El Papa: «No se puede rezar como cotorras»

"O tu entras en el misterio, en la certeza de que Dios es tu Padre o no rezas" Vatican Media
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Lo dijo el Papa en la Audiencia General que tuvo lugar esta mañana en el Aula Pablo VI en el Vaticano. Ahí retomó el ciclo de catequesis sobre el Padre nuestro, y se centró en el tema “Padre que estás en los cielos”  (Pasaje bíblico: Isaías 49, 14-16)

Catequesis del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

La audiencia de hoy se desarrolla en dos lugares. Primero he encontrado a los fieles de Benevento que estaban en San Pedro y ahora a vosotros. Esto se debe a la delicadeza de la Casa Pontificia que no quería que os resfriaseis: démosles las gracias por ello. Gracias.

Continuamos la catequesis sobre el  «Padre nuestro». El primer paso de cada oración cristiana es el ingreso en un misterio, el de la paternidad de Dios.  No se puede rezar como cotorras. O tu entras en el misterio, en la certeza de que Dios es tu Padre o no rezas. Si yo quiero rezar a Dios, Padre mío, comienzo por el misterio. Para entender en qué medida Dios es nuestro padre, pensemos en las figuras de nuestros padres, pero, de alguna manera tenemos siempre que «refinarlas», purificarlas.  El Catecismo de la Iglesia Católica también dice esto. Dice así «La purificación del corazón concierne a imágenes paternales o maternales, correspondientes a nuestra historia personal y cultural, y que impregnan nuestra relación con Dios.» (No. 2779).

Ninguno de nosotros ha tenido padres perfectos, ninguno;  como nosotros, a  nuestra vez, nunca seremos padres o pastores perfectos. Todos tenemos defectos, todos. Vivimos siempre nuestras relaciones de amor bajo el signo de nuestros límites y también de nuestro egoísmo, por lo que a menudo están contaminadas por deseos de posesión o manipulación del otro. Por eso, a veces, las declaraciones de amor se convierten en sentimientos de rabia y hostilidad. Pero mira, estos dos se querían tanto la semana pasada; hoy se odian a muerte: ¡esto lo vemos todos los días!. Es por eso, porque todos tenemos dentro raíces amargas, que no son buenas y a veces salen y hacen daño.

Por eso, cuando hablamos de Dios como «padre», mientras pensamos en la imagen de nuestros padres, especialmente si nos han querido, al mismo tiempo tenemos que ir más allá. Porque el amor de Dios es el del Padre «que está en los cielos», según la expresión que nos invita a usar a Jesús: es el amor total que en esta vida solo saboreamos de manera imperfecta. Los hombres y las mujeres son eternamente mendigos del amor, -nosotros somos mendigos de amor, necesitamos amor-  buscan un lugar donde ser amados finalmente, pero no lo encuentran. ¡Cuántas amistades y cuántos amores defraudados hay en nuestro mundo!¡Cuántos!

El dios griego del amor, en la mitología, es el más trágico de todos: no está claro si es un ser angelical o un demonio. La mitología dice que es el hijo de Poros y de Penía, que es astuto y pobre, destinado a llevar algo de la fisonomía de estos padres. Desde aquí podemos pensar en la naturaleza ambivalente del amor humano: capaz de florecer y de dominar la vida en una hora del día, e inmediatamente después de marchitarse y morir; lo que atrapa, siempre se le escapa (ver Platón, Symposium, 203). Hay una expresión del profeta Oseas que enmarca despiadadamente la debilidad congénita de nuestro amor: «Vuestro amor es como nube mañanera, como rocío matinal que pasa» (6: 4). Esto es lo que nuestro amor suele ser: una promesa que es difícil cumplir, un intento que pronto se seca y se evapora, un poco como cuando sale el sol por la mañana y se lleva el rocío de la noche.
Cuántas veces los hombres hemos amado de esa manera tan débil e intermitente. Todos hemos pasado por esta experiencia: hemos amado pero luego ese amor ha cesado o se ha vuelto débil. Deseosos de amar, nos hemos tenido que enfrentar, en cambio, con nuestros límites, con la pobreza de nuestras fuerzas: incapaces de mantener una promesa que en los días de gracia parecía fácil de lograr. Después de todo, incluso el apóstol Pedro tuvo miedo y escapó. El apóstol Pedro no fue fiel al amor de Jesús. Siempre hay una debilidad que nos hace caer. Somos mendigos que en el camino corren el peligro de no encontrar nunca por completo el tesoro que buscan desde el primer día de su vida: el amor.

