Francisco: «El alimento no es propiedad privada”

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“El alimento no es propiedad privada, sino providencia a compartir con la gracia de Dios”, ha dicho hoy miércoles el Papa Francisco durante la audiencia general, centrada en una frase del Padre Nuestro.

 

Ese ‘pan cotidiano’ que le pedimos a Dios cada vez que recitamos la oración que Cristo nos enseñó, el Padre Nuestro, es para todos, ha asegurado el Santo Padre, y a los cristianos se nos juzgará por lo mucho que hayamos compartido nuestros dones con los necesitados.

“Que se nos meta esto en la cabeza: el alimento no es propiedad privada, sino providencia a compartir con la gracia de Dios”. Y añadió: “Era pan concedido para la humanidad, y en su lugar se lo comió solo alguien. El amor no puede tolerar esto. Nuestro amor no puede consentirlo; ni puede el amor de Dios tolerar ese egoísmo de no compartir el pan”.

Pero si el mensaje de caridad y generosidad es comprensible, en línea con el pensamiento católico desde los orígenes, sobre la necesidad de compartir con los necesitados y el recordatorio de que “al atardecer, seréis juzgados en el amor”, la frase es bastante ambigua.

Si hay algo que difícilmente podría no ser propiedad privada es el alimento, quizá la propiedad material más íntima que se me ocurre. Incluso el marxismo excluye de la propiedad privada los medios de producción, no los de consumo.

Si no hay propiedad privada, el Séptimo Mandamiento, “no robarás”, carecería de sentido. Más aún: la propiedad privada es la precondición de la libertad, como explicaba Chesterton. Y no puede haber mérito, no puede haber amor si no existe libertad, como no puede haber libertad alguna.

Para que compartir lo que uno tiene sea caridad, sea meritorio, es imprescindible que uno tenga algo. Si no hay propiedad privada siquiera en algo tan personal e inmediato como la comida, si todo es común, todo es de todos, ¿dónde está la virtud? Ya no somos nosotros los que compartimos, sino todos los que se sirven lo que apetecen de lo que es tan suyo como de cualquiera.

Cuando el Papa dice que “el alimento no es propiedad privada, SINO providencia”, está estableciendo una contradicción inexistente. El alimento es providencia en cualquier caso, todo es providencia, con independencia de la categoría jurídica o la forma de distribución de los bienes que acordemos los hombres.

Esa es la perplejidad que provocan las obvias preferencias políticas del Papa, su inclinación por una izquierda sorprendentemente radical. Y es que aboga por sistemas que dejan el resultado virtuoso en manos del ‘sistema’, lo que libera de responsabilidad, mérito o demérito, al alma individual, que es la única que se salva o se condena.

Aldous Huxley, en su distopía Un mundo feliz, imaginaba una sociedad en la que no hiciera falta ser bueno, en el sentido de que no habría posibilidad -libertad- para no serlo. En una sociedad así, el buen samaritano pasaría de largo ante el herido, con la buena conciencia de saber que serían los servicios sociales los que deberán ocuparse de él.

Pero la virtud exige libertad y responsabilidad, y eso solo es posible cuando existe un mínimo de propiedad privada, esa que Cristo nos pide que compartamos con los necesitados.

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Comentarios
50 comentarios en “Francisco: «El alimento no es propiedad privada”
  1. Tampoco tu anillo es propiedad privada, sino de la Iglesia, y no lo dejas besar, no lo dejas socializar, como quieren los fieles, que saben muy bien lo que besan, cuando lo consiguen

    1. Tampoco la Iglesia universal es propiedad privada, sino del Señor. Y él dispone caprichosamente de ella como si fuera su cortijo.

