“¿Tanto le preocupa a la gente que los benedictinos tengan que salir o no salir de ese monasterio?”, ha preguntado retóricamente el presidente de la Conferencia Episcopal Española y Arzobispo de Barcelona, cardenal Juan José Omella, en una entrevista en su cadena COPE. Pero la pregunta es: ¿qué les preocupa verdaderamente a los obispos españoles?
Arriesgaré una respuesta a la pregunta de Su Eminencia: Nada. O muy poco a muy pocos. Quiero decir, lo que preocupa, preocupa mucho y preocupa a bastantes fieles no es que unos benedictinos tengan o no que trasladarse de este a aquel monasterio, algo que ni siquiera sería noticia de primera. No, lo que preocupa es que el traslado en cuestión no lo disponga la Orden, o siquiera el ordinario del lugar, sino el gobierno, un gobierno, por lo demás, abiertamente hostil a la Iglesia.
Lo que preocupa es que la jerarquía eclesiástica española parezca no apoyar jamás a los suyos frente al gobierno, que ceda constantemente ante el gobierno, salvo en lo que se refiere a un puñado de asuntos -inmatriculaciones, IBI, clases de religión- que significan, al cabo, cuotas de poder.
Creo sinceramente que los católicos españoles pasarían por alto incluso esta cesión si vieran a sus pastores centrados con celo evangélico en la salvación de las almas de sus fieles. Pero no es así, y oímos mucho más a menudo a nuestros prelados perorando de lo que ignoran, como la ecología, que apenas tiene incidencia en la vida cristiana de su rebaño y que no parece figurar de modo muy prominente en dos mil años de predicación cristiana -empezando por el propio Evangelio-, que sobre Cristo y las realidades sobrenaturales.
Omella y su vicepresidente, el cardenal arzobispo de Madrid Carlos Osoro, han estado en Roma con Su Santidad, y a la vuelta, ante las declaraciones del gobierno de que el Valle de los Caídos se converirá en un cementerio civil y se ‘estudiará’ retirar la gigantesca cruz de piedra, han mostrado cualquier cosa menos irritación.
Así, Osoro hizo estas desconcertantes declaraciones: “Que ese lugar sea un lugar donde volvamos a recuperar la fraternidad, la reconciliación, la paz… que volvamos a lo que es fundamental y dejemos de vivir de adverbios y de adjetivos. Lo importante son los sustantivos y son dos: hijos de Dios y hermanos de todos los hombres. Luchar por esto es una gran oportunidad”.
Volver a recuperar. Olviden la redundancia: lo que está diciendo el arzobispo es que si en un cementerio hay una cruz, o hay una abadía, no puede haber fraternidad, reconciliación o paz. Solo el secularismo garantiza esas cosas tan bonitas, esos ‘importantes sustantivos’. Sorprendente en un sucesor de los apóstoles, cuya única razón de ser es dar testimonio de lo que significa esa cruz y afirmar que es la única esperanza de fraternidad, reconciliación y paz verdaderas. Porque si la manera de que haya paz, reconciliación y fraternidad es que un cementerio pase a ser civil y elimine la cruz, entonces quizá él mismo debería preguntarse qué significa su cargo.
A los católicos españoles no nos debe importar la cruz, no nos debe importar que un gobierno secular tome decisiones sobre un espacio eclesiástico. Pero tiene que importarnos muchísimo el equilibrio climático, algo que ni uno entre cien mil (o, probablemente, nadie en absoluto) tiene la posibilidad de alterar con su actitud o sus acciones diarias.
Entendido, Eminencias.
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Mucha cuenta van a tener que dar a Dios.
Que quiere usted decir, que hay cada vez menos partidarios de la antigua religión y ahora se estan dando cuenta ustedes?
Hasta cuando los siguen y los apoyan? Que es esta locura de girar en su alrededor criticando cada paso que dan?
