Lo que ha atraído a lo largo de los siglos de la Iglesia Católica es lo mismo que ha repelido: su carácter perenne, su insistencia arrogante en ser portadora de la Verdad eterna, verdad de Cristo. Y la sorpresa es que hoy sus pastores parecen no juzgar nada con tanta severidad como lo inmutable, ni con tanto entusiasmo como el cambio.
Y en el cambio entra tanto que es difícil no ver que lo que antes se hacía se ha dejado de hacer, y lo que antes se evitaba se ha empezado a hacer con entusiasmo.
De lo primero es bastante llamativo la actitud de la jerarquía con la causa de la familia natural, hace no tanto tan identificada con la Iglesia Católica que era fácil confundirlos. Primero se nos pidió que no nos «obsesionáramos» con esos asuntos. Ahora se celebra en Verona un encuentro de familias, y el Vaticano ha empezado a marcar distancias.
Primero fue Parolin, el secretario de Estado, diciendo que le parecía bien «la sustancia, pero no las formas», sea lo que fuere lo que quiera decir. No creo que sea difamatorio, o siquiera discutible, que en este pontificado no tiene el mismo peso la defensa de la familia, no ya que cuestiones doctrinales de mayor alcance, sino incluso que la defensa del medio ambiente o la inmigración masiva, dos asuntos a los que la Iglesia no puede decirse que haya dedicado hasta hoy una importancia exhaustiva, y tampoco el Evangelio.
Otro cambio llamativo es la actitud con la ONU. La Organización de Naciones Unidas es, como su propio nombre indica, la máxima expresión del globalismo y de la opinión de las élites, es decir, de lo que antes llamaban los teólogos ‘el Mundo’, en oposición a la Iglesia. Esta ha mantenido hasta ahora con la ONU relaciones, en el mejor de los casos, tirantes, especialmente por la agresiva política de la organización internacional en defensa del aborto irrestricto, el neomaltusianismo rampante y una mal disimulada fobia a la familia natural tanto como a la relación natural entre los sexos.
Pero eso era antes y esto es ahora, y ‘esto’ es algo denterosamente parecido a una luna de miel. Se nos invita a seguir los dictados de la ONU en esto y en aquello, se celebra que la Santa Sede y la ONU actúen coordinadamente y, en general, se nos pide que miremos a la organización con sede en Nueva York como un agente del bien.
Pero el Mundo es un mal aliado para la Iglesia, algo que deberíamos haber aprendido en estos últimos veinte siglos, y en la Santa Sede ha debido caer como una bomba que una asociación presuntamente católica, Catholics for Human Rights, haya escrito al secretario general, Antonio Guterres, pidiendo que retire al Vaticano su condición de observador permanente en la organización.
La razón que aduce la asociación es que la Santa Sede no puede participar en el desarrollo de las políticas sobre el papel de la mujer mientras mantenga su doctrina sexista. No hay ni que decir que el ‘Catholics’ del nombre es, sin más, una pantalla conveniente para la enésima organización progresista, en este caso una que ya antes ha urgido a una ‘reforma’ de las religiones en general y de la católica en particular.
No es que creamos que la iniciativa, de momento, vaya a tener éxito, aunque la petición ha tenido eco en medios de la talla del New York Times y el Washington Post. Pero es un primer indicio de lo que, tarde o temprano, será un inevitable choque de trenes. La asociación tiene razón en que la doctrina defendida desde siempre por la Iglesia católica es incompatible con los fines que se ha propuesto Naciones Unidas. Ahora solo queda rezar para que, cuando llegue el momento, nuestra jerarquía no tenga la tentación de aguar la doctrina para recibir las palmaditas en la espalda de los burócratas globales.
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Yo creo que asi le harian un favor a la iglesia catolica.
El vaticano es un estado al servicio exclusivo de la Iglesia Católica, de su independencia de todo poder temporal, no de la ONU. No pinta nada ahí. Cuanto antes salga de ahí, mejor. La ONU actual esta al servicio del control de natalidad, del aborto, del gender. De vez en cuando hace algo bueno, a pesar de sus malas intenciones, pero ese bueno suele ir envuelto en una condiciones leoninas.
Pues yo creo que es mejor que el Vaticano siga en la ONU, como contrapeso a los países abortistas, pro LGTBI y pro globalización a cualquier precio.
La intención de esta asociación no es que la buena nueva llegue a más gentes, sino todo lo contrario, así que yo prefiero que siga como observador permanente.
Escondida detrás de la » buena intención » está la auténtica.
contrapeso? si bajo éste papado esas aberraciones ya no son condenadas. ya no es contrapeso si no apoyo a los pecados
Javi, el Vaticano está totalmente plegado a todos esos postulados, no seas ingenuo. Al Papa y a toda la curia vaticana, les encanta figurar en todos los foros internacionales y ser perejiles de todas las salsas. Sólo se contrarrestan esas políticas evangelizando, cosa que el vaticano no está por la labor.. Hoy en día el Vaticano es un peso muerto y un lastre para los católicos, y para la evangelización y doctrina milenaria. Nigún cura ni fiel puede predicar la doctrina de verdad, porque enseguida salen los jerarcas eclesiales, tomando café con los políticos. El Vaticano se limita a exhortaciónes apóstolicas, cartas sinodales farragosas, empalagosas, largas que nadie se lee, eso no es evangelización. Como te digo el Vaticano, hoy es un escaparate para el católico tibio y que no quiere complicarse la vida, en la que igual estoy incluida yo, pero para católicos militantes de verdad, que están dispuestos a dejarse la piel por Jesucristo, es una pesadísima carga.
