InfoVaticana en Roma entrevista a Monseñor Nicola Bux, quien fuera consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe, colaborador de Juan Pablo II y Benedicto XVI y autor de numerosos libros de carácter litúrgico y teológico, entre los que destacamos «Con los sacramentos no se juega».
Monseñor Nicola Bux lamenta que «el ateísmo ha penetrado en la Iglesia», denuncia la banalización de los sacramentos como consecuencia de una crisis de Fe y explica, entre otras cosas, por qué debemos recibir la Sagrada Forma en la boca y no en las manos.
En una de sus homilías, Benedicto XVI señaló que «la acción litúrgica sólo puede expresar todo su significado y valor si va precedida, acompañada y seguida de una actitud interior de fe y adoración». Usted en varias ocasiones ha asegurado que estamos viviendo una crisis de Fe, ¿cuál diría que es la principal causa de esta crisis?
La adoración expresa la fe en la presencia del Señor, ante nosotros, en la liturgia, que por eso se llama «sagrada». La fe es el reconocimiento de que el Señor Jesucristo está presente, vivo y activo en su Iglesia, como se afirma en la Constitución Litúrgica del Vaticano II, n. 7. Sin fe y adoración, la liturgia no da gloria a Dios, y no tiene eficacia salvífica para las almas.
Esta crisis es la consecuencia de olvidar y de excluir a Dios de nuestras vidas. Como Benedicto XVI y otros pastores han observado, la razón es que el ateísmo ha penetrado en la Iglesia. La crisis antropológica sigue: el hombre no cree en la resurrección del Señor y, por lo tanto, tampoco en la suya propia, que comienza con la superación de la muerte, el paso de la muerte a la vida, del pecado a la Gracia.
Una de sus últimas obras es «Con los sacramentos no se juega». ¿Qué significado tienen los sacramentos en la vida de un católico?
Los sacramentos son alimentos y medicamentos especiales que transmiten fuerza – virtudes, en el sentido clásico – empezando por el bautismo y la confirmación, que respectivamente destruyen el pecado original, dan la gracia de la filiación divina y la capacidad de dar testimonio de Jesucristo en el mundo. La confesión, seguida de la penitencia y la reconciliación, y la unción de los enfermos, respectivamente, restauran la inocencia de los pecadores, la salud del cuerpo y del alma, y salvan de la condenación eterna. Los sacramentos del orden sagrado y del matrimonio, respectivamente, permiten al ministerio sacerdotal y al servicio mutuo, transmitir el poder de la caridad divina. Y sobre todo la Eucaristía, que no sólo transmite una virtud, una fuerza, sino que nos pone en contacto con la persona misma de Jesucristo, persona divino-humana, a la que alimenta para santificar y divinizar al hombre y hacer posible el paso -la Pascua- ya aquí en la tierra, santificando, es decir, purificando de este mundo -como dice el apóstol Santiago- para la vida eterna.
¿A qué se refiere con que «no se deben jugar con ellos»?
Cada sacramento es importante para el crecimiento personal y social del cristiano, desde el nacimiento – bautismo – hasta la muerte – la extrema unción. Pero la Eucaristía es el sacramento más importante, el Santísimo Sacramento, porque es la persona misma de nuestro Señor, en cuerpo, sangre, alma y divinidad. Quien no reconoce -como dice san Pablo- esta presencia, es decir, no tiene fe, no la adora, la recibe en pecado mortal, la profana, abusa de ella, la reduce, come y bebe su condenación (1 Cor 11,29); entonces el Apóstol advierte a los cristianos: «Por eso muchos entre vosotros son débiles y enfermos y muchos mueren» (ivi., 30). Así que este sacramento, en vez de ser, según Ignacio de Antioquía, una «droga de la inmortalidad», se convierte en un veneno que conduce a la muerte eterna.
Hace unas semanas denunció en una conferencia impartida en Roma que los sacramentos se han reducido a simples acontecimientos sociales. ¿Cuáles son las consecuencias de esta tendencia?