El entonces Cardenal Ratzinger en un ensayo publicado en un libro titulado Iglesia, Ecumenismo y Política escribe: «El Estado tiene que reconocer que un marco básico de valores con una fundamento cristianos una pre-condición para su existencia. Debe en este sentido simplemente reconocer su su lugar histórico, el suelo de donde no puede liberarse completamente sin colapsar. Tiene que aprender que hay una existencia continua de la verdad que no está sometida al consenso, sino que lo precede y lo hace posible». Menciona la lucha que se dio en la Alemania Nazi y en la Polonia bajo el comunismo a favor de los crucifijos en las aulas.y prosigue «Estaban luchando por la validez pública del cristianismo y estaban luchando a favor de la persistencia fundamental de la humanidad de criterios humanos que también el Estado necesita. Cuando ya no tenemos el poder para comprender y mantener tales símbolos como indispensables, el cristianismo se convierte en dispensable… Por tanto, el cristianismo t
A los obispos españoles como dice el artículo, le importa la cuota de poder nada más. Las inmatriculaciones, la casilla de la X, el IBI, y las clases de religión evaluables, para convertirse en coladero de subir la nota, y lo demás «pasen días y vengan ollas». El Passtor protestante John McArthur, bien ha contestado a las autoridades americanas, y con testimonio de Jesucristo, ha dicho que en esta pandemia lo importante, es la salvación de las almas, dispuesto a ir a la cárcel, lo pueden ver ustedes en Youtube. Yo no se como se copia el enlace. pero es fácil de localizarlo.
Lo que no es lógico es pasar la pelota a los obispos y que ellos den la cara por nosotros. No señor. Lo lógico es que seamos los seglares católicos quienes demos la batalla, y no digo un número pequeño, que es el que ha acudido expresamente al Valle de los Caídos a mostrar su apoyo a los monjes, sino la mayoría de los católicos, pero ¿¿qué podemos esperar si no actuamos como ‘Iglesia’ ni a la hora de votar?? La mayoría de nosotros -no lo digo por mí- llevamos más de cuarenta años votando a partidos manifiestamente opuestos al Magisterio dela Iglesia.
El Valle de los Caídos fue una empresa de fe, movida por un devoto Caudillo, que quiso eregir ese conspicuo monumento para encomendar a Dios a los caídos de ambos bandos. Porque el cristiano no reza sólo por los suyos, sino también por los de fuera y por los enemigos. Luego el Valle es desde su fundación un signo de reconciliación y de paz.
Por este motivo, las palabras de Omella son absurdas y demuestran supina ignorancia o una ideología equivocada, o tal vez ambas cosas.
¿Pero tenemos Obispos en España?
Que obsesión la suya con el tema de la ecología, despreciando continuamente que el Papa Francisco se muestre interesado y preocupado con el maltrato continuo que amenaza con la destrucción de la casa común que Dios ha puesto a disposición del hombre.
Todo esto es pasajero, porque los resultados de tanta confraternización se van a ver dentro de poco. Ahora todavia estamos en la fase en la que uno que no se drogaba, quiere confraternizar con otro que si, y ya se ha iniciado el en la droga también, el resultado es que los dos están perdidos, pero el vencedor es el primer drogata, que explotará al otro, ahora que ya ha conseguido debilitarle. El segundo está en la fase de que bonito es el amor, hasta que el otro le vaya despojando de todo, hasta incluso de lo que el estupido de él habia pensado que era amor.
La Iglesia está perdiendo su fuerza, la fuerza de la Fe, el camino, la verdad y la vida. Pero Jesus es el rey del Universo y tendrá misericordia de sus amigos, que claman con confianza.
Leo esta información y la vuelvo a leer y no me la creo! Es alucinante hasta qué punto ha llegado buena parte de la jerarquía – en este caso la española – de no interesarse más por lo verdaderamente importante: las almas de sus ovejas y la defensa del catolicismo!
Son pastores para sentarse a llorar!
Hoy recuerda la Iglesia Católica el martirio de 233 personas en la guerra civil, por las tropas socialistas-comunistas. Leyendo estas palabras me acuerdo de las palabras de Jesús después de lavar los pies a sus discípulos:
«Os he lavado los pies pero vosotros estáis limpios, aunque no todos, pues hay uno entre vosotros, al que más le valdría no haber nacido».
LOS APÓSTOLES ERAN DOCE.
Ver el monte Samat en la península de Bataán de Filipinas, allí encontraréis una Cruz Igual a la del Valle de los Caídos (Shrine of Valor).
Excelente comentario, Mariana.
Doy gracias a Dios, en medio de tantos dolores, por este artículo. Señor, ¡que al menos alguien diga ALGO!!
¿Pero no se dan cuenta, de que si hablan, el gobierno les quita las subvenciones?