Las madres de los seminaristas de San Rafael apelan al Papa para que no se cierre el seminario

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La saga de la diócesis argentina de San Rafael y su temperamental obispo Taussig no tiene visos de acabar en breve. Ahora las madres de los matriculados en el seminario, cerrado por el obispo por negarse a comulgar en la mano, han escrito una carta al Papa para que evite el cierre.

A finales del pasado julio, el obispo de la diócesis argentina de San Rafael, Eduardo Taussig, anunciaba con un comunicado el cambio del rector del Seminario Diocesano y el cierre del mismo a fin de este año. El comunicado informaba también estar “siguiendo precisas instrucciones emanadas de la Santa Sede, ha tomado la decisión de cerrar el Seminario a fin de este año, una vez terminado el ciclo lectivo de estudios del presente semestre”.

¿La causa de tan drástica decisión, en el caso de uno de los seminarios más fecundos de Argentina en medio de una brutal sequía de vocaciones? Tras la vuelta de las misas públicas, suspendidas debido al coronavirus, el obispo Taussig, junto al arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo, aprobaron que, como medida de precaución, se administrara la comunión solamente en la mano. Esta decisión generó una gran polémica en la comunidad católica, que solicitó lo que establece el derecho eclesiástico, la libertad de recibirla en la boca. El obispo insistió, algunos seminaristas se negaron a comulgar en la boca.

En el debate consiguiente intervinieron muchos comentaristas católicos, desde el obispo el emérito de La Plata, Héctor Aguer, hasta el ‘arzobispo a la fuga’, Carlos María Viganò, ambos defendiendo la decisión de los seminaristas y lamentando la precipitación del obispo. Y ahora se suman las madres del los seminaristas con la siguiente carta abierta dirigida a Su Santidad:

Su Santidad Francisco

Obispo de Roma y Vicario de Jesucristo

27 de Agosto de 2020 Santa Mónica

Nos atrevemos a molestarle ya que Ud es nuestro Pastor, a quien el mismo Jesús le ha dado la delicada tarea de cuidar de sus ovejas. Somos madres de los seminaristas del Seminario Santa María Madre de Dios de San Rafael, Mendoza, Argentina. Cabe aclarar que la iniciativa de esta carta es absolutamente nuestra, nace de nuestro corazón de madres, sin que ellos siquiera lo sepan.

Su Santidad, es difícil describir y expresar los sentimientos de profunda tristeza y desolación que nos embargan desde que recibimos la triste noticia del cierre del Seminario. Desde aquel 27 de julio, primer día de clase luego de las vacaciones, en que levantamos el teléfono para oír la voz temblorosa de nuestros hijos comunicando atónitos el cierre del Seminario a fin de año, créanos Su Santidad, que como madres fue muy difícil encontrar las palabras oportunas para darles consuelo.

En nuestras visitas mensuales hemos podido compartir con ellos y sus formadores, así como con las demás familias, el profundo espíritu de piedad, alegría sana, amistad y amor que deja traslucir el corazón de aquella comunidad. Nuestra intuición de madres seguro no falla cuando decimos que respiramos la paz en nuestros hijos, y advertimos el total convencimiento del camino que están recorriendo. Cuando recién ingresaron los llamábamos casi todos los días para ver cómo estaban, escuchar su voz y confirmar si estaban bien, pero con el paso del tiempo dejamos de hacerlo con tanta frecuencia ya que claramente advertimos que estaban allí muy felices. En ese Seminario, que es ahora su casa y su familia, hemos visto a nuestros hijos crecer y madurar convirtiéndose en verdaderos hombres. Y eso nos permitía dormir tranquilas cada noche.

También hemos ido conociendo las parroquias de la Diócesis. Familias enteras asistiendo a Misa, jóvenes ocupando su tiempo en formarse, rezar, misionar, hacer campamentos y retiros espirituales. Y detrás de todo esto está la figura del sacerdote, ese otro Cristo, entregado alegremente en alma y cuerpo a sus feligreses, dando ejemplo en la celebración de cada Misa, rezando ante el Santísimo (¡qué hermoso es ver rezar un sacerdote!), confesando, visitando enfermos y hospitales.