La catequesis en las últimas décadas después del Vaticano II ha descuidado u omitido enseñar la dimensión principalmente personal de los sacramentos. Es decir, que aunque sean administrados en la comunidad eclesial, conciernen a la persona, el cuerpo, el alma y el espíritu, del creyente cristiano individual, que debe prepararse para recibirlos personalmente, individualmente y lograr los efectos propios para la eficacia de cada uno. Que el sacramento se reciba en un rito individual o en un rito comunitario, no cambia la potencia y el efecto sobre la persona. Si la persona recibe y es fortalecida por el sacramento, también tiene una influencia constructiva en la vida de la comunidad cristiana. Pero si la persona recibe el sacramento en una condición viciosa – por ejemplo, en un concubinato, en un adulterio, … el vicio se transmite a la comunidad. Reducir la celebración sacramental a su dimensión social es, por tanto, mentir sobre la verdad de estos signos santos -los sacramentos- que Jesucristo ha querido, ha instituido, y ha confiado a la Iglesia para la salvación del hombre y, por tanto, del mundo.
Los católicos deben ser conscientes de ello, porque la salvación del mundo depende de los sacramentos, no del compromiso social con los pobres, de la acogida de los migrantes y de la salvaguarda de la creación. La Iglesia no ha recibido otro mandato de su Señor que el de hacer discípulos de todas las naciones y enseñarles todo lo que se le ha mandado, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Especialmente con los sacramentos – que son la palabra divina de la Palabra hecha carne – el Señor está con nosotros hasta el fin del mundo.
Durante la misma conferencia lamentó la forma en que algunos lugares sagrados se utilizan para otros fines. Sin ir más lejos, hace un mes se celebró en la Catedral de la Almudena un concierto de musulmanes y judíos por «la Semana Mundial de la Armonía Interconfesional de la ONU» bajo el amparo del cardenal Osoro. ¿Qué opina sobre este tipo de actos?
Quizás se ha olvidado que la Catedral, como todos los lugares sagrados cristianos dispersos por el mundo, están dedicados al Dios Uno y Trino, que es consagrado, santificado, bendecido, con el rito solemne de la dedicación de la iglesia. Es un regalo hecho a nuestro Dios. ¿Qué es lo que hacemos? ¿Retiramos el regalo que le dimos? Los hombres que pertenecen a otras religiones, especialmente judíos y musulmanes, deducen que los católicos ya no están seguros de la fe que profesan, porque están enfermos de relativismo, no creen en los derechos de Dios al culto que le corresponde a Él y a los lugares que a Él se le dedican. Así, otras religiones terminan despreciándonos, en lugar de recibir el testimonio de la verdad, que sirve para acercarse al Dios vivo y verdadero.
Este es otro síntoma grave de la crisis de fe que estamos experimentando.
En su libro defiende la importancia de recibir la Comunión en la boca. ¿Qué le diría a una persona que defiende lo contrario?
Le diría lo siguiente: ¿le permitiría su médico que tomara un alimento especial y un medicamento con las manos expuestas a la contaminación? ¿O más bien con la boca, el órgano más delicado? La Eucaristía no es un alimento común sino la medicina de la inmortalidad. Recibirlo en la lengua y no recibirlo en la mano es sin duda un signo importante, que se va difundiendo cada vez más, a medida que los fieles toman conciencia de a quién van a recibir, y comprenden que no van sino a recibir al Señor; el mismo Jesús dio la Comunión en boca de los Apóstoles.
¿Qué opina acerca de la posible apertura de la Comunión a las personas divorciadas vueltas a casar?
Supondría la convicción de que la Eucaristía es una comida para los pecadores y no el sacramento para los pecadores que se han convertido y reconciliado con Dios y con la Iglesia.
Son varias las voces que dentro de la curia defienden un cambio en la Liturgia. ¿Qué opina al respecto?
En las últimas décadas se ha olvidado que la sagrada Liturgia la recibimos del Señor por medio de la tradición apostólica y que no está a disposición de la Iglesia, como lo demuestra el hecho de que la Misa no es válida si se cambia la fórmula sacramental. Esta es la parte inmutable de una institución divina, como lo establece la Constitución litúrgica del Vaticano II (n. 21). Los cambios permitidos deben seguir la tradición de los padres (cfr. ivi, n. 50); de lo contrario, la fe está en peligro, ya que existe una estrecha relación entre la «regula fidei» y la regla de la oración, es decir, la sagrada liturgia. Sacrosanctum Concilium afirma en el art. 22 que absolutamente nadie, ni siquiera un sacerdote, puede añadir, quitar o cambiar nada. Dentro de estos límites, el Papa y los obispos pueden moderar, o más bien aplicar, las normas litúrgicas. Ningún creyente o pastor – como ningún juez – es superior a la ley divina.
