Es una evidencia que la Iglesia busca hacerse un hueco en el mundo posmoderno. La jerarquía, o una gran parte de ella, aspira a obtener el beneplácito de la corriente progresista imperante y de la plutocracia internacional. Por eso se nos presenta a Dios como un activista hippie y se eliminan a conciencia los pasajes más ácidos de las Escrituras. Mientras se hace bandera del “amaros unos a otros como yo os he amado” o de poner la otra mejilla, se omite el “no vine a traer la paz sino la espada” o la firme reacción de Cristo contra los mercaderes en el templo. Incluso se pone en duda, apelando a la misericordia divina, la existencia del infierno y la posibilidad de condenarse.
En medio de este clima de confusión, la editorial Homo Legens ha publicado Dios no mola, un libro de Ulrich Lehner que desmonta la concepción cursi y hippiesca de la catolicidad. Una concepción en la que Dios queda reducido a la condición de terapeuta, de coach, de padre divorciado que nos concede hasta el más estúpido capricho sin exigir nada a cambio.
El temor de Dios es uno de los dones que esta visión edulcorada de la religión católica ha eliminado. Así lo recuerda Lehner en la introducción de su obra:
“Lea a los profetas y medite sobre el Dios que se le aparece a Abraham, Moisés, Balaam, Ezequiel, Isaías y Daniel; el Dios cuya cercanía hizo que se postraran y cubrieran sus rostros, el Dios cuya luz llegó a los lugares más recónditos de sus almas.
No es un “Dios del Antiguo Testasmento” que se ha vuelto obsoleto con el Nuevo. Es el Dios que Simón Pedro encontró en Jesús (Lc 5,8) y que Juan vio en sus visiones (Ap 1, 17).
El Dios de la religión bíblica es desconcertante, inquietante, imperioso y exigente. Puede ser chocante.
Inspira asombro y algo parecido al miedo. De hecho, Isaías —cuya llamada fue algo espantoso—, incluye el “espíritu de temor del Señor” entre los siete dones del Espíritu Santo (Is 11, 1-2)”.
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lamentablemente los progres tienen un satanismo tan conciente o subconciente que hasta han querido dividir hasta la SSma Trinidad
Segun sus luciferas preferencias, Dios Padre , el Dios de la Bilblia , es dictador, iracundo, poco tolerante a sus cochinadas y probablemente el que por eso se lleva (para consuelo de Dios ) todas sus satanicas criticas
En cambio hacen de Jesus, el Hijo, un idolo de sus preferencias de acuerdo a como les convenga presentarlo, en sus aberrantes teorias ocultistas blasfemas sobre su Origen,
un dia pueden presentarlo como hippie, otro dia como comunista, otro dia como gay
la cuestion es como diferenciarlo tmb freudianamente del «Padre Autoritario»
por ahora con el Espiritu Santo no se meten mucho
al menos que yo en mi ignorancia me haya enterado
habra que darles tiempo
VIVA LA SSMA TRINIDAD
IN HOC SIGNO VINCES+
Es que al Espíritu Santo lo usan para hacerse ellos mismos dioses: algo así como «el espíritu nos dice que hay que dejar entrar las novedades, nada de rigideces. Hay que dejarse sorprender por lo nuevo que quiere el Espíritu Santo (o sea, y entiéndase, sus propios deseos). Cambiar todo lo que antes el Espíritu Santo inspiró y hacer esto nuevo que el espíritu de este tiempo señala»
Dios no mola pero yahve si que es lo mismo