El Papa quiere un pacto global para educar en «un nuevo humanismo»

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Convoca un evento el 14 de mayo en Roma para lograrlo

El Papa Francisco ha convocado un evento mundial por la educación el próximo 14 de mayo en Roma. «Reconstruir el pacto educativo global» será el lema del encuentro que buscará ese ‘pacto’ que, según el Papa, necesitamos para una educación «en la solidaridad universal, en un nuevo humanismo«.

Este evento se une a suma a otro evento global que buscará un pacto, en este caso sobre economía, que también tendrá lugar en 2020, en marzo, en Asís.

Ofrecemos aquí el texto del vídeo que el Papa ha empleado para comunicar la noticia y acto seguido les ofrecemos el texto del mensaje de la convocatoria, publicados en español por la Oficina de prensa de la Santa Sede.

Video Mensaje del Santo Padre

Queridísimos:

En la Encíclica Laudato si’ invité a todos a colaborar en el cuidado de nuestra casa común.

Para comprender la urgencia del desafío que tenemos ante nosotros, debemos centrarnos en la educación, que abre la  mente y el corazón a una comprensión más amplia y profunda de la realidad.

Necesitamos un pacto educativo global que nos eduque en la solidaridad universal, en un nuevo humanismo.

Por eso he promovido un evento mundial que se celebrará el 14 de mayo de 2020.

En un momento de extrema fragmentación, de extrema oposición, es necesario unir esfuerzos, crear una alianza educativa para formar personas maduras, capaces de vivir en la sociedad y para la sociedad.

Todo cambio, sin embargo, necesita un camino educativo. No podemos hacer un cambio sin educarnos para ese cambio.

Un proverbio africano dice que «se necesita toda una aldea para educar a un niño». Pero debemos construir esta aldea. Todos juntos, para educar a los niños, para educar el futuro.

Y debemos limpiar el terreno de las discriminaciones, como sostenía en el Documento que firmé recientemente con el Gran Imán de Al-Azhar en Abu Dabi.

Debemos hacer que esta aldea haga que crezca en todos la conciencia de lo que une a las personas y a todos los componentes de la persona; el estudio y la vida; las generaciones; los maestros y los estudiantes; la familia y la sociedad civil con sus expresiones políticas, productivas, empresariales y solidarias.

Debemos hacer que en esta aldea nazca una convergencia global para una alianza entre los habitantes de la Tierra y la «casa común», para que la educación sea creadora de paz, de justicia, de acogida entre todos los pueblos de la familia humana además de diálogo entre sus religiones. Una aldea universal, pero también una aldea personal, de cada uno.

Debemos basar nuestros procesos educativos en la conciencia de que todo en el mundo está íntimamente conectado y que es necesario encontrar otras formas de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso.

Debemos tener el valor de formar personas que estén dispuestas a ponerse al servicio de  la comunidad.

Por eso quiero encontrarme con vosotros en Roma: para promover juntos y activar este pacto educativo.

Junto con vosotros, hago un llamamiento a todas las figuras públicas del mundo que ya están comprometidas en el delicado campo de la educación de las nuevas generaciones. Tengo confianza en  que no se echarán atrás.

Tratemos juntos de encontrar soluciones, de iniciar procesos de transformación, sin miedo. Invito a cada uno de vosotros a ser protagonistas de esta alianza.

La cita es para el día 14 de mayo de 2020 en Roma.

Os espero  y ya desde ahora  os saludo y os bendigo. Gracias.

Mensaje completo del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas:

En la Encíclica Laudato si’ invité a todos a colaborar en el cuidado de nuestra casa común, afrontando juntos los desafíos que nos interpelan. Después de algunos años, renuevo la invitación para dialogar sobre el modo en que estamos construyendo el futuro del planeta y sobre la necesidad de invertir los talentos de todos, porque cada cambio requiere un camino educativo que haga madurar una nueva solidaridad universal y una sociedad más acogedora.