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Leer a Nicola Bux es siempre clarificador, una delicia. Gracias Almudena.
Lo mismo digo. Gracias Almudena.
Excelente entrevista, Almudena.
Es muy reconfortante leer las palabras de Monseñor Nicola Bux.
Esperemos que ésto lo lea el cardenal Marx, y amigos que lo acompañan, a ver si se enteran, y una vez enterados, a ver si lo acatan,
la salvación del mundo no depende de los sacramentos,dependen de cumplir los mensajes de los evangelios
Para que continuar leyendo el articulo
¿Y qué lugar ocupan los sacramentos en su vida?
Uldar, habría que clarificar tu comentario. Es verdad que los sacramentos no van a cambiar al mundo de lo social, de la economía ni de la política. Los sacramentos no son soluciones temporales, son signos visibles instituidos por Jesucristo que el mundo tiene que ver y que están reflejados en la conducta de nosotros los católicos.
Se podría decir que el AMOR es un «sacramento». Decía tertuliano de los cristianos católicos: «Mirad cómo se aman». En otras palabras: sacramentos y evangelización van de la mano.
Saludos
Disculpen mi ignorancia, he enviado un comentario y me sale la hora 4,43 pm. y cuando veo mi reloj, marca las 9,47 am. Alguien me puede explicar.
Posiblemente fue la hora en que fue enviado a Infovaticana. A veces Infovaticana se demora en enviar las respuestas. Podría ser así.
También podría ser que Infovaticana se guíe por el huso internacional horario queda diferente a nuestro huso horario que utilizamos en España.
Gracias Gárgola.
De acuerdo, pues
Entiendo que Dios arde en deseos de dar al hombre (a sus hijos) una felicidad plena (sin dolor, muerte,…). Pero ese estado de felicidad implica armonía del hombre con Dios y solo es posible cuando se le reconoce a Él como Creador, Padre, centro de Vida y Sabiduría…
El «pecado original» y sus consecuencias resumen muy bien la situación.
La misión prioritaria de la Iglesia sería por tanto acercar a los hombres a Dios (valiéndose de su Hijo y del Evangelio).
«Marta, Marta _le contestó Jesús_, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero solo una es necesaria. María ha escogido la mejor, y nadie se la quitará» (Lucas 10:41-42)
Charles, la felicidad plena consiste en cargar nuestra cruz con Jesucristo. No existe cristiano SIN cruz. Al dolor, Jesucristo le da su sentido pleno: la felicidad.
Saludos
Luis Alberto en mi opinion la felicidad plena va a ser en la Resurrección, cuando ya seamos redimidos, es muy fácil hablar del dolor cuando no lo vivimos.
Jesucristo soporto el dolor no por que le gustara el dolor sino para salvarnos.
Creo que es «la visión beatífica» la felicidad plena, según el catecismo de la iglesia, ver a Dios y estar con Cristo.
Mario la felicidad plena no está en la tierra, sino, en el cielo «cuando le veremos cara a cara a EL».
Así es Mario, pero será otro tipo de felicidad. Pero mientras estemos con este cuerpo, vivamos alegres haciendo alegres a otros.
He sido testigo de muchos hermanos en mi comunidad que a pesar de sus dolores de la enfermedad y de la vejez, partieron alegres al encuentro del Resucitado. Aceptar el dolor con alegría no es sinónimo de masoquismo, el dolor tiene sentido con la ayuda de Jesucristo.
Saludos
Ok, pero hay que matizar bien las frases, como esa que hizo en otro comentario sobre que «vamos a ser juzgados en el amor y la obediencia».
Usted aquí habla de «felicidad plena», y ahora me dice «otro tipo de felicidad».
Fíjese en sus propias frases, usted mismo se corrige.
«la felicidad plena consiste en cargar nuestra cruz con Jesucristo»
y luego
«Mario la felicidad plena no está en la tierra, sino, en el cielo “cuando le veremos cara a cara a EL”.
Le sugiero arme bien sus frases, pero no me vaya a decir por favor que las lea con el corazón, hay que dar a entendernos bien.
Esta bien hay que estar alegres por que al llevar la cruz Cristo va con nosotros, y orar para tener fuerza y sobre todo por gente que carga cruces muy pesadas.
Saludos.
Con todo respeto Charles el termino que utilizas «Valiéndose de su Hijo» no me parece adecuado para nuestro Salvador, según San Juan la relación de los cristianos es con El Padre y con el Hijo, obviamente a través del Espíritu Santo.
