Pablo Colino, una vida dedicada a la música para el alma

'Ratzinger es mi ídolo'
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InfoVaticana entrevista a Monseñor Pablo Colino, Maestro de Capilla y Prefecto de Música de la Basílica de San Pedro en el Vaticano.

“Despegabas y de pronto te encontrabas arriba, surcando los cielos, atravesando las nubes, más cerca del cielo”. Recuerdo todavía las palabras de mi abuelo Ignacio cuando le preguntábamos acerca de sus años como aviador. Recuerdo la pasión con la que nos lo contaba a mis hermanos y primos, que al escucharle parecía que viajáramos con él.

Desde que intercambié las primeras palabras con Monseñor Colino tuve esa misma sensación. Cuando Don Pablo habla de su música, lo hace con la misma pasión que mi abuelo lo hacía con los aviones. En el fondo, pilotar aviones y pilotar un coro es algo no muy distinto, ambos oficios acercan a las personas al cielo. Mi abuelo lo hacía tras el despegue y, Colino, lo sigue haciendo tras la primera nota de la partitura.

Hay quien piensa que la casa de cada uno dice mucho de la persona que en ella habita, y la de Colino vaya si lo hacía. A lo largo y ancho de la casa que el propio Miguel Ángel diseñó para él –aunque nunca llegó a habitarla-,  centenares de libros, papeles, fotografías y carteles de conciertos forman un maravilloso desorden, aunque Don Pablo asegura saber dónde se encuentra cada cosa.

Su padre, Francisco Colino, fue músico de la Banda de la Guardia Civil, oficio que se disolvió «por los tristes avatares de la República y sus consecuencias». Pablo heredó la pasión por la música de su padre, una herencia que supo elevar hasta lo más alto. Llegó desde Pamplona a Roma hace ya 62 años y en este tiempo se ha convertido en el Maestro de Capilla y Prefecto de Música de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. A sus 85 años, Monseñor Colino se niega a abandonar la batuta. En poco menos de un mes dirigirá el Coro Filarmónico del Vaticano en la inauguración del Año Jubilar Calceatense.

Escribo estas líneas mientras suena Laudate Pueri Domini de Mendelssohn, una de las canciones del disco que la Filarmónica Romana, dirigida por Monseñor Pablo Colino, ha hecho en ocasión de su Canonización el pasado mes de octubre.

¿A cuántos papas ha conocido?

El primero que aparece en mis fotografías fue San Pío X, no lo conocí pero para mí es el Papa de la música. Limpió toda la música que se creía sacra sin serlo…la misma que ahora vuelve a surgir con guitarras y acordeones. Luego Pío XII, el Papa que estaba cuando yo llegué a Roma, en el año 57, llevo aquí ya 62 años…

Después de tantos años fuera de casa, ¿se siente más italiano qué español?

Bueno, España no se quita de la sangre. Pero se han ido muriendo parientes, amigos…y cuando llegas a España de vacaciones pues eres un extranjero, un extranjero en el paraíso. Aunque estoy con mis hermanos y con algún sobrino, pero los amigos también van muriendo. Cuando vine a Roma yo era un crío de 23 años y dejé atrás muchos amigos del seminario.

¿Dónde estudió?

En el seminario primero de Saturrarán de Gipúzcoa, en Vitoria estudié filosofía y luego Teología en San Sebastián. Y ya dejé San Sebastián y vine aquí con permiso del obispo y ya no me movieron. Ahora soy Canónigo, es decir, Senador vitalicio y Maestro de los niños cantores de la Basílica de San Pedro.

¿Cuándo supo que quería dedicarse a la música?

Yo por mi padre fui músico desde niño. A penas me ordené cura me convertí en el primer músico del seminario de San Sebastián. Vine a Roma para convalidar mis estudios y más tarde me hicieron Maestro, para lo que necesité el permiso del obispo, que entonces era Lorenzo Bereciartua.

Que me imagino que no querría que se fuera…

Fui a verle y le expliqué que me ofrecían este trabajo en Roma. Y el obispo después de pensar un rato me dijo “si te digo que te quedes en San Sebastián estarás disgustado” y yo le dije que no, que yo me había ordenado para obedecer al obispo. Entonces me contestó lo siguiente: “Prefiero tener un amigo en Roma que un enemigo en casa”.

-Don Pablo señala una de las fotografías colgadas en la pared y recuerda el concierto que dirigió junto a Monserrat Caballé-

Ella dijo que uno de sus conciertos más emocionantes fue bajo mi dirección. Cantó una página de una ópera de Massenet que se llama La Virgen. Hay una parte que canta el éxtasis de la Virgen: “Sueño infinito te estoy viendo, puertas del paraíso, abríos”, es el éxtasis de María cuando muere…recuerdo que Monserrat lo cantaba con lágrimas en los ojos.

Recuerdo del concierto con Monserrat Caballe

San Agustín decía que el que canta ora dos veces… ¿nos acerca la música a Dios?

Ya lo creo, y sobre todo si es Música Sacra y si uno tiene un corazón limpio y puro.

Don Pablo, nos hemos puesto a hablar de otras cosas y todavía no hemos terminado con los papas…

Después de Pío XII está Juan XXIII, allí tengo una fotografía con él, la primera vez que vino al Colegio español a celebrar la Misa. Debajo está la figura de Pablo VI, con un coro húngaro. Y luego está la fotografía con Juan Pablo II, que justo en ese momento me decía “ya te he visto cómo dirigías” y yo le dije: “sí, y yo ya he visto cómo usted cantaba”.

