“Jesús no hace magia, no transforma los cinco panes en cinco mil y luego dice: ‘Ahora, distribuidlos’. No.”, dijo Su Santidad en la homilía de la Misa del Corpus Christi glosando el milagro de la multiplicación de los panes y los peces.
Es cierto que en el pasaje evangélico que siempre se ha llamado ‘milagro de la multiplicación de los panes y de los peces no aparece por ningún lado las palabras ‘multiplicar’ y ‘multiplicación’, pero es difícil comprenderlo sin esa operación milagrosa.
“Caía la tarde y los Doce se le acercaron a decirle:
–Despide a la gente que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida; porque aquí estamos en descampado.
El les contestó:
–Dadles vosotros de comer.
Ellos replicaron:
–No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío. (Porque eran unos cinco mil hombres.)
Jesús dijo a sus discípulos:
–Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta.
Lo hicieron así, y todos se echaron.
El, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y cogieron las sobras: doce cestos” (Lucas, 9, 12-17)
Pero Su Santidad insistió en la homilía de la Misa del Corpus Christi en que “no es verdad” que los panes y los peces se multiplicaran; “simplemente, no se acabaron”.
La interpretación de esta escena como un ‘milagro’ de la solidaridad -es decir, como un no milagro en su sentido estricto- tiene ya bastantes años y se oye con cierta frecuencia en muchas homilías, esa idea de que lo que se desprende de esa escena es la importancia de compartir. Salvo que, naturalmente, no tiene ningún sentido.
Para empezar, no hay modo humano de que cinco panes y dos peces, por muy equitativamente que se repartan, puedan saciar a cinco mil personas hambrientas, ni a quinientas, ni a cincuenta.
Su Santidad no niega explícitamente el milagro; seguiría siendo milagroso que semejante parco almuerzo deje satisfecha a una multitud sin necesidad de multiplicarse. Es una posibilidad, una modalidad de milagro que no exige la multiplicación. Pero el evangelista da el detalle final de que se recogieron doce cestos de sobras, y eso sí parece apuntar claramente a la multiplicación, porque incluso los peces y los panes cabrían holgadamente en una sola cesta.
En cualquier caso, estamos en una de esas ocasiones, deplorablemente frecuentes, en las que el Santo Padre, para acentuar una idea en sí misma buena, como es la importancia de compartir, no tiene reparto en deslizar conceptos que llevan a la confusión y la duda al pueblo cristiano.
Homilía completa del Santo Padre
La Palabra de Dios nos ayuda hoy a redescubrir dos verbos sencillos, dos verbos esenciales para la vida de cada día: decir y dar.
Decir. En la primera lectura, Melquisedec dice: «Bendito sea Abrán por el Dios altísimo […]; bendito sea el Dios altísimo» (Gn 14,19-20). El decir de Melquisedec es bendecir. Él bendice a Abraham, en quien todas las familias de la tierra serán bendecidas (cf. Gn12,3; Ga 3,8). Todo comienza desde la bendición: las palabras de bien engendran una historia de bien. Lo mismo sucede en el Evangelio: antes de multiplicar los panes, Jesús los bendice: «tomando él los cinco panes y los dos peces y alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los iba dando a los discípulos» (Lc 9,16). La bendición hace que cinco panes sean alimento para una multitud: hace brotar una cascada de bien.
¿Por qué bendecir hace bien? Porque es la transformación de la palabra en don. Cuando se bendice, no se hace algo para sí mismo, sino para los demás. Bendecir no es decir palabras bonitas, no es usar palabras de circunstancia: no; es decir bien, decir con amor. Así lo hizo Melquisedec, diciendo espontáneamente bien de Abraham, sin que él hubiera dicho ni hecho nada por él. Esto es lo que hizo Jesús, mostrando el significado de la bendición con la distribución gratuita de los panes. Cuántas veces también nosotros hemos sido bendecidos, en la iglesia o en nuestras casas, cuántas veces hemos escuchado palabras que nos han hecho bien, o una señal de la cruz en la frente… Nos hemos convertido en bendecidos el día del Bautismo, y al final de cada misa somos bendecidos. La Eucaristía es una escuela de bendición. Dios dice bien de nosotros, sus hijos amados, y así nos anima a seguir adelante. Y nosotros bendecimos a Dios en nuestras asambleas (cf. Sal 68,27), recuperando el sabor de la alabanza, que libera y sana el corazón. Vamos a Misa con la certeza de ser bendecidos por el Señor, y salimos para bendecir nosotros a su vez, para ser canales de bien en el mundo.
También para nosotros: es importante que los pastores nos acordemos de bendecir al pueblo de Dios. Queridos sacerdotes, no tengáis miedo de bendecir, bendecir al pueblo de Dios. Queridos sacerdotes: Id adelante con la bendición: el Señor desea decir bien de su pueblo, está feliz de que sintamos su afecto por nosotros. Y solo en cuanto bendecidos podremos bendecir a los demás con la misma unción de amor. Es triste ver con qué facilidad hoy se hace lo contrario: se maldice, se desprecia, se insulta. Presos de un excesivo arrebato, no se consigue aguantar y se descarga la ira con cualquiera y por cualquier cosa. A menudo, por desgracia, el que grita más y con más fuerza, el que está más enfadado, parece que tiene razón y recibe la aprobación de los demás. Nosotros, que comemos el Pan que contiene en sí todo deleite, no nos dejemos contagiar por la arrogancia, no dejemos que la amargura nos llene. El pueblo de Dios ama la alabanza, no vive de quejas; está hecho para las bendiciones, no para las lamentaciones. Ante la Eucaristía, ante Jesús convertido en Pan, ante este Pan humilde que contiene todo el bien de la Iglesia, aprendamos a bendecir lo que tenemos, a alabar a Dios, a bendecir y no a maldecir nuestro pasado, a regalar palabras buenas a los demás.
