En su sección de Cultura, Alfa y Omega, el periódico del arzobispado de Madrid, recomienda encarecidamente a los fieles la lectura de un autor, Ray Loriga, a los que escupió a la cara no hace tanto con una interpretación blasfema y repugnante sobre Santa Teresa.
«Esta vez, la polémica no vendió», leíamos en ACI Prensa en 2007. «La cinta de Ray Loriga «Teresa, el cuerpo de Cristo», que difama a la más grande santa de España, no logró conquistar la taquilla de ese país». No era un comentario polémico o personal de la publicación: el entonces Arzobispo de Toledo, Cardenal Antonio Cañizares, «consideró que la publicidad de esta cinta «merece olvido por lo blasfemo de la foto publicitaria y por la gravedad de la visión tan distorsionada, insultante, falsa y denigratoria, de la figura, de la mujer, de la santa más grande de la España de todos los tiempos y una de las cotas más altas de la humanidad».
Pero eso era en 2007, corrían otros aires en la Iglesia española, que sabía defenderse de los blasfemos y no halagar a quienes la odian. Hoy vivimos en una ‘Iglesia de la Misericordia’ que a veces parece confundir la misericordia en masoquismo y autoodio, reservando una rendida admiración para los que están fuera y desprecian todo lo que huela a catolicismo, y un desprecio implacable e inmisericorde para quienes aspiran a conservar y vivir el cristianismo como se ha hecho durante milenios.
Y por eso el periódico del arzobispado de Madrid, Alfa & Omega, en boca de Maica Rivera, dedica una ‘crítica’ apabullantemente halagadora a la última novela del blasfemo Loriga, ‘Sábado, domingo’. No hay nada como orientar bien a los fieles en la lectura, ¿verdad, don Carlos?
Rivera empieza con una frase que ya permite adivinar todo lo demás: «Que Ray Loriga publique novela siempre es una fiesta». Claro que sí, Maica, una fiesta grande. Y que una publicación cuya única razón de existir debería ser orientar a los fieles católicos y ayudarles a acercarse a Cristo les recomiende tan encarecidamente que lean -y compren, claro- a un blasfemo es ya una verdadera orgía del disparate.
«No es qué cuenta Loriga, es cómo lo cuenta», nos confiesa Rivera. Ya estamos con la ‘exceptio pulchritudinis’, la excepción estética. Pero no, estimada colega; eso puede ser cierto en cualquier otra publicación; incluso, si me apura, tendría un pase -un mal pase- en una publicación que se pretenda católica o propiedad de un católico que arriesgue, al fin, su propio dinero.
Pero Alfa & Omega, supuestamente, no es eso. No solo es una publicación confesionalmente católica desde la misma mancheta, sino que la financia directamente la archidiócesis de Madrid que, como sabe cualquiera, no maneja un patrimonio personal ganado con el sudor de sus augustas frentes, sino el de los fieles, esos mismos a los que se pone en peligro al recomendarles que lean -¡y con tanto entusiasmo!- la obra de un autor inmoral y blasfemo. Cuando el fondo es perverso, una forma atractiva solo lo hace peor, no mejor.
Cada día se ven reivindicadas las palabras del Papa condenando el clericalismo, que eso y no otra cosa es disponer de una publicación ‘oficial’ dirigida a los católicos y pagada por ellos como si fuera el órgano de vanidades personales o intentos patéticos de hacerse perdonar el hábito talar.
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¡Qué bueno, Sr. Esteban!
Esta vez se merece un cum laude.
No son sólo los Lorigas de la vida los que retuercen y falsean la figura de Santa Teresa. Ni los más peligrosos. En los tropecientos e innecesarios centenarios oficiales que la Iglesia e instituciones religiosas como las teresianas le han montado últimamente, se presenta a esta doctora de la Iglesia como una feminista rebotada contra su tiempo y contra el poder patriarcal eclesiástico y civil. Y el escaso pueblo fiel, cada día más encorvado y ágrafo, veía esas histéricas webs e inconcebibles folletos y se embobaba más de lo que está.
Efectivamente. Los lorigas van de lorigas, pero los lobos disfrazados de corderos hacen lo mismo con los lorigas y han sentado sus posaderas en sedes epíscopales y cátedras eclesiales, incluidas la de Pedro.
Ya le digo que no exagero: en cada nueva celebración oficial de Santa Teresa que montan la Iglesia o los institutos cuya fundación se inspiró un día en el espíritu teresiano, Teresa aparece como una mujer áspera e inquietante por un sordo resentimiento terrenal contra los varones que dominan el Estado y la Iglesia. Los religiosos y religiosas que están detrás de esas webs, actos y aniversarios piensan –desde su escaso nivel cultural y de talento– que una figura así de falseada y hosca resultará atractiva para los participantes y, sobre todo, grata a los poderes fácticos de hoy.
