El secretario general de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, ha escrito una carta en la revista Ecclesia en la que enumera los criterios que deberían guiar a un cristiano a la hora de votar en el contexto actual.
En un artículo para la revista Ecclesia, el obispo auxiliar de Valladolid, reconoce que «un elector cristiano, en su juicio, ha de tener en cuenta la luz de la fe, la enseñanza de la Iglesia y los imperativos éticos que de ellas dimanan». Se requiere, pues, «un discernimiento de las opciones electorales aun sabiendo que ningún programa político agota las exigencias del Evangelio; tampoco puede esperarse de la política la salvación» continúa el portavoz de la Conferencia Episcopal.
Muchas veces, dice Arguello, «no habrá otra salida que la del bien posible, la del mal menor o la opción menos oscura», y esto es, según el prelado, una «actitud siempre preferible a la de la indiferencia».
El portavoz de la CEE dice que «en las elecciones próximas» conviene tener en cuenta una serie de factores. El primero de ellos, según la lista que nos ofrece es la «dignidad sagrada de la vida humana desde su inicio a su fin natural.»
Es imprescindible, alerta Arguello, «un apoyo claro y decidido a la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer abierto a la vida». «Las zonas de la «España vacía» precisan un apoyo especial», asegura.
«Es muy importante una comprensión antropológica respetuosa del signifcado esponsal de la diferencia sexual y su vínculo con la transmisión de la vida que impregne la educación y la acción social» dice Arguello, advirtiendo también de lo preocupante de «la reducción de la persona a individuo de una especie animal más», en referencia al animalismo creciente.
El prelado asegura que ha de garantizarse «el derecho de los padres a escoger el modelo de educación integral que desean para sus hijos».
«También parece necesario abordar la reforma del «Estado del bienestar»» continúa Arguello, añadiendo que son convenientes políticas que favorezcan la libre iniciativa social, la incorporación de los jóvenes a la vida laboral, el trabajo que asegure la renta familiar, la justa distribución de la riqueza y la moralidad en la vida económica, así como el cuidado del medio ambiente. Reclaman una especial atención los más desfavorecidos de la sociedad: pobres, inmigrantes, enfermos y ancianos que viven solos, etc.»
Respecto a la inmigración dice que es «una llamada al reconocimiento de la dignidad humana y de la fraternidad universal que nos piden cuidar la acogida y la integración de los que llegan» y que la política «ha de abordar las causas del problema migratorio y buscar ahí las posibles soluciones».
Al referirse a la crisis catalana Argüello subraya que “el llamado ‘derecho a decidir’ no es moralmente legítimo en sí mismo pues supondría la absolutización de la voluntad de poder desvinculada de la moralidad del contenido de la decisión y del marco social e institucional donde se toman las decisiones», a lo que añadió que «Se entronizan los sentimientos y se reclaman como derechos».
En materia internacional defiende el proyecto europeo “como ámbito de paz y promoción” en el que “los cristianos han de estar presentes”. Añade que quizá la «construcción europea» peque de exceso de burocracia y de «resabios de ingeniería social en tantas de sus directivas; también de cierta cerrazón en la defensa de su situación privilegiada». No obstante, dice Arguello, sigue siendo en el mundo un signo positivo de respeto a la dignidad y de organización de la convivencia entre las personas y los pueblos. «La acogida de la vida y la solidaridad con otros ayudarían a reverdecer sus mejores raíces» continuó.
Termina el comunicado pidiendo al Señor que «nos ilumine y a la Inmaculada Concepción y a Santiago apóstol que intercedan por nosotros para que nuestro voto sea responsable y libre y las elecciones que se anuncian contribuyan a la paz y al bien común de nuestro pueblo».
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Antes era la conferencia episcopal la que ilustraba el voto de los católicos ¿ ahora su secretario, tratándose además de elecciones tan relevantes ? ¿ Tan bajo ha caído la conferencia episcopal ? ¿ Tanto miedo tiene a los media laicistas o al izquierdoso Francisco ?
Pues llevas razón. Parecemos tontos. Solo es posible votar Vox, no hay más. Quien quiera votar social/comunistas o masones ahí tiene la retaila: PP , Ciudadanos, PSOE. Documentación hay de sobra para quien le interese la verdad, pero en España la tontura no tiene cura.
