Titula La Vanguardia que ‘El cardenal Cañizares se salta el estado de alarma y abre la basílica de Valencia’ y el incidente sirve, como tantos otros, para advertir la doble vara de medir de una normativa que no tienen ningún sentido desde el punto de vista epidemiológico.
Esta sí es una “campaña orquestada”, Eminencia, y no esos vídeos de aficionado que grabaron un puñado de jóvenes rogando a sus pastores que permitan las misas, pero nos tememos que no se denunciará con el mismo entusiasmo.
Seguir la tortuosa normativa oficial sobre la pandemia, con sus fases y sus espacios geográficos, excepciones incluidas, no es nada fácil, pero sí lo es advertir un detalle: lo que vale para unos no vale para otros, y esos otros son, esencialmente, los católicos que quieren la vuelta al culto público.
Que la pandemia exigía medidas excepcionales es algo que han discutido muy pocos, y la jerarquía eclesiástica ha sido la primera en amoldarse a todo, tan deprisa y totalmente que parece traicionar cierto alivio. Pero cuando se permite a unos lo que se prohíbe a otros, sin razón ‘científica’ que lo avale, es el momento de pensar que detrás de todo este laberinto normativo hay motivaciones ajenas a la salud pública.
Naturalmente, las hay. De control, de acaparamiento del poder, de cálculo político. Pero, en lo que nos interesa en esta publicación, también de ‘odium fidei’, de la centenaria obsesión de la izquierda española de desarraigar el cristianismo de estas tierras de una vez y para siempre.
En el blog ‘De profesión, cura’, de nuestros colegas de Infocatolica, el padre Jorge González Guadalix pone negro sobre blanco una serie de casos concretos de esta desigualdad clamorosa y sanitariamente inexplicable. Lo que es válido para bares, no lo es para iglesias; lo que vale para festejos laicos no es aplicable a celebraciones religiosas; lo que se permite a coros seculares se prohíbe a coros litúrgicos. Acaba González Guadalix con un clarificador caso hipotético: “En Braojos, por ejemplo, y es un suponer, se podría tener en la plaza del pueblo un festival de jotas. Los artistas en el escenario que guarden su distancia de seguridad y la gente puede estar en la plaza con sus sillas o de pie, con todas sus precauciones, a la vez que permanece abierta la terraza del bar de la casa de la cultura. Imaginemos que al acabar el festival, al bajar los joteros del escenario, suben el señor cura y dos más para celebrar la misa del día de la fiesta. Está prohibido. ¿Mande? El mismo escenario, las mismas distancias de seguridad, idénticas sillas… ¿y las jotas sí y la misa no? ¿Me lo dice en serio?”.
Sí, muy en serio. Pero hay una parte en esta situación, un aspecto, que el sacerdote bloguero deja en el aire, por razones comprensibles, limitándose a dejarlo caer en esta última frase: “Y nosotros, a tragar, que tenemos costumbre”.
Porque no hay nada novedoso, desusado o sorprendente en el hecho de que la izquierda patria aproveche la oportunidad de la alarma sanitaria para perjudicar a la Iglesia, como la aprovecha para acaparar poder y colar reformas que exigirían acalorados debates parlamentarios. No: lo sorprendente es el silencio de los pastores.
Que la jerarquía se pliegue a las necesidades derivadas de la lucha contra la pandemia es comprensible y hasta loable, si se trata de salvar vidas y detener el avance de la peste. Pero cuando se permiten actitudes y fenómenos de igual o mayor potencial contagioso a la instancias civiles y comerciales que las ceremonias de culto y la Conferencia Episcopal mantiene un vergonzoso silencio, podremos, creo yo, ver gato encerrado en todo esto.
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A mí los berridos unos maníacos como los pringados Compromis o del PSOE valencianos –que en plena pandemia exigen al Ayto. de Alicante que retire la Calle del Franco (moneda de varios países) por «memoria histórica»– no me escandalizan: me dan risa. Lo que sí ha sacudido los cimientos de mi fe ha sido el «odium fidei» de dentro: el del estamento eclesiástico, que no puedo concebir.
*berridos de unos maníacos como los pringados de Compromís…
Lector, una cosa va con la otra. El gran problema de muchos curas y laicos es el querer agradar, querer ser modernos… lo cual está relacionado con NO darse cuenta de que el odium fidei va en serio, que no intentemos agradar al mundo porque, no sólo no debemos, sino que encima no por eso nos lo «agradecen», nos siguen odiando. Y por favor, no se deje tambalear los cimientos de la fe, los que tenemos la suerte de tenerla, podremos sufrir con los escándalos, pero dejar que se tambalee, NUNCA!!!
Con usted, Amalia.
Lo he vivido en mis propias carnes. Va muy en serio.
A ver si su amigo Bergoglio, todo un enviado de Dios, según sus propias palabras, sale en defensa del Cañi. No creo. Y de la Virgen todavía menos. Todos sus privilegios, en especial la mediación, son «tonteras». Hay que normalizar a la criatura.
Con una jerarquía con un par de huevos, el gobierno tenía ahora mismo una denuncia por discriminación por motivos religiosos, tipificado en el código penal.