A juzgar por lo que leo sobre él, este monseñor Osoro no tiene el menor temor de Dios, principio de la sabiduría. Quiera Dios se abra a la gracia de la conversión, del arrepentimiento y de la penitencia.
Hay tontitos, alelados y luego TONTOS con letra mayúscula.
El veneno envuelto en papel de celofán no deja de ser veneno. Será hasta más dañino, pues se presta a confusión con la mejor medicina. Hoy vivimos en una ‘Iglesia de la Misericordia’, nos dice Carlos con cierta ironía. Iglesia descarto que sea eso. Misericordia, menos todavía, pues una misericordia que se desliga de la Verdad y la Justicia, como dice Chesterton, se vuelve loca, por lo que esa «misericordia» no acerca a los lejanos, al decirles que Dios los quiere tal cual, como son, y espanta a los cercanos. No sólo los espanta, los persigue, nos persigue, aunque nos hace un bien como efecto no querido, sino colateral, que es de agradecer
Es lo que pasa cuando tienes un general sin estudios dirigiendo la guerra: pierdes la guerra.
Si estudios de logística, estrategia, mando, sin oír a los Consejos oficiales, ni a «sus» soldados de primera línea (sacerdotes).
Eso es lo que hay, una guerra perdida.
Pero habrá consejo de guerra en el Cielo. Y se hará justicia finalmente.
Pues nadie escarmienta en cabeza ajena. Con tanto escándalo que hay en éste momento, y salen éstos, con la brújula perdida. A qué viene éso de retar a los católicos y que vean que ellos son de mente abierta, dispuestos a aceptar al mismo diablo si es preciso, todo para sentirse libres de complejos. Bueno, que con su pan se lo coman.
Nota aclaratoria al autor del artículo:
El semanario Alfa y Omega no se sostiene con el dinero del Arzobispado de Madrid, sino principalmente con una significativa aportación económica de una importante fundación católica con muchos centros de enseñanza que debería tomar nota.
Gracias.
¿ Puedes precisar cual fundación es y el importe de la financiación ?
El importe lo desconozco, pero sé que la Fundación se llama San Agustín
¿A que no tienes riñones ni paciencia para embaularte entero un bodrio de Ray Loriga? Te reto.
¡Cómo no alagar tu capacidad de razonamiento y profundidad de pensamiento! Como no la demuestras (dejo en suspenso el juicio de si la tienes o no), usas lo más pobre de los pobres intelectualmente: el insulto, el infundio. Tan siquiera llegas al argumento «ad hominem». De manual es lo tuyo, sobre lo que no es válido
«Nadie», ¿Haces befa de quien lucha y denuncia para que no se blasfeme? O tienes una religiosidad torcida o no te enseñaron bien el catecismo. ¿Cuántas veces has atajado en público una blasfemia contra Dios o los santos? Eso es lo correcto. Personalmente lo he tenido que hacer, venciendo respetos humanos o «gustos», más de una vez. Y Dios quiera que, por su gloria, lo siga haciendo yo; te invito a seguir lo correcto.
NO SOY YO, ES EL LONELY GAY QUE ME SUPLANTA PORQUE NO SE ATREVE A ESCRIBIR EN CLARO.
¿Pero el autor de este artículo se ha leído la novela? ¿Sabe si es buena o mala o recomendable o no? ¿O es solo censura previa lo que quiere imponer? ¿Añoranza de autoritarios tiempos pasados?¿ La España que embiste que no cesa? ¿Los católicos no podemos elogiar las obras literarias buenas? ¿No elogian aquí muchos a periodistas muy de derechas que han dicho cosas muy poco cristianas y muy poco católicas cuando le dan la razón en su ideología mundana? ¿De verdad esto es un blog católico o un blog ideologico?
Antonio1.
Elogiar cuando la idea que tiene un autor (sea quien sea) se asemeja a la nuestra y es mundana, quiere decir que seguimos siendo del mundo y que somos incoherentes. Bueno yo lo llamaré hipocresía que me parece más atinado.
Por ejemplo. No leeré, por buena pluma que tenga, a un tipo que escribió un libro titulado «Coños».
Tampoco leeré a este por mucha recomendación arzobispal que tenga.
Ya me hablen del reino visigodo, de la influencia del canto del jilguero en el ánimo melancólico o de los dogmas marianos, los leerá Rita que lo que es menda, no. ¡¡¡Que no, que no!!!
Con la cantidad de libros y autores altamente recomendables que hay en el mundo literario, como para andar perdiendo el tiempo con cantamañanas…
QUE PATETICO ERES
ESTO ES UNA SUPLANTACIÓN DEL LONELY GAY QUE AQUÍ ADEMAS SE CAMBIA EL NICK POR EL JFK PERO EN CUTRE. EN LO SUYO VAMOS.
El pastor dándole paso al lobo para que arrase con el rebaño.
Lo que más me sorprende de todo esto es la estupidez de las ovejas que lean la recomendación del pastor…que las habrá
Alfa y Omega,ha cambiado…para mal.
Nuevos gestores.