Por este motivo deseo promover un evento mundial para el día 14 de mayo de 2020, que tendrá como tema: “Reconstruir el pacto educativo global”; un encuentro para reavivar el compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión. Hoy más que nunca, es necesario unir los esfuerzos por una alianza educativa amplia para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contraposiciones y reconstruir el tejido de las relaciones por una humanidad más fraterna.

El mundo contemporáneo está en continua transformación y se encuentra atravesado por múltiples crisis. Vivimos un cambio de época: una metamorfosis no sólo cultural sino también antropológica que genera nuevos lenguajes y descarta, sin discernimiento, los paradigmas que la historia nos ha dado. La educación afronta la llamada rapidación, que encarcela la existencia en el vórtice de la velocidad tecnológica y digital, cambiando continuamente los puntos de referencia. En este contexto, la identidad misma pierde consistencia y la estructura psicológica se desintegra ante una mutación incesante que «contrasta la natural lentitud de la evolución biológica» (Carta enc. Laudato si’, 18).

Sin embargo, cada cambio necesita un camino educativo que involucre a todos. Para ello se requiere construir una “aldea de la educación” donde se comparta en la diversidad el compromiso por generar una red de relaciones humanas y abiertas. Un proverbio africano dice que “para educar a un niño se necesita una aldea entera”. Por lo tanto, debemos construir esta aldea como condición para educar. El terreno debe estar saneado de la discriminación con la introducción de la fraternidad, como sostuve en el Documento que firmé con el Gran Imán de Al-Azhar, en Abu Dabi, el pasado 4 de febrero.

En una aldea así es más fácil encontrar la convergencia global para una educación que sea portadora de una alianza entre todos los componentes de la persona: entre el estudio y la vida; entre las generaciones; entre los docentes, los estudiantes, las familias y la sociedad civil con sus expresiones intelectuales, científicas, artísticas, deportivas, políticas, económicas y solidarias. Una alianza entre los habitantes de la Tierra y la “casa común”, a la que debemos cuidado y respeto. Una alianza que suscite paz, justicia y acogida entre todos los pueblos de la familia humana, como también de diálogo entre las religiones.

Para alcanzar estos objetivos globales, el camino común de la “aldea de la educación” debe llevar a dar pasos importantes. En primer lugar, tener la valentía de colocar a la persona en el centro. Para esto se requiere firmar un pacto que anime los procesos educativos formales e informales, que no pueden ignorar que todo en el mundo está íntimamente conectado y que se necesita encontrar —a partir de una sana antropología— otros modos de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso. En un itinerario de ecología integral, se debe poner en el centro el valor propio de cada criatura, en relación con las personas y con la realidad que las circunda, y se propone un estilo de vida que rechace la cultura del descarte.

Otro paso es la valentía de invertir las mejores energías con creatividad y responsabilidad. La acción propositiva y confiada abre la educación hacia una planificación a largo plazo, que no se detenga en lo estático de las condiciones. De este modo tendremos personas abiertas, responsables, disponibles para encontrar el tiempo para la escucha, el diálogo y la reflexión, y capaces de construir un tejido de relaciones con las familias, entre las generaciones y con las diversas expresiones de la sociedad civil, de modo que se componga un nuevo humanismo.

Otro paso es la valentía de formar personas disponibles que se pongan al servicio de la comunidad. El servicio es un pilar de la cultura del encuentro: «Significa inclinarse hacia quien tiene necesidad y tenderle la mano, sin cálculos, sin temor, con ternura y comprensión, como Jesús se inclinó a lavar los pies a los apóstoles. Servir significa trabajar al lado de los más necesitados, establecer con ellos ante todo relaciones humanas, de cercanía, vínculos de solidaridad»1. En el servicio experimentamos que hay más alegría en dar que en recibir (cf. Hch 20,35). En esta perspectiva, todas las instituciones deben interpelarse sobre la finalidad y los métodos con que desarrollan la propia misión formativa.

