El Papa: «¡No tengamos miedo de discutir con Dios!»

Vatican Media
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«Porque solamente un hijo es capaz de enfadarse con su papá y luego reencontrarlo».

La audiencia general de esta mañana ha tenido lugar, como viene siendo habitual en época de coronavirus, en la Biblioteca del Palacio Apostólico Vaticano. El Papa, continuando el ciclo de catequesis sobre la oración, ha hablado hoy del tema «La oración de Abraham» (Gen 15,1.3-6).

El eje conductor de la catequesis fue el patriarca Abraham. El Papa explica que éste «escucha la voz de Dios y se fía de su palabra». Y con la partida de Abraham «nace una nueva forma de concebir la relación con Dios». Por eso, dice su Santidad, «el patriarca Abraham está presente en las grandes tradiciones espirituales judías, cristianas e islámicas como el hombre perfecto de Dios, capaz de someterse a Él, incluso cuando su voluntad es difícil, si no incluso incomprensible».

Abraham es el hombre de la Palabra, explica el Pontífice. «Cuando Dios habla, el hombre se convierte en el receptor de esa Palabra y su vida en el lugar donde pide encarnarse», y esa, dice el Papa «es una gran novedad en el camino religioso del hombre», ya que la vida del creyente comienza «a concebirse como una vocación».

El Santo Padre dice que en la vida de Abraham «la fe se hace historia». Con su vida, «nos enseña este camino, esta vía en la que la fe se hace historia». «Dios ya no se ve sólo en los fenómenos cósmicos, como un Dios lejano que puede infundir terror», el Dios de Abraham «se convierte en «mi Dios», el Dios de mi historia personal, que guía mis pasos, que no me abandona».

«Yo me pregunto y os pregunto: ¿nosotros tenemos esta experiencia de Dios? ¿Mi Dios, el Dios que me acompaña, el Dios de mi historia personal, el Dios que guía mis pasos, que no me abandona, el Dios de mis días? ¿Tenemos esta experiencia? Pensémoslo», dice Su Santidad.

El Papa asegura que esta experiencia está también atestiguada «por uno de los textos más originales en la historia de la espiritualidad», el Memorial de Blaise Pascal. Comienza así: «Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, no de los filósofos y de los sabios. Certeza, certeza. Sentimiento. Alegría. Paz. Dios de Jesucristo». Este memorial, «expresa no una reflexión intelectual que un hombre sabio puede concebir sobre Dios, sino el sentido vivo, experimentado, de su presencia», continúa el Papa.

En referencia al sacrificio de su hijo Isaac, el Papa dice que ahí Abraham vive su fe como un drama, «como un caminar a tientas en la noche, bajo un cielo esta vez desprovisto de estrellas». «Y tantas veces nos pasa también a nosotros, caminar en la oscuridad, pero con la fe», manifiesta el Pontífice.

«Aprendamos a rezar con fe: a escuchar al Señor, a caminar, a dialogar hasta discutir. ¡No tengamos miedo de discutir con Dios!», exclama el Sucesor de Pedro. «Voy a decir algo que parecerá una herejía», advierte, y menciona que muchas veces ha escuchado gente que le dice: “Sabe, me ha pasado esto y me he enfadado con Dios”.- “¿Tú has tenido el valor de enfadarte con Dios?”- “Sí, me he enfadado”.- “Pero esa es una forma de oración”.

«Porque solamente un hijo es capaz de enfadarse con su papá y luego reencontrarlo», explica Francisco. «Aprendamos de Abraham a rezar con fe, a dialogar, a discutir, pero siempre dispuestos a aceptar la palabra de Dios y a ponerla en práctica. Con Dios aprendamos a hablar como un hijo con su papá: escucharlo, responder, discutir. Pero transparente, como un hijo con su papá. Así nos enseña a rezar Abraham», termina.

Les ofrecemos la catequesis del Santo Padre, publicada en español por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hay una voz que de improviso resuena en la vida de Abraham. Una voz que le invita a emprender un camino que suena absurdo: una voz que le incita a desarraigarse de su patria, de las raíces de su familia, para ir hacia un futuro nuevo, un futuro diferente. Y todo sobre la base de una promesa, de la que sólo hay que fiarse. Y fiarse de una promesa no es fácil, hace falta valor. Y Abraham se fió.