Dice explícitamente » Porque nuestra comunión es con el Padre y con Su Hijo Jesucristo.» Jesucristo es un Ser no algo para valerse de El.
Entones El nos lleva al Padre pero también a El. Como dice el Apocalipsis «Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el dominio por los siglos de los siglos»
De acuerdo.
Bux manifiesta la verdad. La moral de la Iglesia es sacramental y el efecto primero de los sacramentos es personal, de forma tal que hay un orden sacramental esencialmente unido al orden moral, ese orden comienza con el bautismo Canon 842 Quien no ha recibido el bautismo, no puede ser admitido válidamente a los demás sacramentos. Los sacramentos del bautismo, de la confirmación y de la santísima Eucaristía están tan íntimamente unidos entre 840 Los sacramentos del Nuevo Testamento, instituidos por Cristo Nuestro Señor y encomendados a la Iglesia, en cuanto que son acciones de Cristo y de la Iglesia, son signos y medios con los que se expresa y fortalece la fe, se rinde culto a Dios y se realiza la santificación de los hombres, y por tanto contribuyen en gran medida a crear, corroborar y manifestar la comunión eclesiástica; por esta razón, tanto los sagrados ministros como los demás fieles deben comportarse con grandísima veneración y con la debida diligencia al celebrarlos.
Lo que ha dicho Bux es de cajón, pero es que estamos en unos tiempos que es de agradecer que se digan y repitan las cosas más obvias y básicas para no perder el horizonte…ni la fe.
Los Sacramentos nos dan la gracia santificante, si yo, bautizado, me confieso y comulgo, no puedo al rato estar difamando al Santo Padre públicamente en infovaticana, tampoco puedo dejarme llevar de mi ideología política de derecha para llamar ilegales a mis hermanos migrantes, tampoco puedo mentir descaradamente para pretender defender mi punto de vista retorcido. Solo si dejamos que los Sacramentos fructifiquen en nuestra vida con frutos de santidad y de justicia habrá salvación.
???, Ah, que Edgar más hipócrita!
Así que no promocionas la política de derecha, ! Pero bien que aplaudes la de izquierda! Los que quitan el catolicismo en las escuelas para promocionar el islam, los que imponen la ideología de género, y te molestas con los «malos»que no quieren a migrantes, !Llevatelos a tu casa!,. Bueno, mejor no, pobrecitos, tanto sufrir para caer con el dueño del premio El Caifas de Oro, ?,
Dices que comulgas,. Acuérdate de la secuencia:
Lo reciben buenos, lo reciben malos.
Pero con desigual suerte
De la vida o de la muerte
Muerte para los malos, vida para los buenos.
Mira,.a igual recibimiento
Cuán dispar es el efecto.
Spes eres un racista sectario. Acoger a los inmigrantes no es ni de izquierda ni de derecha. En la lucha por la justicia y la equidad no hay ideologías. Con tu comentario acabas de afirmar que todos los que son de derechas por el simple hecho de serlo, no pueden defender a los inmigrantes, y eso es arbitrario.
Edgar no puede estar difamando a nadie, no solo al santo padre, a nadie, Dios no hace acepcion de personas.
No me refiero a que usted difame Edgar, sino complete la frase, que no se puede difamar a nadie.
Gracias por la aclaración: de hecho solo lo refiero en calidad de ejemplo: si yo me confieso y comulgo tengo que ser coherente con mi seguimiento de Jesús. No me sirve de nada recibir los Sacramentos si llevo una vida de pecado.
Gracias por aceptar la aclaración.
El juzgar al otro, es también pecado. El que juzga no es cristiano. El que juzga mata la gracia de Dios en el otro. El que juzga es un asesino. Aquel que tenga las manos y la boca limpias, que mencione su nombre.
La pregunta para todos nosotros es ¿Por qué juzgas a tu hermano?
» Entonces dirá a los de su izquierda: «Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis». (Mateo 25, 41-43)
No se me ocurre mejor respuesta.
No seas tonto, Jesús no está hablando de ideologías políticas, sino de la práctica del amor.
El insulto, por delante. Pues si Uno lo ha interpretado así y en realidad, como tú dices, no está hablando de ideología, en lugar de insultar podrías argumentar tu opinión citando un versículo de la Biblia donde quede manifiesto que lo que opinas tú es lo cierto y lo que dice él, es erróneo.
