Padre Martin: “No vas a ir al infierno por votar a Biden”

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El mediático jesuita James Martin se ha lanzado a la palestra a escasos días de las elecciones norteamericanas para tranquilizar a su parroquia: es lícito, dice, votar por Biden o por Trump. Añadir que se le ve el plumero es una obviedad.

No vas a ir al infierno por votar a Biden”, tuitea Martin, redactor del órgano de los jesuitas de Estado Unidos, America, y consultor de comunicación vaticano, glosando un vídeo propio sobre la cuestión. “Ni por Trump. No importa lo que te diga el que sea. La doctrina católica dice que debes seguir tu conciencia formada. Así que: aprende del Evangelio. Entiende el magisterio de la Iglesia. Estudia los programas. Escucha a tu conciencia. Y vota”.

Es curioso cuando los mismos que no suelen hacer referencia alguna en sus mensajes a las postrimerías u otras realidades sobrenaturales hacen referencia al infierno, que nunca aparece sino en sus referencias políticas, casi como una mera metáfora.

Somos pocos y nos conocemos bien, así que cualquier disimulo sobra: Martin no está diciendo eso para mantener una equidistancia moral entre Biden y Trump, sino para animar al voto católico al primero pese a su postura rabiosamente abortista.

A diferencia de Martin, yo no tengo ni idea de si alguien va a ir al infierno por votar a Biden, aunque no entiendo por qué habría de ser imposible. Votar a Biden -que no es votar a Biden, un anciano con flagrantes síntomas de demencia senil que no va a gobernar realmente en ningún caso- significa asentar y ampliar una matanza de inocentes con las bendiciones de la ley que se mantiene desde los años setenta, con un número de víctimas que se cuenta ya en millones. Cualquier otro asunto -inmigración, políticas sociales, sanidad- palidece ante esta masacra en la que colaboran el estamento sanitario, las autoridades y las propias madres de las víctimas. No es, como pretenden los entusiastas de la teoría de la ‘túnica in consútil’, un asunto más, un dato a tener en cuenta en el voto, como en 1861 la esclavitud no era un tema más.

El elefante en la habitación en este caso es la alianza tácita entre el episcopado americano y el Partido Demócrata, sumado al hecho más que evidente de que los vientos que soplan desde Roma son visceralmente contrarios a Donald Trump y todo lo que representa.

Ahora, el votante americano puede pensar que la política migratoria que abandera Trump es inmoral, o su política social o lo que se quiera. Pero tendrá reconocer que se mueve en parámetros discutibles, prudenciales. Cuál sea la política correcta, moral, en esos casos depende de un juicio prudencial en el que es legítimo no llegar a un acuerdo. Uno puede ser partidario de abolir las fronteras; otros, de abrir un poco la mano o de regularlo de otra manera. La Iglesia, al fin, ha presidido durante décadas cuando la política normal de los países era luchar contra la inmigración ilegal -por eso se llama ilegal, después de todo- sin que haya llamado la atención sobre su inmoralidad.

Nada de esto, en cambio, sucede con el aborto. No hay mucho margen aquí: matar a un ser humano inocente nunca puede ser otra cosa que aborrecible, y hasta la llegada de Francisco este ha sido un frente clave en la guerra cultural liderada por los católicos y sus pastores.

Votar es un acto cargado de responsabilidad, y desde luego no seré yo quien reparta culpas o indique cuál es la única opción permisible. Pero es presuntuoso y absurdo determinar que, como cualquier otra acción libre relevante, no pueda ser un pecado, e incluso un pecado mortal.

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Comentarios
5 comentarios en “Padre Martin: “No vas a ir al infierno por votar a Biden”
  1. La diferencia entre el bien y el mal es lo que marcará nuestro juicio. Si aquí apoyamos aborto, eutanasia, ideología de género, etc., nos ponemos en el resbaladero de la condenación. Y como esa es la opción de Biden, votarle pone en grave peligro al alma.

  2. Rezar por las almas del purgatorio,es algo muy beneficioso,para el que ora y por los que se ora,las gracias suben y bajan con extraordinaria intercesión,es una maravilla.

  3. La frase es engañosa en sí misma. En ningún sitio dice que vas a ir al infierno por votar a Biden, cierto. No es por votar a Biden por lo que vas a ir al infierno sino por aprobar con tu voto acciones contrarias a la doctrina y la moral católica a sabiendas, claro. Personalmente, considero que ninguno de los dos candidatos representa un modelo cristiano. Dicho esto, me remito a santo Tomás: hay que elegir el mal menor. Por un lado está permitir la masacre de no nacidos, esto es, el fomento del asesinato del paradigma de inocencia, y no solo eso, sino adoctrinar el la mal llamada ideología de género, el feminismo andrófobo y la inmoralidad de la sodomía. Por otro lado está Trump, firme defensor de la vida del no nacido. No es un santo, claro, ¿Quién de nosotros lo es?, pero con todos sus defectos de tipo personal, básicamente incultura y arrogancia, es la única opción de conciencia para un católico creyente en Estados Unidos.

  4. Los Paises que aprueban el aborto, crimen en primer grado, sufrirán cual se merecen, clama al Cielo la sangre de tantos niños. Pecado mortal, y gravísimo.

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