  2. Elisa Isabel, con discapacidad de un 86% Mi hija. Es muda, pierde salivares es mayor: Pido limosna Por ella y para ella… Elisa Isabel tiene que ir al Centro de día en otra localidad que esta distante a la nuestra, para personas discapacitadas, y yo no puedo llevarla como digo, para que cada día la traten, personas cualificadas, no tenemos medios de transporte para ello, hemos de pagar anualmente por adelantado 2,220 €, 185€ a una empresa que esta concertada cada mes; dos viajes al día ida i vuelta. Nuestra urgencia es primordial. MI teléfono es 634710065… Mi correo [email protected]
    Dad y se os dará; aquí se ve el corazón de Jesús que se dilata y hace esta promesa que quizás es una imagen del cielo. Dad y se os dará. Qué orgullo es tener una hija discapacitada, con lesión cerebral, que triste es pedir limosna para ella. Y que no te correspondan.
    Mi correo: josé[email protected],
    Pido perdón por mi insistencia, es Urgente.
    ES61 00190536174010011125 Deutsches Bank

    1. José Manuel, primero desearte lo mejor para vosotros, sobre todo rezando. Pero , por lo que conzco de casos similares, tienes que tener ayudas de organismos oficiales y también eclesiásticos, a través de Cáritas de tu parroquia. Creo que serás sincero pero éste no es el lugar apropiado para tu petición porque -repito- hay formas institucionalizadas y, además, no se puede contrastar para nada tu petición. A esto, desgraciadamente, habría que añadir casos de peticiones «caritativas», con base real sin duda, pero que han resultado una estafa que ha acabado en los tribunales.

  3. Populismo barato!. Si el alimento no es propiedad privada, nada puede ser propiedad privada, con lo cual nos cargamos un derecho fundamental. Los clerigos suelen tener una ignorancia clamorosa de la Doctrina Social de la Iglesia, y por influencia del marxismo usan la solidaridad, para cargarse algunos derechos fundamentales. Hace años que los fieles tenemos que aguantar a clerigos ignorantes diciendo tonterías.

    1. Excelente concepción, materialista, capitalista e individualista de la propiedad privada, según Fred.

      La doctrina social de la Iglesia está basada en el Cuerpo de Cristo que NO es propiedad privada, ni tampoco lo es el alimento que lo representa, el PAN y el VINO que compartimos.

      1. El derecho a la propiedad privada está reconocido en la Doctrina Social de la Iglesia, y no es una concepción materialista ni individualista. Así que no diga más tonterías.
        Parece que usted esta influenciado por el clericalismo de izquierdas, que confunde el plano jurídico con el espiritual negando así los derechos de la persona y que han llevado a tantos clerigos al marxismo.

        1. En la D.S.I., la propiedad privada es un “derecho” relativo o subordinado al Bien Común. Por tanto, un derecho entre comillas.
          En el marxismo la propiedad privada que se NIEGA es la “propiedad privada” de los que usurpan y avasallan la propiedad privada de los otros, generalmente, obreros y pobres. Espero que su “propiedad privada” no sea de esta última.

      2. Sócrates, un poco de seriedad y menos hacer teología fácil. La D.S. de la Iglesia está basada en la moral de la Iglesia no sobre «el cuerpo de Cristo, predicada siempre y más concretada, como cuerpo propio, a partir de León XIII seguramente. Y Fred, lleva razón, la propiedad privada siempre ha sido aceptada por la Iglesia y pertenece al su cuerpo doctrinal, otra cuestión -como han recordado algunos Pontífices, sin fórmulas fáciles- es que sobre ella, la propiedad, pesen «hipotecas». La desaparición de la propiedad privada es marxista pero, además, está demostrado que empobrece a los pueblos y, lo más importante, a los individuos porque les priva de su propia esencia para vivir activamente, prosperar y aprender a cuidar sus cosas, a uno mismo y a los demás.

        1. Na, pues, hablamos seriamente de la teología difícil, y nos embarcamos en las disputas de la alta teología del sexo de los ángeles.
          El Cuerpo de Cristo está estructurado y empapado en el Amor. Si piensa que el Amor es una cosa y las normas de la Iglesia son otra, entonces hemos pinchado.
          No mutiléis ni saquéis de contexto, lo que la Iglesia entiende por “propiedad privada”. Te lo digo con las mismas palabras de León XIII: «Es lícito que el hombre posea cosas propias. Y es necesario también para la vida humana». Y si se pregunta cuál es necesario que sea el uso de los bienes, la Iglesia responderá sin vacilación alguna: «En cuanto a esto, el hombre no debe considerar las cosas externas como propias, sino como comunes; es decir, de modo que las comparta fácilmente con otros en sus necesidades. (nº 17, Rerum novarum).
          O sea, que ni es otra cuestión, ni una hipoteca que algunos Pontifices han recordado. Está en la misma raíz de la Rerum Novarum.