Sin embargo, hay otro amor, el del Padre «que está en los cielos«. Nadie debe dudar que es destinatario de este amor. Nos ama. “Me ama”, podemos decir. Si incluso nuestro padre y nuestra madre no nos hubieran amado, -es una hipótesis histórica- hay un Dios en el cielo que nos ama como nadie en la tierra nunca lo ha hecho ni lo podrá hacer. El amor de Dios es constante.  El profeta Isaías dice: «¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque esas llegasen a olvidar yo no te olvido. Míralo, en las palmas de mis manos te tengo tatuada «(49: 15-16). Hoy están de moda los tatuajes: “En las palmas de mis manos te tengo tatuada”.  Me he hecho un tatuaje tuyo en las manos. Yo estoy en las manos de Dios, así, y no puedo borrarlo. El amor de Dios es como el amor de una madre que nunca se puede olvidar . ¿Y si una madre se olvidase? “Yo no me olvidaré”, dice el Señor. Este es el amor perfecto de Dios, así nos ama. Si todos nuestros amores terrenales se desmoronasen, y no quedase nada más que polvo, siempre queda  para todos nosotros, ardiente, el amor único y fiel de Dios.

En el hambre de amor que todos sentimos, no buscamos algo que no existe: es, en cambio, la invitación a conocer a Dios que es padre. La conversión de San Agustín, por ejemplo, pasó por esa cima: el joven y brillante retórico buscaba sencillamente entre las criaturas algo que ninguna criatura podría darle, hasta que un día tuvo el coraje de mirar hacia arriba. Y ese día conoció a  Dios. A Dios que ama.
La frase «en los cielos» no quiere expresar una distancia, sino una diferencia radical de amor, otra dimensión de amor, un amor incansable, un amor que permanecerá siempre, todavía más, que está al alcance de la mano. Solo hace falta decir: “Padre nuestro que estás en los cielos” y ese amor viene.

Por lo tanto,¡ no tengáis miedo! Ninguno de nosotros está solo. Si, hasta por desgracia, tu padre terrenal se hubiera olvidado de ti y  tú quizás sintieras rencor por él, no se te niega la experiencia fundamental de la fe cristiana: saber que eres un hijo amadísimo de Dios y que no hay nada en la vida que pueda extinguir su apasionado amor por ti.

Saludos en español

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y Latinoamérica, en particular a los seminaristas de la Diócesis de Getafe acompañados por su obispo, Mons. Ginés García Beltrán, y que celebran 25 años de la creación de ese centro de formación.

Que el Señor nos conceda la gracia de no tener miedo y de saber que no estamos solos, porque no hay nada en esta vida que pueda apartarnos de su amor de Padre.

Que Dios los bendiga a todos. Muchas gracias.

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Comentarios
51 comentarios en “El Papa: «No se puede rezar como cotorras»
  1. Por favor, hasta a un enemigo se le puede ver que tiene alguna virtud, algo en que nos supera. No es que sea papolatra, es que veo que lo que dice el Papa es cierto, ¿ Alguien de aquí ha rezado junto a una persona que reza muy aprisa?, ¿Qué ni siquiera se le entiende que dice?, Eso es para mí, rezar como cotorras, , es puro movimiento de labios, sin pensar en lo que se dice,. El Papa tiene razón,,,( cuando menos ésta vez, no hay que ser)?

    1. Claro que hay personas que rezan con prisa, superficialidad y sin sumergirse en el misterio.
      Pero Bergoglio expone la idea con desprecio, sin ningún amor ni caridad. Tiene una tendencia compulsiva al insulto y disfruta de humillar a los pocos católicos que aún rezan.
      Conejas, terroristas y ahora cotorras! Algo más, Jorge Mario?

  2. No hay quien termine de leer todas las bobadas que dice, pero este hombre ¿qué se cree que es San Juan de la Cruz? Cada uno reza como decía mi abuelo como Dios le da a entender. Unos tendrán un alma mística y otros más simple, la cuestión es que uno se acuerde de Dios, y rece avemarías o dialogue con El. La peor oración es la que nunca se reza, porque denota que nunca se acuerda de Dios. ¡es realmente insoportable este hombre!.

    1. No sé a quién irán dirigidos esos insultos, Lector, pero no veo motivo para que se los dirija a nadie, y menos si lo que usted recrimina es una irreverencia o falta de. caridad en los demás, cuando es usted el que más está flaqueando en esa virtud.