El segundo verbo es dar. El “decir” va seguido del “dar», como Abraham que, bendecido por Melquisedec, «le dio el diezmo de todo» (Gn 14,20). Como Jesús que, después de recitar la bendición, dio el pan para ser distribuido, revelando así el significado más hermoso: el pan no es solo un producto de consumo, sino también un modo de compartir. En efecto, sorprende que en la narración de la multiplicación de los panes nunca se habla de multiplicar. Por el contrario, los verbos utilizados son “partir, dar, distribuir” (cf. Lc 9,16). En resumen, no se destaca la multiplicación, sino el compartir. Es importante: Jesús no hace magia, no transforma los cinco panes en cinco mil y luego dice: “Ahora, distribuidlos”. No. Jesús reza, bendice esos cinco panes y comienza a partirlos, confiando en el Padre. Y esos cinco panes no se acaban. Esto no es magia, es confianza en Dios y en su providencia.
En el mundo siempre se busca aumentar las ganancias, incrementar la facturación… Sí, pero, ¿cuál es el propósito? ¿Es dar o tener? ¿Compartir o acumular? La “economía” del Evangelio multiplica compartiendo, nutre distribuyendo, no satisface la voracidad de unos pocos, sino que da vida al mundo (cf. Jn 6,33). El verbo de Jesús no es tener, sino dar.
La petición que él hace a los discípulos es perentoria: «Dadles vosotros de comer» (Lc 9,13). Tratemos de imaginar el razonamiento que habrán hecho los discípulos: “¿No tenemos pan para nosotros y debemos pensar en los demás? ¿Por qué deberíamos darles nosotros de comer, si a lo que han venido es a escuchar a nuestro Maestro? Si no han traído comida, que vuelvan a casa, es su problema, o que nos den dinero y lo compraremos”. No son razonamientos equivocados, pero no son los de Jesús, que no escucha otras razones: Dadles vosotros de comer. Lo que tenemos da fruto si lo damos —esto es lo que Jesús quiere decirnos—; y no importa si es poco o mucho. El Señor hace cosas grandes con nuestra pequeñez, como hizo con los cinco panes. No realiza milagros con acciones espectaculares, no tiene la varita mágica, sino que actúa con gestos humildes. La omnipotencia de Dios es humilde, hecha sólo de amor. Y el amor hace obras grandes con lo pequeño. La Eucaristía nos los enseña: allí está Dios encerrado en un pedacito de pan. Sencillo y esencial, Pan partido y compartido, la Eucaristía que recibimos nos transmite la mentalidad de Dios. Y nos lleva a entregarnos a los demás. Es antídoto contra el “lo siento, pero no me concierne”, contra el “no tengo tiempo, no puedo, no es asunto mío”; contra el mirar desde la otra orilla.
En nuestra ciudad, hambrienta de amor y atención, que sufre la degradación y el abandono, frente a tantas personas ancianas y solas, familias en dificultad, jóvenes que luchan con dificultad para ganarse el pan y alimentar sus sueños, el Señor te dice: “Tú mismo, dales de comer”. Y tú puedes responder: “Tengo poco, no soy capaz para estas cosas”. No es verdad, lo poco que tienes es mucho a los ojos de Jesús si no lo guardas para ti mismo, si lo arriesgas. También tú, arriesga. Y no estás solo: tienes la Eucaristía, el Pan del camino, el Pan de Jesús. También esta tarde nos nutriremos de su Cuerpo entregado. Si lo recibimos con el corazón, este Pan desatará en nosotros la fuerza del amor: nos sentiremos bendecidos y amados, y querremos bendecir y amar, comenzando desde aquí, desde nuestra ciudad, desde las calles que recorreremos esta tarde. El Señor viene a nuestras calles para decir-bien, decir bien de nosotros y para darnos ánimo, darnos ánimo a nosotros. También nos pide que seamos don y bendición.
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«Jesús no hace magia, no transforma los cinco panes en cinco mil y luego dice: “Ahora, distribuidlos”. No. Jesús reza, bendice esos cinco panes y comienza a partirlos, confiando en el Padre. Y esos cinco panes no se acaban. Esto no es magia, es confianza en Dios y en su providencia.»
Eso se puede entender en el sentido de una milagrosa repartición de los panes. De hecho, es cierto que Jesús no multiplicó primero los panes y luego los repartió, sino que hubo, por así decir, una «multiplicación por repartición», obviamente que sobrenatural y milagrosa. Otra cosa es que se use eso como pretexto para negar la sobrenaturalidad milagrosa del hecho.
El Papa hace referencia a la confianza de Jesús en la Providencia del Padre. Por un lado, eso apunta a la sobrenaturalidad del hecho, o más bien, puede interpretarse así, y sólo así debe interpretarse si se lo ha de interpretar católicamente.
Estas son palabras claves de Jesús «No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente».
«Porque así como el Padre levanta a los muertos y les da vida, asimismo el Hijo también da vida a los que El quiere.»
y ««El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos»»
El hecho que ocurrió fue tan grande que dice la escritura «La gente entonces, al ver la señal que Jesús había hecho, decía: Verdaderamente este es el Profeta que había de venir al mundo. Por lo que Jesús, dándose cuenta de que iban a venir y llevárselo por la fuerza para hacerle rey, se retiró otra vez al monte El solo»
No dude José si usted es católico en el poder del Hijo de Dios, por que el mismo Padre lo ha determinado.
Si Jesús puede resucitar muertos obviamente también puede multiplicar panes, de la manera que sea pero lo puede hacer.
Totalmente de acuerdo con lo que comenta José. No hay otro modo de interpretar lo que ha dicho el Papa.
Jesús no tiene fe, es hombre pero también es Dios, su alma y su cuerpo estan unidos a su divinidad, tiene plena comunicación con su naturaleza divina, de ahí que sabía previamente lo que iba a ocurrir, los santos al contrario han hecho milagros precisamente por la confianza divina, pero Cristo como Dios y hombre sabía previamente lo que ocurriría,su voluntad humana expresa plenamente la voluntad divina, no era una confianza ciega, al aprobar lo que dice Francisco niegas la unión hipostatica, verdad dogmática
Excelente comentario Carlos, y aunque a muchos «cristianos» les duela:
Gloria, honra y alabanza al Señor Jesucristo por los siglos de los siglos amén.
