«Es importantísimo el proceso de admisión al sacerdocio», dice el General de los Jesuitas

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Infovaticana en Roma habla con el General de los Jesuitas, el sacerdote Arturo Sosa Abascal, sobre la cumbre de abusos sexuales a menores que se ha celebrado en el Vaticano.

¿Si tuviera que elegir un titular que resuma estos tres días de la cumbre, cuál sería? «Esperanza, esperanza movilizadora». Estas fueron las palabras del sacerdote venezolano a la salida de la rueda de prensa el pasado sábado, donde el General de los jesuitas junto al cardenal Marx, el arzobispo Scicluna, el padre Lombardi y la doctora  Verónica Openibo presentaron ante los medios el programa del tercer día de la cumbre, dedicado a la «transparencia».

«Ha sido un encuentro histórico en el que se ha llegado a un grado mayor  de conciencia de la situación en la que nos encontramos y ahora hay que ver qué podemos hacer cuando cada uno vuelva a su país», explicó el sacerdote.

Respecto a la carta que los cardenales Brandmüller y Burke dirigieron a los obispos de la cumbre, el padre Sosa señala que «lo que pasa es que son cosas distintas. Yo creo que hay que hablar de la afectividad y de la homosexualidad como tema. La afectividad humana es muy compleja y yo creo que en este momento de la historia lo es más. Por eso es importante insistir en la madurez afectiva, no solamente por temor al abuso sino para poder vivir la vida cristiana con fidelidad. Y no solo la vida cristiana, si no cualquier vida en general, porque los homosexuales también son hijos de Dios».

¿Hay algún obispo que haya hablado de este tema?: «No se ha tratado porque no era el tema. Yo creo que es importante señalar que esta reunión estaba centrada en la protección de los menores».

En cuanto al hecho de que el 80% de las víctimas de abusos sean varones, el sacerdote ha defendido que «eso no lleva a ninguna conclusión. También hay que decir que el 90% de los abusos se dan dentro de la familia, entonces vamos a poner los datos conjuntos. Es algo muy complejo, cada caso tiene que tener su explicación. Muchos abusadores han sido abusados…Otra vez vuelvo al tema de la madurez, la madurez tiene que ver con todos eso».

«Es importantísimo el proceso de admisión al sacerdocio. Conocer a la persona que quiere ordenarse y hacer que la persona se conozca a sí misma, que tenga una idea clara de su propio ser. Hay un previo trabajo que hacer, tú no puedes admitirlo sin un nivel mínimo de madurez. Y después durante la formación debe ser un tema que se debe tratar constantemente a todos los niveles, a nivel psicológico y a nivel espiritual. La afectividad humana no se desarrolla una sola vez, es un proceso de toda la vida, por eso ese acompañamiento hay que seguir haciéndolo. Nosotros en la mayoría de lo posible intentamos hacerlo, aunque nunca tienes la garantía del éxito. Está en juego la libertad humana y la libertad humana funciona como funciona», concluyó el sacerdote.

 

 

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Comentarios
19 comentarios en “«Es importantísimo el proceso de admisión al sacerdocio», dice el General de los Jesuitas
    1. Desde el odio más cerril se pueden escribir las imbecilidades más grandes. Usted se siente obligado a comentar cada nota y a verter su dosis de veneno en cada oportunidad. Le quita seriedad a Infovaticana, porque sus opiniones son tan inflamables que terminan incendiando cada publicación.

      1. No es odio. Ojalá lo fuera. Me quito el odio y todo resuelto, pero sus frases sobre el demonio y el infierno, negando uno y otro, y sobre la indisolubilidad del matrimonio, negándola porque » a saber lo que dijo Jesucristo, pues no había grabadoras «, ahí quedan, para la historia, no mi hipotético odio, en cualquier caso pasajero, como el sarampión

      2. Tiene usted razón. Hay que dar crédito a este señor porque hoy en día tenemos grabadoras que atestiguan lo que dice, no como en tiempos de Jesucristo, que al no haber todavía grabadoras uno no se puede fiar de los evangelios son ciertos o no. Además, qué diantre! Si el infierno y el demonio son todo símbolos simplemente. Para qué preocuparse si al final hay barra libre para todos??!!

  1. Pues me parecen opiniones y respuestas del General de los Jesuitas muy pero que muy sensatas y certeras. Hay que conocer mejor la realidad y especular menos teoréticamente. Ser superior y trabajar con miles de casos y de personas de diferentes culturas, mentalidades y edades, como es el P. Sosa, le da una autoridad clara para hablar de estos temas. A mi juicio, como digo, muy certero, prudente, matizando y sin dogmatismos. La afectividad y la psique humana es compleja.

    1. Eso, eso, «sin dogmatismos», eso que no falte y ya que estamos que cada cual viva su «fe católica» como le parezca y le convenga. Diga que sí.