  3. No me resisto ya a excusar a este Pedro, siempre tiene que tirar con perdigón a cualquiera, menos a sus amigos, que esos si que rezan recitando sunas de memoria. No podría hablar de otra forma, diciendo por ejemplo, hay que intentar cuando se reza concentrarse en lo que se dice, y evitando distraccciones de forma que no sean oraciones monótonas. De todas formas pienso que no todo el mundo tienen capacidad de un alma mística, y si no puede rezar de esa forma que lo haga como sabe. La peor oración es la no rezada. No creo yo que este Pedro sea un místico de la talla del padre Pío, de San Juan o Santa Teresa.

  4. Las abuelas, las madres…son quienes nos enseñaban las oraciones que repetíamos cuando pequeños. Aún recuerdo los meses de noviembre de mi infancia. Mi abuela me llevaba todas las tardes al rosario y a misa para pedir por los difuntos. Daba un salto cuando me avisaba de la hora y eso que era justo cuando se empezaban a emitir por la tele mis dibujos favoritos. Pero prefería el rosario.
    No lo rezaba plenamente consciente, entre otras cosas porque no entendía las jaculatorias, lo que significaban algunas letanías…pero lo rezaba de corazón.
    Hoy por hoy, cuando voy conduciendo, rezo el rosario. Me distraigo, si. Pero mi pensamiento y sentimiento está puesto en Dios. Me olvido de lo que me preocupa y hace que me tome la carretera y los atascos con más calma y de paso, empezar el día ofreciendo a Dios mis oraciones.
    Saludo a mi querida abuela que si no está en el cielo, espero lo esté pronto.
    Papa Francisco, le saluda una cotorra.

    1. Pues mira Mariela, llevo tiempo leyendo tus comentarios y todo lo que has contado esta fenomenal pero se va al traste con tu juicio al Papa porque lo mal interpretas todo. Ninguna oración le es grata al Padre si en tu corazón odias a tu hermano. «El que dice que ama a Dios pero odia a su hermano, es un mentiroso». Y tu tienes atravesada al Papa Francisco porque esta echando a perder la iglesia (según tu). Yo también rezo a tiempo y a destiempo y no me siento juzgado por el Papa de que soy un cotorro. Se entiende muy bien lo que dice el Papa y eres de juicio rápido. Yo meditaría un poquito las cosas antes de juzgar todo lo que sale de la boca de este Papa porque si está donde está, es porque Dios lo permite y si Dios lo permite, será por algo. Y si quieres entender a este Papa, si quieres amar realmente a este Papa, pon los medios que la iglesia te pone (oración, ayuno, limosna) y menos posts en infovaticana diciendo lo malo que es este Papa….

      1. Arsc. Me gusta lo que dice y me identifico con su opinión. Creo que amar a la Iglesia y obedecer y respetar al Santo Padre, es lo normal, sobre todo porque el que lo ha puesto ahí es Dios mismo, en la realidad de lo que acontece podemos ver la voluntad de Dios.

        1. ¿Y de dónde se saca Ud. que quien lo ha puesto ahí es Dios?
          ¡Que manía de echarle la culpa al Espíritu Santo cuando no se tienen argumentos!
          El mismo Ratzinger en una entrevista dijo que el Espíritu Santo no elige al Papa, que evidentemente ha habido Papas que Dios no hubiera escogido a lo largo de la historia.
          El Espíritu Santo no quita la libertad, habrá quien se deje guiar por Él, y quien no…
          En la realidad de lo que acontece lo que se ve no creo que sea la voluntad de Dios, no creo que Dios quiera actuar contra sí mismo. Otra cosa es que en su divina providencia permita cosas, y saque del mal un bien mayor.

      2. arsc. No hay rosario que no termine pidiendo por el Papa.
        No se cómo decir que NO ODIO AL PAPA.
        Por otro lado, yo no me siento juzgada por la mención del animalito relacionándolo con la oración. Seguiré rezando e intentando avanzar en la vida de oración. Despedir mi escrito anterior diciendo al Papa que le saluda una cotorra es para recalcar que me da igual, porque es Quien ve por dentro la opinión que me importa y reconozco que a leguas estoy de hacer una oración digna.
        Tampoco se cómo decir que las cosas que me parezcan mal, las voy a seguir diciendo y mire, aquí si me voy a repetir como una cotorra.
        No me pareció bien la pantomima de la JMJ insultando a Nuestra Señora y que el Papa lo aplaudiera. Ni un gesto de desaprobación
        Y como esas, muchas cosas más que no ha lugar repetir…
        Tengo amigos con los que no estoy para nada de acuerdo con ellos y no se sienten odiados por mí.
        Increíble me parece que se confunda discrepancia con odio. Pero increíble.