La Biblia guarda silencio sobre el pasado del primer patriarca. La lógica de las cosas sugiere que adoraba a otras divinidades; tal vez era un hombre sabio, acostumbrado a mirar el cielo y las estrellas. El Señor, en efecto, le promete que sus descendientes serán tan numerosos como las estrellas que salpican el cielo.

Y Abraham parte. Escucha la voz de Dios y se fía de su palabra. Esto es importante: se fía de la palabra de Dios. Y con esta partida nace una nueva forma de concebir la relación con Dios; es por eso que el patriarca Abraham está presente en las grandes tradiciones espirituales judías, cristianas e islámicas como el hombre perfecto de Dios, capaz de someterse a Él, incluso cuando su voluntad es difícil, si no incluso incomprensible.

Abraham es, por lo tanto, el hombre de la Palabra. Cuando Dios habla, el hombre se convierte en el receptor de esa Palabra y su vida en el lugar donde pide encarnarse. Esta es una gran novedad en el camino religioso del hombre: la vida del creyente comienza a concebirse como una vocación, es decir, como llamada, como un lugar donde se cumple una promesa; y él se mueve en el mundo no tanto bajo el peso de un enigma, sino con la fuerza de esa promesa, que un día se cumplirá. Y Abraham creyó en la promesa de Dios. Creyó y salió. sin saber adonde iba -así dice la Carta a los Hebreos (cf. 11,8). Pero se fió.

Leyendo el libro del Génesis, descubrimos cómo Abraham vivió la oración en continua fidelidad a esa Palabra, que periódicamente se aparecía en su camino. En resumen, podemos decir que en la vida de Abraham la fe se hace historia: la fe se hace historia. Todaví más, Abraham, con su vida, con su ejemplo, nos enseña este camino, esta vía en la que la fe se hace historia. Dios ya no se ve sólo en los fenómenos cósmicos, como un Dios lejano que puede infundir terror. El Dios de Abraham se convierte en «mi Dios», el Dios de mi historia personal, que guía mis pasos, que no me abandona; el Dios de mis días, el compañero de mis aventuras; el Dios Providencia. Yo me pregunto y os pregunto: ¿nosotros tenemos esta experiencia de Dios? ¿Mi Dios, el Dios que me acompaña, el Dios de mi historia personal, el Dios que guía mis pasos, que no me abandona, el Dios de mis días? ¿Tenemos esta experiencia? Pensémoslo.

Esta experiencia de Abraham está también atestiguada por uno de los textos más originales en la historia de la espiritualidad: el Memorial de Blaise Pascal. Comienza así: «Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, no de los filósofos y de los sabios. Certeza, certeza. Sentimiento. Alegría. Paz. Dios de Jesucristo». Este memorial, escrito en un pequeño pergamino, y encontrado después de su muerte cosido dentro de un traje del filósofo, expresa no una reflexión intelectual que un hombre sabio puede concebir sobre Dios, sino el sentido vivo, experimentado, de su presencia. Pascal anota incluso el momento preciso en el que sintió esa realidad, habiéndola encontrado finalmente: la tarde del 23 de noviembre de 1654.No es el Dios abstracto o el Dios cósmico, no. Es el Dios de una persona, de una llamada, el Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob, el Dios que es certexa, que es sentimiento, que es alegría.

«La oración de Abraham se expresa primeramente con hechos: hombre de silencio, en cada etapa construye un altar al Señor.» (Catecismo de la Iglesia Católica, 2570). Abraham no edifica un templo, sino que esparce el camino con piedras que recuerdan el tránsito de Dios. Un Dios sorprendente, como cuando lo visita en la figura de tres huéspedes, a los que él y Sara acogen con esmero y que les anuncian el nacimiento de su hijo Isaac (cf. Gn 18, 1-15). Abraham tenía cien años, y su mujer noventa, más o menos. Y creyeron, se fíaron de Dios. Y Sara, su mujer concibió. ¡A esa edad! Este es el Dios de Abraham, nuestro Dios, que nos acompaña.