  2. Es una manera de escurrir el bulto, yéndose por los cerros de Úbeda. Es buscar la solución en puntos completamente alejados del problema real y acuciante, negando el verdadero tema que hay que abordar.
    Naturalmente que tiene razón en lo que dice, pero eso no es lo importante: lo realmente frustrante para las víctimas es que se niega a llamar a las cosas por su nombre, niega que el problema de los abusos tenga que ver con homosexualidad y lujuria, y pretende atacar a la inteligencia de los fieles diciéndonos que eso no tiene nada que ver.
    En el fondo es admitir la licitud de la homosexualidad, es ganar tiempo para que la sodomía se extienda como praxis, y no haya otro remedio que admitirlo como norma. Típica táctica modernista marxista.
    Mientras tanto, los grandes sacrificados en pro de sus fines son los abusados, las víctimas, quienes ahora se sienten frustradas y maltratadas por el abuso de poder, sin otra solución que el acudir a tribunales civiles.

    1. Ah, o sea que lo que quieren las víctimas no es que se toman medidas para que no se repita, ni que se pida perdón no que se les escuche y acompañe, lo que les frustra es que no se acuse a los homosexuales y se exculpe a la iglesia, me imagino que las niñas y las monjas abusadas tambien querrán lo mismo.
      Y acusais a los demá de manipulación, si es que sois una gentuza de cuidado

      1. Me da pena, José, que sigas con tu ofuscamiento que ya suena a pataleta. Los problemas más comunes y que además han expuesto las mismas víctimas son pecados de sodomía.
        Esto es lo que no se admite, a pesar de que los laicos, tanto víctimas como periodistas han insistido en ello. Si no quieres verlo es tu problema.

  3. «En cuanto al hecho de que el 80% de las víctimas de abusos sean varones, el sacerdote ha defendido que “eso no lleva a ninguna conclusión. También hay que decir que el 90% de los abusos se dan dentro de la familia, entonces vamos a poner los datos conjuntos. »

    A ver, estamos hablando de los abusos sexuales realizados por sacerdotes, no de los abusos sexuales en general. Esos abusos no se dan dentro de la familia, como es lógico. No tiene nada que ver lo de la familia, salvo como recurso para confundir y salirse del tema.

    El solo hecho de que para responder tengan que recurrir a maniobras mentales lamentables como ésta es argumento suficiente en su contra.

    1. José, tienes toda la razón: es la táctica del enrevesamiento para desconcertar al personal y no abordar el problema. Esa es la cuestión, la madre del cordero.

  4. Éste sr, tiene razón, hay todo un proceso de admisión, lo analizan, lo cuestionan, pasa por filtros , se acepta, se empieza a escalar , llega a un buen puesto y , entra de pronto, la libertad humana, la que estaba agazapada, en espera de poder salir, y sale,. cuestionando la veracidad en los evangelios, negando la existencia del demonio, mofándose de que en los tiempos de Cristo no había grabadoras, ¿cómo creer , entonces, si no había grabadoras, ?, La libertad humana lejos de Dios, es esclavitud al demonio, aunque sea , como dice el, figura simbólica,

  5. Bonito jersey.
    Hay un fontanero en mi barrio que tiene uno igual.
    ¿Será éste también fontanero del Vaticano?
    Como aparece detrás, en la foto….

  6. De 36.000 jesuítas que fueron en los años 60, ya sólo quedan 16.000, con una media de edad superior a los 70 años. Su ocaso y muerte se la han ganado a pulso, por infidelidad a su carisma, a su gloriosos fundador. A Sosa lo han colocado para acelerar la agonía, que siempre es dolorosa. Ya sólo nos pueden dar lecciones de la mejor manera de hacerse el harakiri. En breve no van a necesitar grabadoras, pues no va a haber nada que grabar.

  7. A mi todo este asunto de la cumbre me parece una soberana perdida de tiempo, cuando no, de una bien montada operacion de cortina de humo. Los abusos a menores no son la enfermedad en sí, sino uno de los síntomas. Si solo tomamos medicinas para el dolor de cabeza, pero no buscamos y corregimos la causa, siempre tendremos que estar tomando medicación para el dolor de cabeza.
    Y ahi es donde hay que ver la enfermedad, que no es otra que la homosexualidad. El 80 % de las víctimas, varones. El 99 % de los abusadores varones. Es que no tiene nada que ver eso con la atracción sexual de hombres hacia las personas del mismo sexo???? Pues eso es precisamente lo que se llama homosexualidad. Y justamente ese es el problema. Lo demás, perdida de tiempo y ganas de marear la perdiz.
    Pero claro, no hay voluntad de atacar ese asunto, porque a estas alturas de la película, saldrían los ataques a la Iglesia por homófobos, xenófobos, dinosaurios prehistóricos, y enemigos de la libertad.

  8. Una de los principales condiciones que debería reunir un postulante al seminario es ser católico. Un católico, al menos, cree que la Biblia contiene la Palabra de Dios revelada, algo en lo que Sosa no cree. Es decir: Sosa jamás debería haber sido recibido en ningún seminario. A menos que haya perdido la fe en el camino.

  9. En fin, que un sacerdote diga que el demonio no existe y «que a saber qué dijo Jesús» ya es por sí bastante escandaloso. Estas afirmaciones no son propias de ningún católico, por lo que debería ser amonestado y obligado a pasar un examen de catecismo. Si encima se permite decir que hay que cuidar el proceso de admisión al sacerdocio sólo le falta añadir «es que admiten a cualquiera y luego pasa lo que pasa, fíjate que me admitieron a mí». En este caso, totalmente de acuerdo, el proceso de admisión al sacerdocio es muy importante y, bajo ninguna circunstancia, que no lo supervise el padre Sosa.

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