Por otro lado, ese lenguaje de la confianza de Jesús en el Padre deja en segundo plano, digamos, la Divinidad de Jesucristo, que como Dios que era no necesitaba «confiar» en un Poder que Él mismo tenía en total comunidad con el Padre y el Espíritu Santo, y en tanto que hombre, no dejaba de ser una única Persona divina consciente de su propia Divinidad.
De mal en peor…
Mejor no hubiera podido explicarlo.Sobre todo lo referente a la divinidad de Cristo. Totalmente de acuerdo.
Saludos
Je je je. Pues parece que el evangelio de San Juan deja meridianamente claro que fue un milagro: la gente decía «este era el profeta que debía venir», luego lo querían hacer rey, luego lo persiguen para que les volviera a hacer el milagro, luego Jesús los increpa por buscar el alimento material y no por buscarlo a Él, como hijo de Dios, luego la gente se le vuelve en contra cuando les dice que Él es el pan de vida, bajado del cielo, no como el maná que comieron sus padres y murieron…
Ese evangelio es bien sustancioso y la enseñanza de SS Francisco es bastante insulsa.
Jamas me había pasado por la mente que los prodigios, del Padre, Jesús y del Espíritu Santo fueran magia, sino el poder que tienen para actuar sobre las leyes de la naturaleza que El mismo creo.
Era un comentario pero lo puse como respuesta, una disculpa, de acuerdo con lo que dices.
Es es cierto los poderes mágicos son poderes de hombres «especiales», brujos ,etc . Generalmente secreto, exoterico, anticristiano y engañabobos, para fominar, todo lo opuesto de la segunda persona de la Trinidad, definir sus actos como algo mágico porque estos sean inesplibles, o ilógicos , solo es negar la divinidad.
Había cinco panes y dos pescados, y comieron cinco mil personas y al ver ese signo querían proclamarle rey.
Algo muy grande ocurrió, mucho mas que el hecho de invitar a compartir.
Y Benedicto XVI en su libro Jesus de Nazaret II dice que la Resurreccion no es histórica sino una experiencia trascendental, que los Evangelios contienen errores que no son históricos, que los judíos no hicieron lo que el evangelio dice que hicieron. En alguna homilia dijo que el cielo es un estado del alma, que el Limbo es una mera opinión, que la misa asiria nestoriana sin consagración es válida… es verdad, ninguna herejía, sino simplemente errores doctrinales q terminan llevando a la gente a la herejía. Vamos bien.
Mentira.
Esto es lo que dice:
A partir de esto hay que afrontar también la cuestión sobre la resurrección como acontecimiento histórico. Por una parte, hay que decir que la esencia de la resurrección consiste precisamente en que ella contraviene la historia e inaugura una dimensión que llamamos comúnmente la dimensión escatológica. La resurrección da entrada al espacio nuevo que abre la historia más allá de sí misma y crea lo definitivo. En este sentido es verdad que la resurrección no es un acontecimiento histórico del mismo tipo que el nacimiento o la crucifixión de Jesús. Es algo nuevo, un género nuevo de acontecimiento. Pero es necesario advertir al mismo tiempo que no está simplemente fuera o por encima de la historia. En cuanto erupción que supera la historia, la resurrección tiene sin embargo su inicio en la historia misma y hasta cierto punto le pertenece.
Agradecemos Isindur, la rectificación de esta otra mentira lefebvriana más sobre nuestro Pontífice Máximo Benedicto PP XVI.
Pero no tendrá ningún efecto en los bergo-FSSPX, son inmunes a la verdad.
Y Juan Pablo II practicamente predicaba y daba a entender la condenada salvación universal, por ejemplo en la enciclica Redemptor Hominis. Todos los papas postconciliares han practicado el condenado ecumenismo y todos han tenido un erroneo concepto de Sagrada Tradición como simple folklore cambiante que ellos cambian, vamos, como Lutero mas o menos.
Francisco simplemente está aplicando el metodo historico crítico protestante a la biblia. Como es un método condenado que está admitido oficialmente por la iglesia del Vaticano II, no hay nada que criticar. No seais tan criticones. Todo catolico liberal, como católico tiene fe, y como filósofo racionalista es un ateo sin fe. La fe y razon van juntas pero por separado. Bipolaridad.
El que obedece no se equivoca. Por eso mismo si los Papas no obedecen a la doctrina que les llega de Pio XII por Tradicion, se equivocan. Porque el que no obedece se equivoca. No quieren obedecer las condenas de antes del concilio. Qué le vamos a hacer.
Con todo respeto el pueblo que había comido de lo que se le daba gratuitamente por Dios lo seguía a Cristo porque se saciaban y «Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello.» Ellos le dijeron: «¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de Dios?» Jesús les respondió: «La obra de Dios es que creáis en quien él ha enviado.»» Juan, 6 – 26 a 29.
Ese consejo de Cristo creer en El y desde allí todo lo demás se pierde y enmaraña si se mezcla y se intenta explicar humanamente lo sobrenatural, creer en Cristo no es magia es Fe y ese es el camino enseñar la Fe sin la cual nada podremos hacer.
«Esto no es magia, es confianza en Dios y en su providencia».
Nadie ha pensado nunca que Jesús hiciese magia, eso es una blasfemia. Lo que pensamos es que hacía milagros.
También pensamos que los milagros existen porque existe lo sobrenatural. Y creo que tenemos bastante claro que la condición es la fe, porque si fuera como un grano de mostaza enviaríamos las montañas al mar.
Entonces, ¿qué pretende decir?
La Providencia es el gobierno de Dios de toda la realidad como causa primera (origen de todo) y como causa segunda (origen del querer y obrar de las criaturas). Por lo que al hablar de Providencia apunta en este caso claramente al tipo de acciones de Dios como causa segunda dentro del ámbito de lo natural. Al decir no es magia (sobrenatural), es confianza y providencia (natural), en realidad se opone a la diferencia entre ambos. Es como decir: no es un milagro sobrenatural, sino el milagro de la confianza y la providencia. Niega sutilmente el milagro sobrenatural como lo entendemos.
Jamas me había pasado por la mente que los prodigios, del Padre, Jesús y del Espíritu Santo fueran magia, sino el poder que tienen para actuar sobre las leyes de la naturaleza que El mismo creo.
