La encíclica del Papa “en absoluto” dice que todas las religiones valen lo mismo.
Lo ha dicho Munilla durante su programa matinal de ‘Sexto Continente’, en Radio María, donde viene repasando la nueva encíclica del Papa Francisco, ‘Fratelli Tutti’, que fue publicada el pasado 4 de octubre.
Munilla, repasando la encíclica, ha mencionado el punto en el que el Papa aborda la pena de muerte. En él “refiere como san Juan Pablo II declaró con firmeza y con contundencia que en nuestro contexto actual es absolutamente impensable que un Estado no disponga de otros medios para defender la vida frente a un agresor injusto que tener que recurrir a la pena capital”, ha dicho el prelado donostiarra.
“El Santo Padre, siguiendo esa línea de san Juan Pablo II, quiere remarcar, remachar esto sobre la inmoralidad de la pena de muerte en este momento histórico en el que nos encontramos”, ha explicado Munilla. Y añade que en la encíclica hay un texto que es “una perla preciosa”, que el obispo de San Sebastián ha reconocido desconocía, de san Agustín de Hipona.
En efecto, en el punto 265 de ‘Fratelli Tutti’ encontramos un episodio del santo, en el que, con ocasión del juicio contra unos homicidas que habían asesinado a dos sacerdotes, san Agustín pedía al juez que no quitara la vida a los asesinos, y lo fundamentaba de esta manera: “Con esto no impedimos que se reprima la licencia criminal de esos malhechores. Queremos que se conserven vivos y con todos sus miembros; que sea suficiente dirigirlos, por la presión de las leyes, de su loca inquietud al reposo de la salud, o bien que se les ocupe en alguna tarea útil, una vez apartados de sus perversas acciones. También esto se llama condena, pero todos entenderán que se trata de un beneficio más bien que de un suplicio, al ver que no se suelta la rienda a su audacia para dañar ni se les impide la medicina del arrepentimiento. […] Encolerízate contra la iniquidad de modo que no te olvides de la humanidad. No satisfagas contra las atrocidades de los pecadores un apetito de venganza, sino más bien haz intención de curar las llagas de esos pecadores”.
El obispo de San Sebastián aborda el capítulo octavo de la encíclica, llamado “Las religiones al servicio de la fraternidad en el mundo”. “Lo que viene a decir”, explica Munilla, es que no se trata de una cuestión de diplomacia o amabilidad, sino que “tenemos una obligación de encuentro, de diálogo interreligioso, porque eso es algo ineludible para poder construir esta casa común en la que Dios nos ha puesto”.
El obispo español explica que las religiones “son muy importantes para construir esta visión del mundo en la que la persona tenga el lugar central y en la que haya esta cultura del encuentro y de la fraternidad, ¿por qué? Porque son las religiones las que garantizan, las que subrayan, que por encima de las leyes existe algo que es prepolítico”.
“’Fratelli Tutti’ habla del encuentro entre todas las religiones para una construcción mundial”, señala Munilla, pero eso no quiere decir que nosotros “estemos equiparando todas las religiones o que no tengamos conciencia del valor específico del hecho cristiano”. La encíclica del Papa “en absoluto” dice que todas las religiones valen lo mismo, señala el obispo.
En el programa de radio del obispo de San Sebastián siempre hay un hueco para las preguntas de los oyentes. La primera pregunta de la edición de hoy ha sido sobre las palabras del arzobispo Viganò sobre la encíclica del Papa, que la encuadró en la línea de la masonería y el Nuevo Orden Mundial. El oyente en cuestión también mencionó al periodista César Vidal, que también ha criticado la encíclica, quién lo ha calificado como “encarnizado seguidor de la agenda globalista”.
“La verdad es que no ha habido muchos ecos” de la nueva encíclica, dice Munilla, pero “sí es cierto que se han escuchado críticas de este tipo”. Munilla menciona que la Logia masónica de España y algunos políticos han saludado con alegría la encíclica, entonces se “produce una ceremonia de la confusión tremenda”. “No sé a qué están aplaudiendo”, ha dicho el prelado, “pero entiendo que incluirán las condenas al aborto y a la eutanasia que tiene ‘Fratelli Tutti’, ¿no? ¿o eso lo quitan del aplauso?”. “Hay aplausos que son manipuladores”, ha explicado.
“Creo que decir que ‘Fratelli Tutti’ está asumiendo el ideal masónico de fraternidad es regar fuera del tiesto”, ha señalado. “En absoluto” lo que dice la encíclica “se contrapone a la afirmación que hacemos nosotros de que es el bautismo el que nos hace hijos de Dios”. “Somos hermanos en Jesucristo gracias a que nos hemos hecho hijos de Dios por el bautismo”, dice el obispo de San Sebastián. Munilla dice que hay que diferenciar dos niveles, el creacional y el de la redención.
“Desde el punto de vista creacional existe una fraternidad universal, ¡y eso que va a ser masónico! Lo que es masónico es la negación de la segunda parte”, la redención.
En cuanto a las declaraciones de César Vidal -a Viganò ni le ha mencionado-, Munilla no duda que se haya leído la encíclica, pero “con todos mis respetos, para sacar esas conclusiones, se la ha tenido que leer con mucho prejuicio”. “Porque el Santo Padre no dice una palabra más de lo que la Doctrina Social de la Iglesia ya ha dicho sobre la propiedad privada o la economía de mercado”, ha manifestado Munilla.