Es la Santa Sede la persona de Derecho Internacional que pertenece como Observador a la ONU y no el Vaticano (si con ello se refiere al Estado Ciudad del Vaticano); es decir, incluso sin Vaticano, esto es, sin un territorio definido, la Santa Sede podría seguir siendo miembro de las Naciones Unidas así como mantener relaciones diplomáticas plenas con otros estados, como ya sucedió entre 1870 y 1929 y como sucede actualmente con la Orden de Malta. Por otro lado hay que distinguir entre el Secretariado de la ONU y los estados miembros que la componen a cuyo servicio está el Secretariado. La expulsión de un miembro corresponde a los estados por medio de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad y de ningún modo al Secretariado.
La ONU es la cabeza del Nuevo Orden Mundial (NOM), que, a su vez, es el Anticristo.
Clara y concisa, Beatriz Mercedes.
Si todo el mundo tuviera así de claro lo que significa la onu, se le quitaría el poder.
Pero no es así, para que se cumplan las palabras del Apocalipsis:… «todos están de acuerdo en entregar a la bestia el poder…»
El sofisma implícito en muchas de estas afirmaciones consiste en hablar de “doctrina católica tradicional” que ahora se pretende “cambiar”, cuando basta con leer un poco de historia para ver que la doctrina católica ha estado en perpetuo cambio. Por ejemplo: hasta 1886 existió la esclavitud en España, país archicatólico, que, curiosamente, fue el último país europeo en abolirla.
Pues España hoy sigue siendo mayoritariamente católico pero hay gaymonio y aborto libre ¿acaso esa es la doctrina católica «en evolucion»? Por supuesto que no
Una de cal , por dos de arena, y es para tener gusto, ya que la gente se enoja con «la Iglesia», porque no va bien, y ahora, se enoja porque va bien. Bueno pues prefiero el segundo enojo. Y si estás caóticas que luchan por tener derecho a todos los derechos, les lastima la Iglesia como piedra en el zapato, señas de que está haciendo bien las cosas, a ver qué solución encuentran, a mí no me disgustaría que me corrieran del infierno.
Aportemos nuestro grano de arena:
Estimado en Cristo: nos cuesta creer que nuestra necesidad sea imperiosa, y que nos dirijamos a, ¡hermanos! por la fe con el debido respeto que merecen para nosotros y no nos den al menos unas palabras de alivio, en cuanto a nuestra petición para una familia que está amparada, por el Espíritu Santo, pero desamparada por el hombre que escribe; diciendo que hay que ayudar al necesitado, y a nuestro prójimo y no lo hace, es solo escritura pero no hechos. No exigimos pero si tocamos su corazón y su conciencia, no para que nos de lo que necesitamos: es solo que aporte su granito de arena. Junto con el de usted y otros podemos lograr que nuestra hija discapacitada asista al Centro de día para personas discapacitadas, con un transporte que la lleve y la traiga, a casa, es para su bien y rehabilitación de su cuerpo, y de su vida. Que poco a poco por falta de medios, mengua debido a su enfermedad. nuestro correo: [email protected]. 634710065
La ONU no puede tomar nota de tal estupidez, porque ahora con Francisco a la cabeza de la Iglesia el catolicismo oficial forma parte del NOM. O es que no saben que Soros financió todo ello con millones de dólares, al invitar a Francisco a EEUU, para cambiar la agenda católica por la de organizaciones anticatólicas. Así pasamos de Familia y Vida a justicia social. Aqui Soros vincula la doctrina con una tradición que viene de lejos y tiene como protagonistas a los famosos Rockefeller a los Rochilds, a los Ford etc…Y todo ello para protestantizar a la Iglesia. Por ello Francisco entronizó a Lutero en el Vaticano y le nombró cínicamente «fiel testigo del evangelio». Esta agenda anticatólica la llevan practicando los últimos presidentes de EEUU, y es llamado «Fukujama» o el Fin de la Historia».
Esto lo pueden leer en el libro de Antonio Socci: «El secreto de Benedicto XVI».
Non Nobis.
El vaticano francisquita actual firma todo lo que le echa la ONU, con alguna leve observación, para no molestar a los papólatras, en especial sus programas antinatalistas, con aborto incluído, ambientalistas y genderistas. Es una mera agencia de la ONU. Se ha olvidado por completo de su misión sobrenatural. Quieren el paraíso/infierno ya en la tierra.
Espero que el estado vaticano sea expulsado de la ONU. Y es que Dios escribe recto con lineas torcidas. Es lo mejor que le podría pasar a frsncisco, que sus amados globalistas masónicos lo expulsasen