Anochece en el corazón de Italia y los asistentes a la cumbre sobre abusos comienzan a abandonar el Vaticano. Uno de ellos es el cardenal Giuseppe Versaldi, Prefecto de la Congregación para la Educación Católica, que aunque con algo de prisa responde amablemente a las preguntas de Infovaticana en Roma.
Para el purpurado, el segundo día de la cumbre dedicado a la llamada rendición de cuentas «ha sido muy importante e interesante porque nos hemos centrado en la colegialidad, en la comunión de la Iglesia entre los obispos, sacerdotes y laicos. Sobre todo para prevenir y también para condenar los abusos».
«La última conferencia ha sido impartida por una mujer, una doctora, y ha sido muy interesante. Hemos rezado y también hemos escuchado el testimonio de una de las víctimas, algo muy conmovedor también. Es una experiencia espiritualmente muy conmovedora», ha señalado.
El cardenal no puede evitar reírse y levantar la mirada al cielo al escuchar la pregunta acerca de la carta escrita por los cardenales Brandmüller y Burke dirigiéndose a los obispos presentes en la cumbre. Para el prefecto de la Congregación para la Educación Católica, «la finalidad de este encuentro está muy claro. Es un tema muy importante y creo que estamos tratando seriamente las causas y consecuencias del problema».
«La solicitación de la carta, en mi opinión, es inútil. Participamos en el mismo problema y tenemos las mismas responsabilidades. Declarar antes de la cumbre algo así no es muy sensato», ha concluido.