Y luego con Ratzinger, con el que he estado muchas veces. El día que le hicieron Papa yo estaba contentísimo porque es mi ídolo y entonces me coloqué rápidamente por donde iba a pasar con el coche después de dar la bendición en la Basílica de San Pedro. Y de repente se paró delante de mí. Bajó del coche, se me acercó y le besé la mano. Yo estaba emocionado y le dije “felicidades Eminencia…perdone, Santidad”. Se echó a reír y me dijo “gracias, Maestro”.

 

Y el Papa Francisco. Tiene una forma de ser muy argentina… hay gente en la Curia que no le soporta bien. Yo siempre digo que tiene dos cosas muy buenas. La primera es la cercanía, el aguante que tiene en las audiencias, siempre sonriendo y saludando a los niños y a los enfermos y contando chascarrillos. Y también que se levanta cada día a las 4:15 de la mañana para meditar y hacer sus oraciones.

¿Cómo lo sabe?

Porque desde mi terraza se ve su habitación y cuando me desvelo de madrugada veo su ventana encendida, y entonces desde aquí le doy mi bendición.

Vistas a la Casa de Santa Marta

Son muchos los premios y reconocimientos que ha logrado a lo largo de su vida. Ha dirigido conciertos alrededor de todo el mundo… de todo lo que ha logrado, ¿con qué se queda?

He hecho conciertos muy importantes pero creo que el más importante fue el haber dirigido el concierto de Navidad en la década de los 80 en Asís, que lo retransmitía Mundovisión. Con mi coro y la orquesta de la Rai, la radio italiana.

También fue muy importante cuando presenté en 1985 un programa en televisión sobre Bach en un canal de la RAI-TV (Radiotelevisión Italiana) en la televisión mundial para celebrar el 300 aniversario del nacimiento del músico.

¿Es su músico favorito?

Sí, Bach es el mejor.

¿Y qué obra suya elegiría?

La Pasión según San Mateo, sin duda.

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Comentarios
16 comentarios en “Pablo Colino, una vida dedicada a la música para el alma
  1. Buen artículo. Gracias Almudena. La música, la buena música, es quizás el arte que mejor refleja la Belleza divina. A veces nos olvidamos que Dios, además del sumo Bien y la Suma Verdad, es también la suma Belleza.

  2. Me encanta los articulos te transportan a los sitios que nos va contando al igual que a los Cardenales que nos presenta. Por no decir lo que se aprende

  3. Muy linda nota! Me encantó ese espíritu tan alegre y positivo, y me encantó aún más la foto del interior de su casa, tan llena de vida y de pasión, reflejo de toda una personalidad. Bravo!

  4. P. Apeles, que no conoció a Pío X, lo cual es imposible cronológicamente, lo deja claro en la entrevista. Dice que es su papa por su motu proppio sobre música sacra.

  5. A fe mía que este hombre, como maestro del coro, hace cantar a los chavales como los ángeles.

    Hay que destacar también que es vasco, y estudió aquí; como los vascos somos universales, pues ahí le tenemos de maestro de música. ^^

    Seguramente Almudena también sea vasca, aunque no lo sepa todavía.
    Enhorabuena por el artículo, gracias Almudena.

  6. Enhorabuena Almudena.

    Me encantan tus artículos, estoy aprendiendo muchas cosas de Roma que desconocía.

    Además por la facilidad de palabra que tienes, me pongo totalmente en situación y me da la sensación de que he participado en la entrevista.

    Espero poder seguir leyendo y aprendiendo de tus artículos.

    Muchas gracias y enhorabuena otra vez.

  7. Preciosa entrevista. Debe ser una delicia estar con este sacerdote, alegra el alma y reconforta.Se nota que la música impregna su vida.Gracias Almudena ha sido un aire fresco entre tanta miseria humana que nos invade.

  8. Pablo Colino dirigió el montaje de un gran acontecimineto musical: la «Misa de la Coronación de Mozart», en la Basílica de San Pedro, dirigida por Von Karajan, con la Orquesta y Coros de la Filarmónica de Viena, en la solemnidad de San Pedro, en 1985, a las seis de la tarde. Un rayo de sol entraba por la Gloria del Bernini, iluminando el altar mayor. Misa oficiada por el papa Juan Pablo II. Pablo «guiaba» a Karajan.
    Gracias Pablo.
    Si, la música es muy importante, y creo que uno de los problemas de las Iglesias de Madrid, por ejemplo, es que no se canta. Si no hay música, no hay Iglesia. Los pobres párrocos y curas creen que adaptando canciones laicas, con guitarras, van a acercar a los jóvenes a la Iglesia. Se han dejado engañar. Pero les cuesta mucho, mucho, mucho rectificar. ¿Por qué no enseñais a cantar?
    Envío un gran abrazo al gran Pablo
    Domingo

  9. Me ha encantado y he sentido las sensaciones que se perciben en la escucha de un gran concierto….! Una gozada !!!

  10. Monseñor Pablo Colino, vivió en Bergara en su juventud de seminarista,y le tenemos como bergares ilustre, incluso por su mediación y ayuda cantamos con nuestro Coro Parroquial en el Vaticano, en el altar más preferente, y además de la Misa de Angelus, cantamos en euskera a partición suya el AGUR JESÚS EN AMA, y ninguno de los 50 componentes del Coro jamás lo olvida remo. GRACIAS AMIGO PABLO

  11. Para los ignorantes: el padre Colino nació en Pamplona. Su padre guardia civil. Su apellido es Zamorano. Su abuelo Juan enterrado en Zamora

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