Pero estos pusilánimes antes ayudaran al frente popular a que nos despellejen.
Ayun, ayudaron y ayudarán. Y lo pagaremos los fieles sin tonsura, para variar. Señor Gato, siempre da en el clavo.
Así es. Por «salvar sus muebles» harán como en el 1931, 32, 33, 34….y si no se alzan los del 36 hubiésen seguido «pilateando» mientras los rojos exterminaban el catolicismo….
Si es que….olvidando la Historia….repetimos sus peores momentos…..
Una vez más, Carlos Esteban deja muestras de su inanidad intelectual, esta vez como epidemiólogo. Por si no teníamos suficiente con sus facetas de tertuliano, jurista, experto en patrística, pseudovaticanista y, en general, terraplanista de la religión católica. Ay, el Maestro Liendre…
Ay la Virgen de los Desamparados, que fue profanada, quemada, ultrajada, fusilada y el niño Jesús de sus brazos pisoteado y desaparecido. Al final la salvó in extremis el alcalde comunista de Valencia, que la escondió en una buhardilla durante la guerra. Por esos hechos el alcalde pudo vivir libremente y sin ser molestado durante el franquismo.
Chema, fiel a tu estilo. A falta de argumentos, insultos.
A ver, ya que estamos analizando estilos, probemos con el tuyo:
– «Pero este tipejo se ha leído la Fides et ratio?» (refiriéndose al Santo Padre).
– «Uno, no intentes proyectar contra la Iglesia lo que son tus propios errores personales. Te pasa lo mismo que al Sr. Bergoglio».
– «Y por qué no la paz del hígado o del páncreas?» (Sobre la frase del Santo Padre “La paz del Señor no es la paz universal, la paz sin guerras, sino la paz del corazón”)
– «…para lo que hay que aguantar de tipejos como el tal Bergoglio».
Bien, veo que tu estilo y profundidad de nivel argumentativo son asombrosos. Muy en la línea del estilo de la mayoría de los presentes en este foro: ver la paja ajena, y no la viga en el ojo.
Rezo por ti, champion.
Chema, eres un patético lacayo del Anti.cristo
Chimi, iris in pitítiqui liquiyi dil Inticristi.
La que no guarda las distancias ni nunca las guardará es la Virgen. Hasta se nos aparece, de vez en cuando, en cuerpo y alma, pues fué asunta al Cielo, dogma todavía no negado por Bergo, que yo sepa, quizás por ser el último. Es políticamente incorrecta. Afortunadamente.
Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus.
«Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo».
La Vanguardia se ha convertido en uno de los periódicos más sectarios del pías. No publica casi ninguna noticia sobre la pésima gestión que hace P. Sanchez de la Pandemia. Se dedica a censurar los comentarios de los lectores que hablan de esta mala gestión. Culpan al PP de la crisis actual por no apoyan a inutil P. Sanchez, y hablan de lo mal que gestionan la crisis mandatarios como Bolsonaro y Trump, cuando España presenta las peores cifras mundiales de contagios y muertes por habitante. Y ahora se meten contra la Iglesia. Lo dicho se han convertido en una pandilla de sectarios al servicio del Gobierno del PSOE.
Los conservaduros son así.
….mutaron….y se convirtieron en «La Vanguardia antiespañola, anticatólica»…..
Son unos apesebrados
Cañizares, has querido caer bien al mundo y ya ves cómo te lo pagan. Qué razón tiene quien dice que el demonio nunca paga bien.
Exacto. Para los que nos odian nunca será suficiente lo que hagamos hasta vernos desaparecer. Por lo menos no hagamos lo que no debemos. Cristo. Siempre Cristo. Eso sí, donde ellos pongan odio, pongamos nosotros amor.
Nunca paga bien porque te promete el triunfo en esta vida a un precio de infi erno para siempre.
Dicen que los demonios se hacen la vida imposible entre ellos, y que se odian a «muerte».
Bellísimo!
Francisco está detrás ordenando a los obispos que obedezcan. Lo dice Antonio Caponneto en un vídeo de hace poco en TLV1 y tiene toda la pinta:
Él fue el primero que cerró iglesias, las de su diócesis de Roma, él es el que ha impedido a los italianos abrir sus iglesias al culto (con bozal y precauciones, siempre hay que decirlo por si los paranoicos) y es el que dice que hay que obedecer a la ONU. Ahora bien, excepto Reig Pla, estos obispos son del material mas borreguno que ha encontrado el espiritu del Vaticano II. No hay ningún San Atanasio entre ellos ni se le espera. Ellos encantados de hacer de alfombras al poder político. Para eso fueron elegidos por la cúpula masónica que domina la Iglesia desde hace décadas.
NO PARAIS DE PONEROS VERDES. EL MODERADOR SOLO ESTA PARA IMPEDIR QUE SE MENCIONEN CIERTAS PALABRAS DERIVADAS DE LOS DOGMAS DE FE. EN CUANTO ENCUENTRA UNA …. CENSURA…. PERO QUE OS DIGAIS TODO LOS QUE OS DECIIS LO PASA TODO. UNA PENA. YA NO ME APETECE LEER ESTA REVISTA VIRTUAL. NO VALE LA PENA. OS LA ESTAIS CARGANDO