Así Abraham se familiariza con Dios, capaz también de discutir con Él, pero siempre fiel. Habla con Dios y discute. Hasta la prueba suprema, cuando Dios le pide que sacrifique a su propio hijo Isaac, el hijo de la vejez, el único heredero.Aquí Abraham vive su fe como un drama, como un caminar a tientas en la noche, bajo un cielo esta vez desprovisto de estrellas. Y tantas veces nos pasa también a nosotros, caminar en la oscuridad, pero con la fe. Dios mismo detendrá la mano de Abraham que ya está lista para golpear, porque ha visto su disponibilidad verdaderamente total (cf. Gn 22, 1-19).

Hermanos y hermanas, aprendamos de Abraham. Aprendamos a rezar con fe: a escuchar al Señor, a caminar, a dialogar hasta discutir. ¡No tengamos miedo de discutir con Dios! Voy a decir algo que parecerá una herejía. Tantas veces he escuchado gente que me dice: “Sabe, me ha pasado esto y me he enfadado con Dios”.- “¿Tú has tenido el valor de enfadarte con Dios?”- “Sí, me he enfadado”.- “Pero esa es una forma de oración”. Porque solamente un hijo es capaz de enfadarse con su papá y luego reencontrarlo. Aprendamos de Abraham a rezar con fe, a dialogar, a discutir, pero siempre dispuestos a aceptar la palabra de Dios y a ponerla en práctica.Con Dios aprendamos a hablar como un hijo con su papá: escucharlo, responder, discutir. Pero transparente, como un hijo con su papá. Así nos enseña a rezar Abraham. Gracias.

Saludos en español

Saludo cordialmente a los fieles de lengua española que siguen esta catequesis a través de los medios de comunicación social. Pidamos al Señor que nos conceda aprender a orar con la misma fe de Abrahán, que seamos dóciles y disponibles a acoger su voluntad y a ponerla en práctica, como hijos e hijas que confían en su providencia paterna. Que Dios los bendiga.

Saludos en inglés

Saludo a los fieles de habla inglesa conectados a través de los medios de comunicación.

Queridos hermanos y hermanas de los Estados Unidos, sigo con gran preocupación los dolorosos desórdenes sociales que se están produciendo en vuestra nación en estos días, tras la trágica muerte del Sr. George Floyd.

Queridos amigos, no podemos tolerar ni cerrar los ojos ante ningún tipo de racismo o exclusión y pretender defender la santidad de cada vida humana. Al mismo tiempo, debemos reconocer que «la violencia de las últimas noches es autodestructiva y autodestructiva». Nada se gana con la violencia y mucho se pierde».

Hoy me uno a la Iglesia de Saint Paul y Minneapolis, y a todos los Estados Unidos, para rezar por el descanso del alma de George Floyd y de todos los demás que han perdido sus vidas por causa del pecado de racismo. Rezamos por el conforto de las familias y amigos afligidos, y rezamos por la reconciliación nacional y la paz que anhelamos. Nuestra Señora de Guadalupe, Madre de América, interceda por todos los que trabajan por la paz y la justicia en vuestra tierra y en el mundo.

Dios bendiga a todos vosotros y a vuestras familias.

Saludos en italiano

Saludo a los fieles de habla italiana. La cercana fiesta de la Santísima Trinidad nos remite al misterio de la vida íntima del Dios Uno y Trino, centro de la fe cristiana y nos estimula a encontrar nuestro consuelo y nuestra paz interior en el amor de Dios.

Dirijo mis pensamientos a los ancianos, los jóvenes, los enfermos y los recién casados. Confíaros al Espíritu Santo, «que es Señor y dador de vida «y estad abiertos a su amor , así podréis transformar vuestras vidas, vuestras familias y vuestras comunidades.

¡A todos vosotros mi bendición!

