El Belén del Vaticano

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Ayer se inauguraron en el Vaticano el Belén y el árbol, tradición que se remonta a 1982, con Juan Pablo II.

Lo que ha sorprendido al público ha sido precisamente el primero de ellos, el pesebre, que este año ha dejado perplejo a más de uno.

La obra del pesebre expuesta en la Plaza de San Pedro fue realizada por los alumnos y profesores del Instituto de Arte «F.A. Grue», la actual escuela estatal de arte para el diseño, que en la década de los años 1965-1975 dedicó sus actividades didácticas al tema de la Navidad, nos dice Vatican News.

Por la época podemos imaginarnos el espíritu de la época: pleno posconcilio, Mayo del 68, e incluso la revolución espacial -que se ve reflejada en el belén con la presencia de un astronauta.

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Comentarios
36 comentarios en “El Belén del Vaticano
  1. La excelencia de las iglesias románicas y góticas, la sublimidad de la música sacra de Bach o de Haendel, la belleza de la pintura religiosa de Murillo o de Ribera, la grandeza de la escultura de Miguel Ángel o de Bernini, sólo por poner algunos ejemplos, refleja la rica espiritualidad de épocas de gran fervor. Pero en un tiempo como el actual, de tremenda frialdad religiosa, el arte no puede dar más de sí (salvo honrosas excepciones).
    Así pues, este belén es hijo de su generación.
    Y mientras San Francisco impulsó la elaboración de belenes para fomentar la devoción, el que han puesto en el Vaticano no invita a contemplar el misterio de la Navidad, sinó que tan solo es una loa al arte contemporáneo, que a la mayoría de fieles nos desagrada.

  2. Pero en un tiempo como el actual, de tremenda frialdad religiosa, el arte no puede dar más de sí (salvo honrosas excepciones). Así pues, este belén es hijo de su generación.

  3. Y mientras San Francisco impulsó la elaboración de belenes para fomentar la devoción, el que han puesto en el Vaticano no invita a contemplar el misterio de la Navidad, sinó que tan solo es una loa al arte contemporáneo, que a la mayoría de fieles nos desagrada.

    1. No sabía que los sacerdotes habláis en nombre de la mayoría…
      Puede que sí en nombre de la mayoría de los seguidores de esta página pero no te atrevas hablar en nombre de la mayoría

      1. La mayoría generalmente no tiene buen gusto. Pero aquí se trata de algo más que gusto. Se trata de sentido teológico de la iconografía católica. Este Belén rompe todos los cánones del culto y veneración de la imágenes. Puede que sirviera para una exposición, pero no para exponerlo al culto público, que es el casi del Belén que se pone en la plaza, no con sentido expositivo de te de cias artísticas, sino para la contemplación del misterio. En mi tierra se dice que «la miel no es para el paladar del burro»

      2. No se si habla en nombre de la mayoría. Hay quienes tienen poco de católicos, y aún de cristianos, si es que algo tienen, y a ellos es posible que les agrade ese «belén» (así, con comillas y sin mayúscula)…

  4. Un belén ha de ser fiel reflejo de su época, la que Dios eligió,y cuando intentamos trasladarla a nuestros tipos erramos, bien por exceso bien por defecto.

  5. Pepito,

    Yo no ataco nunca a la Iglesia Católica pq es cuerpo de Cristo pero la verdad es q esto de Belén no tiene nada.Mis argumentos ya los he expuesto en el post anterior sobre este tema, por si quieres leerlo.

    Todos somos libres de opinión.No nos juzgues por opinar distinto.Yo he expuesto mis argumentos en la otra entrada, no suelo opinar sin base argumental, gratuitamente.

    Le dices al sacerdote que no hable por la mayoría.¿y no te das cuenta que caes en lo mismo que criticas?

    Un abrazo fraterno.

      1. Pepito,

        Ah no? No nos has acusado a todos de paranoicos y de hablar en contra del papa y de la Iglesia?

        Disculpa entonces, me había parecido que sí q pluralizabas.

  6. Pasé la Navidad en el Vaticano (bueno, en Roma) en 2007 y certifico que ese año el belén se inauguraba A LA SALIDA DE LA MISA DEL GALLO, sobre las 2am del día 25. Me agradó el contraste – a dos pasos, la Roma mundana, como el resto del planeta, con los adornos de Navidad desde un mes antes; aquí, en el Vaticano, respetando los tiempos. No me lo esperaba. Y después de haber mantenido esa autenticidad hasta 2007, ¿a santo de qué adaptarse «ahora» a los tiempos del mundo? Todavía si lo hubieran hecho en plena época posconciliar, tiene un pase – una confusión más en el barullo que se armó. Pero, ¿ahora, en plena segunda década del siglo XXI…? Bueno, y ya aparte, la birria de belén – como todos desde la época de de Francisco…

  7. Lo cierto es que no queda claro si se trata de un pesebre para la devoción religiosa o de una estación de bobinas de carga con Torre Wardenclyffe en la luna al modo Nikola Tesla.

      1. Hola ACS,me gustaría poder poner palabras,a lo que quiero decir,pero me resulta muy difícil,por no decir imposible,y además,temo que se mal interpreten o escandalizar,así que prefiero solo decir lo único que sé que puedo decir.Un saludo .

  8. El arte sacro debe mostrar la Palabra de Dios, y el artista debe desaparecer. Aquí solo aparece el artista narcisista con su empanada mental diciendo aquí estoy yo y aguanta el cubata que este año salgo en las noticias.
    Además se observa una cierta iconoclastia. Se cuestiona, velándola, la Encarnación de Dios en carne humana, que es lo que precisamente lo que se celebra, pero más parece que Dios se hizo concepto y no un niño.
    En definitiva es un reflejo de esa antropología emergente, transhumanista y biónica, donde cada cual es lo que quiera ser, de género indeterminado y fluido, emancipado de la carne, y que no puede proclamar la Encarnación, no vaya a ser que encima haya que servirle.

  9. A ver Lector que tu adores a Francisco, no quiere decir que ese Belén inspire algo de piedad, o que rememore el Nacimiento de Jesucristo en Belén, que en realidad es de lo que se trata el instalar un Nacimiento. También puedes instalar unos cuantos aros de aluminio, y que el público se imagine el Belén, tú seguirías diciendo que era una genialidad y que te inspira cantar un villancico.

  10. Estéticamente no me gustan las imágenes que componen el belén de este año en la plaza del Vaticano, pero me resulta infinitamente más desagradable, la manera en que algunos utilizan una cuestión meramente estética, para acometer lo que resulta
    un ataque fundamental contra la unidad de la Iglesia, alentando la desconfianza hacia la institución a través de su cabeza visible que es el Papa. Así que, entre modernistas con mal gusto y apóstatas, lamentablemente me quedo con los primeros, que al menos no buscan destruir a nadie. Entre prostitutas e hipócritas, creo que ya se dijo todo hace dos mil años.

    1. Creo que el nacimiento de Jesús, el Belén que conocemos, hay que representarlo con el máximo respeto cosa que en esta ocasión no ha sido así.. Aquí se ha ido más allá el mal gusto estético, rebajandolo a un nivel de feísmo inaceptable por ese relativismo que todo lo contamina. Al pan, pan y al vino, vino.

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