Pero, como no puedes, mejor lo insultas y te quedas más ancho que largo.
¿ Acogida de migrantes ? Son millones los migrantes que están abandonando la Iglesia Católica en busca de una espiritualidad y trascendencia que no encuentran en ella y emigran a otras realidades, especialmente en Hispanoamérica, hartos de sociología y políticas de corto alcance.
Belzunegui, la Iglesia no es una masa. Solo 12 personas bastaron para «incendiar» Roma.
Que la gente abandone la Iglesia, no es problema porque no todos están llamados a formar parte de la comunidad que Jesucristo ha edificado. En China existen más mil millones de personas y solo mil personas son católicos. Bastan esos mil para incendiar China.
Así que si la gente se retira de la Iglesia por diferentes motivos, ella siempre tendrá los brazos abiertos para acogerlos, como la gallina protege a sus polluelos.
Saludos
Hay afirmaciones de antología de Nicolás Bux que sobrepasan todo paroxismo, por ejemplo: «el mismo Jesús dio la Comunión en boca de los Apóstoles»
La salvación, no del mundo, que no va a salvarse, sino de los hombres, también depende del compromiso social con los pobres y de la acogida de los migrantes (no confundir con invasores o quintacolumnistas). «Un escriba que los oyó discutir, al ver que les había respondido bien, se acercó y le preguntó: «¿Cuál es el primero de los mandamientos?». Jesús respondió: «El primero es: Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento más grande que estos» (Mc 12, 28-31).
Pues entonces la frase del cvii » el Espiritu Santo suscita muchos caminos de salvacion santidad y Gracia fuera de la Iglesia» es una frase erronea, porque induce a pensar que los sacramentos son innecesarios para salvarse. Si esto no engaña a nadie ya, no tiene por dónde cogerlo.
Tiene Ud.mucha razón en cuanto a que es una frase que induce al error y a apartarse de los sacramentos y de la Santa Iglesia Católica.
No conozco el contexto de dicha frase.
Creo que, dicha frase, sólo resultaría de aplicación, en los casos de aquellas pesonas que no tienen acceso ( por razones de distancia geográfica o falta de predicación o no conocen) a la Santa Iglesia Católica.
Pues me temo que dicha frase no se puede aplicar a personas con ignorancia invencible que no conocieron la iglesia, puesto que es falso que existan otros caminos de salvación fuera de la iglesia católica, y no hay Gracia santificante fuera de la Iglesia y sus sacramentos. Esa frase lo que induce es al indiferentismo religioso más que a pensar en los que están en ignorancia invencible. Otros caminos de salvacion fuera de la iglesia son las otras religiones que no pueden salvar, puesto que eso es lo que los Papas han dado a entender con el ecumenismo. Cuando los Papas rezan en mezquitas y sinagogas están dando a entender q las otras religiones son esos otros caminos de salvacion santidad y gracia, no dan a entender nada con respecto a la ignorancia invencible. Lo que practican es lo q e tienden en la teoría.
Aquella «semilla de la verdad» que, por lo visto está en cualquier religión, ha sembrado tal cantidad de cizaña y confusión que se hace necesario profundizar mucho en la fe católica para percatarse del error. O eso, o tener una mente lúcida a la que sea difícil que se la den con queso.
El contexto de dicha frase es la declaracion del vaticano II sobre la falsa libertad religiosa. Una cosa es tolerar el error de las religiones falsas porque no se puede obligar a nadie a ser católico contra su voluntad, y otra cosa es decir que como el hombre nace con dignidad humana «absoluta», tiene derecho a elegir la religión de su conciencia que es la que más le convenga, dando igual qué religión sea la que verdaderamente haya puesto Dios. Si la fe católica consiste en creer que la unica religion que puso Dios para que la gente se salve es la católica, la verdadera libertad religiosa será el derecho de todos los hombres a conocer y profesar esa religión que puso Dios, y no a profesar la de su conciencia, a no ser que la fe católica haya sido cambiada y ahora diga que todas las religiones pueden salvar, lo cual explicaria el ecumenismo y esos otros caminos de salvacion santidad y Gracia.
