En una entrevista concedida al programa de la cadena americana CNBC ‘Today Show’, el cardenal Joseph Tobin, arzobispo de Newark, calificó de “muy desafortunado” el hecho de que la Iglesia considere la homosexualidad “intrínsecamente desordenada” en su Catecismo.
Anne Thompson, conductora del programa Today Show, de la cadena CNBC, en entrevista con el cardenal Joseph Tobin, preguntó al arzobispo de Newark, en el Estado de Nueva York, cómo podía la Iglesia acoger a los homosexuales cuando, en el punto 2.357 califica los actos homosexuales de “intrínsecamente desordenados” y, en el punto siguiente, a la propia inclinación homosexual como “objetivamente desordenada”. Y Tobin, que encabeza una de las diócesis más ‘LGTBI friendly’ de Estados Unidos y, por tanto, del mundo, lamentó la redacción de dicho punto.
“Es un lenguaje muy desafortunado”, dijo Su Eminencia en relación con la doctrina de la Iglesia sobre la homosexualidad. “Esperemos que con el tiempo la redacción sea un poco menos hiriente”.
Elevado al cardenalato por el actual pontífice, Tobin es uno de los obispos norteamericanos que debe su diócesis a los ‘buenos oficios’ del defenestrado ex cardenal Theodore McCarrick, retirado del ministerio sacerdotal por un caso de pedofilia y decenas de casos de abusos homosexuales sobre seminaristas y jóvenes sacerdotes. Pertenece, junto con Blaise Cupich, de Chicago, y Kevin Farrell, ahora en la Curia, a esa tríada de purpurados favorecidos por el arzobispo emérito de Washington a los que la fortuna ha sonreído con Francisco, que les ha mostrado en numerosas ocasiones su favor.
El comentario del cardenal es cualquier cosa menos ‘un hecho aislado’ en la jerarquía actual; de hecho, lo excepcional es encontrar un prelado que recuerde la doctrina en este punto. De hecho, Tobin es uno de los protectores del jesuita padre James Martin, el asesor del Vaticano para las comunicaciones que también ha lamentado en diversas ocasiones el ‘lenguaje’ del Catecismo en este punto. En concreto, Martin sugería cambiar “objetivamente desordenado” por “diferentemente ordenado”.
También los obispos alemanes anunciaron recientemente, por boca de su presidente, el cardenal Reinhard Marx -que se sientan en el exclusivísimo Consejo de Cardenales que asesora al Papa-, que se disponen a ‘revisar’ toda la doctrina católica sobre moral sexual y que pretenden hacer vinculantes sus conclusiones.
En ‘lenguaje’, naturalmente, es lo de menos. Si Su Eminencia encuentra ‘hiriente’ algo tan anodino como “objetivamente desordenado”, quizá lleve mucho tiempo sin leer la Biblia.