Eso es cogersela con papel de fumar. El Jesús de Mateo y el de Lucas tienen una tremenda faceta de magos. O milagreros. Van por ahí multiplicando panes y peces. Curando leprosos y ciegos. Andando sobre las aguas. Resucitando muertos… E, interesantemente, haciendo magia con el vino. Son Jesuses con poderes para normales, es decir, mágicos. Se mire como se mire, eso es pura magia. Y muchos de vosotros vais pidiéndole que os haga magia?. Que os cure, que os toque la lotería, QUE GANE VUESTRO EQUIPO?. O sea, que ese Jesús tiene poderes mágicos. El de Tomás en cambio es un Maestro, no un milagrero. Yo lo prefiero.
Hola Miguel, veo que tiene un problema al leer los Evangelios, quizás por su corta cultura….personas que hacen milagros, cosas asombrosas, han existido antes, ahora, y mañana, sin ir más lejos, un contemporáneo, Flavio Josefo, judío culto y romanizado, relata como un exorcista judío sacaba demonios para entretener a las legiones de Tito y Vespasiano, esté llevaba un sello con una planta que según la tradición que se remonta a Salomón, los expulsaba; los legionarios ponían cubos con agua alrededor del poseído, el exorcista le ponía el sello en las fosas nasales, y de repente de los cubos saltaba el agua sin causa natural; la diferencia es que los milagros de Jesús siempre tienen una finalidad teológica, el exorcista de Josefo lo hace para la diversión, Jesús lo hace para abrir a las personas los ojos de una realidad superior, la revelación de Dios. Todos los milagros de Jesús tienen una finalidad en ese sentido, no hay ninguno realizado por capricho.
Según eso, los 7 pescados representaron las 7 virtudes.
También, según éso, los 153 peces que había en la red de San Pedro, en la pesca milagrosa, representaron las naciones que en ése momento de la historia eran conocidas, en claro entendimiento que tenían de predicar el Evangelio.
También que Dios les dijo que echaran la red del lado derecho, también que la barca que siempre escoge es la de Pedro. En claro entendimiento, que ahí, y solo ahí está la salvación.
Todo está lleno de simbolismos, Si se trata de Dios, es claro que no hace las cosas sin una razón especial.
Todo en El es actual, y lo que antes pasó, se aplica al aquí y ahora.
Y claro también que no recuerdo dónde leí todo ésto, yo no me lo invento, tan solo lo comunico, «no lo estoy chismeando». ?
Todo eso son supercherias y bobaliconerias, Spes. Ridiculeces sin pies ni cabeza.
Tenían que estar juntos los dos ladrándome, ??, par de ??,bueyes, y es claro que me refiero a Miguel y Edgar, ?
Niña por Dios, los bueyes no ladran, no seas tontica, ya te pareces a Mariela.
Perdón Edgar, es que después de poner perros debí poner punto y aparte.
(tengo muy mala sintaxis, de pilón)
Entonces corregiré :
Son dos animales en uno:
Ladran como perros, pero son un par de bueyes.
¿Así está bien, Edgar?
Spes, ¿no ha leído Mateo 7-6? Seria un buen momento para recordarlo…perro y cerdo son animales impuros. Saludos.
Dios mío!!! Pero qué imaginación tía, deja de estar dándotelas de docta en Biblia, escribiendo alegorías de lo más pintorescas y chistosas porque haces el ridículo.
?, Edgar, digo «según éso», no dije Palabra de Dios. Yo le encontré sentido y no lo invento.
Y considero más ridículo el que haces tú confundiendo al Papa con Jesucristo, éso si que es ridículo. Tio.
Holap? Me han segado?
No aún. Estás creciendo bien para la oportunidad en la cual el segador te recoja y te ate en gavillas junto a otras cizañas que arderán en el fuego. Y no hay amnistía final.
Nope. Sigo vivo.✌
Miguel pidamos a Cristo el significado de lo que es estar vivo.
¿Bergo.glio es católico?
A los católicos no se nos ocurre asociar –ni siquiera negativamente- la magia con Jesús. Ningún mago puede transformar de manera instantánea cinco panes en alimento para más cinco mil personas. Es un milagro real que sólo Dios lo puede hacer. Grandioso. Y que Bergo.glio lo elude, es su mejor forma de mentir.
Para el noPapa el milagro es el no-milagro, es decir, lo que hace cualquier ONG u organismo alimentario estatal con la comida: “dando, repartiendo, compartiendo”. Y eso es lo que quiere hacer pasar como sobrenatural. Una perversión sangallense más.
Lo que si tengo claro es que tú no eres católico, no estás en comunión con el Santo Padre el Papa Francisco, no eres católico, quieres un Papa a tu gusto y medida, un mamarracho cómo Belzunegui te vendría bien, hazlo tú papacito y sed felices.
¿Pero Bergo.glio es católico?
Quiero un Papa, bueno, regular o malo; no un noPapa, no un farsante.
Y ese Papa que los católicos queremos existe y es nuestro Pontifice Maximo Benedicto PP XVI. Quien firma como Papa, vive en el Vaticano, viste de blanco y luce el anillo de pescador.
Jajajajaja, sigue masturbando las dos neuronas que te quedan y no dejes de fantasear, ya que lo que inventas ni tu te lo crees.
la herejía de los primeros siglos era reducir a Jesús a un Hombre sin divinidad, lo cual le imposibilitaba de hacer prodigios, portentos y milagros. de hecho los paisanos que presenciaron la milagrosa multiplicación de comer hasta «saciarse», luego siguieron a Jesús al otro lado para que les siguiera dando de comer, lo cual se encontraron con otro sermón mas fuerte!. LA visión de una iglesia que se dedica a dar comida y saciar hambre!… que gran error. No quiere decir que la caridad, compartir dar de comer al hambriento no sea querido.
Lee la homilia del Santo Padre y no escribas chorradas.
Pero cómo lo va a saber explicar, si es una acémila? Que por cierto, a diferencia del asno de la historia de San Antonio de Padua que se arrodilla ante el Señor Sacramentado, esta acémila no, sólo lo hace ante políticos y paganos.