  4. Leyendo un poco a los santos padres en este sentido se relativiza mucho la propiedad privada, sobre todo en tema de bienes necesidad imperiosa. No me parece ideología. Lo que ne parece que a veces ponemos el orden de la creación y el orden sobrenatural muy separados y terminamos absolutizando el orden que ha puesto el hombre y Dios ha permitido.

    Recordemos que Santo Tomás considera quela propiedad privada no es derecho natural prescriptivo, sino prescriptivo.

    Respecto al «no hurtarás/robarás» creo que puede entenderse entendiendo que si los bienes son para todos (más aun los de primera necesidad como los alimentos) en la medida en que no permitimos que otros disfruten de lo que Dios ha creado para ellos, podríamos hablar de hurto. Todo ello sin perjuicio de concebir el «no robarás» como ustedes han indicado.

    Y otra cosa más, es de la doctrina tradicional de la Iglesia que en caso de necesidad todos los bienes necesarios son para comunes. ¿Y no estamos en una situación mundial así?

    1. Perdón, quería decir que para Santo Tomás el derecho de propiedad privada no es prescriptivo, sino concesivo.

      También, que en caso de necesidad los bienes se tratan como comunes.

      Perdonen mi mala redacción.

      Buen día. ADG.

  5. Bueno referirse al padre nuestro, es evangelizar, y esto tiene mucho jugo por que podemos referirnos al padre nuestro o al avemaría o al credo y así al mismo tiempo estamos predicando.

  6. «Así, pertenece a la enseñanza y a la praxis más antigua de la Iglesia la convicción de que ella misma, sus ministros y cada uno de sus miembros, están llamados a aliviar la miseria de los que sufren cerca o lejos, no sólo con lo « superfluo », sino con lo « necesario ». Ante los casos de necesidad, no se debe dar preferencia a los adornos superfluos de los templos y a los objetos preciosos del culto divino; al contrario, podría ser obligatorio enajenar estos bienes para dar pan, bebida, vestido y casa a quien carece de ello. Como ya se ha dicho, se nos presenta aquí una « jerarquía de valores » —en el marco del derecho de propiedad— entre el « tener » y el « ser », sobre todo cuando el « tener » de algunos puede ser a expensas del « ser » de tantos otros».
    Sollicitudo rei socialis 31. (Juan Pablo II)

    Parece que Francisco conoce la doctrina social de la Iglesia de sus predecesores.

    1. Los casos límite, son casos límite. Lo que hacen algunos es usar un caso límite para generalizar un praxis que es incorrecta.
      En el 95% de los países nadie muere de hambre, y curiosamente entre los pocos países donde se muere de hambre son Corea del Norte y Venezuela, donde la propiedad privada está casi abolida, porque según ellos, es más justo que todo este en manos del «pueblo». Y los mismos tontos de siempre se lo creen.

      1. Plenamente de acuerdo, la propiedad privada favorece la erradicación de la pobreza, como han demostrado prestigiosos economistas. Para regularla a nivel de Estado, ya hay leyes. En el ámbito privado, la caridad es la que regula, pero no es igual para todos y para todos los casos. Los simplismos suelen ser populistas.
        Y «uno» aliviar la necesidad de los que sufren no es dar todo porque es un contrasentido. Un ejemplo real, una monja en misiones tiene un dilema, o come y vive como a aquellos que quiere ayudar o no lo hace. Si hace lo primero, antes o después por desnutrición, enfermedades, etc. no va a poder ayudarles. ¿Entonces? El sentido común y la caridad no populista, sino real, manda que tiene que llevar una vida «mejor» que los otros. Lo simplista, en temas de gran complejidad, o son populistas o son cortitos. Ya muchos santos sedieron cuenta -tarde casi siempre- que los fervores religiosos de su juventud, no eran apropiados para la vida, desde San Bernardo a S. Ignacio L.

