El Padre Pío y la misa

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San Pietro de Pietrelcina, más conocido como Padre Pío, es probablemente uno de los santos más venerados en todo el orbe y el más venerado en Italia. Su manera de vivir el sacramento de la Penitencia, los estigmas que aparecieron en su cuerpo o la casa que levantó para aliviar el sufrimiento de otros le han granjeado miles de hijos espirituales.

Pero hay otro detalle de su biografía que, siendo acaso menos conocido, nos interpela a los católicos de hoy, que hemos tenido que renunciar temporalmente y con sumo dolor al sacramento de la Eucaristía: se trata de sus misas, que, celebradas de modo tan impactante y hermoso, congregaban a miles de personas.

En su libro Padre Pío. Breve historia de un santo, Gabriele Amorth, uno de los exorcistas más importantes de la historia de la Iglesia, explica por qué las misas del Padre Pío cautivaban a cuantos las presenciaban:

Todas las miradas estaban fijas en ese rostro que se contraía continuamente con evidente sufrimiento, aunque el padre hacía claros esfuerzos para que nadie se diera cuenta. Las lágrimas que le inundaban el rostro y que él secaba con un gran pañuelo que tenía siempre al alcance de la mano, fingiendo que se secaba el sudor; ese golpearse en el pecho en el Mea culpa y en el Agnus Dei, con unos golpes tan fuertes que nadie comprendía que cómo podía propinárselos con sus manos heridas; ese prolongado estar de rodillas por el cual a veces daba la impresión de no poder levantarse. Y las largas pausas, con la mirada fija velada por las lágrimas, dando la impresión de no poder proseguir.

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Pero ¿era aquello un espectáculo teatral? ¿Se trataba acaso de un show meramente encaminado a atraer a la gente? Nada más lejos de la realidad. En el Padre Pío no había impostura o fingimiento, sino una conmoción real. Era tan consciente del acontecimiento de la misa que eso le hacía estremecerse, temblar, incluso llorar.

No hay duda de que el Padre Pío revivía la Pasión de Jesús (…) Cuando subía al altar, con su paso dolorido, parecía estar subiendo al Calvario. Las palabras que pronunciaba eran las palabras litúrgicas; y la gente respondía al unísono, algo más bien raro entonces, cuando sólo respondían los monaguillos. También en esto se veía el esfuerzo de los presentes por participar lo más posible.

De nuevo, nos recuerda Amorth, sus misas – las del Padre Pío – no atraían a la gente porque el sacerdote se comportase como un showman o asumiese el protagonismo de la celebración, sino por su autenticidad. De algún modo, el Padre Pío ponía a los fieles frente al misterio del sacramento eucarístico:

La misa del Padre Pío no era un misterio especial. El verdadero misterio, que comprendemos tan poco, es la misa en sí. Es un sacrificio, es el memorial incruento de la cruz, es la inmolación de Jesús, que se ofrece al Padre como víctima por nosotros y que se da a nosotros como alimento de vida eterna… Intentamos ayudarnos con expresiones verdaderas, pero incompletas.

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Comentarios
29 comentarios en “El Padre Pío y la misa
  1. El padre Pío era y es, pues está más vigente que nunca, todo lo contrario de la misericorditis vigente de comunión para todos y cielo para todos. Nunca engañó a nadie sobre la senda estrecha. No daba la absolución, que tantas veces negaba, hasta que no le quedaba constancia del arrepentimiento sincero del penitente y su propósito de la enmienda. En más de una ocasión invitó al penitente a manifestar un pecado que estaba ocultando, no porque fuera público y notorio, sino porque leía las conciencias por gracia divina. Prefería mil veces que la confesión fuera una sala de torturas antes de que las torturas se postergaran hasta la vida eterna. Bergoglio ha querido manipular a Padre Pío, pero Padre Pío no se ha dejado, pues los hechos son elocuentes. Padre Pío y Bergoglio son lo más antitéticos que te puedes echar a la cara. Padre Pío es la senda estrecha al Cielo. Bergoglio, la autopista, al infi erno.

      1. Señores Infovaticana, sería conveniente que hicieran la relación de todos los obispados/diocesis (al menos españoles) que mantienen cerrados los templos, por decisión propia, para la celebración de la Santa Misa.
        Y si los colaboradores/lectores de habla hispana, colaboran, tengamos un dato actualizado, de quien es quien respecto de la fe.

    1. Exaltar una anécdota de que a quien abofeteó y expulsó de su presencia diciéndole “perrerias” fue. Un defensor suyo ir tuvo la mala idea de criticar al obispo en su presencia.

      Como decía la Madre Teresa: “Las críticas no son otra cosa que orgullo disimulado. Un alma sincera para consigo misma nunca se rebajará a la crítica. La crítica es el cancer del corazón”.

      Intentemos ser positivos con la Iglesia, el Santo Padre y los obispos y sacerdotes.