Opino que acémila no es. Es peor. Es mentiroso compulsivo, fabulador con manías acusatorias y poses de víctima y héroe a la vez. Gran actor que la mafia de San Gallen y redes homosexualistas, como bien narra el valiente Viganó, le han dado el papel de falso Papa.
No lo tome por burro porque no lo es. Para poder mentir tan bien como lo hace, debe hacerse para si mismo un cuadro certero de la realidad que pretende degradar: la Iglesia Católica. De lo contrario no sería operativo.
Si bien es verdad que lee poco y que no escribe nada -no pudo terminar su doctorado en Alemania por su incapacidad de concentración en el estudio en serio- lo que lee se lo escriben otros como el Trucho y hace pequeñas intervenciones en esos escritos y utiliza de su diarrea verbal voluntaria para injertar sus heterodoxias.
El leon juzga por su condición. Tú eres mentiroso, odias al Vicario de Cristo, lo calumnias y si pudieras hasta lo matarías. Ten cuidado de no comulgar porque tu veneno terminará contigo, pide al Señor Jesús el don de la fe.
No señora Edgar, amo al Vicario de Cristo, nuestor Pontífice Máximo Benedicto PP XVI. Te entiendo cuando llames calumnia a la verdad, es lo que hacen los parientes de Satán.
El papa debería saber que llamar multiplicación de los panes a este milagro de Jesús es una manera de referirnos a él porque de alguna manera hay que llamarlo. Por otro lado, el cómo se realizó seguramente fue como dice él, pero explicarlo así sólo lleva a la confusión de la gente sencilla. Para entender cómo pudo ser este milagro ruego a los lectores busquen en Google ‘milagro del arróz de san Juan Macías’. Este milagro sucedió en Olivenza (Badajoz) en 1944. Y se parece a aquel milagro del profeta Elías con la viuda de Sarepta. Aún viven algunas personas que vieron y comieron de este arroz. Busquen también en YouTube sobre el testimonio de estas personas.
Es más probable que el cómo sea tal cual nos lo sabíamos hace muchos años: milagroso, porque Jesús es Dios y lo puede todo. Y más probable así por estar más cercano en el tiempo a la tradición recibida que esta novedad salida de hace unos años según la cual el milagro no es milagro sino compartir. Que si fue así, por qué lo siguieron al otro lado del lago y no simplemente se volvieron cada uno a su casa a compartir entre todos (si eso fue lo que hicieron y se saciaron)
Fulgencio dices » Por otro lado, el cómo se realizó seguramente fue como dice él»
Esta bien que digas seguramente, por que no sabemos.
Una cosa es hablar de santos o grandes profetas como Elías donde se realizaron prodigios y otra estar en la presencia del Hijo de Dios.
jesus tenia cinco panes y siete peces para 5000 personas osea viendo oue no habia comida alguien trajo mas comida oue luego sobraron 5 cestas,
No es el caso. Si sigues leyendo te das cuenta que lo siguieron al otro lado del lago para que repitiera el milagro, y allí les increpa y les impele a aceptar que él es el pan vivo bajado del cielo. Lo tratan de loco y lo abandonan (este lenguaje es duro, ¿quién puede soportarlo?, dicen), y quedan los doce: ¿También ustedes me van a abandonar?, le pregunta Jesús a los discípulos.
Al Papa habrá que regalarle un microscopio para que vea cómo la célula, de ser mono celular y de forma natural, se divide y en cada una de estas partes así dividida, se multiplica y crece por dos hasta formar todo un cuerpo celular igual a ella misma.
¿Qué hay pues de extraño que todo un cuerpo celular, aquí el pez y el pan definidos, se dividan, crezcan y se multiplique hasta formar todo un cuerpo de peces y panes, capaz de dar de comer a cinco mil individuos.?
Otra cosa es saber el porqué esta célula ya sea en el cesto, de pan y pez, o ya sea en vientre de la gestante crece y se multiplica
¿También me vais a borrar esto?
Olivenza, 1949. Debidamente documentado. Leandra Rebollo, la encargada de la cocina del comedor comunitario, tenía tres tazas de arroz. Bien racionado, alcanzan para 15 personas. Ella se encomendó a San Juan Macías. Y hubo arroz para 150 personas. En Olivenza está el acta de notario. Nadie del comedor comunitario llevaba arroz cocido bajo el brazo, bajo la camisa, bajo el suéter, para compartir. No sé si eso se llama multiplicar, calcular potencias, resolver integrales, o qué. A lo mejor la intercesión de San Juan Macías es más efectiva que Jesús. Lo que no atino a ver es de qué parte del relato evangélico se concluye que milagro de panes y peces no hubo. O será que el evangelista miente, pero yo seguiré creyendo.
Don Bosco organizó una Misa en el día de María Auxiliadora con sus chicos. Asistían más de 100. (Dice el relato que 600.) A la hora de la Comunión, Don Bosco tomó el copón…y no había ni 50 Hostias. El sacristán había olvidado poner en el altar un copón lleno de hostias para consagrar en Misa. Don Bosco implora: «Señora, ¿vas a dejar a todos estos hijitos tuyos sin comulgar?» Y empezó a distribuir la Comunión. Todos comulgaron. Nadie llevaba Hostias consagradas en los bolsillos o bajo las ropas, para compartir. Al volver a la sacristía, allí estaba el copón lleno de hostias que tenía que haber llevado el sacristán al altar. Si no hubo milagro, no sé qué hubo entonces.
Ya sabíamos de sobra que Francisco ni cree en los milagros de Jesucristo ni cree en su divinidad. Llamar magia al milagro es un insulto a la omnipotencia divina de Jesucristo y al mismo Jesucristo. Los cardenales y obispos deben actuar y pedirle que se vaya, pues rectificar ni lo ha hecho ni lo va a hacer. Ya ha advertido que seguirá con su programa destructivo hasta que se tope con el infierno, en el que tampoco cree pero que ya verá.
