrado Corazón de San Patricio, de El Paso, es expresión de una ideología anticatólica que con Biden previsiblemente va a crecer más, pues cuando se atacan los fundamentos de la fe y de la moral como él hace, la religiosidad decrece en muchos.
Una vez más se repite la acción de los impíos, como viene sucediendo desde que los sacerdotes fariseos atacaron a Jesús por todas las formas hasta obtener la cruxificación redentora de Jesús por parte del gobierno romano. Jesús vio la acción de los impíos en todas las edades, pero también vio la fidelidad de los buenos y vio que Su Sangre no fue derramada en vano. Así que las manos ya están condenadas como Lucifer, no importa cuánto hagan, no prosperan. Jesús venció el mal y la muerte, y todos nosotros con él.
Por supuesto, me duele enormemente el ataque sufrido por la imagen de Nuestro Señor y de su Sagrado Corazón. Me duele porque lo que querían los infames BLM es hacer daño, no a un pedazo de yeso, sino a los católicos en particular, y a los cristianos en general. Golpearles psicológicamente. Pronto se vio que la muerte de un delincuente habitual a manos de una incorrecta acción de la policía no tenía nada que ver con la oleada anticristiana que se desató por todo el país y más allá. Se vandalizaron iglesias por todo el mundo, así como estatuas religiosas. El golpe en la otra mejilla lo recibimos los católicos al ver como muchos obispos, con la aprobación del papa, se sumaban y felicitaban a los infernales BLM, hincando la rodilla, cuando no lo hacen ni ante la imagen del Santísimo. ¡Vergüenza de papa!.