  7. Eso ya lo proclamaron Tony Leblanc y Antonio Ozores en «Los tramposos» en la más apoteósica escena que ha rodado jamás el cine español.

  8. La cruda realidad es que el herido/necesitado no recibe el pan no de los servicios sociales del Estado ni mucho menos de ningún buen samaritano con propiedad privada, porque éstos no existen más que de boquilla.
    No veo buenos samaritanos con propiedad privada en barrios periféricos dando pan a familias necesitadas.

    1. Hay buenos samaritanos con propiedades privadas que, efectivamente, no dan pan a las familias necesitadas, sino que les dan trabajo para que ellos mismos puedan comprar el pan y el jamón. Me parece que la caridad está bien, pero crear empleo es mucho mejor y dignifica al ser humano.
      En cuanto a la labor que hagan los empresarios con los beneficios de sus negocios, pues algunos hay que reparten entre los más necesitados y a quienes no pueden emplear porque todo tiene un límite y el estado no pone las contrataciones precisamente fáciles.

        1. Por eso he dicho que hay algunos empresarios que ayudan también en esa labor.
          No es justo pensar que alguien es malo sólo por el hecho de tener dinero.
          Se que hay gente que no puede trabajar y es cosa de todos el ayudarles. De hecho, existen esas ayudas.

    2. De dónde sale el dinero del dios padre «ESTADO». Del trabajo de personas a las que se roba bajo amenaza de secuestro o incluso muerte. Todo es siempre el mismo mantra, como ser bueno con el fruto de otro. No robarás donde he oído eso. Que tonterías predican los que viven del cuento.

    3. La buena caridad no es hacer depender a los demás de uno repartiendo limosnas, la buena caridad es el que tiene cree empleo, yo por ejemplo podría limpar los cristales de mi casa y la cocina, o pintar la casa, o arreglarse una ropa pero se le da el trabajo a otra persona. Miren la buena caridad es que todos tengan trabajo, porque el trabajo dignifica al ser humano. Vale más un empresario que crea 100 puestos de trabajo, que una monja repartiendo paquetes de arroz, porque estos trabajadores pueden formar una familia, el que recibe un paquete de arroz no puede formar nada.

      1. No simplifiques en plan socialista. Vale más una monja si vive su vocación que los 100 puestos de trabajo, aunque ambos son necesarios. Recuerda lo que enseña Dios por San Pablo: «…aunque repartiera mis bienes a los pobres… si no tengo amor no me sirve de nada» (Cor. 13)

  9. «El alimento no es propiedad privada» del pueblo en Venezuela, sino propiedad de los afiliados al Partido Socialista de Maduro. Algo similar ocurre en Cuba, China, Corea del Norte, Vietnam, etc. Gracias por recordárnoslo.

  10. Hablando del milagro de la multiplicación del pan realizado por Jesús, Bergo glio señaló que el Maestro multiplicó “el gesto de generosidad” del muchacho que estaba dispuesto a compartir su provisión, los cinco panes y dos peces porque “había comprendido la lección del Padrenuestro: que el alimento no es propiedad privada – metámonos esto en la cabeza: el alimento no es propiedad privada – sino providencia para ser compartida, con la gracia de Dios”.

    “El verdadero milagro realizado por Jesús ese día no fue tanto la multiplicación – que es verdad – sino el compartir: den aquello que tienen y yo haré el milagro”.

    Con razón nuestro Papa Benedicto XVI se negó a alcahuetear la inexistente teología del representante de San Gallen y, por el contrario, llamaba a Sarah a fin de prologar su libro.

    1. En efecto, Jorge invierte el bien y lo sustituye por el mal. Si el muchacho que ofrece el pan no pensaba que era dueño de su pan, carece de valor su entrega y regala bienes que no son de él.