      1. Me guardo la cita de la santa porque soy bastante criticón. Pero también soy una persona escandalizada con la situación actual de la Santa Iglesia por las palabras y obras de sus dirigentes.

  2. ¿La misa del Padre Pío? ¿Subir al Calvario, revivir la Pasión, ofrecer el sacrificio? No se había enterado de que presidía la Asamblea. Ni de que, con los protestantes, había que purificar a la Iglesia de siglos de errónea mentalidad sacrificial, calcada de los sacrificios paganos, y volver a la Iglesia primitiva, la del presidente de la Asamblea y la Cena del Señor. Ni de que, en lugar del domingo, la Eucaristía (no la misa, término indigno) del día del Señor debía celebrarse en la tarde del sábado y con los comensales bien sentados para comulgar. Teología tridentina la del Padre Pío.

  3. La Santa Misa Novus Ordo refuerza y actualiza la realidad del Sacrificio del Señor mejorando la consagración y acercando esa realidad a los fieles participantes, PARTICIPANTES, NO espectadores. Complementa la actualización del Sacrificio con esa participación colectiva en la CENA del Señor porque la Sta. Misa no actualiza sólo el Sacrificio sino también la ültima CENA. Esto nada tiene que ver con los protestantes, y sí con el perfeccionamiento de la liturgia dirigido por el Espíritu Santo como toda la Tradición AUTÉNTICA. Todo esto lo explican perfectamente los Papas San Juan Pablo II y Benedicto XVI en las encíclicas Ecclesia de eucharistía y Sacramentum caritatis. Hay quienes no lo quieren entender, pero no es por defensa de la verdad, sino por sus ataduras a un falso tradicionalismo francés amarrado a las apariencias.

    1. Precisamente cuando los fieles son simples espectadores es ahora, que tienen que aguantar los shows de algunos celebrantes y estar pendientes para ver cuáles son las últimas ocurrencias creativas del celebrante y aplaudirlas como si la misa fuera un espectáculo cuyo protagonista no tan siquiera es Cristo sino el «presidente» de la celebración.

    2. Gaullista, eres muy gracioso, te vas a quedar de piedra cuando leas a los pa pas anteriores al vaticano II, hazlo al menos por el morbo. Lo primero que vas a pensar es que estaban locos, pues parecen de otra religion extraterrestre, luego tú mismo concluirás que los que están en un profundo error son los seis últimos, los de ahora. Haz la prueba.

      1. Uno,,, ¿porqué varios exorcistas han dicho que en sus sesiones, los demonios odian y le temen a SAN JUAN PABLO SEGUNDO,?
        Que es una ayuda enorme la que da a los sacerdotes en ése trance?
        ! Por favor,, en bien de la humanidad, salva al planeta!
        Diles lo que sabes de juan pablo, para que ya no estén engañados exorcistas como el Padre Amorth,, (bueno el ya se equivocó). El padre Fortea, El padre Spanh,,, corre, corre, salva a todos.

    3. La misa novus ordo es la representacion de la última cena judía, que es el mismo error protestante que Trento condenó. Se llama última cena porque no hay mas cenas. Por eso Trento dice que «la misa solo es visualmente y propiamente un sacrificio», no una cena. Terminada la cena tomó pan, texto literal del misal. Cuando los judíos terminaban de cenar la pascua se reunían en otra habitación con un altar de alabanza en donde se bendecía pan y vino, el pan consistía en tres obleas de pan liadas en unas telas q son el sudario, que antes de cenar los judíos escondían, y una vez que cenaban buscaban el pan y lo bendecían en el altar, que no es la mesa donde habían comido. Es en ese momento del ritual de la pascua en donde Cristo instituye la misa tradicional, no la de pablo VI, en la que al menos su canon segun Trento, es de tradición apostólica. El canon es lo que va desde el agnus dei al padrenuestro, el canon del novus ordo es el canon de Lutero.

  4. Desde luego ¡amarrado a las apariencias! Basta pasearse por las parroquias y los colegios antaño católicos de España y de todo el mundo para apreciar ¡salta a la vista! cómo los fieles de todas las edades, gracias a 50 años del magnífico Novus Ordo, muy superior al inmemorial rito romano, saben perfectamente que la misa es la renovación incruenta del sacrificio del Calvario y se comportan en consecuencia.

  5. Y por supuesto que, gracias a la hermenéutica de la continuidad, es perfectamente posible reconciliar la teología católica de la misa, la reafirmada y definida por el Concilio de Trento en su sesión 22, con el Novus Ordo y lo que todos los días se oye entre el clero y los fieles de hoy sobre la Asamblea y la Cena del Señor. Hegel pensaba lo mismo: tesis, antítesis, síntesis. La dialéctica conciliar todo lo puede. Salvo para algunos tradicionalistas de mentalidad estrecha que seguimos sin apearnos del principio de no contradicción.