Debería estar prohibido hablar a los niños del infierno. Esas terribles imagenes de condenados al fuego eterno deja taras de por vida en las mentes de los tiernos infantes. Yo lo veo en muchos de vosotros, completamente tarados casi de nacimiento. Lo mismo hicieron conmigo. Es terrible, deja heridas que no se cierran nunca. Os hace vivir en terror, como cuando se asusta a los niños para que se porten bien. No solo la ICAR, sino todas las RELIGIONES TOTALITARIAS, son culpables de crear generaciones de tarados. Esos miedos irracionales consumen todavía a gran parte de la humanidad. Y así estais, pobrecitos míos: COMPLETAMENTE TARADOS. ?
No hay + q ver los efectos de la religión progresista….las sociedades occidentales baten récords en suicidios, depresiones, el aumento desproporcionado de delitos merece un capitulo a parte, habría q distinguir el aumento de los delitos patrimoniales, sobre todo los llamados de cuello blanco, estafas, alzamiento, etc…de los delitos sexuales, estan totalmente desbocados…hace 100 años un delito de violación era todo un acontecimiento, inusual, hoy en día en cualquier fiestecilla de pueblo o aldea…las denuncias por violación van de 5 en 5..y en grupos; en fin, daría para mucho tratar el tema de la religión progre y su herencia, y lo mejor esta por llegar, el desmoronamiento de Occidente por una clase media en vias de extinción gracias a que las élites financieras, hambrientas de ganar +, aprovecharon la caída de la URSS para deslocalizar la industria, ..ahora China, tras décadas robado propiedad industrial, fabrica + barato y mejor.., bienvenidos al infierno progre..vamos a flipar
Edgar el Temor al infierno ha salvado a muchos de condenarse en él, Jesucristo habló del infierno no es ningún invento de nadie.
Ahora bien hay que reconocer que si en la resurrección de Jesús se trató simplemente del milagro de un cadáver resucitado, en última instancia, no tendría más importancia para nosotros. No sería más importante que la reanimación de una persona clínicamente muerta por medio del arte de los médicos. El milagro de un cadáver reanimado indicaría que la resurrección de Jesús era equivalente a la resurrección del hijo de la viuda de Naín, la hija de Jairo, y el pobre Lázaro. Después de un período más o menos corto. Estas personas regresaron a sus vidas anteriores, y en un momento posterior tuvo lugar su muerte definitiva.Por lo tanto, la Resurrección de Jesús no es un suceso aislado que podemos dejar de lado como algo referido al pasado, sino que constituye un “salto evolutivo.”
(Página 244) El relato de la Resurrección sin duda habla de algo ajeno a nuestra experiencia. Habla de algo nuevo, algo sin precedentes. Se nos revela una nueva dimensión de la realidad. ¿Cómo hemos de imaginarnos las apariciones del Resucitado, que no había pasado a una vida humana normal, sino que había pasado a una nueva forma de existencia humana?. El Señor resucitado, cuya esencia es la luz, habla como un hombre con Pablo en el idioma propio de Pablo. Su presencia es totalmente física, sin embargo, no está sometido a las leyes físicas, con las leyes del espacio y el tiempo.“
Como he demostrado, el cardenal Ratzinger, en su libro Jesus de Nazaret, además de creer en una cosa y la contraria, nos enseña que la Resurrección es: un salto evolutivo, no es una experiencia en el pasado, resucitar consiste en luz, es física pero no es física, Cristo no viene de la muerte sino de los vivos…
La cosa es no decir lo que la Iglesia dice que es la resurreccion. El lenguaje modernista es este, esconder lo que se cree en un lenguaje artificioso para que creamos que no tiene las ideas claras. Así cada uno lee lo que quiere o lo que cree leer
Aprended: la resurreccion es un salto evolutivo que consiste en luz.
Y luego completalo con: el cielo es un estado del alma.
La resurreccion del concilio de Trento claramente.
Alguien dice algo con sentido, por fin.
Los defensores de Paco I cada vez deben sobrecalentar sus neuronas, para que si algo se ve como pato, camina como pato y grazna como pato, es un ropero según el Papa, me recuerda la historia del rey desnudo, los defensores de paquito lo ven desnudo pero reprimen la realidad para ajustarse al status quo dominante.
Francisco continuó pontificando que Cristo «no cambió cinco panes en cinco mil para entonces anunciar :» ¡Venga! ¡Distribúyanlos! «. Más bien, son los cinco panes que nunca se agotaron, sugiere.
Sin embargo, el hecho de que quedaron doce canastas de pedazos (Lc 9,17) implica que hubo una multiplicación. Tantas sobras no se pueden explicar con la afirmación de que los cinco panes «nunca se agotaron».
El objetivo es desdivinizar a la Segunda Persona de la Santísima Trinidad. La divinidad de Jesucristo El Mesías es el mayor obstáculo para el sincretismo a escala global que persigue la Sinagoga de Satanás. Todos los amagos contra la Eucaristía van en esa línea, forman parte de un proceso gradual atacando por distintos flancos. Dios sostiene los pilares del universo por amor al hombre. La trascendencia espiritual y las consecuencias para la humanidad que supone rechazar a Jesús, Salvación de Dios, van más allá de lo imaginable.
Pero el Inmaculado Corazón de María, rebosante de almas acogidas a Él, triunfará y todo desembocará exactamente en lo contrario de lo que querría la Sinagoga: Jesús reafirmará Su Majestad. Tú, Señor Jesús, eres Dios. Gloria a Ti Dios y Señor mío.
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Y otra cosa, esto que dice Francisco y muchas más cosas se difunden libremente en la Iglesia desde los sesenta sin que la autoridad del Papa de turno haga absolutamente nada para evitarlo, sólo se quejan de las consecuencias y del humo de satanas que se cuela por la rendija que ellos mismos abren. Es verdad, con Pio XII ya estaba el modernismo, pero perseguido, condenado y desautorizado por el Papa, estaban en la sombra porque Pio XII sabia perfectamente en qué consistía la autoridad del Papa: en el Santo Oficio y en el Indice para perseguir el error, pero no consiste en excomulgar la Tradicion como estos han hecho.
«Jesús les dirigió una vez más la palabra, diciendo: «Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida».
