Según el Tribunal Constitucional italiano la prostitución es inmoral ¿y el aborto?

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(Correspondencia Romana)- El 7 de junio pasado, en un inusual pronunciamiento, el Tribunal Constitucional de Italia defendió la legitimidad de la ley Merlin que en 1958 introdujo en nuestro país el delito de explotación y favorecimiento de la prostitución.

La sentencia nº 141 se dictó en consecuencia de la cuestión levantada por la Corte de Apelaciones de Bari que está juzgando a dos imputados en el proceso de segundo grado respecto a una red de escorts considerando que «la actual realidad social es diferente de la época en la cual las normas incriminatorias fueron introducidas: hoy existiría de hecho una prostitución de libre elección, voluntaria, como la de las “escort”, expresión de la libertad de autodeterminación sexual, garantizada por el artículo 2 de la Constitución, que sería lesionado por la punibilidad a terceros que se limitan a poner en contacto a la “escort” con los clientes (reclutamiento) o a agilizar su actividad (favorecimiento)».

Según el Tribunal Constitucional «también en el actual momento histórico y, más allá de los casos de “prostitución forzada”, la elección de “vender sexo” casi siempre está determinada por factores que limitan y condicionan la libertad de autodeterminación del individuo y es a menudo lábil el límite entre las decisiones auténticas y libres y decisiones que no lo son». Los derechos a la libertad, precisa la Corte, de los cuales indudablemente forma también parte la libertad sexual, son reconocidos por la Constitución con respecto a la tutela y al desarrollo de los valores de la persona.

La prostitución, sin embargo, no representa en ningún sentido un instrumento de tutela y de desarrollo de la persona humana, sino tan solo una forma particular de actividad económica que degrada y envilece a la persona aún cuando se practica de forma voluntaria. En resumen, para la Corte Constitucional parecerían existir comportamientos humanos que son intrínsecamente malos, siempre y en cuanto tales, o sea, según el objetivo perseguido, independientemente de las intenciones de quien actúa y de las circunstancias.

En otras palabras son acciones que, consideradas en función del objetivo, están siempre irreductiblemente en oposición al orden moral natural y no les cabe auténtica libertad, ningún verdadero derecho, en el elegir que es objetivamente un mal. Pero si el raciocinio es correcto no se comprende el motivo por el cual se aplica únicamente a algunos comportamientos humanos y no a otros, como por ejemplo el aborto. Es bien sabido de hecho como la odiosa práctica del aborto voluntario, además de causar la muerte violenta de un inocente, a menudo está cargada también de consecuencias psico-físicas muy serias para la mujer, al punto que el Síndrome Post Aborto (SPA) afecta a un altísimo porcentaje de quienes han abortado.

Numerosos estudios demostraron que la mujer, mediante el aborto, solo puede empeorar su situación y que las condiciones psicológicas en las que toma la decisión de “interrumpir” el embarazo son muy a menudo inestables. En otras palabras, la mujer es generalmente sometida a tales presiones que la llevan a percibir erróneamente el aborto como una necesidad y limitan por tanto la libertad de elección. Pero también, aunque la decisión de abortar fuera tomada sin coacciones y exenta de condicionamientos psicológicos o de otro género, ¿sería verdaderamente libre? Sin duda no, precisamente porque no existe un auténtico ejercicio de la libertad en el elegir aquello que degrada y envilece a la persona, tal como está afirmado en la sentencia de la Corte Constitucional en lo que respecta a la prostitución.

Parece evidente, no obstante, que dicho pronunciamiento no pretende afirmar la existencia de esa ley natural a la cual el derecho debe necesariamente conformarse, sino que es el fruto de una mentalidad feminista que tiende cada vez más a afirmarse también en el ámbito jurisprudencial. Por lo demás, la misma senadora socialista Lina Merlin con su propuesta de ley no tiene la intención de prohibir la prostitución y por tanto de colocar la cuestión en el plano moral, sino impedir que las mujeres sean explotadas con la complicidad del Estado. De todos modos, la sentencia Nº 141 del Tribunal Constitucional termina juzgando como inicuo, queriéndolo o no, un sistema legislativo que pretende fundamentar el derecho positivo sobre la negación del derecho natural y la transformación en un derecho de aquello que es lo contrario del bien auténtico del ser humano.

Publicado en Correspondencia Romana.

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Comentarios
11 comentarios en “Según el Tribunal Constitucional italiano la prostitución es inmoral ¿y el aborto?
    1. De acuerdo, no podemos juzgar en el caso del aborto.

      Lo ha hecho el Señor a través de su Iglesia: quien procura el aborto voluntario está automáticamente excomulgado.

  1. No, pues están descubriendo el hilo negro. Pero si toda la vida ha sido, y como hay demanda, habrá oferta.
    Las pobres mujeres prostitutas, ésas que sufren y son utilizadas. Creo que están en peligro de extinción, pues la juventud no tiene reparos en tener relaciones con otro@, recién que se conocen. Lo del aborto es un crimen contra el ser más indefenso que pueda existir. Y es el más cruel, pues el niño diría, si se diera el caso: Fue mi propia madre la que me mató.
    Con razón dice Dios, » Si una madre se olvida de su hijo, Yo nunca me olvidaré de ti» El olvido es posible, pero el crimen ¿! Cómo!? Muchas andan sin ni saber lo que van a hacer, Dios que las perdone.

  2. No podemos juzgar, salvo a los católicos, a quienes insultamos, condenamos y perseguimos denodadamente, sin previa audiencia siquiera.

  3. Cuando la mujer aborta de su engendro humano consumado ésta contraviene la ley natural del Dios de la Vida, -aquí el Espíritu Santo- que viene a manifestar su gracia en este inocente templo que por derecho natural debería ser la del no nacido por ser abortado.

    El aborto es el mayor pecado que el ser humano puede cometer contra el Señor de la vida que es el Espíritu Santo. Y como dice el Evangelio este pecado no será perdonado ni en este siglo ni en el próximo…..

  4. Perdón por la intromisión, pero las mujeres que abortan, si tienen perdón, claro. «A un corazón contrito, Dios nunca lo rechaza»
    Muchas mujeres no saben la magnitud de sus actos al abortar. Y pueden pasar años para comprenderlo, además es un crimen, pero no es pecar contra el Espíritu Santo. No es bueno quitar la esperanza del perdón. Tengo entendido que el pecado contra el Espíritu Santo, es desconfiar de El, negarlo, con todo y tanta evidencia de Su existencia. El cerrar el corazón a la gracia de Dios, ése es el daño.
    Por éso Cristo dijo:
    Si no creen en Mí, crean en mis obras. Pero endurecemos el corazón. Ahora con el aborto, Herodes ‘el grande’, se convierte en un ligero maleante, comparado con los actuales crímenes contra inocentes.

  5. La Escritura afirma que TODO pecado es perdonado, MENOS contra el Espíritu Santo. El tema del aborto es muy delicado por la historia de aquellas personas que lo hacen. En ese sentido no podemos juzgar. Recemos por ambos.
    Saludos

      1. Spes, a ambos me refiero, a la madre y al no nacido. Ambos son imagen y semejanza de Dios. Lo que no sabemos y no sabremos nunca es lo que pasaba en la mente de la madre cuando le sucedía tal momento.
        Saludos.

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