Francisco, con la Agenda 2030 de la ONU en lo referente a la educación

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Lo dijo Francisco en un mensaje con motivo del Simposio que se celebra en el Vaticano, para el lanzamiento de la Misión 4.7 y del Pacto Mundial sobre la Educación, organizada por la Academia Pontificia de Ciencias Sociales y por la ONU.

El Objetivo 4 de la Agenda 2030 de la ONU reza así: «Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos». Y el punto 7, de ese Objetivo, dice lo siguiente: «De aquí a 2030, asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible»

“Ustedes se han reunido hoy en un acto de esperanza” para que “los impulsos de odio, divisiones e ignorancia puedan y sean superados a través de una nueva buena onda” de oportunidades educativas “basadas en la justicia social y en el amor mutuo”, dijo el Papa en su mensaje al encuentro que está teniendo lugar en el Vaticano.

“Ante todo, les agradezco por reunirse hoy para hacer crecer nuestras esperanzas y planes compartidos en una nueva educación que fomente la trascendencia de la persona humana, el desarrollo humano integral y sostenible, el dialogo intercultural y religioso, la salvaguardia del planeta, los encuentros por la paz y la apertura a Dios”, señaló el Santo Padre.

Las Naciones Unidas, según Francisco, “ofrecen una oportunidad única para que los gobiernos y la sociedad civil del mundo se unan tanto en la esperanza como en la acción por una nueva educación”.

Su Santidad ve con satisfacción “que los gobiernos se han comprometido nuevamente a poner en práctica estas ideas mediante la adopción de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, en sinergia con el pacto global sobre la educación”. “En el corazón de los Objetivos de Desarrollo Sostenible está el reconocimiento de que la educación de calidad para todos es una base necesaria para proteger nuestro hogar común y fomentar la fraternidad humana”, aseguró el Pontífice. “El pacto global para la educación y la misión 4.7 trabajarán juntos por la civilización del amor, la belleza y la unidad”, dijo el Santo Padre.

El Papa Francisco, al alabar la Agenda 2030 de la ONU y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, tan sólo se refiere, por el contexto en el que se inscribe el mensaje, al punto 4 de esa agenda. Sin embargo, sería bueno que la Santa Sede aclarara que no abraza todos los objetivos allí fijados.

Citemos, por ejemplo, el Objetivo 3, de Salud y bienestar, que en su punto 3 dice:

O el Objetivo número 5, de igualdad de género, que en su punto 6 indica:

¿Qué dice ese Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo? Pues cosas como estas:

Aunque, según dice el programa, pide que se intenten reducir los abortos:

Les ofrecemos las palabras del Papa, publicadas en español por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:

Señoras y señores:

La educación es siempre un acto de esperanza que, desde el presente, mira al futuro. No existe la educación estática. La reunión de hoy en la Casina Pío IV es un acto de esperanza y solidaridad generacional, de esperanza y solidaridad intergeneracional. Los jóvenes líderes y los educadores globales se están reuniendo desde todas partes del mundo para promover un nuevo tipo de educación, que permita superar la actual globalización de la indiferencia y la cultura del descarte. Dos grandes males de nuestra cultura, la indiferencia y el descarte.

Este ha sido un año extraordinario de sufrimiento por la pandemia de Covid-19; un año de aislamiento obligado y exclusión, de angustia y crisis espirituales y de no pocas muertes, y de una crisis educativa sin precedentes. Más de mil millones de niños han enfrentado interrupciones en su educación. Cientos de millones de niños se han quedado atrás en las oportunidades de desarrollo social y cognitivo. Y en muchos lugares, las crisis biológica, psíquica y económica han empeorado mucho por las crisis políticas y sociales aparejadas.

Ustedes se han reunido hoy en un acto de esperanza; un acto de esperanza para que los impulsos de odio, divisiones e ignorancia puedan y sean superados a través de una nueva buena onda, digamos así, una nueva buena onda de oportunidades educativas basadas en la justicia social y en el amor mutuo, un nuevo pacto global para la educación lanzado ya en octubre con alguno de los presentes. Ante todo, les agradezco por reunirse hoy para hacer crecer nuestras esperanzas y planes compartidos en una nueva educación que fomente la trascendencia de la persona humana, el desarrollo humano integral y sostenible, el dialogo intercultural y religioso, la salvaguardia del planeta, los encuentros por la paz y la apertura a Dios.