Santidad: esto es lo que queremos para nuestros hijos. Si van a entregar su vida entera a Dios, renunciando a cualquier otro proyecto humano, pues, ¡que valga la pena! En esa Diócesis hemos visto sacerdotes con defectos como todos, pero que aman a Dios y cuya más alta preocupación es la salvación de las almas.

Por tantos frutos evidentes que ha dado este Seminario, tan necesarios como escasos en nuestros tiempos, hemos adquirido plena confianza en sus formadores y en los sacerdotes de la Diócesis, la mayoría de ellos egresados de allí. Estos hombres han sabido sembrar en nuestros hijos, no solo con la palabra sino sobre todo con el ejemplo, la semilla del espíritu de verdadera entrega y piedad sacerdotal.

Como la cananea del Evangelio, sólo nos animamos a suplicarle, por su madre de la tierra y su Madre del Cielo, que intervenga para que se suspenda la decisión de cerrar el Seminario. Sólo pensar dónde irán, cómo se dispersará la comunidad, cómo se disolverá esta hermosa familia espiritual, que ya es también nuestra, nos causa un indecible dolor.

Confiadas en su bondad de Padre nos despedimos pidiendo su bendición.

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Comentarios
13 comentarios en “Las madres de los seminaristas de San Rafael apelan al Papa para que no se cierre el seminario
  1. Hermosa y profunda carta, que solo puede salir del corazón de un montón de madres. Ojalá el Santo Padre se conmueva y tome una decisión virtuosa.

  2. Hermosa y profunda carta, que solo puede salir del corazón de un montón de madres. Ojalá el Santo Padre se conmueva con este ruego y adopte una decisión virtuosa.

  3. De hecho, Taussig amenazó a todos los laicos que cumplen algún rol en movimientos parroquiales a que «obedezcan», bajo pena de interdicción canónica.

  4. Hoy día cualquiera desafía al Papa. Si la decisión vino de Roma, las pataletas de estas «madres» son por completo innecesarias y de muy mal gusto.

    1. Si las cartas o notas que no gustan, se borran o no se hacen llegar, entonces son igual que Infovaticana, aquí solo se permite criticar al Papa y Obispos, pero no se permiten críticas a los autores de los escritos

  5. Es cruel para esas familias, que ya hacen su parte de sacrificio y apoyan económicamente la formación sacerdotal de sus hijos, alejarlos, dispersarlos en otros seminarios, alejados cientos de kilómetros de sus casas y del contacto con amigos… Y compañeros de estudios..Esto se aplica a congregaciones religiosas, no a diocesanos.
    Y me quieren hablar desde el Vaticano de «misericordia»?

  6. Yo vi hace poco una información que decía que este “obispo” ha pedido que le retiren de la diócesis harto del escándalo mediático.
    Pero la orden es de Roma y el que venga detrás seguirá con el cierre

    Vivir para ver

  7. La Iglesia tiene XXI siglos y ha pasado por todo tipo de vicisitudes. No le corresponde al Papa Francisco, y menos aún a usted, cambiar nada sustancial, ni en la doctrina ni en la moral, para velar por «su supervivencia». Además, no se preocupe: si desapareciera, probablemente usted no lo lamentaría. Así que, deje de buscar anti-repelentes y, sobre todo, a ser posible deje de insultarnos (llamándonos locos, faltos de cordura) a los que nos identificamos con la fe de la Iglesia.

  8. José , te recuerdo que a nadie cuerdo hace 2000 años le interesaba el cristianismo. El tema no si a muchos o a pocos le interesa, la Iglesia no es un partido político buscando votantes.

  9. Si las cartas o notas que no gustan, se borran o no se hacen llegar, entonces son igual que Infovaticana, aquí solo se permite criticar al Papa y Obispos, pero no se permiten críticas a los autores de los escritos

  10. Tal vez intervenga e impida el cierre del seminario. Pero creo que si eso pasa intervendrá la diócesis, pondrá un nuevo obispo y el seminario tendrá un nuevo estilo, super progre y modernista. Y de ser así mejor que quede cerrado.

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