“Dame 10 millones y me largo”

Autoridad de Supervisión e Información Financiera El Vaticano
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El audio de tres implicados en los escándalos financieros de la Santa Sede en una reunión en el Hotel Bulgari en Roma muestra una imagen bastante deplorable de los responsables de los dineros de la Iglesia.

Dame diez millones y me largo”, se oye en un momento en el audio grabado en el Hotel Bulgari, de una discusión en torno a negocios de la Iglesia, hecho público por el diario italiano Il Corriere della Sera.

Asunto: el enrevesado negocio de compra de un bloque de apartamentos de lujo en Londres, para el que se ha usado dinero procedente, al parecer, del Óbolo de San Pedro -teóricamente usado para obras de caridad, exclusivamente- y hasta de la cuenta personal que el Papa tiene en un banco suizo y de la que, por cierto, no teníamos noticia.

Personajes del drama: un agente inmobiliario (ahora acusado por la fiscalía de la Santa Sede de extorsión, malversación, fraude agravado y blanqueo dentro del proceso del ‘Vatileaks 3’), Gianluigi Torzi; un alto cargo de la Secretaría de Estado del Vaticano, Fabrizio Tirabassi; y Enrico Crasso, gestor durante ventisiete años del patrimonio reservado de la Secretaría de Estado en Credit Suisse, posteriormente Sogenel y Az Swiss.

Se discute acaloradamente: cifras, negocios. “Sabes que esta operación está todo el mundo, ¿verdad?”, pregunta en un momento Torzi. “Están vuestros servicios, los servicios ingleses… Si esto se hace como digo yo nadie va a salir herido, porque no es que Gianluigi haya caído del cielo para salvar la operación”.

La operación en cuestión, se entiende, es la compra del edificio citado, núcleo de una investigación de la magistratura vaticana y causa inmediata del fulminante cese del cardenal Angelo Becciu.

Me has salvado el culo frente a una operación de la que no era responsable de saber nada y, a diferencia de todos los otros, no me he quedado con nada”, reconoce en la grabación Tirabassi.

Yo pensaba gestionar 3, 4 años. Dame diez millones y me largo; dame ocho millones, qué coño voy a decirte… Sí, me largo en cualquier caso”.

Sigue con unas frases más pintorescamente salpimentadas de obscenidades y acaba con la frase inquientante: “Tengo la transferencia bancaria aquí, no es que sea una mierda … Si hoy me saco 10 millones, me llevo 3 o 4 a casa”.