Por esto, deseo encontrar en Roma a todos vosotros que, de diversos modos, trabajáis en el campo de la educación en los diferentes niveles disciplinares y de la investigación. Os invito a promover juntos y a impulsar, a través de un pacto educativo común, aquellas dinámicas que dan sentido a la historia y la transforman de modo positivo. Junto a vosotros, apelo a las personalidades públicas que a nivel mundial ocupan cargos de responsabilidad y se preocupan por el futuro de las nuevas generaciones. Confío en que aceptarán mi invitación. Apelo también a vosotros, jóvenes, para que participéis en el encuentro y para que sintáis la responsabilidad de construir un mundo mejor. La cita es para el día 14 de mayo de 2020, en Roma, en el Aula Pablo VI del Vaticano. Una serie de seminarios temáticos, en diferentes instituciones, acompañarán la preparación del evento.

Busquemos juntos las soluciones, iniciemos procesos de transformación sin miedo y miremos hacia el futuro con esperanza. Invito a cada uno a ser protagonista de esta alianza, asumiendo un compromiso personal y comunitario para cultivar juntos el sueño de un humanismo solidario, que responda a las esperanzas del hombre y al diseño de Dios.

Os espero y desde ahora os saludo y bendigo.

Vaticano, 12 de septiembre de 2019

FRANCISCO

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[1] Discurso durante la visita al Centro Astalli de Roma para el servicio de los refugiados (10 septiembre 2013).

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Comentarios
26 comentarios en “El Papa quiere un pacto global para educar en «un nuevo humanismo»
  1. Pero que grandilocuente, pero qué se cree este buen hombre. Países tan distintos como Rusia, EE.UU. China, Japón, India, Malasia, Ngeria, Países del golfo Pérsico no sé le van hacer caso no tienen otra cosa qué hacer que adaptar sus sistemas educativos a lo que él piensa o quiere. Lo único que hace es gastar dinero a lo tonto, esa convocatoria en Roma ¿quién la paga?. el otnto del Vaticano, acudir, no me cabe la menor duda que acudirán los jetas de siempre que se apuntan a cualquier evento que se de por el mundo, una semanita en Roma en hotel pagado, fotos por aquí.

  2. Pues a mí no me cabe duda que Francisco está allí para acabar la obra de Nuestro Señor Jesucristo y apropiarse, como los viñadores homicidas, de la huerta.

  3. Edgar, por si te das una vuelta a defender tu admiración por el Papa.
    Yo no acostumbro leerlo de cabo a rabo, hoy lo hice., y no encontré por ningún lado la palabra siquiera:
    Dios. Y os saludo y os bendigo,,,, ?, parece que bendice a nombre propio, pues ya ni para bendecir se utiliza ésa palabra que está cayendo en desuso : DIOS., Y las personas tan ignorantes que decimos, «que Dios te bendiga». ?Ay! Perdón, no soy moderna.

  4. Lindi programa . . .
    No es muy distinto de lo que qualquier comité del ROTARY o de los LIONS puede proponer a sus afiliados.
    Es esto el camino para llevara los hombres a Dios ?

  5. Ya ni disimula el camino hacia una humanidad «fraternal» que prescinde de Dios y pasa de la Redención y de la Cruz. Eso, sí, mañana hará una homilía «piadosísima», nombrando 20 veces a Jesús, mejor que las del cura de Ars, para seguir engañando a los tontos.

    1. J.B. Carlos,. No hay que esperar hasta mañana, en el artículo de Fernando Beltrán ,que habla de los puentes, parece que le hicieron ver su «pequeño olvido» y lo ha mencionado profusamente ,
      Ha corregido.

  6. Pelagianismo inmanentista.
    Según el documento, todo es producto del esfuerzo humano, el fin es el hombre, no Dios, y no es necesaria la Gracia.
    Triste documento, tristes intenciones, triste ministerio.