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Comentarios
40 comentarios en “El Papa: «¡No tengamos miedo de discutir con Dios!»
  1. Y si en ves de discutir con Dios te dedicas a discutir con los enemigos de Dios ???
    Por ejemplo con que persigen a los fieles catolicos chinos
    Con los que prohiben las misas
    Con los que prohiben la comunion de rodillas y en la boca
    Con los que cierran templos
    Con los que que atacan a los fieles que defienden la fe hasta el martirio y ofrecen su vida por la convercion de todos

  2. Va contra la reverencia que le debemos a Dios. Contra el primer mandamiento, contra la virtud del Santo Temor de Dios que tenemos la obligación de cultivar diariamente. Nos debemos en profundo respeto ante su divina majestad y nuestra humillación ante Él.
    El hecho de fomentar discutir con Dios está de moda en los modernistas, evadiendo todo acto de adoración y acción de gracias. Eso de pretender discutir con el Altísimo presupone tratar a Dios como si fuera un cualquiera, muy mal consejo nuevamente del Papa.
    Discutamos mejor contra los enemigos de Dios, y seamos militantes verdaderos de la Iglesia, ¿porqué no nos enseña mejor a cómo ser verdaderos soldados de Cristo?

  3. Discutir con Dios me suena a mucha soberbia. ¿Que pude discutir cualquier humano cuya inteligencia y sabiduría es casi la nada, con Dios que es el todo?
    El libro de Job, nos enseña la actitud humilde que debemos tener ante los infortunios de la vida.
    Si acaso sería pedir ayuda a Dios por nuestras necesidades, preocupaciones, o lo que no entendemos.
    Pero como dice San Pablo: Todo es para bien, para los que aman a Dios.

    1. Chema.
      Tengo una percepción de mí bastante buena que es precisamente lo que Dios quiere, que queramos y valoremos lo que Dios ha hecho en nosotros.
      Por cierto, la berenjena me encanta.
      Pero en tu mente sucia, los alimentos, los animales y las personas son utilizables para satisfacer las necesidades que os inculca el gremio del arco iris.
      Que lo disfrutes en vida, que es lo que te vas a llevar. Y cuidado con las manos, que luego van al pan, jajaja.

    2. Me lo he leído de cabo a rabo. No le encuentro ningún pero. Ese estudio ha sido confirmado recientemente por el propio BXVI, al asegurarnos que no ha renunciado a la misión espiritual del pontificado, que es la sustancia de un pontificado, luego la renuncia parcial es nula.

    1. ¿Ah, sí? ¿También estará Bergoglio en las puertas del Reino de los Cielos con las llaves sustituyendo a San Juan Pablo II? El único Apóstol que tuvo la autoridad como ÚNICA persona para atar y desatar fue Pedro y solamente él. La Iglesia tiene también potestad pero bajo CONSENSO amparado por el Espíritu Santo. Ningún Papa posterior a Pedro puede, como única persona, «atar y desatar»

      1. Bueno si tú prefieres que sea Belzunegui,el que llevé tu causa,no seré yo quien te persuada de lo contrario,yo prefiero a Pedro y a la sucesión Apostolica que por otra parte es lo que dijo el Señor Jesucristo y lo que la Iglesia enseña.

        1. Si quiere usted discutir con Dios, hágalo, Él no se lo impedirá. Eso sí, si quiere saber cómo acaba esa discusión puede comprobarlo en los capítulos 10 y 11 del Génesis que hablan sobre Nemrod y la Torre de Babel. Un adelanto: soberbia, confusión, destrucción. Nemrod tampoco fue el primero que «discutió» con Dios, siendo usted cristiana debería saber quién fue el primero. Si prefiere un ejemplo más ligero, léase Moby Dick y fíjese en cómo acaba el capitán Ahab.

          Yo me permito la libertad de no seguir el consejo de Bergoglio y prefiero pedirle a Dios que me ayude a acatar y entender Su voluntad y que el cumplimiento de la misma con mis acciones sea para Gloria Suya.

    2. Discutir con Dios? No sé… A mí eso como que no. Quisiera saber, los santos, que son nuestros referentes, lo hacían? Que bueno que alguien nos hablara de alguno (s). Bueno aquí escribe gente muy versada. Gracias.