      Y sobre todo, no nos sorprende que Bergo glio minimice el hecho portentoso del milagro que no es el de distribuir el pan de su autoría, distribución que es bien humana y natural, e imposible sin la multiplicación milagrosa previa.

      En cambio, lo que es plenamente admirable es lo que el usurpador de San Gallen empequeñece: la elaboración vertiginosa del pan a partir de una materia ya dada. Porque es claro que con el milagro multiplicador se da a entender que Jesús está dentro y fuera de la naturaleza, está detrás de la producción de bienes –en este caso alimento- y para mostrar esto, la realiza a gran velocidad, casi instantánea, para demostrarnos que es el Creador y mantenedor de todas las cosas creadas por Dios que los humanos administramos a velocidad normal y natural.

      1. Los dones que se ofrecen ya son de Dios que nos los ha provisto para que nosotros usemos bien de ellos. El creador y dueño de los bienes es el Señor, no nosotros.

  11. Pero en realidad sería un error creer que Bergo glio está pretendiendo hacer una teología de los alimentos, por más torpe que ella sea.

    Parece del todo evidente que proclamar que el alimento no es propiedad privada es su justificación ideológica de las hambrunas del pueblo venezolano, hoy causadas por los corruptos chavistas que depositan el producido de sus robos en el Banco Vaticano, y del sovietico en 1920 provocadas por las confiscaciones alimentarias y las consiguientes utilizaciones políticas de la comida: los cercanos al régimen comunista se nutren más y mejor.

  12. La verdad es que el Papa Francisco ya me ha cansado. Seguiré rezando todos los días por su conversión, pero ya no me voy a torturar más leyéndolo. Me harté.

  13. Creo que es una negación del derecho a la propiedad privada, o sea que para Francisco, no es un derecho, si solo se aplicara al pan, los panaderos no serían dueños de su pan y se les podría robar, pero a los joyeros no se les podría robar porque no sería pan, y lo mismo se aplica si pan significara bienes de primera necesidad, alimento, medicinas.., se podrían robar farmacias pero no concesionarios de coches, como eso es absurdo significa que el pan se refiere a cualquier bien material y eso significa que Francisco es simplemente comunista

  14. La frase es inconsistente desde el punto de vista lógico; y lleva a todas esas conclusiones absurdas que se han apuntado.

    Cuando alguien dice que «los alimentos no son propiedad privada», de alguna manera intuimos que detras hay una idea correcta, pero muy mal expresada.: » los alimentos, aunque sean propiedad privada, no pueden ser utilizados arbitraria y caprichosamente». Por ejemplo, no puedo destruirlos ( haciéndolos inservibles) con la excusa de que son míos y hago lo que quiero. Además, en cierta medida, estoy moralmente obligado a compartirlos con los necesitados.

    Por el contrario, la abolición drástica de la propiedad privada ha conducido invariablemente a grandes hambrunas. En Venezuela, por ejemplo, se decretó que los alimentos de primera necesidad tuvieran obligatoriamente un precio máximo muy pequeño, lo que obligaba a venderlos con pérdidas (al tendero le costaban más que el precio por el que podia vender). Resultado: nadie quiso comercializar esos productos.

  15. El alimento es fruto del sudor de la frente del hombre.
    El alimento debe ser compartido con los pobres.
    Pero nunca con los sinvergüenzas que pretenden haber regresado al paraíso y que viven sin trabajar a costa de los pobres.

    1. Compartir tu pan con los pobres es un acto virtuoso, pero que te roben tu pan, en nombre de quien sea, para darlos a los pobres, es inmoral.

