El Vaticano informa, tras la apertura de las dos tumbas del Cementerio Teutónico, que no han sido encontrado restos humanos
Hoy ha tenido lugar la apertura de dos tumbas del Cementerio Teutónico del Vaticano en búsqueda de la desaparecida Enmanuela Orlandi y no se han encontrado restos humanos en su interior.
#Vatican says it has found nothing (no human remains or urns) in the two graves it dug up today in the Vatican's Campo Santo Teutonico as part of the investigation into the #EmanuelaOrlandi case
— Edward Pentin (@EdwardPentin) 11 de julio de 2019
La apertura se realizaba a petición de la familia de Enmanuela Orlandi, la famosa chica desaparecida en 1983 en extrañas circunstancias. El pasado 2 de julio, la Oficina de Prensa de la Santa Sede informaba de la decisión de la Oficina del Promotor de Justicia del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano que dispuso mediante un decreto «la apertura de dos tumbas presentes en el Cementerio Teutónico».
La decisión se tomaba tras una denuncia de la familia de Emanuela Orlandi sobre el posible ocultamiento del cadáver en el pequeño cementerio ubicado dentro del territorio del Estado del Vaticano.
New: Vatican says no human remains were found in the two tombs opened this morning in the search for Emmanuela Orlandi
— Christopher Lamb (@ctrlamb) 11 de julio de 2019
Esta mañana han sido abiertas la llamada «Tumba del Ángel», en la que está enterrada la princesa Sofía von Hohenlohe, que murió en 1836 y aquella adyacente en la que está enterrada la princesa Carlotta Federica de Mecklenburgo, muerta en 1840 . Pues bien, ni los restos de la chica desaparecida ni los de las princesas citadas han sido encontrados tras la apertura. El misterio continúa.
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No son los muertos quienes tienen que hablar, sino los vivos que se hacen los muertos.
¿Esperaban, en serio, encontrar algo en el cementerio?
Al menos los restos de las titulares de las tumbas, digo yo. Parece que alguien no quiere correr riesgos.
Quieren hacer como que hacen. Son unos falsos. las investigaciones no deben ir por el cauce de las tumbas del agrado del PSOE.
Los sacrificios rituales tienen eso, que dejan marcas evidentes en los restos, por eso hay que esconderlos bien.
¿Y esta Orlandi fue la misma que la del ritual de entronización de la capilla paulina del vaticano o esa fue otra?
Evidentemente (basta con cotejar fechas) aquella fue otra
No hombre, esa chica fue otra: era una norteamericana que creo que elpadre Malachi Martin llegó a entrevistarse con ella y por eso se corroboró lo de la entronización…
¿Se imaginan que en el Valle de los Caídos ocurra lo mismo?
No diría yo que no ¡Cualquier cosa puede esperarse!
Dan Brown se queda corto…
pero bueno, yo alucino, después de 10 años ó más en el cementerio de mi ciudad, puedo asegurar que ya no queda nada del difunto. ¿ Es que nadie ha hecho enterrar a un difunto de su familia y ha podido comprobar que del anterior ya no quedaba nada ó a lo más huesitos pequeños?
Si se hiciera una tomografia del cerebro de un migrante de Buenos Aires a Roma, se encontraría lo mismo que en esas tumbas.
NADA
Maldita sea tu estampa, asqueroso de los cuernos del demonio.
¿Cuánto tiempo hace que no se ha llevado a cabo ninguna inhumación documentada en ese cementerio? ¿Se sospechaba seriamente de que las hubiera habido clandestinas?
Se ordena, con argumentos desconocidos, abrir una sepultura. Como parece que nada es serio ni fiable, por si acaso, se ordena abrir dos, con el sólido argumento de que están cerca. En teoría debían estar ocupadas por dos princesas del siglo XIX que , según las lápidas, esperaban en el teutónico la resurrección. Por razones desconocidas y sorprendentes las princesas no están y no se sabe que ha sucedido con sus restos mortales. Ahora estamos no ante una desaparecida sino ante tres, dos de ellas post morten y que por tanto ya no eran semovientes lo que exige por su propia naturaleza la complicidad de los vivos o una intervención sobrenatural que adelante la resurrección de la carne. Muchas preguntas y pocas respuestas. Veremos cómo evoluciona todo esto pero apunta a que se complicará mucho más. Cuando le preguntaron a Juan XXIII cuántos trabajaban en Vaticano respondió con seguridad que ‘más o menos la mitad’.
Han pasado algunos decenios y hoy el problema no es solamente que trabaja la mitad sino la chapuza general en la que vivimos todos los días que hace añorar aquellos tiempos. Lo sucedido en el Teutónico es impensable en el rincón más profundo del planeta.