      1. Los Santos de la oscuridad no sé si se enfadaron, pero algo parecido a la desesperación creo que sí. De los más recientes, se me viene a la cabeza Santa Teresa de Calcuta.

  4. Ésto es el no va más, ni a Job se le ocurrió protestar contra Dios después del discurso correctivo del joven Elihú, por su arrogancia: «Protesto: en eso no tienes razón, porque Dios es más grande que el hombre» le responde a Job el joven Elihú (Job 32, 1-6; 33, 1-22) Oficio de Lectura del Miércoles IX . Los hijos de Satanás y el padre de la mentira son los que tienen el empeño en discutir contra Dios sobre un tema irreversible. Igual a lo que está pasando en Alemania con el Sínodo y «las relaciones exitosas».

  5. Yo con Dios he discutido no una, si no muchísimas veces, y le he gritado; Dios mío por qué nos han abandonado, y lo sigo haciendo todos los días.

    Si no lo hubiera hecho, posiblemente me hubiera vuelto loco, en varios episodios críticos de mi existencia.

      1. A los carlistas, los primeros que lucharon contra la revolución de los Sin Dios en el siglo XIX. Y por extensión a la España católica, que tras siglos de luchas, mártires y santos, hoy está desaparecida.

  6. Con la confianza que vas tú por la vida y el despareció por la de los demás, cuando te toque subir arriba San Pedro te va a hacer tragarte las llaves. Eso en el mejor de los casos.

    Tu si que te atreves a discutir no solo can Dios sino con todo …. quisqui!!

  7. Con este papa no emérito me pasa lo mismo que con las canciones del «Último de la fila» o de Manolo García…
    Entiendo las palabras que utiliza, incluso suenan bien, pero no entiendo el sentido general de lo que está contando.
    Me genera una sensación de indigencia intelectual porque no soy capaz de elaborar lo que antiguamente se denominaba «Resumen comprensivo» de lo que ha dicho.
    Característica muy jesuítica por cierto.
    Y muy argentina.
    Gracias a Dios que no habla «ex cátedra», sino que se limita a manifestar opiniones personales.
    Esto me permite, sin problemas de conciencia, hacerle el mismo caso que a un tertuliano de la Sexta 🙂

  8. Discutir, no, pero preguntar aún entre lamentos porqué ocurren tantas cosas…no creo que sea faltar a la reverencia que le debemos.
    Por cierto, siempre me ha fascinado aquella lucha misteriosa que sostuvo Jacob con Dios. «25.Y habiéndose quedado Jacob solo, estuvo luchando alguien con él hasta rayar el alba. 26.Pero viendo que no le podía, le tocó en la articulación femoral, y se dislocó el fémur de Jacob mientras luchaba con aquél. 27.Este le dijo: «Suéltame, que ha rayado el alba.» Jacob respondió: «No te suelto hasta que no me hayas bendecido.» 28.Dijo el otro: «¿Cuál es tu nombre?» – «Jacob.» – 29.«En adelante no te llamarás Jacob sino Israel; porque has sido fuerte contra Dios y contra los hombres, y le has vencido.» 30.Jacob le preguntó: «Dime por favor tu nombre.» – «¿ Para qué preguntas por mi nombre?» Y le bendijo allí mismo. 31.Jacob llamó a aquel lugar Penuel, pues (se dijo): «He visto a Dios cara a cara, y tengo la vida salva.»»
    Génesis, 32 – Bíblia Católica Online

    1. No es una lucha con Dios, es una lucha física con un ángel. Le invito a ver dos vídeos en el canal de youtube del Padre Fortea en los que habla sobre el tema. El vídeo 170 y el 171, «La lucha de Jacob con el ángel».

  9. El cuñado de Asia Bibi encontrado muerto y con el cuello cortado, otro caso que no parece tener fin.

    Interesante reflexión sobre los mártires de Uganda que lo son por no haber cedido a las intenciones homosexuales del rey. Heroico martirio que entra en fuerte contraste con el caso McCarrick del que llevamos dos años esperando el prometido informe que dejará todo claro, o quizás no. Puede que no lo sepamos nunca. Seguramente la narrativa oficial teme a la real de Carlo María Viganó, que les podría dejar con el c al aire.