También está la Comunión Tradicionalista Carlista!
Pues Argüello se explica bien y comunica, creo que es entendible de sobra. Lo que no es coherente es proclamarse católico y aceptar el aborto, la ideología de género, el estatismo educacional, el negar que Dios creó al hombre y a la mujer que se complementan no que se rechazan, que el matrimonio lo componen dos personas del mismo sexo y un largo etc en el que se ha caído unos por maldad, otros por arrastre, otros por cobardía por creer que ya no hay vuelta atrás y otros por estupidez mundana porque siguen cualquier moda por estrambótica que esta sea.
También desde luego al Doctrina Social de la Iglesia que no es incompatible en absoluto con todo lo anterior.
Me parece muy oportuno y sensato todo lo que dice Argüello.
La gente se preocupa de los inmigrantes que vienen a buscar una vida mas digna, naturalmente vienes los mas osados, emprendedores y capacitados. Mi pregunta es ¿que pasa con los menos osados, emprendedores y capacitados que se quedan en su país y son la mayoría?
La respuesta es muy clara los condenamos a una mayor miseria y la perpetuamos. Lo que hay que hacer es crear las condiciones para que esos inmigrantes puedan encontrar posibilidades de una vida mas digna en sus propios países desarrollando su país y creando una riqueza que beneficie a todos. Señor líbrame de los buenos que de los malos ya me libro yo
Era hora de que alguien con representación recordara, sin miedo, las verdades cristianas del barquero. Que alguien expusiera sin ambages un código de conducta pública que se ajustara a la doctrina evangélica recogida en la documentación pontificia a lo largo del tiempo. Me ha encantado el adjetivo que califica el comportamiento de los obispos y curas catalanes separatistas: es inmoral. Los que nos hemos cansado de repetir hasta la saciedad que no es coherente con la doctrina cristiana apelar a un inexistente derecho de segregación en una comunidad que no sufre ni invasión, ni colonización, ni sometimiento militar, sino que es fruto secular de realidad histórica, que reclamar tal derecho es inmoral por múltiples razones, expresadas por la Conferencia Episcopal Italiana a propósito de la Padania y ratificadas por Juan Pablo II, que quien lo proclama es un auténtico sembrador de sal, sea obispo, abad, cura o monja, nos sentimos reconfortados.
Votar es aceptar la servidumbre de la corrupción.
Pero estos prelados ¿siguen pensando que somos idiotas sin criterio propio? Que vayan a iluminar a su mamá.
Efectivamente hay mucho idiota sin más criterio ni formación que el a mí me parece. ¿ O no se había dado usted cuenta?
No estoy de acuerdo con lo que dice de la inmigración, pues la Doctrina Social de la Iglesia apoya solamente la inmigración legal. Tampoco creo que un obispo, a no ser que viva en otro planeta, puede apoyar el «proyecto europeo» que es completamente nefasto y que promueve todo lo que es contrario a la doctrina de la Iglesia. Fuera de estos dos puntos, creo que acierta bastante.
Entiendo que la política puede ser abordada desde la teología moral, y por ello de un modo científico. Y con argumentos de razón se puede determinar qué medidas son acordes al Evangelio y cuáles no. Y qué partidos apollan visiones antinaturales e inmorales y cuáles no. Este silencio es incomprensible. Que digan nombres. Que llamen a los presidentes y les digan: o cambiáis tal ley o excomulgamos a quien os vote. Una cosa es la política municipal y otra la nacional. Los obispos tendrían que ayudar a los fieles a hacer este discernimiento. Aunque haya un % pequeño de fieles que escucharían a su obispo en materia de voto, al menos a día de hoy sería significativo.
Agradezco a la Conferencia Episcopal que, a través de su Secretario, nos dé a los católicos unos criterios, a la hora de votar. Sin embargo, con todo respeto lo digo, no es cierto que no haya partidos que agoten los valores del Evangelio. Sí que los hay, aunque no tengan presencia en las Cortes. Afirmar que ningún partido agota los valores del Evangelio es hacer un favor a los partidos anticristianos del Sistema y denigrar a los partidos que sí cumplen con la Doctrina de la Iglesia. Pésima aseveración, por tanto, ésa de la CEE, que puede hacer mucho daño y confundir mucho a la gente de buena fe.