  16. “En esa parábola, Cristo no condena al rico porque es rico, o porque viste lujosamente. Condena duramente al rico que no tiene en consideración la situación de penuria del pobre Lázaro, que solamente desea alimentarse de las migajas que caen de la mesa del festín. Cristo no condena la simple posesión de bienes materiales. Sino que sus palabras más duras se dirigen contra quienes usan su riqueza de manera egoísta, sin preocuparse del prójimo a quien le falta lo necesario”. (Juan Pablo II, homilía para agricultores en Brasil, Recife, 7 de julio de 1980)

  17. VALIENTE MAJADERÍA DEL JUDAS PORTEÑO.
    La clave de la prosperidad es la propiedad. Gracias a la propiedad y al progreso que genera cada día comen mas personas en el mundo. Si la comida no fuese propiedad privada, nadie produciría, salvo para autoconsumo, y habría muchísima escasez y hasta hambrunas. Todos los idiotas que han comentado antes que esta majadería es algo bueno, supongo que lo dicen porque ellos trabajan todos los días sin cobrar. Pero si ellos trabajan y cobran, entonces son tan cínicos y miserables como el Trilero de la Pampa.
    Solo alguien que odie a la humanidad puede afirmar semejantes chorradas.

    1. Es verdad, valiente majadería.
      ¿De dónde te sale que la clave de la prosperidad es la propiedad?
      La clave de la prosperidad es la venta de la propiedad, es decir, la pérdida de la propiedad.

      1. BELIAL
        Revisa tu ultima frase:
        La venta de la propiedad no es su perdida sino su cambio por otra propiedad mas ventajosa.
        El comercio es una transacción, que cuando el libre es mutuamente ventajosa para las partes.
        La ventaja puede cambiar con la edad o la situación.
        Efectivamente el comercio es la clave de la prosperidad, pero la clave del comercio es la propiedad. Si no hubiera propiedad no habría comercio. Para que haya comercio tiene que haber excedentes que sobrepasen el autoconsumo.
        Ergo.. seguro que hasta tu lo entiendes… la clave de la prosperidad es la propiedad. Gracias por la clase.
        Federíco Jimenez Losantos va mas allá y establece que la propiedad es la clave de la libertad.
        Si te interesa el tema puedes leerte su último libro MEMORIA DEL COMUNISMO donde lo explica con un repaso a los principales pensadores, empezando por la Escuela de Salamanca.
        Insisto si te lo lees despacio hasta tu lo entenderás, y lo que es mas, hasta aprenderás bastante.

        1. «El cambio por otra propiedad más ventajosa» es pérdida da la propiedad. El comercio es una pérdida continua de propiedad. La propiedad te hace esclavo de la propiedad, no libre. Así que Losantos, el tío más «listo de España», la patinaaaa.

  18. Tienes que ir pensando en publicar una recopilación de tus artículos. De verdad.
    No esperes a que lo hagan tus hijos cuando «casques» je, je…

  19. La cuestión es más sencilla porque la situación actual no es distinta de cualquier otra situación anterior ya que, por una razón u otra, siempre ha habido pobres. Por lo tanto es de suponer que la familia del Papa Francisco comía de ollas colectivas, no de los alimentos que compraba su madre porque, de lo contrario, lo que dice no tiene sentido. Los alimentos compartidos solo pueden serlo en colectividad, desde el momento que existe vida privada y cada cual come en su casa lo que dice es una utopía. Para hacer una propuesta sería y no palabras vacías tendría que decir que renunciáramos a la intimidad familiar y pusiéramos un tanto para que todo el mundo comiera lo mismo, lo que obligaría a la colectivización.

  20. Y, de paso, eso, si no justifica la matanza de cinco millones de kulaks (campesinos) que Stalin hizo para colectivizar, si parece inclinarse a que aquellos campesinos sujetos a la venta libre de alimentos eran unos ladrones y que Stalin tenía razón. Por lo visto los campesinos perdían el interés en las cosechas si se las llevaba el estado porque eran muy malos, lo lógico serían que trabajaran con más ahínco con la confianza puesta en que el Padrecito Stalin hiciera un reparto conforme a justicia. Porque la comida colectiva necesita un repartidor y ¿quién vigila al repartidor? En Leningrado cuando la hambruna llegó hasta el canibalismo se rumorea que los altos jefes del partido comían caviar. Otra propuesta sería que cualquiera que tuviera hambre llamara a cualquier puerta, se colara dentro, abriera la nevera y se sirviera él mismo. Otras posibilidades no las veo claras.
    Pero claro, adiós a los emprendedores del ramo de la alimentación.

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