Rita Pinci, periodista veterana y feminista como no podía ser menos, es la nueva responsable del suplemento Mujeres, Iglesia, Mundo del Osservatore Romano, el órgano oficial del Vaticano que ha anunciado su traslado fuera de los muros del mini Estado.
Que el órgano oficial de la Santa Sede vaya a trasladarse fuera de los límites vaticanos se hubiera considerado hace no tanto como una noticia con enorme contenido simbólico. Pero en la era de la comunicación incesante, ubicua y en tiempo real, la voz periodística autorizada del Papa y su entorno no es ya ni sombra de lo que fue, ni en utilidad ni en influencia.
El propio Francisco no parece prestar a “su” periódico una atención especial, prefiriendo, con mucho, la prensa laica, a la que ha concedido incontables entrevistas y declaraciones, una enésima ruptura con la tradición -con minúscula- para un cargo habitualmente reticente en lo mediático. “A Francisco le interesa más La Repubblica”, señala una fuente anónima vaticana recogida por el diario italiano La Verità.
Es indudable la sintonía de Francisco con el diario fundado por su buen amigo Eugenio Scalfari, ateo de izquierdas, al que ha concedido -lo digo de memoria- más entrevistas que a ningún otro, algunas con resultados alarmantes. Pero quizá el desapego del Papa hacia el venerable órgano vaticano tenga más sentido del que parece en nuestro tiempo, sin contar con que su política de acercamiento al mundo lo hace conveniente o, cuando menos, previsible.
“Estamos tratando de optimizar los espacios, es un proyecto que durará varios meses, desde ahora hasta el verano de 2020”, ha confirmado el Prefecto de la Comunicación vaticana, Paolo Ruffini, y dentro de este plan se trasladará el personal editorial del Osservatore Romano del interior de los muros leoninos, donde ha estado durante 90 años, al Palazzo Pio, frente al Castel Sant’Angelo, porque “toda la parte periodística” del Vaticano (periódico, radio, web y televisión) tendrá sede allí.
También ha anunciado que vuelve en mayo el suplemento Mujeres, Iglesia, Mundo, después de la bochornosa ‘espantada’ colectiva de su anterior equipo editorial, que dimitió en bloque asegurando que no se les hacía caso, que estaban subordinadas al ‘patriarcado’ del diario y que venían a constituir un recurso de imagen para pasar por feministas.
El nuevo equipo lo dirigirá -lo ‘coordinará’, como se prefiere ahora- Rita Pinci, que ha trabajado durante más de veinte años en el periódico italiano «Il Messaggero”, donde fue Jefa de redacción y subdirectora, la primera mujer italiana en desempeñar estas funciones en un diario nacional. Ha sido, entre otras, subdirectora del Portal web de Rcs-Hdp, (Rizzoli Corriere della Sera Media Group) y directora del suplemento semanal de La Stampa. También, ay, ha escrito para la versión italiana del Huffington Post. Es, naturalmente, una histórica de la lucha feminista.
“Creo que la Iglesia necesita la mirada y la voz de las mujeres que representan a más de la mitad de los fieles”, ha declarado Pinci. “No soy teóloga, historiadora de la Iglesia o experta en asuntos del Vaticano. Soy periodista, soy creyente”.