Los fariseos le dijeron: «Tú das testimonio de ti mismo: tu testimonio no vale».
Jesús les respondió: «Aunque yo doy testimonio de mí, mi testimonio vale porque sé de dónde vine y a dónde voy; pero ustedes no saben de dónde vengo ni a dónde voy. Ustedes juzgan según la carne; yo no juzgo a nadie, y si lo hago, mi juicio vale porque no soy yo solo el que juzga, sino yo y el Padre que me envió. En la Ley de ustedes está escrito que el testimonio de dos personas es válido. Yo doy testimonio de mí mismo, y también el Padre que me envió da testimonio de mí».
Ellos le preguntaron: «¿Dónde está tu Padre?».
Jesús respondió: «Ustedes no me conocen ni a mí ni a mi Padre; si me conocieran a mí, conocerían también a mi Padre».
Él pronunció estas palabras en la sala del Tesoro, cuando enseñaba en el Templo. Y nadie lo detuvo, porque aún no había llegado su hora. Jesús les dijo también: «Yo me voy, y ustedes me buscarán y morirán en su pecado. A donde yo voy, ustedes no pueden ir».
Los judíos se preguntaban: «¿Pensará matarse para decir: «A donde yo voy, ustedes no pueden ir»?».
Jesús continuó: «Ustedes son de aquí abajo, yo soy de lo alto. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo. Por eso les he dicho: «Ustedes morirán en sus pecados». Porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados».
Los judíos le preguntaron: «¿Quién eres tú?».
Jesús les respondió: «Esto es precisamente lo que les estoy diciendo desde el comienzo. De ustedes, tengo mucho que decir, mucho que juzgar. Pero aquel que me envió es veraz, y lo que aprendí de él es lo que digo al mundo».
Ellos no comprendieron que Jesús se refería al Padre.
Después les dijo: «Cuando ustedes hayan levantado en alto al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy y que no hago nada por mí mismo, sino que digo lo que el Padre me enseñó. El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada».
Mientras hablaba así, muchos creyeron en él. Jesús dijo a aquellos judíos que habían creído en él: «Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos: conocerán la verdad y la verdad los hará libres».
Ellos le respondieron: «Somos descendientes de Abraham y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir entonces: «Ustedes serán libres»?».
Jesús les respondió: «Les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado. El esclavo no permanece para siempre en la casa; el hijo, en cambio, permanece para siempre. Por eso, si el Hijo los libera, ustedes serán realmente libres.
Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham, pero tratan de matarme porque mi palabra no penetra en ustedes. Yo digo lo que he visto junto a mi Padre, y ustedes hacen lo que han aprendido de su padre».
Ellos le replicaron: «Nuestro padre es Abraham».
Y Jesús les dijo: «Si ustedes fueran hijos de Abraham, obrarían como él. Pero ahora quieren matarme a mí, al hombre que les dice la verdad que ha oído de Dios. Abraham no hizo eso. Pero ustedes obran como su padre».
Ellos le dijeron: «Nosotros no hemos nacido de la prostitución; tenemos un solo Padre, que es Dios».
Jesús prosiguió: «Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque yo he salido de Dios y vengo de él. No he venido por mí mismo, sino que él me envió. ¿Por qué ustedes no comprenden mi lenguaje? Es porque no pueden escuchar mi palabra. Ustedes tienen por padre al demonio y quieren cumplir los deseos de su padre. Desde el comienzo él fue homicida y no tiene nada que ver con la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, habla conforme a lo que es, porque es mentiroso y padre de la mentira. Pero a mí no me creen, porque les digo la verdad. ¿Quién de ustedes probará que tengo pecado? Y si les digo la verdad, ¿por qué no me creen? El que es de Dios escucha las palabras de Dios; si ustedes no las escuchan, es porque no son de Dios».
Los judíos le replicaron: «¿No tenemos razón al decir que eres un samaritano y que estás endemoniado?».
Jesús respondió: «Yo no estoy endemoniado, sino que honro a mi Padre, y ustedes me deshonran a mí. Yo no busco mi gloria; hay alguien que la busca, y es él el que juzga. Les aseguro que el que es fiel a mi palabra, no morirá jamás».
Los judíos le dijeron: «Ahora sí estamos seguros de que estás endemoniado. Abraham murió, los profetas también, y tú dices: «El que es fiel a mi palabra, no morirá jamás». ¿Acaso eres más grande que nuestro padre Abraham, el cual murió? Los profetas también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?».
Jesús respondió: «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. Es mi Padre el que me glorifica, el mismo al que ustedes llaman «nuestro Dios», y al que, sin embargo, no conocen. Yo lo conozco y si dijera: «No lo conozco», sería, como ustedes, un mentiroso. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra.
Abraham, el padre de ustedes, se estremeció de gozo, esperando ver mi Día: lo vio y se llenó de alegría».
Los judíos le dijeron: «Todavía no tienes cincuenta años ¿y has visto a Abraham?».
Jesús respondió: «Les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy».»
Jn 8,12-58
Don Jorge es un manipulador de talla mayor, lo más grave es que manipula hasta la misma Palabra y hechos de Jesucristo, tan hábilmente que caben interpretaciones bienintencionadas y variopintas. Es un maestro del engaño, el retorcimiento y la mentira. Y en eso mismo se demuestra de qué lado está. Cada vez más.
Intento rescatar lo bueno y rezo por él, su fe está contaminada y no cambiará de rumbo, seguirá adelante, como él dice; seguirá adelante el tiempo que Dios disponga.
Pido públicamente perdón por mi comentario condenatorio. No conozco nisiquiera personalmente a Don Jorge, con lo cual no tengo toda la información necesaria para poder juzgarle y condenarle como hice. El Señor, en la oración, me recordó su Palabra: «No juzgueis y no sereis juzgados. Con la medida con la que juzgueis, sereis juzgados también.»
Eso no quita valor a otra Palabra del Señor que nos dijo: Sed sencillos como palomas y astutos como serpientes.
Y siempre para hacer, decir y pensar rectamente.
En ocasiones, para decir lo que dije, es más valioso saber callar.