El cvii dice que la libertad religiosa se fundamenta en la dignidad humana, y nadie puede ser coaccionado excepto si se altera el orden público, que es el único limite a esa libertad. Esto quiere decir que Dios no me puede coaccionar ni imponer una religión concreta para salvarme puesto que estaría Dios atentando contra mi dignidad humana. De lo cual se deduce que la ley natural y los diez mandamientos con los que se corresponde, no me los puede imponer Dios, pues coacciona y atenta contra mi libertad por tanto son opcionales para el que los quiera, el que no quiera elige otros caminos de salvacion alternativos, y por supuesto los principios puestos por Dios no pueden regir las sociedades y las naciones, puesto que el reinado de Cristo no puede ser temporal, solo espiritual. Esto significa que la Iglesia no puede opinar sobre las leyes temporales de los estados, puesto que ha renunciado al reinado social de Cristo.
Segun la neo iglesia, los Estados son inacapaces de reconocer la religion católica y sus principios como la verdadera porque todo está separado y el reinado de Cristo solo es espiritual y no temporal. Cristo no puede regir ni las sociedades ni los Estados con sus principios. Ergo las leyes del Estado están separadas totalmente de las leyes de Dios y las leyes naturales con las que se corresponde. ¿Entonces qué hace la Iglesia opinando sobre las leyes del aborto, la eutanasia y tantas otras? Si Cristo no puede reinar en lo temporal, las leyes temporales no tienen que inspirarse en Cristo. La neo iglesia no sólo renuncia a los derechos de Dios sino que encima se dedica a ser como el perro del hortelano con sus perseguidores. Es increible la incoherencia de hacer coherente a la anti iglesia.
Si la iglesia dice que Cristo no puede reinar en lo temporal, lo que está diciendo es que en lo temporal reina y tiene que reinar el anticristo¿ por qué se queja de que reine el anticristo?
Desde que apostataron del dogma de fe «fuera de la Iglesia no hay salvación» no hay manera de evitar que la gente se vaya de la Iglesia a montones. Será que Dios los ha oído. Cuando han visto el rendimiento económico que supone la ausencia de fieles que obedientemente cumplen con el cvii al seguir libremente la religion de su conciencia buscando esos otros caminos de salvación, santidad y Gracia, que solo el mismísimo demonio podría sugerir, entonces se han dado cuenta, y quieren solucionarlo con más pan y circo diciendo que el concilio se malinterpretó. Y cuál es la interpretación correcta? Nunca la van a decir pues no existe tal interpretación, es una falacia, y una tomadura de pelo.
Ahora sigamos pero con JP II, el Papa de Asis, el grande, que nos enseñaba aquello de que por la encarnación Cristo se ha unido a todo hombre para siempre. Si Cristo se ha unido a todo hombre para siempre, entonces los sacramentos no salvan a nadie, es la naturaleza humana dignificada por la encarnación la que hace que te salves. Como todas las religiones falsas tambien salvan porque hay muchos otros caminos por eso mismo besamos el corán, rezamos en mezquitas y sinagogas y participamos en rituales paganos. Da igual que la Iglesia condenara tales cosas, ahora somos modernos y entendemos mejor lo que el anticristo predicó: » id y predicad la libertad religiosa a todas las naciones, el que se lo crea se salvará y al que no crea lo excomulgarás».
No sé si irás a misa, en ella jamás se dice que el hombre está salvado por asumir Cristo la naturaleza humana. Por la Cruz Cristo redime al hombre, crea la Iglesia y crea el Bautismo.
La Iglesia es el único Sacramento universal por donde cualquier hombre puede salvarse. Pero al hombre, a cualquier hombre, Dios le dará las gracias suficientes para salvarse a lo largo de su vida, de una manera más que generosa.
Pero si para el católico le cuesta tanto no pecar a pesar de los Sacramentos; el hombre no católico sin la ayuda de los sacramentos ¿cómo podrá evitar el no pecar?.
Gárgola,. La Iglesia Católica, no es un sacramento .
La Iglesia Católica es una sociedad fundada por Nuestro Señor Jesucristo, y Ella, es guardiana de los Sacramentos..
El Concilio Vaticano II la llamó, la proclamó como Sacramento Universal de Salvación.
Spes, se entiende sacramento como «signo», en ese sentido la Iglesia es visible. No se está queriendo decir que la Iglesia es un sacramento como los otros siete, de lo contrario tendríamos ya no siete, sino ocho.
Ningún sacramento ha sido un invento de la Iglesia, ella la recibe y la custodia.
Saludos.
