Ya tenemos la confirmación más oficial que podríamos desear (o temer): el propio secretario de Estado vaticano, ha confirmado que los infames acuerdos secretos muñidos por el ex cardenal McCarrick con el gobierno chino, que tanto ha desconcertado a tantos fieles, especialmente en la propia china, seguirán adelante.
Lo cuenta la agencia italiana AgenSIR: Parolin prevé renovar su acuerdo provisional con China sobre nombramiento de obispos, como parte de los esfuerzos por “normalizar” la vida de la Iglesia en China.
Si el objetivo es la ‘normalización’, parece evidente que Su Eminencia y los fieles chinos no tienen la misma definición de ‘normalidad’. Normalidad no es -no parece- que el Gobierno haya redoblado las campañas de persecución, detención y acoso de clérigos fieles; normalidad no es la constante demolición de iglesias y santuarios o la destrucción de las cruces; normalidad no es obligar a los párrocos a elogiar en sus homilías el ‘socialismo con rasgos chinos’, una ideología orgullosamente atea; normalidad no es que los obispos de la Iglesia católica los elija un departamento de una administración anticristiana; normalidad no es forzar a los laicos a sustituir en sus propios hogares las cruces y símbolos religiosos por imágenes de Mao y Xi Jinping. Salvo, claro, para Parolin.
“Con China, nuestro interés es normaliizar la vida de la Iglesia tanto como sea posible, para garantinzar que la Iglesia pueda llevar una vida normal, lo que para la Iglesia Católica es también mantener relaciones con la Santa Sede y con el Papa”, dice el cardenal. “Nuestra perspectiva está en este enfoque eclesial, en un marco de coexistencia pacífica, para buscar la paz y superar tensiones”.
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Pero qué «enfoque eclesial» ni qué niño muerto! Son unos traidores!
¡¡¡TRAIDORES!!!
Del acuerdo Roma Moscú de los sesenta para no condenar el comunismo se ve que ya no se acuerdan. Qué le vamos a hacer. Siempre los mismos miopes para lo lejano que se escandalizan sólo de lo cercano. Un poco de seriedad.
Traición a Cristo! No hay otra explicación razonable. Dios ampare a los miles de fieles en la clandestinidad que los están persiguiendo.
Francisco y Parolín se ponen en evidencia. Su ideología pasa por encima de su labor pastoral. Francisco debería confirmar a sus hermanos en la fe, y en vez de esto, apoya al BLM, firma acuerdos de cooperación con la dictadura de China, fomenta la invasión musulmana de Europa, calla ante la ideología de género y el aborto mientras vocea consignas ecológicas… La deriva de este pontificado es evidente.
… la deriva de este pontificado (¿?), es evidente. Triste realidad.