  6. Yo quiero mucho al padre Pio. Me hubiera gustado asistir a una Santa Misa con él.
    Se conserva un video de él oficiando una misa,, no recuerdo si es toda o solo una parte.

  7. Padre Pío, intercede por nosotros ante Dios nuestro Señor.
    Los debates Uno-Gaullista y Urbel-Gaullista me suelen resultar muy interesantes. Así que gracias. Lo digo desde la ignorancia más absoluta en el tema.

  8. Gracias por su interés y, se considere usted ignorante (¡ya será menos!) con poca razón o sin ninguna, le sugiero la lectura de la mejor obra sobre las transformaciones sufridas por la Iglesia desde el concilio Vaticano II: Romano Amerio, «Iota unum»; hay varias ediciones en español que supongo se podrán encontrar de viejo en internet.

  9. Bergoglio no es ninguna roca, ni siquiera arenas movedizas. Es todo vaporoso, etéreo, volátil. Un fraude. El mayor de la historia.

  10. Como tampoco en la primera versión de la explicación del misal de Pablo VI (1969), al definirse la «synaxis o cena del Señor», había ni rastro de la misa como sacrificio. Ante el escándalo de los pastores y teólogos de buena doctrina, entonces todavía numerosos, y en particular del cardenal Ottaviani, hubo que añadir de tapadillo en la segunda versión de esa definición al menos la palabra «sacrificio». Olvidos ambos, uno bajo Pablo VI y otro bajo Juan Pablo II, muy expresivos de la atenuación, cuando no verdadera negación, del carácter sacrificial, en particular expiatorio o propiciatorio, de la santa misa.
    Pero otros vienen a contarnos que hay perfecta continuidad, por supuesto «hermenéutica», entre la teología católica de la misa como sacrificio de acción de gracias y propiciatorio, reafirmada y definida por el Concilio de Trento en su sesión 22, y el misal de Pablo VI y los disparates de Kiko.

  11. En efecto hay que leer el Catecismo Romano (II, c. 4, 76-78): “Por consiguiente, confesamos y debe de creerse que es uno y el mismo Sacrificio el que se celebra en la Misa y el que se ofreció en la Cruz, así como es una sola y una misma la Víctima, esto es, Cristo nuestro Señor, el cual se sacrificó una sola vez sangrientamente en el ara de la Cruz … el santo sacrificio de la Misa es, no sólo sacrificio de alabanza y de acción de gracias, o mera conmemoración del Sacrificio que se ofreció en la Cruz, sino que también es verdaderamente Sacrificio propiciatorio, por el cual se muestra Dios aplacado y benigno con nosotros.”

  12. Algunos protestantes aceptan que la eucaristía sea sacrificio de acción de gracias. Pero todos rechazan que sea sacrificio propiciatorio. En la primera versión (1992) del nuevo Catecismo no había ni rastro de la expresión “sacrificio propiciatorio” o “expiatorio”. De tapadillo hubo que añadir una mención de pasada en la segunda versión (1997). En efecto, hay que leer.

  13. Pido disculpas por el desorden de mis tres comentarios anteriores, motivado por el control automático de comentarios que no sé qué criterios aplica. Deberían haberse publicado y deben leerse como sigue: primero el segundo, después el tercero y finalmente el primero.

  14. Tengo ahora a la vista mis ejemplares de las primeras dos versiones del nuevo catecismo, digo las dos primeras porque con Francisco ya hay más y todo indica que seguirá modificándose al estilo de las leyes humanas y cuanto más modernas. En la de 1997 se añadió al final del número 1367 la única mención del sacrificio propiciatorio, completamente ausente en la versión de 1992. Pero todo el contexto y hasta los epígrafes siguen centrándose en el sacrificio de alabanza y acción de gracias, precisamente la noción aceptada por algunos protestantes. En fin, la hermenéutica de la continuidad.

  15. Urbel. Tiene ud idea remota de quien fue Mons Anibale Bugnini? Conoce su plan dentro de la Comisión de Liturgia dentro dwl Concilio V II? Sabia Ud de su membresia dentro de la Masoneria denunciada por Peccorelli? Sabia de la «felicitacion» de sus hermanos masones por los logros liturgicos del Concilio?

  16. Ciertamente los debates son cuestionables o aceptables pero frente a lo que se expone en un principio es solo ver como profundiza el padre Pío en la santa misa,, que es una sola en todo el mundo.., es la forma en que se expone con gran espiritualidad elevada y profundad que solo los Santos de Dios pueden expresarlo.., recuerden que la santidad es para unos.., no para todos dice el Señor.., es cuestión Fe amor a Cristo Jesús.., para llegar a comprender tan sublime encuentro de San Pío con nuestro Señor, de tal forma que traspasa a los fieles que están en comunión con Dios.

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