Un episodio famoso del antievangelio del anticristo fue cuando san Pablo predicó en el areópago de Atenas, allí es cuando predicó la libertad religiosa y de conciencia de los griegos paganos, el respeto por sus religiones falsas y sus tradiciones y la salvación por muchos caminos distintos sin necesidad de bautismo. San pablo besó los libros sagrados del partenón y rezó con ellos como en Asis. Unos rezaron a Zeus, otros a Atenea, otros a Cristo, allí empezó el ecumenismo.
Se fue lejos con esta última.
¿En qué pasaje del Nuevo Testamento figura este hecho tan grave que Ud.afirma contra el Apóstol San Pablo?
En el testamento del vaticano II
Entonces San Pablo no hizo nada de eso que Ud.afirma.
Haría bien en aclarar que está ironizando.
Más tarde la iglesia se volvió mala hasta que resurgió en el cvii con sus primitivas ideas de libertad religiosa, igualdad colegial y fraternidad ecuménica, tal y como Cristo no dijo. Todos los hombres nacen con la misma dignidad humana, por eso, como tienen dignidad, en su dignidad basan su libertad de elegir la religion de su conciencia, la libertad te lleva a la verdad, da igual lo que dijera Cristo, lo importante es lo que ponga en el vaticano II, ese nuevo idolo. Para qué se molestaría Dios en decir cual era la religion verdadera que salvaba si al final hay muchos caminos de salvacion santidad y Gracia fuera de la Iglesia? El problema de la iglesia es seguramente otro, no este que acabo de decir, eso de razonar para que no te engañen es de lefebvristas.
Sigue ironizando…
Tiene razón, las consecuencias de decirle a la gente que todo camino es válido y negar a la Santa Iglesia Católica, lleva a que la gente se vaya.
Mateo 25: 31 – 46
31 «Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria.
32 Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.
33 Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
34 Entonces dirá el Rey a los de su derecha: «Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis;
36 estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme.»
37 Entonces los justos le responderán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber?
38 ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos?
39 ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?»….
Totalmente de acuerdo con Mons. Bux .
Los migrantes tambien tienen derecho a ser Evangelizados et recibir los sacramentos de parte de la Iglesia .
No les interesa.
La inmensa mayoría son musulmanes. Porque Soros y los masones que gobiernan Europa no buscan promover la inmigración de cristianos sino musulmanes, así diluyen la presencia del Cristianismo en Europa un poquito más. Y allí donde los musulmanes se instalan, apenas alcanzan una mayoría relativa de habitantes, imponen la «sharia».
Y encima, la actual jerarquía de la Iglesia prohíbe evangelizarlos, y menos aún darles acceso a los Sacramentos.
Pero siga participando.
A lo mejor la salvación de los emigrantes depende de cómo vivamos los sacramentos.
Y por salvación entiendo su salvación eterna y que no se mueran o tengan condiciones de vida dignas. Aterra ver el desprecio con que algunos comentaristas hablan de ellos.
No está de más recordar que quien dice que ama a Dios pero no ama al prójimo es un mentiroso. Y esto no lo dice ningún progre, sino el apóstol San Juan en su carta.
El amor a Dios es lo primero en el orden del mandato, pero el amor al prójimo es lo primero en el orden de la ejecución. Tampoco es de un progre, sino de San Agustín.
¿cuál es el criterio de publicación de los comentarios? Ayer escribí interrogándome sobre diversas afirmaciones de la entrevista y no aparece nada.
Sería muy interesante su traducción. A ver si Homo legens se anima.
Pues sacramentos sin vida cristiana, ya me direis hacia donde vamos; si la participación de los sacramentos no nos lleva, como dice la parábola al «porque estaba hambriento y me disteis de comer, sediento y me disteis de beber……etc», yo no se que celebramos.
Que a estas alturas sigamos haciendo dicotomías entre contemplación-acción o culto-acción social demuestra que avanzamos poco.
Todo es necesario y todo tiene que ir unido, a no ser que queramos hacer de la fe un compartimento estanco.
Nadie dice que haya que establecer una dicotomía entre los Sacramentos y el ejercicio de la Caridad con el prójimo. ¿Quién ha dicho tal cosa? Sería un absurdo.
Si lee con atención, verá que Mons.Nicola Bux es muy claro en que los Sacramentos recibidos debidamente, conducen a la santidad ( y por ende al ejercicio de la Caridad con el prójimo ).
El título falaz de Invovaticana crea una dicotomía .