La denuncia de Jon Tallinger, médico-soplón contra la estrategia sueca de la «inmunidad de rebaño».
(Il Foglio)- Hasta ahora Suecia ha registrado 5.846 muertos por coronavirus respecto a los países vecinos Dinamarca (629), Noruega (264) y Finlandia (336). Suecia es el único país europeo que ha decidido atenerse a la «inmunidad de rebaño», objetivo inicial también de Downing Street, permitiendo así que el virus se difunda entre la población. En lugar del confinamiento, los suecos han sido alentados a respetar el distanciamiento social y la higiene, manteniendo abiertos bares, restaurantes y tiendas. ¿Qué precio ha pagado Suecia, que tiene el sexto índice de mortalidad pro capita más alto de Europa detrás de Bélgica, Andorra, España, Reino Unido e Italia? La mitad de los fallecimientos por Covid-19 en Suecia se han registrado en las residencias de ancianos.
«Soy un especialista en atención primaria. Cuando he visto cómo el gobierno gestionaba el tsunami de pacientes que tenían necesidad de oxígeno, he esperado; después he visto el plan y estaba claro: la intención del plan de atención era limitar el acceso de los ancianos, yo estaba aterrada, les teníamos que administrar morfina y nada más. Miles de personas se han ahogado hasta morir». Quien ha pronunciado estas palabras a la PBS es un médico sueco, Jon Tallinger, que ha denunciado que los ancianos y las personas con más de 60 años y con factores de riesgo se les prescribió morfina y otros paliativos, sin acceso a oxígeno y estructuras sanitarias. «¿Cómo te sentirías si descubrieras que tus padres, que están en una residencia, no recibirán atención médica u oxigenoterapia, porque se les considera irrelevantes?», ha dicho Tallinger.
El médico ha dejado su profesión médica para promover una campaña de sensibilización pública, «Oxígeno para todos». «Me gustaría trabajar con fuerza para eliminar el virus y, al mismo tiempo, llevar oxígeno al mayor número de personas del mundo. ¿Hacemos que el hombre llegue a la luna y no podemos dar oxígeno?», ha dicho Tallinger. Suecia, ha continuado, «no recuperará nunca su reputación si esto sigue adelante. Nos avergonzaremos siempre si no hacemos algo para defender a los más débiles y a los ancianos».
No es el primer médico soplón en Suecia. «Nos han dicho que no debemos remitir a nadie al hospital, incluso si tienen 65 años y muchos años por delante, así se ahogan», ha dicho a la Bbc Latifa Löfvenberg, una enfermera de Estocolmo. La idea era no congestionar las UCI, que «han estado relativamente vacías», ha dicho al WSJ Cecilia Söderberg-Nauclér del Karolinska University Hospital. «No se ha llevado a los ancianos a los hospitales: se les han administrado sedantes, pero sin oxígeno». Yngve Gustafsson, especialista en geriatría en la Universidad de Umea, ha explicado al periódico Dagbladet: «Los ancianos reciben morfina y midazolam, que inhiben las vías respiratorias: es una eutanasia activa, por no decir otra cosa».
Tallinger ha enviado una carta a la World Medical Association, al presidente Miguel Jorge y al jefe del comité ético, Andreas Rudkjøbing. «Estimados compañeros médicos, soy un especialista de 50 años que hago un llamamiento urgente a la Asociación para que se dirija al gobierno de Suecia y lo considere responsable respecto a algunos de mis colegas médicos en mérito a una falta de ética que viola totalmente el Juramento Hipocrático, la Declaración de Helsinki y la declaración adoptada en la 70 Asamblea General de la Asociación Médica mundial en octubre de 2019 contra la eutanasia y el suicidio asistido». Así inicia la misiva.
El 90 por ciento de los ancianos que han muerto oficialmente por coronavirus en Suecia han fallecido en residencias, «prescribiendo fármacos inhibidores de las vías respiratorias como morfina y midazolam a la vez que se les negaba el oxígeno y el acceso a los hospitales. Ninguno ha sido examinado por un médico, que toma las decisiones por teléfono». La idea que subyace y según la cual el que muere a causa del virus en realidad era anciano o enfermo hace reaparecer la pesadilla del siglo XX.
Publicado por Giulio Meotti en Il Foglio.
Traducido por Verbum Caro para La Gaceta.
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Como en España, sin ir más lejos. La estrategia sueca ha sido la más exitosa, con la importante excepción de sus residencias. El virus no necesita confinamiento, ni mascarillas obligatorias, ni cargarse la economía para ser vencido, como demuestra la caída en picado de la mortalidad en Suecia. Han muerto 2500 personas sobre 10 millones, si exceptuamos las residencias, que no fueron bien gestionadas al principio de la crisis. Su PIB ha caído tres veces menos que el español, y ahora no tienen rebrotes, ni muertes, mientras que el resto del mundo -especialmente España, de nuevo- vive una segunda oleada que a ver dónde nos lleva.
Y por otro lado, me gustaría saber cuál es la diferencia esencial con Noruega y Dinamarca, países que hicieron unos micro confinamientos muy tempranos, y que abrieron en seguida la economía, las escuelas, los restaurantes y dónde, por supuesto, nadie usa mascarillas.
A base de estas evidencias y testimonios, el gobierno de Suecia debería ser denunciado ante la Corte Penal Internacional de La Haya por crímenes de lesa humanidad.
¿ Sólo en Suecia ? En España también se ha dado, con el silencio-complicidad episcopal, sin oxígeno, pero con sedación. Y todos tranquilos.
En España solo se precisan testimonios y testigos de peso como en Suecia, y un abogado con el coraje suficiente para presentar una denuncia penal contra el gobierno y los responsables de esto, por crímenes de lesa humanidad.
1. Eutanasia indirecta. Sean anatema los gobernantes masones suecos.
2. La dignidad de la persona es sagrada.
3. Ibuprofeno inhalado con oxígeno más barato que la morfina. Quieren matar no sanar.
Tal cual.
Fue un exterminio planificado, aprovechándose de una presunta pandemia.