  7. Un humanismo y una fraternidad que no se inspiren en Jesucristo, Dios y hombre verdadero, están condenados al más estrepitoso fracaso.

    Ya tenemos en marcha otra locura más, el Comité Superior de la Fraternidad Humana. Manda narices. Y esto lo tenemos que escuchar intentando no soltar una carcajada como una respuesta humana a semejante desaguisado. Lo curioso es que los implicados en todo esto se sienten estupendos con semejantes dislates.

    La siguiente. Nace la plataforma para enseñar a los jóvenes a hacer red por encima de las religiones. Otro paso más hacia la soñada religión universal.

  8. Qué pavada. Además, todos los sistemas educativos más o menos, buscan lo mismo. El tema es mostrar lo que el Cristianismo tiene como distintivo. Este tipo representa los intereses de otros sectores, no los del Evangelio.

  9. Francisco dice: «Se necesita toda una aldea para educar a un niño». Pero debemos construir esta aldea.
    A ver, Francisco. La aldea está ya construída. Y más que una aldea, es una Ciudad. Ni más ni menos que la Ciudad de Dios, que es la Iglesia fundada por Cristo. Está abierta a todo el que busca la Verdad y también está abierta a todo el que, por desgracia, quiera irse. Y es tan abierta y flexible porque, entre otras cosas, no tiene muros. Eso es lo que más te debería gustar, a tenor de tus argumentos rígidos sobre puentes, muros y próximamente aldeas.
    Los niños y los adultos se educan en la Iglesia Católica y no en una aldea que está por construir y que no conocemos quién será el constructor, o sí. Que, además, seguro que tiene muros rígidos para que los «rígidos católicos» tengan vetado el paso.

  10. El anuncio del Papa sobre un movimiento educativo global me parece la culminación de un viaje en el que la Iglesia se está alineando cada vez más con los poderes civiles, en busca de un consenso internacional que también incluya a todas las demás religiones.

    Se sabe que algunas profecías autorizadas hablan precisamente de un nuevo orden mundial, que superaría todos los conflictos en nombre de la cancelación del mensaje auténtico de Cristo. La más impresionante de las profecías es precisamente la de Vladimir Solov’ev, quien, con su Historia del Anticristo , ha predicho la perversión de la fe con gran detalle.

    Últimamente la dinámica parece cada vez más clara. Es como si los gobiernos mundiales y la Iglesia Católica se movieran al unísono en consignas muy específicas: pensemos en el Amazonas o en el nuevo humanismo del gobierno Conte.

    1. Probablemente hemos llegado al momento en que todas las fuerzas aliadas contra la Iglesia auténtica, contra la familia, contra los llamados valores no negociables, están lanzando el ataque final.

      Pero las puertas del infierno no prevalecerán, como nos asegura el Evangelio. De hecho, será precisamente la manifestación manifiesta del mal lo que acelere el triunfo del Inmaculado Corazón de María. Y finalmente la verdad será restaurada.

  11. «Pero la audacia y la ligereza del espíritu de los hombres que se llaman católicos, que sueñan con rehacer la sociedad en tales condiciones y establecerse en la tierra, por encima de la Iglesia Católica, son aún más extraños, al mismo tiempo atemorizantes y entristecedores». , ‘el reino de la justicia y el amor’, con trabajadores procedentes de todos los lados, de todas las religiones o sin religión, con o sin creencias, siempre que olviden cuánto los divide, sus convicciones religiosas y filosóficas, y pongan en común cuánto los une, un «idealismo generoso» y las fuerzas morales llevaron «donde pueden». Cuando uno piensa en todo lo que es necesario en las fuerzas, en la ciencia, en las virtudes sobrenaturales para establecer la ciudad cristiana, en los sufrimientos de millones de mártires, y en las iluminaciones de los Padres y Doctores de la Iglesia, y en la dedicación de todos los héroes de la Iglesia. caridad, y a una poderosa jerarquía nacida del Cielo, y a los ríos de la gracia

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