En 1975, Pablo VI fijó un límite de 120 cardenales electores, es decir, un máximo de cardenales con menos de 80 años que podrían participar en un eventual cónclave. Juan Pablo II confirmó esta medida.
En la actualidad, ese número era superado, 122, pero el pasado 29 de septiembre cumplió 80 años el cardenal Lorenzo Baldisseri y, lo que no era esperable, el Papa empujó al cardenal Becciu a renunciar a sus derechos como cardenal debido a una supuesta malversación de dinero de las arcas de la Santa Sede.
Con estas dos bajas nos encontramos con 120 cardenales electores. De ellos, 16 fueron creados por Juan Pablo II, 40 por Benedicto XVI y 64 por Francisco.
De aquí a poco más de un año, seis purpurados llegarán a la edad de 80 años y perderán su derecho a elegir al próximo pontífice. El cardenal Donald Wuerl, arzobispo emérito de Washington, se sale de la lista el próximo 12 de noviembre; Gabriel Zubeir Wako, arzobispo emérito de Jartum, cumple 80 el 27 de febrero de 2021; Wilfrid Fox Napier, arzobispo de Durban, el 8 de marzo; el 8 de junio llegará a esa edad el cardenal australiano George Pell; el cardenal de Isla Mauricio, Maurice Piat, cumplirá 80 el 19 de julio; el prefecto de la Congragación del Clero, Beniamino Stella, el 18 de agosto y, finalmente, el arzobispo emérito de Milán, Angelo Scola, el 7 de noviembre
En poco más de un año habrá siete puestos libres entre los cardenales electores. Hay que recordar que Francisco alguna vez se ha adelantado a que haya plazas disponibles. En 2018, el Papa argentino creó 11 nuevos cardenales electores ―entre ellos Becciu―llegando a los 125 electores, en previsión de que, e pocos meses, esa cifra bajaría.
Viendo la situación no es descartable ni mucho menos que, en las próximas semanas, Francisco anuncie un consistorio para la creación de cardenales. Si creara a seis o siete para cubrir las vacantes que se generarán en los próximos meses, los cardenales nombrados por él ascenderían a 70. En condiciones normales ―si acuden 120 purpurados al cónclave― para ser elegido Pontífice el candidato debe recibir al menos 80 votos.
¿Qué candidatos tendrían más posibilidades para recibir el capelo? Con Francisco nunca se sabe, ya que no es dado a las sedes cardenalicias tradicionales, pero no sería descartable el arzobispo de Washington, Wilton Gregory. Tampoco sería una sorpresa que la birreta recayera sobre el nuevo secretario del Sínodo de los Obispos, el maltés Mario Grech o sobre el actual presidente de la Conferencia Episcopal estadounidense y arzobispo de Los Ángeles, José Horacio Gómez. Veremos.
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El problema de esta situación, es que como los cardenales creados por Francisco son 64, ya son mayoría absoluta, y por tanto el colegio cardenalicio se ha escorado hacia la línea de Francisco, por lo que humanamente es previsible que el próximo Papa sea continuista con la línea actual.
Sólo Dios puede remediar esta situación.
Por ejemplo, si ahora muriera Francisco y se convocara cónclave, y murieran también 15 cardenales de la línea actual, entonces el sector conservador volvería a ser mayoría, pero es obvio que la probabilidad matemática de algo así es tan baja, que nadie puede esperar que esto suceda, salvo que fuera una acción divina. También podría el Señor dar una iluminación extraordinaria sobre los cardenales, para que ablanden sus corazones, se abran a la verdad, y elijan un buen Papa.
Otra vez deseando la muerte del Papa y de todos aquellos que supuestamente van a votar a alguien a quien ya de antemano rechazas?.
Y pretendes que Dios nuestro Señor, te acompañe en semejante propósito?.
Qué infamia!.
Un saludo,
Pero no olviden que los cardenales que eligieron a Francisco habían sido todos creados por San Juan Pablo o Benedicto.
Aguda observación. Hace unos dias pensaba en los clerigos que prepararon el concilio Vaticano II, los obispos que participaron, y las comisiones que hicieron las reformas. Todos habian sido ordenados de acuerdo al vetus ordo, hacian el juramento antimodernista, habian sido educados en seminarios «tradicionales». Debemos de ver la lucha entre la fe y la apostasía más allá de los signos externos. Y tener fe de que Dios permite que sucedan las cosas para que tengamos aprendizajes. La actual «división» de la iglesia ya existía antes de Francisco, eso es obvio; lo único que ha sucedido es que ahora es escandalosa y visible, lo mismo se puede decir de la economía vaticana; debemos ser muy ilusos para pensar que un papa más conservador hará que los jesuitas o los obispos alemanes se conviertan al catolicismo. Es verdad que un papa más conservador nos daria mas tranquilidad doctrinal, pero la cizaña ya creció junto al trigo de todas maneras, y es necesario esperar hasta la cosecha..
Conjeturas. Hasta que la pandemia no esté completamente controlada no es previsible que se convoque un consistorio.
Intensos rumores de que el papa creará cardenal en el próximo consistorio a «un sacerdote gallego residente en Madrid».
Desde que carreristas vocacionales consiguieron que su nombre entrase en dimes y diretes sobre ternas obispales, las carcajadas siguen resonando en cenáculos propaganderos.
En doscientos años Jesus se acordará de ustedes y pondra remedio. Tened esperanza.
La intervencion divina que consistiese en matar cardenaies demostraria, sin duda, la omnipotencia divina. Todos dirian: esta gran mortandad demuestra la misericordia del Señor, que se ha cargao unos cuantos, amen, amen, alleluia.
Quod facilius sit convertere se mittere eos ad quam gravis, Dominus dicit. Oremus, oremus, oremus.
Gómez puede esperar sentado.
Gomez. del Opus Dei, ha evolucionado, como el propio Opus Dei, desfavorablemente. Aún así, Francisco no nombrará a Gomez cardenal ni al prelado obispo. Quiere más y más evolución.
Muy cierto, tengo mucha estima por Monseñor Gomez, que esta haciendo un extraordinario trabajo en Los Angeles.
Bueno, Pio XI, según dice De Mattei, limpió los cardenales monárquicos franceses por otros republicanos….y son los que participaron del Concilio Vaticano II. !Es mi política! gritaba el Papa….Al mejor cazador se le escapa la liebre. Mejor ponerse en las manos de Dios y que se peleen todos entre todos como en el cónclave que eligió a Adriano VI…en fin. Creo que esto no tiene mucha solución a nivel humano.
Buenas noches. Si nombró lo peor de lo peor, a lo mejor le conviene, Sr Belzunegui, pasarse a otra Iglesia. Digo, para intentar ser un poco feliz. Abrazo fraterno.