Las Naciones Unidas ofrecen una oportunidad única para que los gobiernos y la sociedad civil del mundo se unan tanto en la esperanza como en la acción por una nueva educación. Cito con gusto el mensaje de reconocimiento de san Pablo VI a las Naciones Unidas, dice así: «Vosotros habéis cumplido, señores, y estáis cumpliendo una gran obra: Enseñar a los hombres la paz. Las Naciones Unidas son la gran escuela donde se recibe esta educación». La Constitución de la UNESCO, adoptada en 1945 al final de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial, reconoció que «puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz». Hace setenta y cinco años que los fundadores de la UNESCO pidieron «asegurar a todos el pleno e igual acceso a la educación, la posibilidad de investigar libremente la verdad objetiva y el libre intercambio de ideas y conocimientos… a fin de que los pueblos se comprendan mejor entre sí y adquieran un conocimiento más preciso y verdadero de sus respectivas vidas» (Preámbulo).

En nuestro tiempo, en el que el pacto educativo mundial se ha quebrado, veo con satisfacción que los gobiernos se han comprometido nuevamente a poner en práctica estas ideas mediante la adopción de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, en sinergia con el pacto global sobre la educación.

En el corazón de los Objetivos de Desarrollo Sostenible está el reconocimiento de que la educación de calidad para todos es una base necesaria para proteger nuestro hogar común y fomentar la fraternidad humana. Tal como el pacto global para la educación, así también fundamentalmente, el ODS 4 compromete a todos los gobiernos a “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, como asimismo promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida, y esto para todos”.

El pacto global para la educación y la misión 4.7 trabajarán juntos por la civilización del amor, la belleza y la unidad. Permítanme decirles que espero que ustedes sean los poetas de una nueva belleza humana, una nueva belleza fraterna y amigable, como de la salvaguardia de la tierra que pisamos. No se olviden de los ancianos y de los abuelos portadores de los valores humanos más decisivos. Gracias por lo que hacen y, por favor, no se olviden de rezar por mí. Gracias.

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Comentarios
8 comentarios en “Francisco, con la Agenda 2030 de la ONU en lo referente a la educación
  1. Aunque sólo se refiriera al punto 4 sobre la educación, ya es erróneo apoyarlo, pues la línea de educación de la agenda de la ONU incluye todas las inmoralidades de aborto, eutanasia y de ideología de género.

  2. Resulta inapropiado que Francisco defina la reunión para el lanzamiento de la Misión 4.7 como un «acto de esperanza.»
    Ninguno de sus predecesores lo hubiera considerado así, sinó que, al contrario, hubieran denunciado los errores de esa Agenda 2030.
    La esperanza hay que ponerla en Dios, no en la anticatólica Agenda de la ONU.

  3. Servidor no es nada francisquista, como bien sabe mi hermano el del Opus, pero quiero entender las circunstancias. Todo lo que el pontifice dice está en las obras de misericordia corporales que enseña la Iglesia. ¿Qué no menciona a Jesucristo?, cierto, pero en la ONU hay países que aborrecen a Cristo y no hace falta que los mencione. Es empezar poniendo en contra a 2/3 de la asamblea y en muchos de esos países se persigue activamente a los cristianos. Esta es una diplomacia de tono mas bajo y discreto y no de ir de católico por la vida, porque en aquellos países te parten la cara y por este motivo a la ONU no se va a dar catequesis.
    Igualmente menciona la cultura de la indiferencia y el descarte y esto está directamente vinculado a la eutanasia y el aborto, que a buen entendedor, pocas palabras bastan.
    El problema de Francisco, no es tanto lo que dice, que también, sino lo que consiente dentro de la Iglesia.

  4. La «Agenda 2030» es un proyecto masónico.
    En España ha sustituido en la Administración al de la «Marca España» y se ha encomendado al Moñas

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