Seguimos con toda suerte de supercherías. Los evangelios son libros escritos por personas que no conocieron a Jesús, y cada uno habla de un Jesús diferente. Dudo que ese milagro sucediera. Aparte de dos evangelios, nadie habla de él, y una cosa así no podía pasar desapercibida. De seguro hubiese habido alguna clase de crónica independiente. En fin, es el eterno e irresoluble problema.
Es histórico que Don Bosco multiplicó las castañas que repartía a sus chicos, que san Juan María Vianney multiplicó la harina para hacer panes… En el AT fue el profeta Eliseo el que multiplicó la harina para hacer panes… Y se lo vamos a negar a Jesucristo????
Cuando los discípulos vieron a Jesús clavado en la cruz, vulnerable, herido vencido (según ellos) dejaron de creer q era el mesias. Le vieron un hombre simplemente. Lo mismo pasa ahora en la Iglesia. Con tantos errores, pederantia, confusión etc. muchos han dejado de creer en ella, como cuerpo Santo de Cristo. Muchos de ellos son sacerdotes, obispos, cardenales… tal vez el propio papa, no sé… Pero Cristo es Dios, y sigue haciendo milagros hoy, aquí! Sigue curando ciegos, leprosos, discapacitados espirituales. Doy fe de ello. Aquí y ahora! Yo soy una de esos.
Gloria y alabanza a Dios,porque ha hecho Maravillas,ayer,hoy,y siempre,Jesucristo es Señor para Gloria de Dios Padre.
Tu hablas de otra cosa ACS. Yo sé de lo que tu hablas. No es a lo que ellos se refieren. Tu hablas de una realidad innombrable. No un ídolo. Esa realidad se hizo hombre en Jesús. Y de hecho en cada uno de nosotros. El cristianismo pedestaliza demasiado a un solo hombre. Y los dogmas matan la realidad que tú has experimentado.
Miguel:
No creo Miguel pq lo cierto es q la realidad q he experimentado, gracias al Espíritu Santo, me ha llevado al dogma.
Feliz día
me parece claro lo que dice el Papa, él enfatiza que Jesús no multiplicó los panes como un acto de magia, no se enfatizó el milagro sino el amor y el compartir. El verdadero milagro no es el milagro en sí (de hecho muchos cristianos se pierden por poner el centro de la vida cristiana en el milagro y en lo sobrenatural), eso no significa que no sea milagroso, el verdadero milagro y lo que Jesús nos quiso enseñar es amar, compartir, el ágape. Creo que Jesús concuerda en que es más importarse un corazón que ama y comparte que una persona que hace milagros, incluso luego Jesús dirá que felices los que creen sin ver. No se habla de multiplicar (enfasis en el milagro que efectivamente es un milagro) sino dar y distribuir, es una cuestión del enfasis. En esto estoy de acuerdo con el Papa y me sorprende que no se entienda que él papa no niega el milagro, sólo pone el enfasis en lo importante, en la razón del milagro.
Ricardo, TODO es importante en el evangelio, si Jesús nos ensena a compartir es importante, si Jesús hace milagros es importante.
Jesús no solamente nos ensena también el es nuestra vida y a los cristianos nos gusta alabarlo por todo lo que hace.
Y aunque a muchos les duela:
Gloria, honra y alabanza al Señor Jesucristo por los siglos de los siglos amén.
No queda lejos el día en que, a los que creemos en los milagros de Jesús, nos llame milagreros o creyentes en magufadas. Al tiempo
Hacia allá vamos y cada vez más deprisa. Yo pienso que hemos llegado a un punto en que todo se acelerará cada vez más, la acción divina está siendo convocada, pienso que en la medida en que se materializa la corrección en la Iglesia esta abre paso a una corrección divina sobre el conjunto de la humanidad. El mundo se está convirtiendo en una Sodoma global y si no hay una corrección por parte del Cielo el número de almas que se perderían sería inimaginable.
Hay un arrianismo muy sofisticado, pero El Padre ha determinado el Señorío de Jesucristo, y como dice la Sagrada Escritura «Estos pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque El es Señor de señores y Rey de reyes, y los que están con El son llamados, escogidos y fieles».
Es increíble pero hay personas que no soportan la divinidad de Jesús.
En mi comentario no juzgo a nadie en lo personal, pero si creo que es algo que esta pasando.
«Estos pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque El es Señor de señores y Rey de reyes, y los que están con El son llamados, escogidos y fieles» Apocalipisis 17:14
Amén.
Que la multiplicación de los panes y los peces es sobrenatural no hay ninguna duda de ello. Como tal la percibieron los presentes que, absolutamente maravillados decidieron proclamar rey a Nuestro Señor. Si, tal como he leido en ciertas interpretaciones de este hecho, lo que hizo el Divino Maestro fue desencadenar una reacción de solidaridad espontánea en la que todo el mundo sacó lo que llevaba en su zurrón y se puso a compartirlo con los demás y acabó sobrando, ¿De qué se maravillaron entonces los asistentes si sabían que el «milagro» se debía a ellos mismos?.
Está claro que el evangelista incluye la reacción extasiada de la gente y su posterior reacción entronizadora justamente para evitar la interpretación de «desencadenamiento de un movimiento solidario».
Sin embargo, considero que la intención de su santidad es buena. Incide sobre todo en lo que debemos hacer los cristianos. Compartir, ayudar al que tiene necesidad y, donde nuestros recursos no lleguen, Dios llegará.
La intención de Bergo.glio es clara. Eludir el verdadero milagro: la multiplicación de los panes y peces y proclamar como milagro el reparto, algo que hace cualquier ONG o servicio estatal de alimentación todos los días.
En general, es la línea de degradación del bergogliato: omitir lo santo y disfrazar de santidad lo mundano.
Lo doloroso, lo triste, lo lamentable, es que ningún obispo ni cardenal le planta cara ante tamañas barbaridades in crescendo ni le corrige, como hizo San Pablo a san Pedro. Quien calla otorga y fortalece al bárbaro.
Son los frutos del acomodaticio reconocimiento y resistencia. La farsa se va acabar el día que triunfe la verdad: Bergp.glio no es Papa de la Iglesia Católica.