    1. No son chorradas que se le escapen. Ni hablar. Son frases muy repensadas. Esta vez para disminuir las oraciones. Porque las oraciones son las que le están derrotando y lo sabe muy bien.

  5. Definición de COTORREAR: hablar sin parar, sin decir nada interesante.
    Yo me conformo con que no lo haya dicho del Santo Rosario, y no lo creo porque ha aconsejado su rezo varias veces.

  6. Este tío es un verdadero Maestro !!!
    Yo he aprendido mucho de él.
    Todo por contraste de sus Patanerías
    He aprendido que la edad no vacuna de poder perder la Fé.
    No vacuna de convertirse en un Rezongón.
    No vacuna de convertirse en un Pendeviejo adulador de todas las pavadas de los jóvenes.
    No vacuna de creersela, de caer en la Soberbia.
    Ahora, Maestro tipo Padre de la Iglesia, no.
    Enseñanzas positivas: CERO PATATERO

  7. El problema de hoy día no es precisamente rezar como cotorras; es que no se reza. Con frases de ese tipo Francisco disuade de rezar. Para estas majaderías no necesitamos un papa. Nos sobran los charlatanes y demagogos.

  8. Es su estilo, siempre criticando, que si los pepinillos en vinagre, que si las conejas, los acusadores…Ahora las cotorras…Qué artura.
    Y a pesar de eso le dieron fama de afable…

    1. Cierto, Rivermint. Y no sólo de afable, sino también de dialogante. Eso sí, sólo con quienes piensan como él y con los de la religión de la paz.
      Luego salen unos cardenales con unas preguntitas y ni les recibe.
      Bueno, dos de ellos ya ni están entre nosotros. Afable y dialogante a carta cabal.

  9. Lo siento por la catequesis papal, pero a estas alturas ya elevadas de mi vida no voy a convertirme en una cotorra de pensamiento. Desde que tengo uso de razón asumo que Dios es mi padre y que está en el cielo, por lo que no necesito abstraerme 10 ó 20 veces diarias en el tema. Soy un egoísta, rezo ante las dificultades, sí, rezo para pedir, ya sea por los demás o por mí, y en la “cotorrez” de mis labios con el Padre Nuestro, mi pensamiento está comunicándose con Dios con la esperanza de que calme de alguna forma mi ansiedad. Lo demás, el significado estricto de las oraciones del catecismo, lo tengo muy claro, no necesito convertirme en una cotorra pensante, lavándome continuamente el cerebro, que es como he interpretado las palabras de este Papa, al que no entiendo muchas, demasiadas veces. Por lo visto, no soy tan profundo.

  10. Unicamente se atreve a criticar a los católicos, que pecamos hasta si rezamos. Los ateos, protestantes, islamistas, gays, transexuales, comunistas, sus preferidos, son impecables y no hace falta que recen. Dios los quiere así. A los únicos que dios, en versión francisquita, no quiere, es a los católicos, que tenemos que abandonar nuestra rigidez para amoldarnos al pensamiento único imperante, ante el que Francisco se pone de rodillas, lo que no hace ante el Santísimo.

  11. La oración contemplativa y el acercamiento es también una gracia de Dios, que se la da a quien quiere, como a los místicos. El resto de los moratales incluidos el mismo, recitamos oraciones ya desde antiguo, los judíos recitaban los salmos. A lo mejor el Papa y algunos de vosotros os creis que pensar y reconcentrarse en uno mismo es hablar con Dios, más bien esto es hablar con uno mismo y contestarse y creer que Dios os habla, que de esos lo hay muchos visionarios.

  12. ¡Hasta cuando Señor nos seguirás azotando con este hombre! Si nos esforzamos por cumplir los mandamientos nos llama «rígidos», si vamos a misa sin faltar nos llama «hipócritas», si rezamos constantemente nos llama «cotorras». A Lutero le dedica un sello, a un sacerdote comunista lo rehabilita mientras a los que permanecieron fieles a la Misa católica de siempre los persigue con saña. Mucho hemos pecado contra ti, Señor, duro es tu castigo y este hombre es su ejecutor.