  10. Ojalá Francisco se atreviera de verdad a discutir con Dios. Podría salir muy malparado y con una seria advertencia de acabar mal , si no rectifica y se convierte. También es incapaz de discutir con los católicos, pues ni siquiera se atreve a recibir a los cardenales de las dubia.

  11. Con todo respeto lo que dice de las relaciones entre el hombre y Dios da sentido al refrán tan antiguo «A Dios rezándole y con el mazo dándole».
    A su vez recuerdo siempre mis ancestros Asturianos de Luarca con relación a la pesca, «no olviden que el pescado pudre desde la cabeza».

  12. Prefiero no discutir con Dios; ya bastante daño he hecho como para ponerme a hacer eso. Seria mejor escucharle y que se haga su Santa voluntad, basta.

  13. Estimados, lo de discutir con Dios de Mons. Bergoglio lo aprendió e imito del Rabino Skorka. En Buenos Aires había un programa en el q intervenían Mons. Bergoglio, Skorka y un Pastor protestante. Mons Bergoglio asentía a todo lo q decían, hubo un programa en q Skorka dijo q es una costumbre de los judíos discutir con Dios y a el le pareció muy bueno. Es signo de soberbia y falta de Temor de Dios. Cómo puedo discutir con Dios si es la suma Sabiduría, el Todopoderoso. Es de terror este hombre. Oremos para su conversión.

  14. Me lo he leído de cabo a rabo. No le encuentro ningún pero. Ese estudio ha sido confirmado recientemente por el propio BXVI, al asegurarnos que no ha renunciado a la misión espiritual del pontificado, que es la sustancia de un pontificado, luego la renuncia parcial es nula.

  15. Eso ocurrencia la copia Bergoglio de los rabinos. El judaismo moderno cree que un rabino puede convencer a Dios de sus argumentos discutiendo con Él. Ellos son los dueños de la Ley, no Dios. Creen que Dios les dio la facultad de dictar la ley. El Rabinismo moderno, que rechazó y rechaza a su Mesias, no solo se come la manzana del paraiso, es que primero cuecen el manzanar entero y se hacen un banquete.

    Desde que era niño trabajó para ellos y les debe todo. Incluido su actual puesto de trabajo. Pregunten a los Argentinos que lo conocen. Recemos para que se convierta. No es el primer judeo-masón que accede a lo mas alto en la Iglesia. Los otros se arrepintieron e intentaron reparar parte del daño que hicieron. Este también podría si pedimos por él.

  16. ¿Y de qué nos sirve enfadarnos con Dios? Tampoco sirve discutir con Él, total siempre llevará razón.
    Hablar con Dios está muy bien, contarle nuestras preocupaciones, nuestras penas, que por supuesto ya las conoce, pero nos vale de desahogo, lo de discutir o enfadarse, solo sirve para sentirnos peor, creo que ante las cosas malas es mejor pedirle resignación y ayuda para sobrellevarlas.

  17. Bueno, sin haber leído lo que ha dicho el Papa, me gustaría comentar un par de cosas.
    Una, recordar al propio Jesús en la cruz. La confianza con el Padre. ¿No nos vamos a sentir nosotros, siendo mucho menos, así en alguna situación?
    Y en segundo lugar, comentar, que puede darse en las conversiones, sobre todo al principio, cuando se parte de una lejanía notoria. A mí me pasó. Y creo que esa idea que llamáis modernista, y podéis llevar razón, por supuesto, no viene tanto de lo que comentáis judío, que no es más que otro apéndice del ‘seréis como dioses’, sino de esa parte de la lucha que Dios quiere que vivamos, entre el antiguo yo y el nuevo yo. ¿Soberbia? Puede ser. Pero si en esos casos lleva a la conversión, a una verdadera conversión, pues bien. Los caminos del Señor son inescrutables.
    Ahora bien, proponerlo como consejo general, no lo veo. Pero no sé.

    Bendiciones.

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