  13. Ahora que vemos atónitos e incrédulos hasta dónde llega Pedro Sánchez, ¿no ven una cierta similitud -en cuanto a dónde deja, Dios mío, las instituciones- entre él y el Papa Francisco…?

    1. Me parece insólito que se sientan como perseguidos por todo lo que el Papa dice, tal vez en otro tiempo se sintieron propuestos como ejemplo y ahora se ven invitados a ir un poco más allá, más lejos, más cerca de Jesús.

      1. Pues no, Susana. No nos sentimos perseguidos.
        Las madres que están abiertas a la voluntad divina para recibir los hijos que vengan de Dios, lo van a seguir haciendo aunque el Papa les llame conejas.
        Los que rezamos como mejor sabemos o podemos, vamos a seguir haciéndolo aunque se nos llame cotorras.
        Los que vemos que la inmigración sin control es un peligro tanto para los países de origen como los países receptores y es un beneficio para las mafias, lo vamos a seguir diciendo aunque se nos llame islamófobos.
        Los que vemos mal que el Vaticano haya vendido a la Iglesia en China, lo vamos a seguir viendo mal aunque se nos llame chinófobos.
        Con ayuda de Dios y de la Virgen, seguiremos caminando, con piedras de tropiezo o sin ellas.

        1. Si pero como hechamos de menos que nos acaricien el lomo y nos digan lo bien que lo hacemos. Esta queja sale mucho en este blog, es la queja del hermano del hijo pródigo.

  14. Puede que las cotorras, los loros y demás pájaros de áspero canto no sean alguien en concreto, pero si no lo son ¿qué necesidad hay de mencionarlos? Si yo me tomara esto al pie de la letra resultaría un halago ya que tenía una amiga que decía que el rosario conmigo y con mi madre era mucho mejor que el de la Iglesia porque las voces no eran monótonas sino que se tomaban su tiempo y fraseaban bien por lo que daban sensación de paz y de profundidad en el rezo. Sin embargo, y siguiendo los consejos del mismo Papa Francisco, no me había meditado en ello para no creerme mejor que nadie. Si no hubiera dicho nada tampoco yo habría recordado ese episodio, así que como siga apuntando los tiros a buen tuntún todos nos vamos a poner a murmurar, que es lo que dice que no hay que hacer. También hay una diferencia notable en el recogimiento que tenía San Juan Pablo II y su capacidad de abstraerse en la oración y la que manifiesta él. Si no dijera nada no nos haría discernir.

  15. Mariela es más humilde y yo me quedo con ella porque, con tanta exigencia, resulta que la misericordia se pierde y aparece la soberbia de los perfeccionistas. La voluntad de rezar ya es encomiable, el resultado no siempre es igual pero Dios ya tiene en cuenta nuestras debilidades. Sigue rezando, Mariela, que Dios te escucha y la Virgen siempre te echará una mano cuando estés despistadilla.

    1. Gracias, Maria Jesús por sus palabras.
      Si son muchos los cables que me tienen que echar desde arriba.
      Santa Teresa decía que la cabeza es la loca de la casa…
      Ahora mismo rezaré por usted.
      Un saludo!!

  16. Efectivamente, y dislexica perdida, el teclado es un mundo, pero yo feliz con mis minusvalías, ahí puedo yo ganarme el cielo con la ayuda de Dios. Lo de la h, ha sido una falta realmente grave que espero podáis perdonar. Gracie Mille.

  17. Mariela: Que alguien rece por mi es el más hermoso de los regalos, ya sabe…por aquello de la Comunión de los Santos. Si yo rezo por usted no es Caridad porque se me ha adelantado, digamos que es solidaridad. Esta palabra, que no es cristiana, no me gusta nada pero es la más correcta para el «hoy por ti, mañana por mi», que es exactamente lo que significa y no enviar dinero a Eritrea porque, por desgracia, los eritreos no pueden corresponder. La solidaridad siempre es bilateral. Bilatericemos, pues, Doña Mariela. Un saludo.

  18. A Francisco no le gustan las cotorras, pero, a mí, todavía me gustan menos los que se duermen en la oración, como Francisco, que así lo reconoció, porque se aburren, y los que nunca se arrodillan ante el Santísimo, quizás porque no creen en la presencia real, y prefieren hacerlo ante musulmanes, protestantes y el pensamiento único.

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